jueves, 23 de septiembre de 2021

807. Un “Nuevo Evangelio” para un nuevo tiempo – II

 Algo nos quedó para decir del versículo 6. El Evangelio que predican estos mensajeros, es el Evangelio Eterno, traducción de una palabra cuyo sentido primario es “sin principio ni fin”, propiamente el concepto que tenemos de “eterno”. Así que, el “Evangelio del fin de los tiempos” no es más que el Evangelio de siempre… aunque habrá que ver si siempre lo hemos predicado tal como es…

 

No hay un mensaje nuevo ni un camino nuevo, en ningún tiempo. Aún el tiempo de los más duros juicios no presenta una alternativa diferente de salvación que no sea la gracia y el perdón otorgados por la cruz, recibidos por fe y expresados en el cambio de vida. Aún para los más rebeldes que se hayan quedado para ese tiempo y también para los de este, no tan rebeldes aún pero en un rápido camino descendente.

 

Pero, al ser eterno, es también el Evangelio eterno de la visión de todo el plan y acción de Dios desde la eternidad. Resulta un poco paradójico ya que el contexto de esta predicación es de urgencia y las personas no van a tener todo el tiempo del mundo para decidir, de hecho, probablemente solo tengan unos pocos días, cuando no, minutos.

 

Es un Evangelio que conecta y da sentido a toda la historia de la humanidad, algo necesario para explicar por qué llegamos hasta donde llegamos y por qué parece que “Dios cambió” de repente, o que “no está al control”. Un cambio tan abrupto y oscuro en la realidad mundial solo puede ser debidamente explicado en función de plan de redención desde el inicio y el plan de la maldad que está operando desde la caída de Lucero. La predicación básica de “Dios te ama y te quiere bendecir” se vuelve extremadamente insuficiente, y hasta infantil; la gente sabe (aún si no lo quiere reconocer conscientemente) que “algo anda muy mal” y que no va a mejorar. Necesita explicaciones y una esperanza cierta, no un consuelo superficial ni una promesa de bendiciones de cada vez más dudosa realización.

 

Al volver los “tiempos de Noé”, con demonios e híbridos caminando por la calle, los refugiados necesitarán una de lo que viene pasando desde entonces. No tenemos a estos bichos todavía de manera tan visible, pero cada vez más gente los está viendo, o escuchando testimonios o intuyendo su presencia; es necesaria una explicación, que debe empezar con el tiempo de la caída.

 

 

Apocalipsis 14:7 RVC

7 Ese ángel decía con fuerte voz: «Teman a Dios, y denle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y los manantiales de agua.»

 

Si tenemos que aplicar hoy el “cómo” se está predicando este Evangelio del fin de los tiempos tenemos un problema, ¡precisamente NO ESTAMOS haciéndolo con “fuerte voz”! Más bien, como pueblo, estamos muy callados y más que nada, fuertemente ACALLADOS por los medios masivos, que se han abroquelado detrás de abultados sobres de dinero entregados por el sistema. Un solo mensaje domina hoy “los aires” y la perspectiva a futuro tampoco resulta alentadora… Así que hoy no sabemos sinceramente cómo es que Dios lo va a hacer, pero la proclamación del Evangelio será, en el fin de los tiempos, masiva e imposible de contener. Aún hay estrategias y recursos que el Señor tiene guardados para un poco más adelante, que nos abrirán puertas impensadas, que hoy están fuertemente cerradas.

 

El mensaje del ángel es una total oposición al Evangelio de la prosperidad que hemos escuchado hasta ahora. Habría mucho para decir de este falso Evangelio y sus dos variantes, la “dura” (solo prosperidad y bendición material) y la “blanda” (la buena vida cristiana, feliz, tranquila y sin sobresaltos ni presiones). Supongo que cualquier lector que haya llegado hasta esta parte del artículo entenderá perfectamente los errores del enfoque que se volvió popular hacia la década del ’90 y aún hoy intenta desesperadamente “sobrevivir” cuando todo alrededor ha demostrado que esas promesas resultaron mentirosas. Como sea, claramente, esa mancha negra en la historia de la predicación cristiana, habrá quedado definitivamente atrás.

 

El Evangelio del fin es conciso y directo, muy diferente al mucho palabrerío utilizado cual estrategia de marketing durante tanto tiempo. ¡Cuántos argumentos e historias para convencer a la gente! Bueno, debemos dar gracias al Padre por haber tenido tanta paciencia con unos cuantos de nosotros, pero a veces el Evangelio se ha transformado, para le gente, en un “producto más” a escoger entre tantos, pero lo verdaderamente terrible es cuando nuestra predicación llega a acomodarse a esa lógica de oferta y demanda, tratando de mostrar todas las virtudes del “producto Cristo” en vez de presentar toda la realidad.

 

Esta proclamación no empieza con el clásico “Dios te ama”, “Dios te quiere ayudar”, “Dios puede sanarte”, “Dios quiere bendecirte” y otras por el estilo, que no son para nada erróneas pero que han contribuido a que la gente entra al Camino por la “puerta ancha”. El mensaje es claro ¡teman a Dios!, y no hay que buscarle demasiadas vueltas hermenéuticas a esta palabra, “φοβηθητε” de “φοβέω”, que se traduce principalmente como “temer”, en su voz pasiva. Por más incomprensible que resulte a los oídos evangélicos del siglo XXI, acá dice TENGAN MIEDO A DIOS. Así es.

 

Lo terrible es que las personas han terminado usando a Dios para su propia comodidad, lo han puesto como uno más dentro de las opciones, y los incrédulos han llegado al punto de burlarse abiertamente de Él, aprobar y aplaudir leyes en clara oposición a Su voluntad, enseñar todo lo que le desagrada y aún perseguir a Sus santos. Han escupido en el rostro de Dios, tal como los religiosos judíos hicieron con Jesús. El Evangelio del fin de esta era dice, simplemente, que el tiempo de la enorme paciencia del Padre llegó a su fin. Es por lo tanto, un mensaje de inminencia, ya no hay tiempo, ya no se prolongará más la misericordia, ya no habrá múltiples llamados. Aunque la gracia de Dios nunca desaparece, es precisamente esa gracia y amor la que tiene que poner un límite a la extrema locura humana, y la que está acortando hoy los tiempos.

 

Temer a Dios ha sido algo muy normal para los seres humanos a lo largo de la historia, algo que no se ponía en discusión. Es lo más básico y profundo, nada más natural que eso… hasta este tiempo, en donde todo lo natural se volvió “antinatural” a los ojos de la sociedad, e incluso de muchos cristianos.

 

Todo este texto nos confronta, si es que queremos llegar a ser los mensajeros de esos últimos tiempos, pero especialmente esta palabra, ¿estamos temiendo realmente a Dios o nosotros también lo tenemos como el Padre bueno, un Dios – Papá Noel, que nos quiere llenar de regalos sin exigirnos casi nada? ¿Hemos reconocido Su disciplina sobre nosotros, o le seguimos echando la culpa a Satanás?

 

¡Ah, qué gran problema! El Evangelio del fin nos confronta a sus mensajeros como ningún otro formato de predicación que hayamos conocido. Si hasta ahora pudimos darnos el lujo de ser “un poquito hipócritas” con lo que proclamábamos con nuestras bocas, ahora no…

 

Un paréntesis. Dios se manifestó como hombre, en debilidad, y Su Reino verdadero ha estado en debilidad desde hace dos mil años. Cuando la iglesia se ha levantado como poder político, inevitablemente se ha ensuciado. Todo nuestro Evangelio y teología cristiana, desde ese tiempo hasta ahora, está signado por este hecho. Tenemos una estructura de pensamiento y doctrinaria marcada por esto. La Iglesia Católica tiene otro enfoque, claramente, pero aún cualquier católico reconocería que la posición de poder no ha sido la situación más feliz para la espiritualidad de los creyentes, y sin dudas en diversos lugares y tiempos esto no ha sido ni es así, por lo que tampoco ha estado ni está exenta de persecuciones, menos aún en estos tiempos cuando su conducción central ha sido tomada claramente por el sistema del Anticristo.

 

Entonces, tenemos toda una teología del sufrimiento paciente y la esperanza futura que muchas veces no ha sido vista cumplida en esta tierra. Hasta ahora, Dios ha “tolerado” al malvado y le ha dejado seguir con cierto rango de dominio, limitado pero real. Así ha sido el obrar del Padre durante estos dos milenios, pero debemos entender que eso ya ha llegado a su fin. No se trata de que “va a cambiar”, ¡ya cambió! Y estamos en el inicio de ese cambio. ¿Podremos cambiar nuestro formato mental? ¿Releer la teología de dos milenios? ¿Comprender cómo Su misericordia sigue manifestándose pero en medio de Sus juicios? Y… ¿sabemos nosotros realmente cómo temer a Dios?

 

Si bien la proclamación cristiana ha manifestado continuamente que su fin último es dar toda la gloria a Dios, la realidad ha mostrado que tanto los hombres como las instituciones que ellos han creado terminaron “mordisqueando” parte de esa gloria para sí mismos… La sencilla expresión que usa el ángel, “denle gloria” implica que ya nadie en esta tierra tomará ni siquiera una pizca de Su gloria para sí mismo.

 

También que claramente el Evangelio del fin se enfocará en Dios y no en Sus añadiduras, y ni siquiera en otras doctrinas importantes. Él será el centro, y la relación personal y comunitaria con Él será clave. En cierto sentido, vemos aquí el cumplimiento de la exhortación dada a la última de las siete iglesias:

 

Apocalipsis 3:20 RVC

20 ¡Mira! Ya estoy a la puerta, y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entraré en su casa, y cenaré con él, y él cenará conmigo.

 

Esa verdadera intimidad, que Laodicea no tuvo de verdad, solo de palabra, y que era la constante durante la iglesia apostólica, será el centro de la vida cristiana. Una vuelta al primer amor, lo que en la época de Éfeso ya se había perdido y que no será recuperado hasta este tiempo del fin.

 

Es también el Evangelio de la hora. Esta palabra puede significar algo muy similar a lo que entendemos nosotros o bien algo más figurado. Hay dos sentidos que parecen prioritarios: “ya es tarde”, es decir, tarde en el cumplimiento profético, ya pasó el día y llegó el momento señalado, ya es de noche; y también “el tiempo es breve”, tanto si a los oyentes les queda poco tiempo porque ya es muy tarde como que el tiempo del juicio también será breve (al menos, breve para todo lo que implica la duración del plan de Dios).

 

El momento tan temido ha llegado, y ya no es tiempo de hacer lo que se hace “de día”. El tiempo es breve porque muchos no sobrevivirán a los juicios. Pero también el tiempo de los juicios será breve, en términos históricos. Por todo ello, se trata tanto de un Evangelio de urgencia, como dijimos más arriba, como de un Evangelio específico para un tiempo breve. Digamos que no será decididamente el formato de Evangelio sobre el que se escribirán muchos libros de teología que se estudiarán en muchos seminarios para predicar a la sociedad durante mucho tiempo, sino más bien todo lo contrario; es el mensaje que servirá para un muy corto tiempo. Paradójico, porque es a la vez eterno.

 

Cómo será recordado y enseñado ese formato particular de Evangelio durante el Milenio y más allá, creo que todavía resulta un misterio. Aunque servirá para un tiempo muy breve, será crucial en el “cruce” de épocas y sentará las bases de un nuevo enfoque teológico para un mundo nuevo, pero esto aún nos resulta muy lejano.

 

El Mensaje del tiempo del fin es un Evangelio de profunda adoración; el mandato del ángel es “adoren”. Esto lo podemos leer en varios sentidos. Básicamente, la Salvación implica un cambio en la adoración, de Satanás a Dios. Por otro lado, podemos suponer una idolatría extrema en el tiempo del fin, que estamos viendo ahora, ya sea a ídolos tal como los conocemos o al sistema del Anticristo, que está empezando a ser idolatrado de maneras todavía sutiles. Recordemos lo que dice el capítulo anterior:

 

Apocalipsis 13:8 RVC

8 Y adoraron a la bestia todos los habitantes de la tierra, todos los que no tienen su nombre inscrito en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

 

Pero también tenemos a una sociedad de dura cerviz, que no quiere inclinarse en genuina adoración y humillación ante Dios, extremadamente dura de corazón. Recordemos que luego del juicio de la sexta trompeta leemos:

 

Apocalipsis 9:20-21 RVC

20 El resto de la gente, los que no murieron por estas plagas, ni aun así se arrepintieron de su maldad, ni dejaron de adorar a los demonios ni a las imágenes de oro, plata, bronce, piedra y madera, las cuales no pueden ver ni oír ni caminar.

21 Tampoco se arrepintieron de sus asesinatos ni de sus hechicerías, ni de su inmoralidad sexual ni de sus robos.

 

Aunque no estamos en ese contexto aún, hay una realidad dura que no está logrando que la gente se doblegue. Pues bien, el Evangelio del fin implica humillarse ante Dios, sin rodeos y sin suavizarlo, postrarse rendido ante Él, reconocer que se ha sido extremadamente pecador y rebelde. Muy bien el Evangelio “del fin” puede repetir el sermón de Jonathan Edwards del 8 de julio de 1.741, “Pecadores en manos de un Dios airado”:

 

“El Dios que te mantiene sobre el abismo del infierno, muy parecido a como uno sujeta una araña o un insecto repugnante sobre el fuego, te aborrece y está enardecido; su ira contra ti arde como fuego; te considera indigno de otra cosa que no sea ser echado en el fuego, sus ojos son tan puros que no aguantan mirarte, eres diez veces más abominable a sus ojos que la peor serpiente venenosa es a los nuestros. Tú lo has ofendido infinitamente más que cualquier rebelde obstinado lo haya hecho contra su gobierno, y sin embargo no es otra cosa que su mano lo que te detiene de caer en el fuego en cualquier momento. Es solo por eso y ninguna otra cosa que no te fuiste al infierno anoche, que pudiste despertar una vez más en este mundo después de haber cerrado tus ojos para dormir, y no hay ninguna otra razón sino la mano de Dios, por la cual no has caído en el infierno desde que te levantaste esta mañana. No hay otra razón, fuera de su misericordia, que mientras lees este escrito, en este mismo momento, no caes en el infierno.”

 

¿Será que si no hubiéramos dejado de predicar ESTE Evangelio no sería necesario uno “nuevo”?

 

El Dios Trino tiene múltiples facetas, pero aquí se enfoca en una de ellas, la más fundamental y primigenia: el Dios Creador. Notemos que a partir de la venida de Cristo la predicación ha enfocado en Dios Salvador, el Verbo hecho carne. A veces este enfoque ha llevado al error de perder la dimensión de Dios Padre, Dios Creador. El Evangelio de los últimos siglos ha enfocado tanto en el Hijo que perdió mucho de la revelación del Padre, y por eso se explica que, en nación con un gran porcentaje de creyentes tengamos los gobiernos más corruptos del mundo. Sencillamente los cristianos no pueden “ver” las dimensiones de la justicia social y política. El evangelio de Laodicea, el último que hemos escuchado antes del inicio de la guerra biológica, exacerbó la dimensión de la misericordia y el perdón en Cristo, con lo que se apartó aún más de la justicia y la santidad que exige el Padre.

 

La dimensión de Dios Padre y fundamentalmente, Creador, con todas sus implicancias, ha estado particularmente ausente de la corriente principal del Evangelio durante mucho tiempo. No es el espacio para hablar de todo lo que ello implica; tiene que ver con nuestra propia dimensión física: salud, alimentación, descanso, diseño biológico, genética, habilidades y forma de pensar determinada por nuestros genes. También con la dimensión natural, mayordomía de la naturaleza, revelación de Dios a través de Su obra. Todas estas áreas se encuentran especialmente alteradas en el tiempo del fin, precisamente porque son los juicios del Padre.

 

La salud del hombre, debilitada tanto por las condiciones del medio y contaminación de los alimentos como por una vacunación extremadamente nociva. El medioambiente alterado por la élite pero también sufriendo los juicios de Dios. ¿Qué pasa con la naturaleza? El mundo biológico y natural ha sido desde siempre un punto de referencia seguro para las personas. Ha habido hambre, enfermedades y catástrofes geológicas, es cierto, pero han sido más bien eventos raros en un mundo relativamente normal, no fácil, pero en general, vivible. Todo esto se verá profundamente alterado en estos tiempos y lo que constituía la seguridad más básica de las personas se tambaleará. Por eso es que la gente necesitará escuchar nuevamente de ese Dios Creador, que hizo todo lo que existe, que está permitiendo un juicio como nunca antes, pero que también puede volver a re-crear lo que una vez hizo.

 

Pero también es el Dios que nos da nuestra identidad, justamente, el Padre que nos hizo, ¿no habrá de saber qué hizo con cada uno de nosotros? Este hombre del fin de los tiempos ya no sabe quién es, las certezas más básicas y profundas que hasta hace pocas décadas hubiera sido impensable cuestionar las habrá perdido. Si acaso puede volver los ojos al Cielo y reconocer que hay un Dios, necesitará saber desesperadamente quién es él y cómo relacionarse con ese Dios, y por qué Él querría rescatarlo.

 

El “cielo y la tierra” tiene una connotación de “toda la creación”, según la costumbre hebrea de abarcar la totalidad con dos “extremos” u opuestos. Pero aquí hay una ampliación de la imagen, porque se agregan “el mar y los manantiales de agua”, esto es, el agua que está arriba en la tierra, en la superficie y la que está abajo, en los acuíferos, y que se obtiene de los pozos o manantiales.

 

Por lo pronto, es un Evangelio de la naturaleza, que vuelve a encontrar a Dios en la Creación, y lo explica a través de los fenómenos naturales, que ahora se encontrarán profundamente alterados, por cierto.

 

Es un Evangelio de todas las dimensiones espirituales. Me explico, en esos cuatro ámbitos existen sendos reinos de las tinieblas, con sus operaciones particulares. El mensaje del fin explica qué hay en cada lugar y cómo intervienen en el conflicto espiritual.

 

lunes, 20 de septiembre de 2021

806. Un “Nuevo Evangelio” para un nuevo tiempo – I

 

Frente a este título lo primero que debemos recordar son las palabras de Pablo:

 

Gálatas 1:6-12 RVC

6 Me asombra que tan pronto se hayan alejado ustedes del que los llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

7 No que haya otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

8 Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, les anuncia otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, quede bajo maldición.

9 Como antes lo hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno les predica un evangelio diferente del que han recibido, quede bajo maldición.

10 ¿Busco acaso el favor de la gente, o el favor de Dios? ¿O trato acaso de agradar a la gente? ¡Si todavía buscara yo agradar a la gente, no sería siervo de Cristo!

11 Pero les hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí no sigue criterios humanos,

12 pues yo no lo recibí ni lo aprendí de nadie, sino que Jesucristo me lo reveló.

 

Dicho esto, no podemos dejar de recordar que existen cuatro Evangelios, cada uno con su enfoque particular, y dentro de ellos, diversos mensajes de Jesús, diferentes según las necesidades de sus oyentes. También en Hechos podemos encontrar muchos mensajes evangelísticos, cada uno diferente y enfocado a un auditorio específico.

 

Es obvio que un único y eterno Evangelio debe ser acomodado al enfoque necesario para cada tiempo y oportunidad:

 

Colosenses 4:6 DHH

6 Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno.

 

Es obvio también que esta verdad ¡no tiene nada de obvio! O, al menos, no resulta tan fácil de entender y aplicar como uno quisiera…

 

Aquellos que hemos podido desarrollar una nueva perspectiva en medio de los sucesos de este último año y medio, vemos que buena parte de la Iglesia de Cristo, al menos la parte más “visible” de ella, está desesperadamente tratando de volver a la condición normal de un par de años, sin comprender que eso no volverá nunca más y que tampoco se puede predicar el mismo mensaje. Sin embargo, es esto último lo que hacen.

 

De repente el mundo se volvió mucho más oscuro amenazante. Bueno, no “de repente”, sabemos que fue simplemente el plan que se venía preparando desde hace mucho tiempo que comenzó a salir a luz, pero lo cierto es que la vida efectivamente cambió “de repente”.

 

No voy a hablar aquí de todo el trasfondo de este proceso, hay mucho escrito ya para el que tiene oídos para oír, y todo lo que se agregue será insuficiente para el que no quiere entender. El objetivo de este artículo es tratar de entender algunos lineamientos del Evangelio tal como debe ser predicado hoy, un “nuevo” Evangelio en relación con el que predicáramos hasta hace un par de años, pero por otra parte, mucho más cercano al verdadero corazón de lo que el Mensaje de Salvación siempre fue.

 

Algunas de estas líneas las podemos ver en un texto de Apocalipsis si tenemos ciertos cuidados interpretativos. Primero, diremos que literalmente el pasaje aún no se ha cumplido, por lo que pertenece al futuro. Segundo, en un sentido espiritual (o simbólico, si se quiere), se está cumpliendo ahora, por lo que nos sirve para entender los principios que hay que aplicar.

 

Apocalipsis 14:6-13 RVC

6 Luego vi otro ángel, el cual volaba en medio del cielo. Tenía el evangelio eterno, para predicarlo a los habitantes de la tierra, es decir, a toda nación, raza, lengua y pueblo.

7 Ese ángel decía con fuerte voz: «Teman a Dios, y denle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y los manantiales de agua.»

8 A ese ángel lo siguió otro, que decía: «¡Ya cayó Babilonia! ¡Ya cayó esa gran ciudad! Cayó porque embriagó a todas las naciones con el ardiente vino de su inmoralidad sexual.»

9 A los dos ángeles los siguió un tercero, que a grandes voces decía: «El que adore a la bestia y a su imagen, y acepte llevar su marca en la frente o en la mano,

10 también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en la copa de su ira, y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero.

11 El humo de su tormento subirá por los siglos de los siglos, pues ni de día ni de noche tendrán reposo los que adoren a la bestia y a su imagen, ni nadie que acepte llevar la marca de su nombre.»

12 Aquí se verá la paciencia de los santos, de los que obedecen los mandamientos de Dios y mantienen la fe en Jesús.

13 Entonces oí una voz que venía del cielo, la cual me decía: «Escribe: De aquí en adelante, bienaventurados sean los que mueren en el Señor.» Y el Espíritu dice: «Sí, porque así descansarán de sus trabajos, pues sus obras los acompañan.»

 

El corazón del mensaje está en el versículo 7:

 

«Teman a Dios, y denle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y los manantiales de agua.»

 

Este Evangelio se predica en un contexto muy diferente al de la mayoría de los pueblos a lo largo del tiempo: la hora de su juicio, pero no de un juicio “común”, como ha ocurrido históricamente, sino de EL JUICIO, con mayúsculas. Es un momento de quiebre histórico, un tiempo apocalíptico, diferente a todo lo anterior, por lo que se exige un Mensaje también diferente.

 

Aquí tenemos un primer y fundamental elemento: todo mensaje debe adaptarse al contexto y al oyente, para ser relevante. Y cuando estos cambian mucho, es necesario que el mensaje también lo haga.

 

Pero también es necesario que el mensaje se adapte al mensajero, y no por casualidad se suele decir que “el mensajero es el mensaje”. De la misma forma, tiempos nuevos tienen mensajeros nuevos.

 

Aquí tendremos que hacer un “salto simbólico” en la interpretación del texto porque aparecen tres ángeles anunciando el Evangelio, en sucesión, y esto no ocurrió aún, pero nos da la pista de una “predicación sobrenatural”, primeramente porque los mensajeros lo son.

 

Bueno, está claro que somos seres humanos y no ángeles, pero a medida que los tiempos se vuelven más y más oscuros, los fieles se vuelven más y más poderosos y radicales en el Señor, por lo tanto, las manifestaciones del poder de Dios serán más y más comunes. No estoy diciendo nada que no venga siendo profetizado desde hace tiempo, solo que ahora comenzaremos a vivirlo. Estas personas serán vistas como ángeles.

 

De paso digamos que los ángeles tienen una clara identidad de siervos y de enviados a cumplir una misión. Nunca los vemos atrayendo atención sobre sí, sino más bien honrando y proclamando al Señor. De la misma forma, debemos reconocer que buena parte de la predicación hasta ahora ha estado teñida, en mayor o menor medida, de una “atracción al líder”, en donde tanto las personas como los mismos predicadores enfocaron indebida atención en el mensajero. Eso no será más, porque no tendremos a los “grandes predicadores” de antaño, sino a simples siervos llenos del poder de Dios.

 

Y algo más… son tres ángeles, no uno. De la misma forma, la proclamación que viene será así, en equipo. Se completará con la voz de varios y ninguno se llevará toda la gloria él solo.

 

Pero cuidado, ¡son tres! No son dos ni son cuatro. No es un número cualquiera, en la Biblia normalmente se refiere al Padre, al Hijo y al Espíritu. Por lo tanto, el mensaje por venir será un mensaje completo, que abarcará la visión y el particular enfoque de cada persona de la Trinidad. Prácticamente todo lo que conocemos hasta ahora ha sido un Evangelio parcial: o se predica al Hijo y la doctrina, o se predica sobre poder y señales, o se predica sobre transformación social. Eso no será más.

 

Por ello, “tres” también denota el testimonio perfecto, porque reiteradamente se nos dice en la Biblia que todo asunto sería resuelto por “dos o tres testigos”. Dos es la cantidad mínima, pero tres es lo ideal. Estos mensajeros darán un testimonio, porque no se predicarán a sí mismos sino al Santo, que será completo y suficiente para que la gente pueda creer… de ahí a que lo haga, es otra historia…

 

El otro elemento “nuevo” si se quiere es el ámbito o lugar de la predicación, ¡nada menos que el medio del cielo! Evidentemente también es un espacio poco común y eso se relaciona también con algo que ha venido siendo profetizado desde hace tiempo; que el avivamiento que viene no ocurriría como hasta ahora, con grandes campañas, que exigen a su vez mucha organización, dinero y trabajo mancomunado de varias congregaciones para que solo sea escuchada la voz de uno.

 

Así como el cielo es un espacio “natural”, la predicación será en todos los ámbitos “naturales”, propios de la actividad humana. Por mensajeros que son siervos, en equipos, llenos del poder del Espíritu tanto que las personas los verán como ángeles y en todos los ámbitos “naturales” a la vez que profundamente sobrenaturales. Pero hay más…

 

La expresión “en medio del cielo” también ha sido traducida como “en lo alto del cielo” o “en medio cielo”. Podemos interpretarla en un sentido simbólico más “básico”, como he hecho hasta ahora, o podemos verla también en un sentido más espiritual. Estos ángeles no están en el Cielo de Dios, tampoco están sobre la tierra dada a los hombres, sino en el cielo que rodea a esa tierra, lo cual es, espiritualmente, el segundo cielo, es decir, el reino de los aires de Satanás. Este es uno de sus reinos, no el único, pero sí el “principal” para controlar a los hombres, especialmente desde las esferas de la comunicación y gobierno.

 

Por lo tanto, la predicación que viene se realiza en medio de y desde los ámbitos de las potestades de los aires, las cuales, necesariamente, habrán tenido que ser conmovidas y atadas para que no puedan obstaculizarla.

 

En el tiempo de Apocalipsis, cuando esto ocurra, ya habrá sido arrojado a tierra Satanás con todo su ejército del segundo cielo (capítulo 12), por lo que éste quedará libre para que los ángeles puedan moverse con libertad. Mientras tanto, cuando esta predicación comience a suceder, las potestades celestiales habrán sido conmovidas lo suficiente como para no poder estorbarla, preludio de la batalla definitiva en la que Miguel terminará de echarlas por tierra.

 

Y para terminar con los mensajeros angélicos, tenemos algo también bastante obvio que es el hecho de que un ángel vuele. Bueno, nosotros estamos acostumbrados a representar a los ángeles de esa manera, pero no era necesariamente así en los tiempos de Juan. Como sea, el desplazamiento de los mensajeros será también sobrenatural, y si entendemos la imagen de las alas y el viento o aire que presupone la funcionalidad de las mismas, es claro que se moverán conforme el Espíritu los impulse. Jesús ya lo había dicho:

 

Juan 3:8 RVC

8 El viento sopla de donde quiere, y lo puedes oír; pero no sabes de dónde viene, ni a dónde va. Así es todo aquel que nace del Espíritu.»

 

Las alas espirituales solo pueden moverse con el viento del Espíritu.

 

Estos mensajeros sobrenaturales sostienen el Evangelio eterno, es decir, lo han recibido para predicarlo. Esta expresión nos lleva al primer texto que citamos:

 

Gálatas 1:11-12 RVC

11 Pero les hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí no sigue criterios humanos,

12 pues yo no lo recibí ni lo aprendí de nadie, sino que Jesucristo me lo reveló.

 

A riesgo de “volar” yo demasiado con la interpretación, me parece ver que aquí tenemos una seria crisis de los seminarios e institutos bíblicos. No es que no haya enseñanza ni producción teológica, pero la centralidad del mensaje que viene no estará en lo que se pueda transmitir de persona a persona sino en la comunión y revelación directa del Espíritu a Sus mensajeros. Luego, los distintos dones (entre ellos el de enseñanza) ayudarán a pulir y perfeccionar el mensaje recibido, pero serán secundarios al contenido principal.

 

Y ahora vamos hacia los destinatarios de este mensaje. Aquí nos servirá mejor una traducción más literal:

 

Apocalipsis 14:6 RV95

6 En medio del cielo vi volar otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.

 

Tenemos cinco destinatarios, que son lo mismo en realidad, pero con énfasis distintos:

 

·         Todos los habitantes de la tierra

·         Toda nación

·         Toda tribu o raza

·         Toda lengua

·         Todo pueblo o localidad

 

La primera, más básica y poderosa interpretación, es que absolutamente todos escucharán. Y esto implica necesariamente una predicación contextualizada culturalmente, profundamente misionera.

 

El mundo actual, paradójicamente, se ha vuelto muy cercano y más uniforme en ciertos aspectos, lo cual, de la misma forma que pasaba en los tiempos romanos, resulta muy beneficioso para extender rápidamente el Evangelio.

 

Satanás ha sometido a toda la sociedad a un mismo programa mundial de dominación, pero esto ha provocado que la gente de todo el mundo hable ahora en términos similares, tenga problemas comunes y, fundamentalmente, un enemigo común que es cada vez más evidente. Este plan tan estratégico del Enemigo ¡es maravilloso para predicar el Evangelio! Porque ahora, gente de todo el mundo tiene preocupaciones muy similares y está, por lo tanto, dispuesta a escuchar mensajes que enfoquen en dichos problemas, con lo cual los mensajeros no necesitan largos estudios transculturales para, por lo menos, entablar conversación y captar la atención.

 

Pero también se ha vuelto muy distante y lejano… en razón de una casa por medio… Todos hemos vivido la profunda separación que se viene ejerciendo desde hace tiempo pero que se ha agudizado entre los que aceptan el “discurso plandémico oficial” y los que no. Esto también había sido profetizado en el texto de la cizaña y el trigo. De repente, muchos lejanos se han transformado en amigos y hasta hermanos, y otros muy cercanos se volvieron profundamente extraños e incluso enemigos declarados.

 

Obviamente, entre los que resisten el avance del Nuevo Orden el Señor tiene su pueblo principal, pero también entre los que se han sometido, voluntariamente, por temor, por ignorancia o por conveniencia, Dios va a rescatar pueblo. Han surgido nuevos grupos humanos con subculturas particulares que se constituyen en un desafío misionológico nuevo, en la misma manzana donde vivimos. Diríamos que la iglesia ha sido en buena medida miope a estos grupos.

 

El número cinco significa gracia, por lo que nos muestra claramente que aún en medio de los juicios más duros también sigue extendiéndose una medida de gracia para salvación.

 

También es sugestivo que David buscara cinco piedras lisas en el arroyo para luchar contra el gigante. Por lo tanto, cinco también nos muestra una victoria sobre los gigantes que obtendrá esta predicación del mensaje.

 

Sin embargo, una clave hermenéutica fundamental para el número cinco es el texto de Efesios:

 

Efesios 4:11 RVC

11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,

 

A la vez que detalla cinco “agrupamientos” humanos particulares, nos habla de una proclamación mancomunada de todos los ministerios de la iglesia

 

De nuevo, la historia eclesiástica ha estado plagada de énfasis en uno u otro ministerio de gobierno, pero difícilmente haya habido un equilibrio. Aunque los cinco ministerios fueron completamente restaurados y entendidos como tales en el siglo XX, los inicios del siglo XXI no nos encontraron unidos y equilibrados sino más bien con un cristianismo dominado por una visión empresarial e imperial, donde unas pocas figuras “descollantes” dominaban todos los mensajes y recursos en la mayoría de las congregaciones.

 

Dicho esto, hay cinco enfoques específicos y diferentes, claramente, “nada nuevo” en la labor misionera aunque sí en la extensión y profundidad de la misma.

 

“Todos los habitantes de la tierra”. Es la primera expresión y el enfoque es masivo, un ministerio de masas que abarca multitudes, claramente con muchas diferencias entre ellos pero con elementos en común. Esto corresponde al ministerio apostólico, estableciendo los fundamentos del Reino.

 

“Toda nación”. Ahora entendemos claramente que cada nación tiene una identidad definida delante del Padre, una historia, un propósito, una función. Hay un mensaje propio para cada nación, y son los profetas los principales actores aquí, orientando, encauzando, arrancando las estructuras de maldad y estableciendo justicia.

 

“Toda tribu o raza”. Cada agrupamiento sociocultural tiene su propia cultura y sus propios códigos, sus particularidades que es necesario entender y con las cuales hay que concordar. Aquí tenemos la función del evangelista, llevando a las personas a un encuentro personal con Cristo y a la genuina conversión.

 

“Toda lengua”. No pensemos esto solamente como idioma sino también como las variantes propias de cada sociedad. El castellano resulta el segundo idioma más hablado del mundo, pero hay tantas diferencias locales y regionales que cada variante es “un mundo propio”. Aquí tenemos a los pastores, trabajando pacientemente para cambiar el “idioma de los pueblos” de tal forma que todos sean purificados y alaben a Dios. Cambiar la forma de hablar, obviamente, no se trata de palabras sino de pensamiento, voluntad y emociones (lo que genera el habla) y es una función paciente y larga en el tiempo.

 

“Todo pueblo o localidad”. Finalmente, cada ciudad, cada pueblo, que tiene una idiosincrasia particular, necesita escuchar el mensaje en sus propios términos. Allí también está la transformación de la vida, completa, y esa es la función del maestro, el quinto de los ministerios mencionados, quien debe establecer todos los principios del Reino en cada persona a través de la enseñanza.

 

Estos cinco enfoques apuntan a cinco niveles de agrupamiento humano a la vez que a cinco funciones necesarias para el desarrollo del Reino. Ninguno de ellos nos es ajeno, pero en el Evangelio que viene, los cinco estarán claramente presentes, por orden y sin faltar uno de ellos.

 

 

 

Danilo Sorti

viernes, 25 de junio de 2021

805. El tiempo de resistir II – las burlas

 Hebreos 12:1-2 RVC

1 Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan grande nube de testigos a nuestro alrededor, liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.

2 Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios.

 

Cada época de la historia en cada lugar del mundo ha sido difícil para los verdaderos hijos de Dios y para todos aquellos que se esforzaron por encontrar el camino angosto. Hay una recompensa para ellos, pero hay un tiempo de sufrimiento y esfuerzo que le antecede.

 Es interesante darse cuenta cómo el marxismo, y sus variantes más modernas, el neomarxismo y el progresismo, terminan siendo una mala copia del cristianismo. Buena parte del pensamiento original de Marx es justamente eso, un plagio de los conceptos judeocristianos, que él conocía bien. Dentro de ese plagio se encuentra este mismo concepto: un tiempo de sufrimiento presente para alcanzar un futuro “glorioso” en la tierra… Por lo que ellos también han plagiado el concepto de “resistir” y sufrir en el presente para alcanzar un mejor futuro.

 Bueno, digresiones aparte, venimos hablando de la necesidad de resistir en este tiempo, y Hebreos nos plantea una serie de pistas valiosas; ¿resistir qué y cómo?

 Jesucristo fue hasta la cruz, y siempre ha habido y seguirá habiendo cristianos fieles que tengan que sufrir la muerte por su fe. Sin embargo, muchos de nosotros no tendremos que pasar por eso pero sí habrá presiones de diverso tipo.

 En este caso vemos la palabra “oprobio”, que también puede traducirse como “vergüenza”. Ese es el primer y más extendido ataque que sufrimos hoy.

 Pero no nos confundamos, el “avergonzamiento” masivo de los cristianos y / o de los antisistema, la construcción de un sujeto social “indigno” que puede ser criticado públicamente sin caer en censura social (ni mediática ni legal) es una etapa de un largo proceso, que denota ya una base preocupante de hostilidad.

 Entendemos claramente que hay mucho dinero y operadores mediáticos trabajando para mantener y acrecentar esto, pero también hay una sociedad capaz de recibir y creer las mentiras que escucha y lee sin capacidad para cuestionarlas o al menos, analizarlas críticamente.

 Esa base se construye de a poco y, en todo caso, durante tiempos “normales” se manifiesta de manera solapada, o permanece oculta apenas por debajo de la superficie. Cuando las condiciones lo “habilitan”, emerge con fuerza.

 Un claro ejemplo es la campaña abiertamente ridiculizadora que sacó el gobierno argentino bajo el falaz nombre de “cuidadanía”. Estas acciones no son torpes ni mucho menos ingenuas, constituyen una “habilitación social” para ridiculizar y avergonzar públicamente a los que no piensan como un gobierno autoritario dice que se debe pensar.

 No fue muy distinto en el caso de Jesús, que también resultó criticado por las máximas autoridades de la nación, ni para los primeros cristianos, que pasaron lo mismo, así que no debe sorprendernos a nosotros.

 Si por un lado la “consistencia” de la burla es tan “dura” como pueden serlo las palabras por otro sabemos que no pueden subestimarse.

 

Salmos 69:20 RVC

20 Las burlas me han roto el corazón, y estoy acongojado. Esperaba compasión, y nadie me la tuvo; alguien que me consolara, y a nadie hallé.

 Salmos 123:4 RVC

4 ¡Ya estamos cansados de tantas burlas por parte de quienes todo lo tienen! ¡Cansados de que los soberbios nos menosprecien!

 Hebreos 10:32-33 RVC

32 Pero recuerden ustedes los tiempos pasados, cuando después de haber sido iluminados soportaron ustedes los sufrimientos de una gran lucha.

33 Algunas veces fueron expuestos públicamente a las burlas y las aflicciones, y otras veces llegaron a ser compañeros de los que enfrentaban una situación semejante.

 

La burla afecta en dos niveles. En lo personal, puede provocar heridas cuando uno no está lo suficientemente fortalecido en el Señor, la propia dignidad es socavada. Vivimos en un tiempo extremadamente burlón, en donde todo el aparato de la llamada izquierda / progresismo / globalismo es experto en diseñar y establecer mensajes burlones. Tanto es así que en la estructura de pensamiento de muchos, la ridiculización se vuelve una forma aceptable de razonar y argüir, siendo que resulta una falacia ad hominem.

 En otro sentido, la burla mina la honra y la aceptación social de las personas, con lo que sus posibilidades de progresar y hacer negocios resultan seriamente afectadas. Además, mina la credibilidad de ellos entre los que concuerdan con el sentido de la burla. Esto último no es necesariamente malo, triste sí, porque habría muchos que podrían beneficiarse del mensaje que proclamamos y que lo va a rechazar de plano porque simplemente “somos nosotros” los que lo decimos, personas ridículas, poco coherentes e indignas de ser tomadas en serio (según su pensamiento burlón). Sin embargo, la realidad es que ¿por qué razón querría el Señor que ellos escucharan y escaparan del castigo? Al caer en la burla, caen ellos mismos, por su propia voluntad, en el error, porque rechazan a quienes podrían indicarles un camino mejor. Es su decisión.

 Resistir la burla puede ser difícil para algunos, no voy a hablar en extenso del tema, solo decir que es el “primer” escalón de la resistencia desde el punto de vista social. Quizás no exactamente el “primero” pero al menos sí el primero que resulta significativo. Dentro de la escala de la persecución es lo más suave, no es inocente porque habilita todo el resto, pero es lo menor. Si eso no podemos resistir, ¿cómo aguantaremos el resto?

 Necesitamos ser fortalecidos en nuestro interior y afirmados por el Espíritu Santo en nuestra identidad y en nuestra cobertura. La burla “desnuda”, expone a la persona, aunque lo que se diga resulta absoluta mentira. La burla actúa sobre la vergüenza, lo cual es una de las predisposiciones innatas del corazón caído de las personas. La vergüenza provino de haber perdido la cobertura del Espíritu, con lo cual Adán y Eva entendieron que estaban “desnudos”, porque antes no lo estaban, aunque no tuvieran ropas materiales.

 

1 Juan 2:28 RVC

28 Y ahora, hijitos, permanezcan en él para que, cuando se manifieste, tengamos confianza, y cuando venga no nos alejemos de él avergonzados.

 

Si fuéramos a cubrirnos por nuestras obras sería, obviamente imposible. Pero se nos ha dado la fe, que nos cubre con el lino fino de las obras de justicia HECHAS A PARTIR DE LA FE. En definitiva, no hay obra posible que podamos alcanzar a cumplir, pero la fe nos cubre con las obras de Cristo, por lo que el hecho de ser avergonzados es, en realidad, una oportunidad para crecer en la fe y por esa fe, en la firmeza en el amor y la aceptación que viene del Padre.

 Resistir la prueba, en este caso, la vergüenza, burla y humillación pública, desde sus formas más sutiles hasta las más burdas, es una oportunidad para ofrendar al Señor nuestra fe, y eso tiene recompensa en los cielos.

 

 

Danilo Sorti

jueves, 24 de junio de 2021

804. El tiempo de resistir

 

Hebreos 12:3-4 RVC

3 Por lo tanto, consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen.

4 En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre;

 

Nos toca atravesar un tiempo cuando muchas de las buenas expectativas sobre el futuro que podíamos tener no se están cumpliendo y, más bien, una tremenda oscuridad avanza a pasos agigantados. Lo quisiéramos reconocer o no, esto no es ninguna sorpresa; además de las claras palabras de las Escrituras sobre los últimos tiempos, los profetas vienen anunciando cada vez con más detalle lo que habría de acontecer desde hace años. Nadie que no haya querido saber ha sido tomado por sorpresa. Pero aquellos que han menospreciado las voces proféticas, o que sencillamente no le dedicaron tiempo (lo cual, en el fondo, es lo mismo) se encuentran hoy expuestos a todo tipo de tropiezos y trampas.

 

Hay mucho para hablar de estos “nuevos” últimos tiempos, pero ahora conviene decir una palabra para los fieles, para los que conocen el tremendo engaño que se cierne sobre el mundo y están muy despiertos como para no caer en las seducciones y presiones: este es el tiempo de RESISTIR.

 

Sin dudas “no está todo dicho” y hay unos cuantos grandes reveses que el Adversario tendrá en breve, pero ahora es el momento en que relativamente pocos seguimos sosteniendo la bandera de la verdad y la libertad frente al avance de la esclavitud del “nuevo” sistema que viene. Y no se supone que eso sea fácil, nunca lo fue ni lo será.

 

La sociedad moderna y posmoderna ha acostumbrado a los occidentales y citadinos a la comodidad y la respuesta inmediata, por lo que resistir se ha vuelto un concepto extraño para muchos. Por supuesto, no todos han tenido ese “dulce pasar” y más de uno ha sido preparado “en los márgenes del modelo” para este tiempo.

 

Como sea, estamos en medio de una dura lucha espiritual, hay promesas que tienen que cumplirse todavía, y que vamos a ver, pero, vuelvo a decir, hoy es tiempo de resistir. Pablo, escribiendo a un público de origen hebreo, los exhorta a no dejarse llevar por la presión de su entorno, recordándoles que “todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre”.

 

Vamos a ser claros: a Jesucristo el Mensaje de la Salvación le costó la vida, y aunque sabemos que ese sacrificio era necesario, la persecución que sufrió durante todo Su ministerio no fue una simple “actuación”, fue muy real y dolorosa. Nunca les prometió un lecho de rosas a Sus seguidores, al contrario, fue muy claro al decirnos que no debíamos extrañarnos si debiéramos sufrir todo tipo de presiones e incluso el martirio. Todo el Nuevo Testamento fue escrito en un contexto de presión social o persecución manifiesta, y hay mucho que se le dice a la Iglesia al respecto. El Antiguo Testamento no es muy diferente en este sentido: también sus fieles tuvieron que pasar hostigamiento y a veces la muerte.

 

No debemos extrañarnos de que AHORA empecemos a tener persecución, más bien, debemos dar gracias porque hemos tenido un tiempo de relativa calma, algo poco frecuente para los verdaderos cristianos y en general para todo aquel que se ha comprometido por la verdad en cualquier tiempo de la historia.

 

En el texto de Hebreos Pablo nos exhorta a recordar las hostilidades y rechazos sufridos por el mismo Cristo, si Él tuvo que pasar por eso, ¿acaso somos mejores nosotros?

 

Lucas 23:31 RVC

31 Porque, si esto hacen con el árbol verde, ¡qué no harán con el árbol seco!»

 

El evangelio de la prosperidad, o su variante menos dura, el evangelio “de la buena vida cristiana”, nos ha ocultado durante varias décadas una verdad que venía siendo proclamada continuamente por la iglesia: no somos del sistema mundo y el sistema mundo nos odia.

 

Hubo una buena razón para que este mensaje fuera, en cierto sentido, “silenciado”: había contribuido a generar una iglesia irrelevante en su cultura, incapaz de introducir ningún cambio en la sociedad, que solo se lamentaba de lo mal que iba todo pero que seguía votando a los que traían cada vez más daño y destrucción a las naciones. Pero la “corrección” a eso terminó cayendo en otros excesos, quizás peores, y entre ellos, no preparó a los cristianos para las luchas que vendrían. Como consecuencia, hoy la mayor parte de la iglesia está desorientada, sin saber a dónde ir, o directamente cayendo en las fauces del Enemigo (haciendo cola para vacunarse y promocionándola desde los púlpitos incluso).

 

Pero la Biblia es muy clara:

 

1 Pedro 4:12-14 RVC

12 Amados hermanos, no se sorprendan de la prueba de fuego a que se ven sometidos, como si les estuviera sucediendo algo extraño.

13 Al contrario, alégrense de ser partícipes de los sufrimientos de Cristo, para que también se alegren grandemente cuando la gloria de Cristo se revele.

14 ¡Bienaventurados ustedes, cuando sean insultados por causa del nombre de Cristo! ¡Sobre ustedes reposa el glorioso Espíritu de Dios!

 

La confrontación y la persecución es algo que debemos esperar, y cuando ello viene, debemos resistir. Tal como dice Hebreos, aún no ha llegado el tiempo de resistir hasta la sangre, probablemente muchos de nosotros no tengamos que pasar por eso en nuestras naciones, no todavía, pero una cosa es cierta: es el tiempo de resistir, de no ceder, de no dejarnos llevar por la masa y por las presiones del sistema, y me refiero especialmente a las presiones de nuestros hermanos en la fe, compañeros de trabajo, familiares, amigos, o de la “sociedad” en general.

 

Todavía el Anti Mesías no viene a golpear nuestra puerta, fusil en mano, para obligarnos a tomar una marca fatal, ¡no nos rindamos ante simples amenazas! ¡Ni aún si nuestra economía, trabajo o posición social se ve en peligro! Lamento ver a tantos que ya se están entregando al Enemigo con que solo los haya asustado lo suficiente. Hermanos: es el tiempo de resistir. Luego podremos charlar sobre lo que viene y cómo seguimos luchando, pero nada de eso tiene sentido si primeramente no nos ponemos firmes en nuestra posición; Dios no puede usar a los que se asustan ante la primera amenaza del sistema, ¡menos aún cuando se trata de algo que ya había sido anunciado mucho tiempo atrás!

 

Es tiempo de RESISTIR.

 

 

Danilo Sorti

 

803. El libre albedrío, el miedo y los chipeados…

 

Lucas 8:17-18 RVC

17 Porque no hay nada oculto que no llegue a manifestarse, ni hay nada escondido que no haya de ser conocido y de salir a la luz.

18 Escúchenme bien: a todo el que tiene, se le dará; y al que no tiene, hasta lo que cree tener se le quitará.»

 

De todas las profecías que conozco acerca del fin de los tiempos la que más me impacta es la relacionada con el “chipeado” de las personas de tal forma que su voluntad llega a ser controlada y aún su naturaleza genética cambiada. Cuando las escuchaba por primera vez, hace unos cuantos años, parecían algo muy lejano; hoy están a la vuelta de la esquina.

 

Ahora bien, si Dios está al control de todo, ¿por qué habría de permitir eso? Si Dios es perfectamente justo, aún con Sus juicios, ¿por qué ESE juicio sobre los que no hayan creído en Él? Está claro que Dios no es “Papá Noel” y que estamos entrando en Sus juicios para separar y purificar esta raza humana que se ha hundido voluntariamente en lo más hondo que pudo encontrar de la necedad y la maldad. Pero, por el hecho de Su perfecta justicia, aún ninguno de Sus juicios ocurre sin una razón clara.

 

Por ejemplo, cuando analizamos las diez plagas que recibió Egipto, cada una está enfocada en alguno de sus dioses o en su estructura de creencias, y todas en el fondo con un objetivo redentor, hacerles ver que eran dioses inútiles y que su sistema de creencias era falso. Entonces, ¿por qué algo tan drástico que haga perder definitivamente la cualidad humana del libre albedrío, la capacidad de razonar y tomar decisiones por voluntad propia, justamente “el sello de Dios” en el ser humano? No entendí esto con claridad… hasta ahora.

 

¿Qué estamos viendo hoy? En el fondo, algo no muy distinto a lo que siempre ha ocurrido, de una u otra forma, pero en una magnitud mayor: muchas personas, y muchos de los que se llaman cristianos, están RENUNCIANDO VOLUNTARIAMENTE a su capacidad de analizar y tomar decisiones presionados NO POR un fusil apuntando a sus cabezas, sino por unas lucecitas de colores titilantes en una pantalla…

 

La palabra “borrego” se ha puesto muy de moda como una forma ácida de tratar de despertar a los… borregos. En el fondo, por miedo han decidido obedecer a lo que les dicen, o al menos, no cuestionarlo, o no atreverse a buscar otras alternativas, otras soluciones que sí existen en el ámbito de la salud. Por miedo, han decidido muchos seguir fielmente las instrucciones de los “expertos” que aparecen todas las noches con rostros adustos en los noticieros, o escriben sus columnas en los periódicos.

 

Por miedo, usan bozales que resultan ser inútiles y nocivos, y, peor aún, se los hacen usar a sus hijos pequeños.

 

Por miedo, están corriendo, esta vez sí como ovejas al matadero, a colocarse la “ponzoña de alacrán” renunciando a hacer las más básicas preguntas: ¿cómo pudo haberse desarrollado tan rápido un tratamiento que normalmente demora una década en ser probado? ¿Por qué las empresas que lo han producido tienen inmunidad legal ante posibles efectos adversos? ¿Por qué tienen que firmar un consentimiento y renuncia de responsabilidad? ¿Por qué no hay debates abiertos en relación con su efectividad? ¿Cuál es la verdadera tasa de letalidad de la “alimaña infecta”? ¿Por qué no se aplican otros tratamientos que se conocen y usan desde hace años? ¿Qué está pasando realmente con los que ya se la han aplicado? ¿Por qué, luego de aplicada, no pueden dejar de seguir las medidas de cuidado?...

 

Por miedo, no escuchan las voces disidentes porque “pueden engañarlos y llevarlos a la muerte”, porque “son unos fanáticos”, porque “no son expertos”, y una sucesión de falacias ad hominem que sorprende.

 

Y justamente la palabra “falacia”; falacia de pensamiento, o de razonamiento o de argumentación, que son más o menos lo mismo, es la gran vedette hoy: discurso oficial y mediático repleto de falacias, de falsos razonamientos, de ocultamientos y medias verdades y de mentiras flagrantes.

 

Bueno, pero en definitiva, no hay todavía ningún policía apuntando con un fusil a mi cabeza para hacerme decir o pensar en línea con el discurso oficial, por lo tanto, sigo teniendo amplia libertad para decidir qué creer y qué decir. (Aclaro que, aún en ese caso, no renunciaría a mi potestad)

 

Pues sencillamente, buena parte de la sociedad ha decidido renunciar voluntariamente a su capacidad de pensar, analizar, criticar y sacar conclusiones por sí misma. Es un hecho. Y además, ha renunciado a escuchar a los que intentan que así lo hagan. Nada nuevo.

 

Lo que sí es nuevo es que han renunciado a hacerlo precisamente en la ÉPOCA en donde es más fácil conocer la verdad y obtener información, de toda la historia de la humanidad. Nunca ha habido tanta información accesible como ahora, y nunca la gente ha renunciado tan voluntariamente a usarla como ahora. ESO es lo nuevo, y lo más terrible.

 

“Porque no hay nada oculto que no llegue a manifestarse, ni hay nada escondido que no haya de ser conocido y de salir a la luz.” El proceso que estamos viviendo no hace más que sacar a luz lo que estaba escondido en el corazón de cada persona: quiénes se han mantenido firmes en usar las capacidades de razonamiento y análisis que el Creador les dio, lo cual es, en realidad, una forma de honrarlo, y quienes han decidido no usar esas capacidades, lo cual es una forma de deshonrarlo, porque al no usarlas le están diciendo: “esto que me diste no sirve”, “cuesta mucho, no lo voy a usar”, “implica un precio alto, no lo voy a pagar”.

 

A partir de allí el Señor dice: “Escúchenme bien:”, es decir, se trata de algo serio, “a todo el que tiene, se le dará; y al que no tiene, hasta lo que cree tener se le quitará.” Este principio se aplica a todo, aún la misma creación biológica lo sigue. Pero lo que ocurrirá en base a él en este tiempo es que, a todo el que “no tiene” capacidad de razonar y decidir por sí mismo, porque ha renunciado voluntariamente a ella, aún esa medida de capacidad que todavía cree tener, le será quitada, definitivamente. La “ponzoña de alacrán” es el primer paso de ese proceso

 

Ahora puedo entender claramente que lo que ocurrirá en un futuro es ESTRICTAMENTE JUSTO en función de lo que muchos en la sociedad están haciendo hoy.

 

 

Danilo Sorti

 

802. Respecto del vergonzoso pedido de ACIERA al gobierno nacional

 Hebreos 5:11-14 RVC

11 Acerca de esto tenemos mucho que decir, aunque no es fácil explicarlo porque ustedes son lentos para entender.

12 Aunque después de tanto tiempo ya debieran ser maestros, todavía es necesario que se les vuelva a enseñar lo más elemental de las palabras de Dios. Esto es tan así que lo que necesitan es leche, y no alimento sólido.

13 Pero todos los que se alimentan de leche son inexpertos en la palabra de justicia, porque son como niños.

14 El alimento sólido es para los que ya han alcanzado la madurez, para los que pueden discernir entre el bien y el mal, y han ejercitado su capacidad de tomar decisiones.

 

Hace unos días nos desayunamos con la sorpresa (al menos, para unos cuantos de nosotros) que ACIERA había solicitado al gobierno que los pastores fueran incluidos dentro de los “servicios esenciales” para tener la prioridad en la v********n. Dejo el link de una entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=bpF9O1GtMbA&ab_channel=MundoCristiano

 

Dado que esto se ha hecho público, no es nada indebido responder públicamente.

 

No voy a relatar mi posición al respecto de la “ponzoña de alacrán” porque ya lo he hecho. No voy a hablar en nombre de los pastores argentinos porque no conozco a muchos, pero hasta donde sé, yo no estaría tan seguro de que todos quisieran recibir lo que ellos llaman v****a, por lo que hablar en nombre de “los pastores” resulta un poco aventurado, al menos…

 

Pero sí conozco al Señor y a Su Palabra desde hace muchos años ya, y puedo decir unas cuantas cosas como cristiano.

 

Primero, me sorprende muchísimo que Rubén Proietti, el actual presidente de ACIERA, mencione su “preocupación” respecto de la necesidad de que los pastores sean v*******s. Claramente hay una “disonancia cognitiva”, tal como hoy le gusta decir a la gente, aunque yo le daría un nombre mucho más básico, entre lo que dice la Palabra de Dios y lo que pide ACIERA:

 

Lucas 10:19 RVC

19 Miren que yo les he dado a ustedes poder para aplastar serpientes y escorpiones, y para vencer a todo el poder del enemigo, sin que nada los dañe.

 

Marcos 16:17-18 RVC

17 Y estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas,

18 tomarán en sus manos serpientes, y si beben algo venenoso, no les hará daño. Además, pondrán sus manos sobre los enfermos, y éstos sanarán.»

 

No hace falta ser teólogo ni tener siquiera estudios bíblicos para darse cuenta de que también un vi*us está incluido aquí. Pero hay más:

 

Hechos 5:14-16 RVC

14 Los hombres y mujeres que creían en el Señor iban aumentando en número,

15 y en sus camas y lechos sacaban a los enfermos a la calle, para que al pasar Pedro por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos.

16 Aun de las ciudades vecinas venían muchos a Jerusalén, y traían a sus enfermos y a los atormentados por espíritus inmundos, y todos eran sanados.

 

Vamos a ubicarnos en la escena: Pedro está rodeado por todos los empestados y enfermos de la región, y no un día, sino durante semanas. Creo que nadie en ese tiempo estuvo expuesto a mayor concentración de gérmenes como él. No lo veo usando guantes, mi bozal, ni mucho menos ministrando a través de Internet… más bien lo veo, al igual que el Señor, tocando a todos los que podía. Y no se enfermó.

 

Y veamos otro ejemplo:

 

Hechos 28:3-6 RVC

3 Pablo fue entonces a recoger algunas ramas secas para echarlas al fuego, pero una víbora que huía del calor se le prendió de la mano.

4 Cuando los lugareños vieron que la víbora pendía de su mano, se dijeron unos a otros: «Con toda seguridad este hombre es un homicida, pues logró escapar del mar, pero la justicia lo ha alcanzado y no lo dejará vivir.»

5 Pero Pablo se sacudió la víbora y ésta cayó en el fuego, sin que Pablo sufriera ningún daño.

6 La gente esperaba que Pablo se hinchara o cayera muerto; pero como después de mucho esperar vieron que no le pasaba nada, cambiaron de parecer y lo consideraban un dios.

 

Es obvio que una inyección de veneno de víbora es mucho más letal que un vi*us que anda volando por ahí.

 

Bien, en base a este ejemplo tan claro de la Biblia, que uno de los líderes evangélicos más importantes a nivel nacional plantee la necesidad de una v****a es desagradablemente sorprendente. Lo mínimo que me sugiere es que cae dentro de la categoría que expresa Pablo en Hebreos: debiendo ser ya maestro se ha vuelto como un niño en la fe, ¡desconoce las promesas más básicas dadas por el Señor!

 

Otro planteo es que “hay muchos pastores que han muerto”. Sinceramente, yo tendría muchísima vergüenza de decir esto en público, preferiría callarme.

 

1 Corintios 11:28-32 RVC

28 Por tanto, cada uno de ustedes debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y de beber de la copa.

29 Porque el que come y bebe de manera indigna, y sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe para su propio castigo.

30 Por eso hay entre ustedes muchos enfermos y debilitados, y muchos han muerto.

31 Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;

32 pero si somos juzgados por el Señor, somos disciplinados por él, para que no seamos condenados con el mundo.

 

Si tantos pastores han muerto hay dos realidades posibles: o bien les ha llegado su hora, de lo cual no hay ni que asombrarse ni que entristecerse, simplemente fue llamado a Casa, o bien han caído bajo el juicio de Dios, tal como el Espíritu menciona en Su Palabra, lo cual hay que lamentar. Como supongo que la realidad mayoritaria es la segunda, lo que debería hacer es lo que la misma Palabra dice: convocar al liderazgo al arrepentimiento, a buscar al Señor para entender por qué están muriendo antes de tiempo, y cambiar lo que estén haciendo de malo. Tan simple y bíblico como eso.

 

De nuevo, no entiende una de las verdades más básicas de la Palabra.

 

Si al programar un evento evangelístico “se van” lo coordinadores, o bien tenemos serios pecados allí o bien han sido completamente negligentes en hacer guerra espiritual para proteger a sus líderes.

 

Dejemos de lado las muchas palabras proféticas que hay respecto de la v****a, y lo digo tristemente, porque un tercio de la Biblia es profecía y si uno ahonda un poco más, en realidad toda ella es profética, sin embargo, la mayor parte del Pueblo de Dios hoy día rechaza la voz de los profetas, los considera “locos” o, en el mejor de los casos, “exagerados”. De nuevo, cero conocimiento bíblico.

 

Las evidencias que presentan los médicos independientes, todos los hechos que rodean el tema de la v********n y un simple razonamiento, presentan suficientes evidencias como para, por lo menos, dudar de su seguridad y efectividad. ¿No deberían ser los líderes cristianos la primera voz profética de una sociedad, los que primero alerten respecto de lo dudoso o peligroso? Pues lo que está haciendo Rubén Proietti es exactamente lo contrario, se está subiendo al mismo discurso oficial sin capacidad de cuestionamiento.

 

Otra cuestión… Veo el lamento de que “el gobierno no nos atiende”, ¿¡Y desde cuando los cristianos se han puesto a llorar por que un gobierno no les preste atención!?

 

1 Juan 3:13 RVC

13 Hermanos míos, no se extrañen si el mundo los odia.

 

Es otra verdad tan básica que ni se discute…

 

En resumen, lo que este pedido indica es que la organización que nuclea formalmente a la mayoría de las iglesias evangélicas debe volver a aprender las cosas más básicas de la fe.

 

 

Danilo Sorti