lunes, 12 de abril de 2010

Líderes cristianos falsos y no tan falsos

EL PROBLEMA

"“Entonces los entregarán a ustedes para que los maltraten; y los matarán, y todo el mundo los odiará por causa mía. En aquel tiempo muchos renegarán de su fe, y se odiarán y se traicionarán unos a otros. Aparecerán muchos falsos profetas, y engañarán a mucha gente. Habrá tanta maldad, que la mayoría dejará de tener amor hacia los demás. Pero el que siga firme hasta el fin, se salvará. Y esta buena noticia del reino será anunciada en todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan; entonces vendrá el fin."
Mateo 24:9-14

"Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino pónganlos a prueba, a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios o no. Porque el mundo está lleno de falsos profetas."
1 Juan 4:1

"Hijitos, ustedes son de Dios y han vencido a esos mentirosos, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan de las cosas del mundo, y los que son del mundo los escuchan. En cambio, nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha, pero el que no es de Dios no nos escucha. En esto, pues, podemos conocer quién tiene el espíritu de la verdad y quién tiene el espíritu del engaño. "
1 Juan 4:4-6

En una época tan temprana como el primer siglo, antes de que hubiera pasado la generación apostólica, ya los falsos profetas y los falsos maestros constituían un grave peligro para la iglesia naciente, y la situación no iba a mejorar con el tiempo:

"“Y ahora estoy seguro de que ninguno de ustedes, entre quienes he anunciado el reino de Dios, me volverá a ver. Por esto quiero decirles hoy que no me siento culpable respecto de ninguno, porque les he anunciado todo el plan de Dios, sin ocultarles nada. Por lo tanto, estén atentos y cuiden de toda la congregación, en la cual el Espíritu Santo los ha puesto como pastores para que cuiden de la iglesia de Dios, que él compró con su propia sangre. Sé que cuando yo me vaya vendrán otros que, como lobos feroces, querrán acabar con la iglesia. Aun entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán mentiras para que los creyentes los sigan. Estén alerta; acuérdense de que durante tres años, de día y de noche, no dejé de aconsejar con lágrimas a cada uno de ustedes."
Hechos 20.25-31

La Palabra de Dios está repleta de instrucciones y amonestaciones respecto de los falsos maestros; sin exagerar, creo que podríamos hacer un pequeño libro con solo citarlas. Sin embargo, a lo largo de la historia, y en el presente mismo, las falsas enseñanzas siguen haciendo estragos en los corazones de las personas, y aun de los cristianos. Evidentemente, no basta con que esté escrito, ¡hay que leerlo y hacerle caso!


¿QUIÉNES SON?

Un aspecto importante es empezar reconociendo cuales son los distintos “niveles” de falsos obreros de cristo, o mejor dicho, los distintos “niveles” del error espiritual:

1. Primero encontramos a los “líderes espirituales” del mundo, aquellos que no se meten en el ámbito del cristianismo sino que fomentan algún tipo de religión no cristiana. Creo que no debería haber mayores problemas con ellos, son fáciles de reconocer para los hijos de Dios.

2. Luego están los líderes espirituales de religiones “cristianas” que, al menos para la mayoría, están claramente alejadas de los cánones bíblicos. Tampoco debería haber demasiado problema con ellos, aunque los creyentes con poco crecimiento espiritual pueden ser confundidos.

3. De mucha más importancia es reconocer a los que están dentro de nuestras congregaciones, que tienen toda la apariencia de ser líderes genuinos pero no lo son. Estos son, por lejos, los más peligrosos para el cuerpo de Cristo. Ahora bien, también aquí es fundamental reconocer una diferencia:

a. Aquellos que tienen una doctrina y estructura de pensamiento errónea, y cuyas motivaciones son totalmente equivocadas (a veces pueden ser obreros de Satanás infiltrados, más veces serán líderes orgullosos que buscan construir su propio “imperio”, muy “autoengañados” generalmente).

b. Aquellos que tienen una motivación de base correcta y que buscan de verdad al Señor pero tienen áreas erradas en sus vidas y pensamiento, por lo que involuntariamente transmiten falsas doctrinas.

Los primeros son los más peligrosos, y aquellos que no van a estar dispuestos a cambiar si se les muestra su error. Los segundos son también peligrosos indirectamente, pero mucho más comunes: ¡creo que todos los que pretendemos enseñar algo de alguna manera podemos estar en dicha categoría hoy día! Como nadie está exento del error, nadie a su vez lo está de transmitir ese error. Aquí se necesita especialmente amor y sabiduría.

4. Los que aparentan ser falsos pero no lo son. Aquí el verdadero problema no es el que está enseñando sino ¡los que están escuchando! Algo así les pasó a los discípulos de Jesús en una oportunidad:

"Juan le dijo:
—Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros.
Jesús contestó:
—No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Cualquiera que les dé a ustedes aunque solo sea un vaso de agua por ser ustedes de Cristo, les aseguro que tendrá su premio."
Marcos 9:38-41

Cuando nuestros oídos se han acostumbrado a escuchar mentiras terminamos rechazando a la verdad como “falsa”. Aquí se requiere mucha humildad para reconocer el error (nuestro).


RECONOCIÉNDOLOS

Existen características esenciales que determinan cuando un obrero es falso (o tiene enseñanzas falsas) y existen características “accesorias”. Suele ser más común que se predique sobre las características “accesorias” que sobre las esenciales. Me explico; Jesús dijo claramente:

"“Cuídense de esos mentirosos que pretenden hablar de parte de Dios. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Ustedes los pueden reconocer por sus acciones, pues no se cosechan uvas de los espinos ni higos de los cardos. Así, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. El árbol bueno no puede dar fruto malo, ni el árbol malo dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego. De modo que ustedes los reconocerán por sus acciones."
Mateo 7:15-20

Los “frutos” de ellos, es decir, lo que son, como viven y lo que producen en los que los siguen es la clave, aunque demora un tiempo en ser percibido. Hay otras cuestiones que son más visibles, que suelen ser importantes también, pero que no van exactamente al centro del asunto.

Otro aspecto fundamental es la enseñanza:

"Dicen cosas altisonantes y vacías, y con vicios y deseos humanos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el error."
2 Pedro 2:18

"1 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios."
1 Timoteo 4:1

Claro está que las enseñanzas no son correctas, sin embargo, este suele ser un aspecto difícil de discernir, especialmente para los cristianos más nuevos para los que no tienen el suficiente conocimiento bíblico. Por otra parte, no todo lo que enseñan es falso; de hecho, Jesús dijo de los fariseos:

"… “Los maestros de la ley y los fariseos enseñan con la autoridad que viene de Moisés. 3 Por lo tanto, obedézcanlos ustedes y hagan todo lo que les digan; pero no sigan su ejemplo, porque ellos dicen una cosa y hacen otra."
Mateo 23.1-3

Muchos ejemplos he visto de enseñanzas que con el tiempo demostraron su veracidad (aunque también necesitaron generalmente ser perfeccionadas y corregidas en diversos aspectos) pero que al principio recibieron fuertes críticas de determinados sectores del cristianismo, tildando a los que las traían de “falsos maestros”. Por ello, creo que debemos ser prudentes y nunca dejar de lado el principal aspecto mencionado en la Palabra: los frutos producidos. En mi propio proceso de crecimiento espiritual y de entendimiento de las nuevas enseñanzas del Espíritu siempre me sirvió tener presente una verdad: ¡Satanás no hace santos! Si algo produce buenos resultados con el tiempo, difícilmente venga del infierno.

Otro aspecto fundamental es el ejercicio del discernimiento de espíritus, que nos permite ahorrar mucho tiempo. Esto requiere ser ejercitado:

"14 La comida sólida es para los adultos, para los que ya saben juzgar, porque están acostumbrados a distinguir entre lo bueno y lo malo."
Hebreos 5:14

Es vital que aprendamos a reconocerlos. No es por casualidad que la Biblia dedique tanto espacio en sus páginas a hablar de ellos, directa o indirectamente. Más vital aun es que aprendamos a discernir el error en aquellos que tienen un genuino llamado y en nosotros mismos, y aprendamos a tratar con él de la forma correcta, sin herir el cuerpo de Cristo. Y todavía más vital es que no confundamos lo verdadero y fresco que viene de Dios con lo falso.

Detrás del accionar de los falsos maestros, y de toda doctrina falsa, existen importantes principados espirituales, diría yo, de los más escurridizos y difíciles de detectar. La iglesia ha sucumbido a su accionar durante siglos, sin siquiera darse cuenta de que estaban allí. Es tiempo de que eso cambie.

El error que al día de hoy mantenemos como cuerpo de Cristo se basa en, o, por lo menos, se alimenta de, falsas enseñanzas, falsos conceptos, fortalezas de mentira, que subsisten en los distintos “sistemas de teología” de la iglesia toda. Cuando digo “sistemas de teología” no me refiero únicamente a las distintas concepciones teológicas que puedan existir en este momento en el mundo cristiano, sino también a los distintos “lugares” en donde existe “teología”: los libros y demás material escrito, producto de distintos seminarios y escuelas, que es transmitida a determinados líderes cristianos que a su vez la retransmiten, con más o menos modificaciones, al resto de los líderes, que luego la transmiten, con modificaciones y recortes, a la mayoría de los creyentes, quienes a su vez reciben y entienden algo que no es exactamente lo transmitido. Todo esto recibe el influjo poderoso de la cultura que rodea a cada uno. Además, existe siempre una diferencia entre lo que se dice creer, lo que verdaderamente (en lo profundo de la persona) se cree y entre lo que se demuestra (con los hechos) creer. En cada uno de estos “ámbitos” se forma un “sistema de teología” particular, parecido a muchos otros y distinto a la vez. A través de todos ellos fluye tanto la verdad como el error, y éste último debe ser quitado de todos y cada uno de ellos.


EL ACCIONAR Y LAS CONSECUENCIAS

Antes dije que en la Biblia encontramos muchas referencias a los falsos obreros (en el Antiguo y Nuevo Testamento); debería aclarar que quizás la mayoría de ellas tienen que ver con sus acciones y consecuencias.

El daño causado por los falsos maestros y las falsas enseñanzas propagadas por los verdaderos maestros terminan configurando un estado del pueblo de Dios alejado del que Dios quiere. En un sentido preciso, toda la iglesia, desde sus orígenes, ha estado y sigue estando bajo la influencia de doctrinas erradas y de maestros que las propagan. Si no fuera así, ya estaríamos en la iglesia perfecta, la obra hubiera sido cumplida y Cristo hubiera venido. Como dijimos más arriba, aun el más santo y capaz de los maestros de la Palabra tiene algunos errores en su teología (aunque más no sea por algo que esté incompleto), ¡y qué queda para el resto!

Por supuesto que hay una diferencia entre quien tiene un corazón sincero para con Dios y aquel que decididamente cae dentro de la categoría de falso maestro. Y hay una diferencia entre lo que produce la enseñanza del primero y la del segundo. En el primer caso habrán deficiencias, bendiciones que aun no se pueden alcanzar, problemas que todavía no se puede solucionar, pero está presente el Espíritu y hay vida de lo alto (mientras se mantenga en crecimiento y avance en la revelación). En el segundo caso habrá daño, destrucción, conflictos interminables, retroceso espiritual, manipulación y abuso.

13 sufriendo por lo que han hecho sufrir a otros. …
2 Pedro 2:13a

En esencia, en la primera parte de este versículo se resume lo que producen: sufrimiento, más allá de la “cuota asignada” a cada persona. Este puede venir de muchas formas distintas, a corto o largo plazo, directa o indirectamente, pero siempre estará, y será una señal inequívoca de su presencia.

12 … . Son pastores que cuidan solamente de sí mismos. Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto a su tiempo, ...
Judas 12

También producen, inevitablemente, un estado de desilusión debido a fantásticas promesas que no se cumplen. Y esto trae consecuencias nefastas para los cristianos que los siguen: abandono de la fe, hipocresía, religiosidad.

No solamente son los frutos que se ven en los seguidores, sino también los que ellos mismos manifiestan:

8 A pesar de ello, también esos hombres, viviendo en sueños, contaminan su cuerpo, rechazan la autoridad del Señor e insultan a los poderes superiores. … 10 Pero esos hombres hablan mal de las cosas que no conocen; y en cuanto a las que conocen por instinto, como las conocen los animales sin entendimiento, las usan para su propia condenación.

11 ¡Ay de ellos!, porque han seguido el ejemplo de Caín. Por ganar dinero se han desviado, como Balaam, y como Coré, mueren por su rebeldía. 12 Son una vergüenza en las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran, en las que ellos comen y beben alegremente, sin mostrar ningún respeto. … 13 Son violentas olas del mar, que arrojan como espuma sus acciones vergonzosas. …

… y por todas las palabras insolentes que como malvados pecadores dijeron contra él.” 16 De todo se quejan, todo lo critican y solo buscan satisfacer sus propios deseos. Hablan con jactancia, y adulan a los demás para aprovecharse de ellos.

17 Pero ustedes, queridos hermanos, acuérdense de que los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo 18 les habían dicho: “En los últimos tiempos habrá gente burlona, que vivirá de acuerdo con sus malos deseos.” 19 Esos son los que causan divisiones; siguen sus deseos naturales y no tienen el Espíritu de Dios.

Judas 8-19

"13 “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para que otros no entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan entrar a los que quieren hacerlo."
Mateo 23.13

La hipocresía suele ser otra de las características distintivas, aunque en nuestras sociedades cada vez más secularizadas no suele ser tan necesario ya fingir demasiado.

Y la más terrible de todas las consecuencias es que ni entran ellos al reino de los cielos, ni permiten que entren los que están intentando hacerlo. Entonces, el accionar de los falsos obreros no es algo de importancia menor, al contrario.


¿QUÉ HACEMOS CON ELLOS?

Este es quizás el aspecto más difícil, que requiere más sabiduría, amor, paciencia, voluntad firme, comunión con el Señor, decisión y sacrificio personal. Sí, todo eso, ¡y más!

Creo que el cuerpo de Cristo no ha sabido muy bien qué hacer con ellos y como “combatirlos”, pero esto debe cambiar en la medida que nos aproximados hacia la venida del Señor. Frecuentemente hemos oscilado entre dos extremos: ignorancia o “laissez faire”, y “guerra” enconada y manifiesta. El avance del postmodernismo parece que está inclinando la balanza hacia el primer aspecto, sin posibilidad (aparente) de hacer nada significativo contra ellos.

Los líderes cristianos, creo, han fallado en general en transmitir una enseñanza adecuada y madura al respecto a la generalidad de la iglesia, quizás por temor, quizás por ignorancia.

Como dije más arriba, este aspecto no es simple, pero con la gracia disponible para nosotros en este final de los tiempos, no será difícil para el pueblo santo.

Como es un aspecto complejo, una de las cosas que hay que entender es que:

24 Jesús les contó esta otra parábola: “Sucede con el reino de los cielos como con un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero cuando todos estaban durmiendo, llegó un enemigo, sembró mala hierba entre el trigo y se fue. 26 Cuando el trigo creció y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. 27 Entonces los trabajadores fueron a decirle al dueño: ‘Señor, si la semilla que sembró usted en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba?’ 28 El dueño les dijo: ‘Algún enemigo ha hecho esto.’ Los trabajadores le preguntaron: ‘¿Quiere usted que vayamos a arrancar la mala hierba?’ 29 Pero él les dijo: ‘No, porque al arrancar la mala hierba pueden arrancar también el trigo. 30 Lo mejor es dejarlos crecer juntos hasta la cosecha; entonces mandaré a los que han de recogerla que recojan primero la mala hierba y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.’ ”
Mateo 13:24-30

Entonces, es inevitable que estén presentes hasta el fin de los tiempos, y el Señor tiene propósitos con ellos. Sin embargo, Jesús no dudó ni un momento en denunciarlos y exponerlos públicamente:

43 “¡Ay de ustedes, fariseos!, … ” 45 Le contestó entonces uno de los maestros de la ley: —Maestro, al decir esto nos ofendes también a nosotros. 46 Pero Jesús dijo: — ¡Ay de ustedes también, maestros de la ley!, que cargan sobre los demás cargas que nadie puede soportar, y ustedes ni siquiera con un dedo quieren tocarlas.
Lucas 11:43-46

Pablo le aconsejó a Tito:

11 A esos hay que taparles la boca, pues trastornan familias enteras, enseñando lo que no deben para obtener ganancias mal habidas.
Tito 1:11

Y a la iglesia de Éfeso:

6 Que nadie los engañe con palabras huecas, porque precisamente por estas cosas viene el terrible castigo de Dios sobre aquellos que no lo obedecen. 7 No tengan ustedes, pues, ninguna parte con ellos.
Efesios 5:6-7

¿Qué deben hacer los hermanos con ellos? ¿Qué deben hacer los otros líderes? ¿Cómo tratarlos? ¿Qué hacer con sus enseñanzas? Dado que hay una gradación desde los obreros genuinos del Espíritu que pueden tener algunos errores doctrinales hasta los emisarios de Satanás infiltrados en la iglesia, ¿cómo reconocer y tratar a cada uno? Y, lo que es más terrible todavía, dado que en realidad ellos aprovechan mis pecados y deseos carnales para tratar de engañarme, ¿cómo debo prepararme yo? Estas preguntas difíciles tienen respuesta en la Biblia y en la rhema del Espíritu, y han sido abundantemente ejemplificadas en la historia, es necesario que las busquemos.


¿QUÉ HACEMOS CON LAS VÍCTIMAS?

Es sabio lo que dijo nuestro hermano Judas:

20 Pero ustedes, queridos hermanos, manténganse firmes en su santísima fe. Oren guiados por el Espíritu Santo. 21 Consérvense en el amor de Dios y esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, nos dará la vida eterna.

22 Tengan compasión de los que dudan. 23 A unos sálvenlos sacándolos del fuego, y tengan compasión de otros, aunque cuídense de ellos y aborrezcan hasta la ropa que llevan contaminada por su mala vida.

Judas 20-23

Algo muy importante es entender que los victimarios también han sido (y lo siguen siendo) víctimas en algún momento, así como el adulto abusador casi con toda seguridad fue a su vez abusado de niño.

Algo maravilloso en todo esto es que Dios mismo promete encargarse de pastorear a sus ovejas maltratadas:

1 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 2 “Tú, hombre, habla en mi nombre contra los pastores de Israel, y diles: ‘Esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se cuidan a sí mismos! Lo que deben cuidar los pastores es el rebaño. 3 Ustedes se beben la leche, se hacen vestidos con la lana y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan el rebaño. 4 Ustedes no ayudan a las ovejas débiles, ni curan a las enfermas, ni vendan a las que tienen alguna pata rota, ni hacen volver a las que se extravían, ni buscan a las que se pierden, sino que las tratan con dureza y crueldad. 5 Mis ovejas se quedaron sin pastor y se dispersaron, y las fieras salvajes se las comieron. 6 Se dispersaron por todos los montes y cerros altos, se extraviaron por toda la tierra, y no hubo nadie que se preocupara por ellas y fuera a buscarlas.

7 ‘Así que, pastores, escuchen bien mis palabras. 8 Yo, el Señor, lo juro por mi vida: Fieras salvajes de todas clases han robado y devorado a mis ovejas, porque no tienen pastor. Mis pastores no van a buscar a las ovejas. Los pastores cuidan de sí mismos, pero no de mi rebaño. 9 Por eso, pastores, escuchen las palabras 10 que yo, el Señor, les dirijo: Pastores, yo me declaro su enemigo y les voy a reclamar mi rebaño; les voy a quitar el encargo de cuidarlo, para que no se sigan cuidando ustedes mismos; rescataré a mis ovejas, para que ustedes no se las sigan comiendo.’

11 “Yo, el Señor, digo: Yo mismo voy a encargarme del cuidado de mi rebaño. 12 Como el pastor que se preocupa por sus ovejas cuando están dispersas, así me preocuparé yo de mis ovejas; las rescataré de los lugares por donde se dispersaron en un día oscuro y de tormenta. 13 Las sacaré de los países extranjeros, las reuniré y las llevaré a su propia tierra. Las llevaré a comer a los montes de Israel, y por los arroyos, y por todos los lugares habitados del país. 14 Las llevaré a comer los mejores pastos, en los pastizales de las altas montañas de Israel. Allí podrán descansar y comer los pastos más ricos. 15 Yo mismo seré el pastor de mis ovejas, yo mismo las llevaré a descansar. Yo, el Señor, lo afirmo. 16 Buscaré a las ovejas perdidas, traeré a las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las débiles, y cuidaré a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido.

Ezequiel 34:1-16

Pero esta promesa es solo para las ovejas del Padre, es decir, para aquellos que lo buscan de verdad. Dios no se olvida del afligido, ¡gloria sea a él!

Jesucristo nos dejó un ejemplo:

12 Cuando yo estaba con ellos en este mundo, los cuidaba y los protegía con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado. Y ninguno de ellos se perdió, sino aquel que ya estaba perdido, para que se cumpliera lo que dice la Escritura.
Juan 17:12

En su función de pastor terrenal, Jesucristo cumplió a la perfección su rol: nadie se perdió, nadie cayó en el error (a no ser que no fuera por su propia y conciente voluntad), nadie fue víctima de los lobos feroces de aquel entonces. Lo mismo se requiere de nosotros hoy, especialmente de aquellos llamados a funciones de liderazgo. Requiere mucho amor y paciencia. Todos los dones son necesarios aquí, pero en especial los proféticos, para poder levantar a los hermanos que han sido grandemente abusados y maltratados por sistemas eclesiásticos pervertidos.

Una de las mejores formas de cuidar a los hermanos es evitar que sean trampa de los falsos maestros, exponiéndolos públicamente (o, al menos, sus falsas enseñanzas). Otra es capacitándolos para que puedan ejercitar el discernimiento, tanto en el conocimiento como en lo espiritual.


¿QUÉ PROPÓSITOS TIENE EL PADRE CON ELLOS?

Nada se escapa de las manos del Señor, es claro, y Dios usa a todos, aun al perverso y al pecador. Entonces, ¿no podrá utilizar a los falsos maestros para algún propósito?

Por empezar, de la parábola del trigo y la cizaña entendemos que unos cuantos de los que hoy son falsos hermanos y obreros pueden ser ganados para Cristo, o bien tienen todavía tan “agarrados” a otros hermanos que si son cortados se perderían ellos también.

Pero también hay que reconocer que la enseñanza de los falsos maestros también contiene verdad; mucha o poca, pero la contiene. Y Dios puede moverse en esa verdad, puede aún salvar gente, traerlas al reino, darles un ámbito de crecimiento y aprendizaje y, llegado el momento, sacarlos de ese contexto para llevarlos a otro más sano. Lo hemos visto más de una vez.

Pero hay otro propósito de la justicia y la misericordia de Dios. Lo vemos explicitado en un pasaje alusivo al Anticristo, pero cuyos principios se pueden aplicar acá también:

10 Y usará toda clase de maldad para engañar a los que van a la condenación, porque no quisieron aceptar y amar la verdad para recibir la salvación. 11 Por eso, Dios deja que el error los engañe y que crean en la mentira, 12 a fin de que sean condenados todos los que no han querido creer en la verdad, sino que se complacen en la maldad.
2 Tesalonicenses 2.10-12

Habiendo rechazado a Dios, él permite que un error mayor los domine. Lo mismo les pasa a los cristianos: habiendo rechazado el llamado del Espíritu a una santidad y comunión mayores, Dios permite que un error los engañe, pero solo para que, en su aflicción, se den cuenta, clamen al Padre y se encaminen, ahora sí, en la plenitud de los propósitos divinos.

Claro que habrá otros que decididamente nunca lo harán. En ese caso se aplica lo que dijo Oseas, que se ve más claro en la Traducción en Lenguaje Actual:

1 »¡Escúchenme, sacerdotes! ¡Atiéndanme, jefes de Israel! ¡Préstenme atención, familiares del rey! Yo los voy a juzgar y a castigar porque han engañado a mi pueblo. ¡Hicieron a Israel aun más rebelde! Lo obligaron a adorar a otros dioses en los santuarios de Mispá y de Tabor.
Oseas 5:1-2

O como traduce Dios Habla Hoy:

1 “Sacerdotes, oigan esto; presta atención, pueblo de Israel; escuchen ustedes, los de la casa real: Contra ustedes va a ser el juicio, porque han sido una trampa puesta en Mispá, una red tendida sobre el monte Tabor,
Oseas 5:1

Los falsos sistemas creados por los falsos maestros constituirán una trampa y un lugar de juicio para los rebeldes, que quieren “jugar” a la fe pero sin ahondar en su compromiso.

Como dijimos más arriba, no solamente tenemos el problema de los “falsos”, también el de los “verdaderos” que tienen algunos errores doctrinales propios del nivel de entendimiento cristiano de su medio (y de un poco de falta de madurez y comunión con el Espíritu). Pues bien, ¡normalmente es lo único que tiene Dios para trabajar en un lugar y un tiempo dados! Acepta el riesgo de usarlos y manifestarse a través de ellos, pero no va a dejar de manifestarse para llevarlos cada vez más a la verdad.

Puede haber mucho más que esto, pero vemos un pantallazo de lo que Dios suele hacer con los falsos maestros. Conocer los propósitos del Padre en cada momento (así como los diseños satánicos que intentan operar), para que podamos afrontar el desafío de encarar resueltamente esta problemática según los principios divinos.