viernes, 30 de noviembre de 2018

644. Terremoto en el G20, Buenos Aires


En medio de esta tan controvertida reunión del G20 (30/11/18) nos desayunamos con que hubo un pequeño temblor de 3,8°, 32 km al sur de la ciudad de Buenos Aires. ¡Qué casualidad!, ¿no? A las 10:29 comenzó la cumbre y a las 10:27 fue el temblor. No vamos a repetir todo lo que ya sabemos de los diseños del Adversario para las naciones ni de cómo estas reuniones sirven para adelantar esos planes; sabemos que hay cosas que tienen que pasar y sabemos mucho mejor que sólo se cumplirán los propósitos de Dios y lo que Él permita. Pero el terremoto, como señal simbólica, resulta muy significativo.

Esto ya pasó una vez, en tiempos recientes, hacia el año 2001 cuando un millón de cristianos se reunieron en el Obelisco para orar por el país, que atravesaba por ese entonces una terrible crisis. No fue algo extendido pero se localizó en ese lugar. Los que tenemos más años nos acordamos de los distintos actos proféticos que se hicieron, y de cómo hubo una transformación milagrosa de la nación.

Apostilla geológica: ¿ocurren terremotos en la zona? Sí, son muy raros, pero ocurren. Según los registros en 1888 ocurrió uno en el Río de la Plata, con una intensidad de 5,5; en 2016 otro en Montevideo con una intensidad parecida al de hoy y dos más en Olavarría con una intensidad similar. Así que si contamos, por ejemplo, de 1810, año de nuestra independencia (en realidad podría ser de más atrás ya que Buenos Aires está poblada desde mucho tiempo antes), podemos decir que registros sísmicos, a lo largo de 208 años, que ha ocurrido en promedio uno cada 52 años. Los científicos salieron a decir muy rápidamente que ese tipo de terremotos en la región son algo normal, y sí, claro que lo son (se llaman terremotos intraplaca porque no ocurren en zonas de contacto entre placas tectónicas), tan “normal” como que suceda apenas antes de empezar la primer reunión del G20 que ocurre en el país, siendo que la probabilidad de ocurrencia en un día de un año determinado es del 0,005 %, y en una fracción de hora (5 minutos) dada, del 0,00002 %. Claro, es algo ABSOLUTAMENTE NORMAL…

¿Qué significan los terremotos, desde el punto de vista espiritual? Veamos varios momentos en que la Tierra tembló:

1 Samuel 14:13-15 RVC
13 Y subió Jonatán, trepando con manos y pies, y seguido por su escudero, y empezó a luchar contra los filisteos; a los que caían delante de él, su escudero los remataba.
14 En esa primera lucha mataron como a veinte hombres, en un espacio reducido.
15 Entonces el pánico se apoderó de todo el campamento, en el campo y en toda la guarnición; y cuando lo supieron los espías, también se llenaron de miedo; y el pánico aumentó porque hubo un temblor de tierra.

Ezequiel 38:18-21 RVC
18 “Cuando llegue el día en que Gog venga y ataque a la tierra de Israel, se encenderán mi ira y mi furor.” Palabra de Dios el Señor.
19 »Sí, lo dije en el momento en que ardían mi ira y mi furor. Y dije que ese día habría un gran temblor de tierra en Israel;
20 que ante mí temblarían los peces del mar, las aves del cielo, las bestias salvajes y toda clase de reptiles, lo mismo que todo el género humano sobre la faz de la tierra. También dije que los montes y las colinas se desmoronarían, y que todas las murallas se vendrían abajo,
21 y que en todos mis montes convocaría a entrar en combate, y que unos y otros se matarían a filo de espada. Palabra de Dios el Señor.

Amós 1:1 RVC
1 Estas son las palabras de Amós, que era un pastor de Tecoa. Tuvo una visión acerca de Israel durante los reinados de Uzías en Judá, y de Jeroboán hijo de Joás en Israel. Esto sucedió dos años antes del terremoto.

Mateo 27:54 RVC
54 Al ver el terremoto y las cosas que habían sucedido, el centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús se llenaron de miedo, y dijeron: «¡En verdad, éste era Hijo de Dios!»

Hechos 16:26 RVC
26 De pronto hubo un terremoto, tan violento que los cimientos de la cárcel se estremecieron. Al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.

Apocalipsis 6:12 RVC
12 Yo vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y entonces se produjo un gran terremoto. El sol se cubrió de oscuridad, como con un vestido de luto, y la luna entera se puso roja como la sangre;

Apocalipsis 8:3-5 RVC
3 y otro ángel vino con un incensario de oro, y se detuvo ante el altar. A ese ángel se le dio mucho incienso para que lo añadiera a las oraciones de todos los santos, y lo ofreciera sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
4 De la mano del ángel subió el humo del incienso a la presencia de Dios, junto con las oraciones de los santos.
5 El ángel tomó el incensario, lo llenó con fuego del altar, y ese fuego lo arrojó a la tierra. Hubo entonces truenos, voces, relámpagos y un terremoto.

Apocalipsis 11:12-13 RVC
12 Entonces los dos testigos oyeron una fuerte voz del cielo, que les decía: «Suban acá.» Y ellos subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron.
13 En ese momento hubo un gran terremoto, y a causa del terremoto se derrumbó la décima parte de la ciudad y murieron siete mil personas. Los demás se llenaron de terror y dieron gloria al Dios del cielo.

Apocalipsis 16:17-19 RVC
17 El séptimo ángel derramó su copa en el aire, y desde el trono en el templo salió una fuerte voz que decía: «Todo está hecho».
18 Entonces hubo relámpagos, voces y truenos, y un gran temblor de tierra. ¡Nunca antes, desde que la humanidad existe, había habido un terremoto tan grande!
19 La gran ciudad se partió en tres, y las ciudades de las naciones se vinieron abajo; entonces Dios se acordó de la gran Babilonia y le dio a beber de la copa que tenía el ardiente vino de su ira,


Aquí vemos que el terremoto es señal de juicio en un sentido general, pero en lo específico hay varias particularidades:

·         1 Samuel 14:13-15 à Dios respaldó la fe de Jonatán y su escudero, y significó una victoria en medio de circunstancias humanamente imposibles, y una señal para los filisteos (al fin y al cabo, también el Señor quería la salvación de sus almas y algunos de ellos finalmente creyeron).
·         Ezequiel 38:18-21 à Proféticamente, cuando los enemigos de Israel la rodeen y el Señor se levante para salvarla, habrá un temblor sobre la tierra que estará en ese momento siendo invadida.
·         Amós 1:1 à El terremoto fue una confirmación de la palabra profética de Amós, y como llamado al arrepentimiento para Israel, incrédula.
·         Mateo 27:54 à El terremoto es señal de la victoria del Hijo sobre el Adversario, y una señal para los incrédulos.
·         Hechos 16:26 à El terremoto fue para liberación y señal para los incrédulos.
·         Apocalipsis 6:12 à Señal del inicio de tiempos proféticos, en donde el Señor mismo se manifestará.
·         Apocalipsis 8:3-5 à Respuesta a las oraciones del pueblo, una señal.
·         Apocalipsis 11:12-13 à Los dos testigos son vindicados por el Señor y como señal y sello de sus palabras proféticas ocurre un terremoto.
·         Apocalipsis 16:17-19 à Herramienta y señal del juicio divino, para castigo de los malvados y liberación de los oprimidos por el sistema babilónico.

¿Cómo entendió el pueblo de Israel a los terremotos y su relación con la manifestación de Dios?

Jueces 5:3-5 RVC
3 »Ustedes, reyes y príncipes, escuchen bien lo que voy a decir: ¡Yo quiero, sí, yo quiero cantarle al Señor! ¡Quiero cantarle salmos al Señor y Dios de Israel!
4 »Cuando tú, Señor, saliste de Seir, cuando avanzaste desde los campos de Edom, la tierra se estremeció; las nubes en los cielos se llenaron de lluvia;
5 ¡en tu presencia, Señor y Dios de Israel, temblaron los montes como el Sinaí!

2 Samuel 22:7-10 RVC
7 Pero en mi angustia, Señor, a ti clamé; a ti, mi Dios, pedi ayuda, y desde tu templo me escuchaste; ¡mis gemidos llegaron a tus oídos!
8 »La tierra tembló y se estremeció; los cimientos de los cielos se cimbraron; ¡se sacudieron por la indignación del Señor!
9 Humo salía de su nariz y de su boca brotaba fuego destructor; ¡su furor inflamaba los carbones!
10 Inclinó los cielos, y bajó; a sus pies había densas tinieblas.

Salmos 68:7-9 RVC
7 Dios nuestro, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto,
8 la tierra tembló. Al verte, Dios de Israel, los cielos derramaron su lluvia; ante tu presencia, el monte Sinaí se estremeció.
9 Tú, Dios nuestro, derramaste abundante lluvia, y a tu exhausta tierra infundiste vida.

Salmos 77:18-20 RVC
18 resonó en el torbellino la voz de tu trueno; tus relámpagos iluminaron el mundo, y la tierra tembló y se estremeció.
19 Te abriste paso en el mar, y atravesaste las muchas aguas, aunque nadie vio jamás tus pisadas,
20 y por medio de Moisés y de Aarón guiaste a tu pueblo como a un rebaño.

Salmos 104:28-32 RVC
28 Si abres tu mano y les das su pan, ellos lo toman y quedan satisfechos.
29 Si te escondes de ellos, se desconciertan; si les retiras su espíritu, mueren y vuelven al polvo.
30 Pero si envías tu espíritu, vuelven a la vida, y así renuevas la faz de la tierra.
31 ¡Sea tu gloria eterna, Señor! ¡Que te regocijen las obras que has hecho!
32 Si miras la tierra, ésta tiembla; si tocas los montes, éstos echan humo.

Salmos 114:1-8 RVC
1 Cuando los israelitas salieron de Egipto, y la familia de Jacob abandonó ese pueblo extraño,
2 Judá se convirtió en el santuario del Señor y el pueblo de Israel llegó a ser su dominio.
3 Cuando el mar vio al Señor, se retiró; también el río Jordán dejó de fluir.
4 Los montes saltaban como carneros, ¡las colinas brincaban como corderitos!
5 Dime, mar, ¿por qué te retiraste? Y tú, Jordán, ¿por qué dejaste de fluir?
6 Y ustedes, montes y colinas, ¿por qué saltaban como carneros? ¿Por qué brincaban como corderitos?
7 En presencia del Señor, la tierra tiembla; ¡tiembla en presencia del Dios de Jacob!
8 El Señor convirtió la peña en un manantial; ¡convirtió la roca en fuentes cristalinas!


La idea aquí es que cuando el Señor dirige su atención hacia la Tierra, y más aún cuando decide actuar en favor de Su Pueblo, la Tierra tiembla.

Salmos 82:1-5 RVC
Salmo de Asaf.
1 Dios preside la reunión de los dioses, y en medio de ellos emite su sentencia:
2 «¿Hasta cuándo ustedes juzgarán con injusticia, y tratarán como inocentes a los impíos?
3 ¡Defiendan a los pobres y a los huérfanos! ¡Hagan justicia a los afligidos y a los menesterosos!
4 ¡Liberen a los afligidos y a los necesitados! ¡Pónganlos a salvo del poder de los impíos!
5 »Pero ustedes no saben ni entienden; ¡andan en completa oscuridad! ¡Por eso la tierra tiembla hasta sus cimientos!

Y aquí tenemos un enfoque más particular aún: es una señal para los poderosos de la Tierra.

El temblor de tierra que ocurre en momentos particulares es una señal de la manifestación de Dios, tanto una señal profética como una señal de liberación y victoria sobre los enemigos; un gran terremoto es juicio en sí mismo, pero un terremoto menor es una señal, normalmente para los incrédulos y podemos decir que tiene que ver con conmociones que están ocurriendo en el mundo espiritual. Ahora bien, sabiendo lo que sabemos que se “cocina” en una cumbre como la del G20, ¿de qué clase de liberación podemos hablar?

Hace un poco de tiempo atrás uno de los profetas del grupo recibe una palabra indicando que se quebraba el espíritu de Perón. Yo sé que es un poco largo para hablar sobre el tema, pero cualquiera que tenga un poco de discernimiento espiritual, y más allá de cuáles sean sus ideas políticas, no puede dejar de reconocer el enorme peso político y espiritual del “espíritu de Perón” sobre nuestra nación, trayendo muchos conflictos y muerte a lo largo del tiempo. Hago una breve aclaración: cualquiera que lea mis artículos sabe que no digo esto para apoyar a otra línea política; creo que en cualquier momento dado el Señor usa a uno o a otro, y de hecho ha usado al peronismo para establecer varias cosas importantes en el país, pero el hecho de que un sistema o líder político sea usado por Dios DE NINGUNA MANERA lo sindica como aprobado, y en la Biblia tenemos unos cuantos ejemplos de emperadores a los que Dios usó para sus planes pero nadie diría que hayan sido hombres “santos y justos”, ¡ni mucho menos!

El 18/11 Transformación Argentina publica un video con el texto de un decreto espiritual cancelando el “pensamiento nacional”, establecido para el 13/11 en el año 2003 por el Congreso de la Nación mediante la ley 25.844  en homenaje al natalicio de Arturo Martín Jauretche. Hay mucho para hablar allí, no voy a hacer un análisis de eso ahora y no se trata, como en el caso de Perón, de “condenar a la hoguera histórica” a ningún hombre porque aquí no estamos hablando de hombres sino de espíritus y principados que han usado a dichos hombres, mientras vivieron y luego, “mitificando” sus palabras y estableciendo nuevas doctrinas. Lo que podemos decir es que en sus escritos tenemos a uno de los pensadores del peronismo (comenzó siendo de la UCR), que colaboró para establecer una estructura de pensamiento que nos ha dañado desde ese entonces.

La zona afectada por el terremoto, en las cercanías de La Plata, centro masónico por excelencia (basta ver el plano urbano) y el conurbano bonaerense (lugar histórico del caudillaje peronista, de corrupción y centro de poder para establecer o tumbar gobiernos) corresponden a estos espíritus. Aparentemente Perón fue iniciado en la masonería por Licio Gelli, el famoso líder de la logia italiana Propaganda Due.

Bueno, aquí hay demasiada historia para un solo artículo, digamos que merecería el análisis de un libro completo. ¿Puede ser el terremoto una señal del fin del “espíritu de Perón”? Ya han pasado unos 70 años aproximadamente desde que llegó al poder (un poco más, pero en el 1948 se crea la fundación de Eva Perón).

Unas cuantas cosas pasaron hace 70 años, pero si vemos a nivel internacional nos encontramos, el 10/12/48, con la Declaración Universal de los Derechos Humanos en la ONU, y el 14/05/48 con el establecimiento del Estado de Israel. No puedo decir todavía si esto está relacionado con esta fecha, pero creo que es sugestivo porque tenemos en este momento a los “principales líderes” del mundo reunidos aquí, por lo que es imposible no pensar que Dios está dando un mensaje mundial. Los DDHH establecidos en un principio están siendo violados por todos los estados, y especialmente las libertades individuales; e Israel está siendo cada vez más cuestionado por las naciones (por supuesto, no fue invitada al G20). En ambos casos estamos hablando del Pueblo de Dios: los DDHH son un logro del cristianismo, que después el progresismo ateo se atribuyó y pervirtió, e Israel es la nación del Pacto, con promesas de redención para este tiempo y el futuro.

El número 32 (el epicentro fue a 32 km) es símbolo del pacto, y el 38 (3,8° Ritcher) es número de trabajo, el que uno está llamado a realizar en función de su llamado.

Sea lo que sea que específicamente el Señor esté queriendo decir, me queda extremadamente en claro que el mensaje principal que ha dado es que Él está por encima de las naciones, tanto de la nuestra como de las de todo el mundo, y que ellos no deben pensar que tan fácilmente se repartirán Argentina conforme sus propósitos porque Él tiene planes para esta nación y los llevará adelante. Nadie dice que será fácil lo que nos toque vivir en el futuro próximo, pero Dios ha tronado desde los cielos sobre todas las naciones en tierra argentina, y eso no es un dato menor.


Danilo Sorti


643. El que fue avisado escapa del mal…


Proverbios 22:3 RV1960
3 El avisado ve el mal y se esconde;
Mas los simples pasan y reciben el daño.

Proverbios 27:12 RV1960
12 El avisado ve el mal y se esconde;
Mas los simples pasan y llevan el daño.


Proverbios suele repetir algunas sentencias, y esta es una de ellas. La palabra “avisado” suele traducirse en otras versiones como prudente o astuto. Evidentemente encierra esas ideas también.

No necesitamos mucha explicación para este proverbio; en realidad, la gran mayoría de los proverbios no necesitan demasiada explicación en ninguna cultura: exponen realidades vitales tan comunes a todos los hombres que constituyen uno de los libros más fáciles de entender y aplicar en cualquier cultura y momento histórico.

Es bueno recordarlo para evitar la falsa seguridad que nos puede dar una confianza errónea en Dios. Es el mismo engaño que Satanás quiso inducir en Jesús:

Lucas 4:9-11 RVC
9 Entonces el diablo lo llevó a Jerusalén, lo puso sobre la parte más alta del templo, y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, lánzate hacia abajo.
10 Porque está escrito: »“A sus ángeles mandará alrededor de ti, para que te protejan”;
11 y también: “En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con piedra alguna.”»

Eso es lo que se llama tentar a Dios; pretender obligarlo a que nos proteja porque “nos necesita” o “no puede quedar mal dejándonos morir”. Sin embargo, hay momentos en que la palabra directriz del Señor es: “¡escóndanse!”. La expresión también se traduce como “ponerse a salvo”. Aquí se trata de salir de un lugar e ir a otro en donde uno no puede ser encontrado, o no será afectado por una corriente destructora que pasará por el lugar. Implica también una acción decidida, y a veces puede ser muy “costosa”; puede ser dejar la propia tierra, su casa, familia, trabajo, amigos; ir a un lugar extraño, sin saber qué será de su futuro. Implica incomodidad: normalmente uno no se esconde en una mansión repleta de provisiones, sino más bien lo contrario… Implica, por sobre todo, mucha confianza en Dios y entrega a Su cuidado, porque probablemente no se cuenten con muchos recursos para sostener la propia vida y la de la familia.

José fue avisado también y escapó, con la provisión que milagrosamente le había sido dada por los sabios de oriente:

Mateo 2:13-14 RV1960
13 Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,

Jamás José hubiera podido juntar los recursos necesarios para tener una vida decente en Egipto, y hasta que se acomodara en un trabajo habría pasado tiempo. Pero unos días antes los sabios vinieron trayendo valiosísimos regalos, que necesitaría luego para mantenerse. Cuando fue necesaria la provisión para la huida, allí estuvo; ellos habían confiado y obedecido a Dios en algo sumamente extraño, y Dios no los desamparó; pero fue necesario que escaparan.

Un tiempo después, quizás un año, o un poco más, pero no demasiado, es llamado a volver y se establece en Nazaret. La provisión también alcanzó para eso.

Mateo 2:22 RV1960
22 Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea,

Si vemos la vida de Pablo, más de una vez tuvo que escapar de sus perseguidores. A veces no pudo, y Dios también estuvo allí.

El llamado es a no ser “simples” o “ingenuos”, lo que Jesús mismo nos dijo:

Mateo 10:16 RV1960
16 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.

Los cristianos tenemos fama de ser bastante crédulos. A mí me parece que nos ponemos quisquillosos y desconfiados con las personas incorrectas, pero somos muy confiados en lo que no deberíamos. Usamos mal la protección de Dios, como si fuera un “amuleto mágico” con el cual podemos ir donde queramos. Lo cierto es que podemos ir donde Él quiera, no más.

Proverbios 14:15 RV1960
15 El simple todo lo cree;
Mas el avisado mira bien sus pasos.

Isaías 40:14 RV1960
14 ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?

Es necesario tener sabiduría, analizar bien las cosas, buscar información…

Hay muchas aplicaciones de este pasaje, tanto para la vida cotidiana como para los momentos especiales. De hecho, quizás el sentido más cercano al proverbio sean precisamente esos momentos especiales. Como fuera, tiene múltiples aplicaciones en nuestra vida.

Por lo pronto, el Señor está avisando a través de muchos profetas sobre la necesidad de guardar provisiones, medicinas, abrigo, etcétera, aún a moverse de determinados lugares, para el gran juicio que se viene, estando todavía la Iglesia en la Tierra. No sé los tiempos, pero todo indica que es pronto. No sé cuál será la preparación de cada uno, pero al menos sé que lo principal es siempre estar en obediencia a la voz del Señor: José no hubiera podido juntar lo necesario para escapar y sostenerse en un país extraño, pero el Señor se lo proveyó, y eso es una señal para todos Sus hijos fieles y obedientes. Pero debemos mantenernos fieles y obedientes.


Danilo Sorti


642. Santiago: la pobreza y la riqueza – XIV, la vieja historia sobre la discriminación


Santiago 2:1 RVC
1 Hermanos míos, ustedes que tienen fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo, no deben hacer diferencias entre las personas.

Cada tiempo exige volver a leer la Palabra de Dios; nuevos desafíos, o al menos, viejos desafíos con nuevos envases. En este siglo el tema de la “no discriminación” ha alcanzado dimensiones de “asunto de estado”, aunque claro, todos sabemos que es una hipocresía. Me sigue asombrando cómo tantas personas se creen ese engaño, o al menos aparentan creerlo. Que los jóvenes piensen que así están construyendo un mundo mejor, es entendible; pero que los adultos lo crean es preocupante.

Hoy sabemos que por detrás de esos discursos en realidad hay diseños de “ingeniería social” para reducir la población mundial y contrarrestar al cristianismo; en los últimos meses (antes de escribir este artículo) nos ha quedado muy claro, incluso con nombres y apellidos.

El “postmodernismo” (para mí simplemente la última fase de la “experiencia fracasada de la modernidad”) se inauguró con una ola de tolerancia y aceptación, que los más avisados pronto descubrieron como mentirosa. Hoy en día el discurso de la tolerancia está rápidamente cambiando hacia su verdadera naturaleza: la intolerancia del cristianismo. Podríamos decir que ya se quitó completamente la máscara.

Bueno, toda esta introducción para decir que como vivimos en un siglo de apariencia de tolerancia, pensamos que no discriminamos porque se nos ha enseñado a “no discriminar”, pero probablemente en el formato de la cultura actual, es decir, creyendo que “ya no discriminamos” seguimos haciéndolo, solo que hacia otros…

Por lo tanto, aunque parezca lo contrario, el mandato de Santiago, “no deben hacer diferencias entre personas” sigue siendo extremadamente actual. En aquel entonces las diferencias eran mayores en un sentido; la sociedad se encontraba más dividida: los esclavos no eran “personas” propiamente dicho, las mujeres eran ciudadanos de segunda, los judíos odiaban a los gentiles. Pablo hablaría de eso en sus cartas. Pero Santiago está hablando a una comunidad de cristianos, probablemente de cierto tiempo de convertidos, en donde, como vimos, las diferencias económicas constituían una fuente de problemas.

Hoy entendemos que podemos discriminar de muchas maneras, a lo mejor no por el color de la piel o entre hombres y mujeres, pero sigue siendo muy fácil discriminar dentro de la iglesia por la condición económica, por la situación social o cultural, el nivel de estudios. “Discriminar” no se refiere necesariamente a que debamos tener una relación fraternal muy cercana. Aunque ese es el ideal y hacia allí vamos, allí no estamos. Pero podemos crecer en el amor unos hacia otros, y en la ayuda mutua, como hablamos, en el hecho de compartir nuestro conocimiento, contactos, bienes, apoyo, oraciones. Allí es donde hoy, en esta iglesia imperfecta que transitamos, debemos “no discriminar”.

El verdadero fundamento que nos permite no discriminar es Jesucristo, ningún otro. Sólo porque Él nos compró y nos lavó es que entendemos de la profundidad del barro oloroso del pecado de donde fuimos rescatados, todos por igual.

Santiago 2:2-4 RVC
2 Puede darse el caso de que al lugar donde ustedes se reúnen llegue alguien vestido con ropa elegante y con anillos de oro, y llegue también un pobre vestido con ropa andrajosa.
3 Si ustedes reciben gustosos al que viste la ropa elegante, y le dicen: «Venga usted, siéntese aquí, que es un buen lugar», pero al pobre le dicen: «Tú, quédate allá de pie, o siéntate en el suelo»,
4 ¿acaso no están discriminando entre ustedes y haciendo juicios malintencionados?

La discriminación por dinero, más sutil o más manifiesta, sigue estando presente en nuestras iglesias. La imagen aquí es la de la reunión de iglesia, sin embargo es sugestiva la expresión: «Venga usted, siéntese aquí, que es un buen lugar». Nos está diciendo que a los que tienen recursos económicos fácilmente se los asciende a cargos de responsabilidad y liderazgo. Es algo que solemos observar en las iglesias. Al pobre, al que no tiene una jugosa ofrenda para poner todos los domingos, al que no viene tan bien vestido, o no sabe hablar bien porque no estudió, normalmente lo relegamos a la periferia, donde tratará de sobrevivir espiritualmente rebuscándosela con algún frágil ministerio que en cualquier momento resulta aplastado por el liderazgo cuando molesta a uno de los “ricos”.

“¿acaso no están discriminando entre ustedes y haciendo juicios malintencionados?” Hermanos, aclaremos una cosa, aquí se está hablando de la discriminación DENTRO DE LA IGLESIA, no afuera de ella. ¿Qué tiene que hacer un inconverso en el Reino de Dios? Primero debe convertirse, después charlamos. ¿Discriminamos a los pecadores que persisten en sus pecados? Sí hermanos, los “discriminamos”, es decir, los “diferenciamos”, que es lo que significa en su raíz la palabra; ellos no pueden participar de las bendiciones del Reino, no porque Dios no lo quiera, sino porque no se han ubicado a sí mismos en el lugar de obediencia y bendición. Los llamamos a entrar, pero mientras estén afuera no pueden participar ni compartir las bendiciones de adentro.

Y aún estando adentro, no todos tienen el mismo nivel de crecimiento, por lo que no todos pueden participar del mismo nivel de autoridad. Eso no es discriminación, es la diferenciación de acuerdo a los méritos de cada uno, ¡no mezclemos el mandato bíblico con el “socialismo”! Discriminación es cuando, a igualdad de condiciones, preferimos a alguien por razones personales.

No discriminar no significa ignorar los dones, talentos y nivel de madurez de cada uno. El Reino de Dios NO ES UNA DEMOCRACIA, cada uno no tiene el mismo nivel de autoridad y capacidad de decisión. El Reino de Dios es, dentro de la Gracia que nos hace entrar, nos sostiene y nos habilita, una MERITOCRACIA, en donde cada uno, conforme a los dones que les fueron dados y a su nivel de crecimiento espiritual y obediencia, ocupa un rol y tiene mayor o menor influencia.

Pero Santiago no está hablando de nada de eso, simplemente se refiere a lo más básico de la vida de la comunidad: la reunión de los santos; lo más simple, lo más sencillo, en donde “más difícil” se vuelve discriminar porque no hay mucho más para hacer que sentarse y escuchar… ¡y hasta allí es posible hacerlo! Entonces, ¿qué nos queda para el resto? Sí, Santiago TAMBIÉN está hablando de esas otras cuestiones…

Necesitamos que el Espíritu Santo nos enseñe en qué consiste realmente la discriminación y, en consecuencia, a no discriminar, pero de verdad, no como dice el mundo hoy.


Danilo Sorti


641. Es bueno ser humillado


Salmos 119:65-72 DHH
65 Señor, tú has tratado bien a este siervo tuyo,
conforme a tu promesa.
66 Enséñame a tener buen juicio y conocimiento,
pues confío en tus mandamientos.
67 Antes de ser humillado cometí muchos errores,
pero ahora obedezco tu palabra.
68 Tú eres bueno, y haces el bien;
¡enséñame tus leyes!
69 Los insolentes me acusan falsamente,
pero yo cumplo tus preceptos de todo corazón.
70 Ellos tienen la mente entorpecida,
pero yo me alegro con tu enseñanza.
71 Me hizo bien haber sido humillado,
pues así aprendí tus leyes.
72 Para mí vale más la enseñanza de tus labios,
que miles de monedas de oro y plata.


Esta es la novena estrofa del Salmo 119, que corresponde a la letra teth, ט, y sus ocho versos empiezan con ella, tiene 52 palabras. La letra corresponde al número 9 y significa “serpiente”, o algo envolvente.

Nueve representa el tiempo de la “visitación” de Dios, esto es, cuando Él decide investigar, reunir la evidencia y exponer lo que hay en el corazón. La escena es parecida a la de una corte divina, en la que Dios analiza un caso y determina Su veredicto. La serpiente que envuelve nos figura la situación de ser rodeados por el Señor: para investigar pero también para proteger.

El tono de esta sección no es muy diferente al del resto del Salmo. Todo él es un elogio a la ley de Dios, expresión que aparece en casi todos los versículos. Pero aquí el énfasis está en la palabra “humillado”, que aparece mucho en el Antiguo Testamento y un par de veces más en el Salmo 119. Tiene un significado bastante amplio, tanto literal como figurado: menospreciar, intimidar, deprimir, abatir, afligir, debilitar, deshonrar, dominar, forzar, humillar, molestar, opresor, oprimir, quebrantar, sufrir, someterse, sumiso, violar, violencia. Se traduce con otras expresiones en diversas versiones, pero el conjunto de significados se puede entender bien, y cuadran dentro de lo que hoy llamamos “humillar”.

El salmista reconoce la importancia de haber sido humillado: “Antes de ser humillado cometí muchos errores, pero ahora obedezco tu palabra.” “Me hizo bien haber sido humillado, pues así aprendí tus leyes.” Y podríamos agregar el versículo 75: “Señor, yo sé que tus decretos son justos
y que tienes razón cuando me afliges.”

Es claro que el propósito del mundo NO ES ser humillado, sino todo lo contrario. Con mucha dificultad se llega a reconocer en los ámbitos emprendedores y empresariales, estudiantiles y de “autoayuda” el valor del fracaso como medio de aprendizaje. Y más bien parece un “premio consuelo”. Pero se habla de “fracaso” y no de “humillación”, que tiene que ver pero es más profundo aún.

Algo parecido pasa en ámbitos cristianos, muchas veces el creyente es visto como “un ser en perfeccionamiento”, que, si bien no es incorrecto, es el centro del mensaje de Satanás para engañar a millones con algún sistema de “autoayuda” o de religiones orientales que más bien tratan de mejorar al hombre. Así, buena parte de nuestra predicación y práctica cristiana termina cayendo en “cómo tener éxito”, “cómo superar los problemas”, o incluso, “cómo alcanzar la santidad” (poco en este tiempo…) pero la experiencia de la humillación es olvidada, o en el mejor de los casos, vista de lejos, y por lo tanto, incomprendida, no valorada y terrible cuando ocurre.

Sin embargo el hecho mismo de la cruz implicó el acto de humillación más grande en toda la historia de la Creación: el Creador resulta humillado y muerto por Sus mismas creaturas. La experiencia de la conversión y nuevo nacimiento, simbolizada en el bautismo, es una experiencia de humillación: no puede haber genuino arrepentimiento sin verdadera humillación, sin que nos demos cuenta de lo que verdaderamente hemos sido sin Cristo, y nos sintamos profundamente avergonzados y humillados delante de Él por eso.

De ahí en más no se supone que las “reglas de juego” hayan cambiado, inevitablemente necesitamos pasar por crisis que impliquen “humillación”, sea a través de otros o sea en nuestro interior, solamente nosotros con Dios. De hecho, si más bien procuramos llegar al punto en el cual somos humillados por el Espíritu Santo al ser expuestos nuestros pecados delante de Dios en oración, probablemente no tengamos que pasar por tantos episodios de humillación a manos de las personas, o mejor dicho, no seremos ya humillados en esos episodios porque nos habremos despojado de nuestro orgullo.

Y es que el orgullo nos lleva a cometer errores. El orgullo nos aparta de la Palabra del Señor porque “ya sabemos” como son las cosas, nos aparta del buen juicio y nos hace caer en la insensatez, por más grados académicos que tengamos, nos aparta del verdadero conocimiento del mundo espiritual.

En el texto del Salmo, la humillación viene de mano de los “insolentes”: “Los insolentes me acusan falsamente, pero yo cumplo tus preceptos de todo corazón. Ellos tienen la mente entorpecida, pero yo me alegro con tu enseñanza.” Estos insolentes no son cualquier tipo de adversario, sino aquellos especialmente preparados para herir con sus palabras. Hay gente muy bien entrenada para eso, capaz de dejar expuesta y humillada a la otra persona. El nivel de discusión política e ideológica que vemos hoy día, al menos en nuestro país, lo ilustra muy claramente; no hay debate de ideas o conocimientos científicos, ni siquiera de estructuras filosóficas; hay intentos continuos de humillación al contrario para sostener su propia postura. Se hace bien claro que “tienen la mente entorpecida”, por más que puedan decir una catarata de palabras, su estructura de pensamiento es desquiciada y repleta de errores y malas intenciones.

Pues bien, este tipo de gente, normalmente fuera de las iglesias pero a veces adentro también, es la que el Señor usa para “humillarnos”. Por supuesto, no siempre se trata de estas cuestiones discursivas, a veces somos humillados en situaciones mucho más profunda, cuando nuestros errores y faltas quedan expuestas, y sin que necesariamente intervengan burladores.

Como sea, ya se trate de la acción de estos charlatanes o de otras circunstancias de la vida, somos llevados a situaciones de humillación. ¿Cómo reaccionamos?

Podemos enojarnos y pelear contra ello. No está necesariamente mal el enojo, Jesús lo tuvo, pero se trata del enojo santo, cuando Dios es ofendido y Su santidad despreciada. Claro que nos enojamos cuando somos humillados, pero debemos llevar ese enojo a Dios para que nos diga si es justo o si más vale debemos soportar la humillación hasta ser purificados.

Entender el valor de la humillación, soportar cuando somos humillados, nos abre puertas de autoridad y de conocimiento del Señor. Allí nuestro carácter es transformado, cedemos en nuestro orgullo, aprendemos la ley y entendemos un poco mejor como manejarnos en este mundo de relaciones y personas.

Los episodios de humillación, “públicos” o privados (ante Dios) son valiosísimas experiencias de crecimiento espiritual. Si las entendemos y aprovechamos así, podremos crecer más rápido a través de las múltiples instancias de “humillación” que atravesamos.


Danilo Sorti


640. ¡Que se alegren los pueblos!


Salmos 67:2-4 RVC
2 ¡Que sea reconocido en la tierra tu camino, y en todas las naciones tu salvación!
3 ¡Que te alaben los pueblos, Dios mío! ¡Que todos los pueblos te alaben!
4 ¡Que las naciones se llenen de gozo, porque tú juzgas a los pueblos con equidad y eres el Pastor de todas las naciones!

Dios reina por encima de toda la Creación y nunca ha dejado de hacerlo. Él tiene todo el control y nunca dejará de tenerlo, Él es perfecto amor, y al final cumplirá todos Sus buenos propósitos sobre la Tierra.

Pero ¿cómo proclamar “¡que las naciones se llenen de gozo!” cuando la injusticia y la maldad aumentan cada día de manera vertiginosa, cuando la sangre de inocentes riega los campos, cuando la Creación es destruida minuto a minuto, cuando la ley de Dios es ridiculizada y despreciada?

Cito unas frases de un comentario sobre Apocalipsis, que a la sazón puede parecer muy académico y “libresco” (y bastante poco espiritual para mi gusto, por cierto), pero con unas cuantas verdades muy importantes:

“El prólogo de Apocalipsis, al igual que el epílogo, con el que forma inclusión (en ambos resuenan los mismos temas), da a toda la obra una atmósfera de serenidad, de confianza, en consonancia con el tono claramente litúrgico que caracteriza a toda la obra, llena de himnos litúrgicos que cantan el señorío de Dios y del Cordero.” (Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre, Introducción al estudio de la Biblia, Escritos joánicos y cartas católicas, 7° ed. Editorial Verbo Divino, pág. 225).

Bueno, ¿y qué tiene que ver la “liturgia” con el fin de los tiempos y el llamado a gozarse de las naciones? Por cierto, “liturgia” es una palabra que nos produce prurito a los evangélicos, porque nos recuerda algo más bien “aburrido”, pero el problema no está en que eso sino en que nosotros no vemos la vida del Espíritu allí. Es cierto que las formas y las “liturgias” aparecen muchas veces para reemplazar la vida y el dinamismo del Espíritu. Es cierto también que los evangélicos hemos creado muchas “liturgias” propias, muchas frases hechas y lugares comunes. Sin embargo, no todo es así, aún en los actos repetitivos, “ya sabidos”, que siguen un guión previamente establecido, el Espíritu Santo puede manifestarse. Si vemos la Creación, que expresa la naturaleza del Creador, nos encontramos con muchos actos cíclicos o repetidos, si se quiere, una especie de “liturgia natural”; aunque también hay un constante cambio y dinamismo.

De todas formas no pretendo discutir sobre el valor de lo litúrgico, sino concentrarme en uno de sus aspectos: cuando hablamos de liturgia estamos pensando en algo ya estipulado de antemano, y que va a seguir un guión establecido, de principio a fin. La adoración israelita, los ritos que ellos debían cumplir, y muchas cosas de su vida diaria que se relacionaban con su fe tenían también mucho de repetitivo, de litúrgico; así que esas primeras comunidades de cristianos no debían haber estado ajenas al hecho.

Entonces, tenemos un libro profético en el cual se relatan sucintamente un desastre tras otro, donde a uno le cuesta creer que alguien quede con vida al final, ¡pero la estructura general del libro es similar a una “liturgia”! Pues eso mismo es un mensaje de esperanza: ninguno de esos juicios pasa porque sí, nada se escapa del control del Señor y ya todo está “guionado”.

Por eso es que las naciones puede alegrarse, porque Dios es un juez justo, nada pasará que no sea perfectamente justo y todo llevará al final a la conversión y restauración de la humanidad y de la Tierra toda, porque Él es también Creador.

Mientras tanto, en una realidad difícil, incluso sin ver todavía al Mesías prometido, el salmista animaba a las naciones a alegrarse. Y no es el único Salmo en donde aparece este imperativo.

Por ello, mantengamos nuestra fe y nuestra alegría, aun cuando todo se vuelva más difícil, si estamos tomados firmemente de Su Mano, Él será nuestro Pastor, y en medio del desierto de las naciones nos pastoreará y nos guiará finalmente a una Tierra Prometida que no será como la que les dio Josué, sino perfecta y eterna.


Danilo Sorti


639. Santiago: la pobreza y la riqueza – XIII, mientras tanto, en alguna parte del mundo… o en la casa de la esquina…


Santiago 1:25-27 RVC
25 En cambio, el que fija la mirada en la ley perfecta, que es la ley de la libertad, y no se aparta de ella ni se contenta sólo con oírla y olvidarla, sino que la practica, será dichoso en todo lo que haga.
26 Si alguno de ustedes cree ser religioso, pero no refrena su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no vale nada.
27 Delante de Dios, la religión pura y sin mancha consiste en ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y en mantenerse limpio de la maldad de este mundo.


Una de las confrontaciones de Santiago es hacia el autoengaño. De diversas formas leemos esa misma exhortación en diferentes pasajes. Desde el punto de vista de pobreza y riqueza el autoengaño consiste en considerar verdadera riqueza a lo que no lo es, y pobre al que recibió un depósito espiritual muy valioso.

“Si alguno de ustedes cree ser religioso, pero no refrena su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no vale nada.” Santiago retoma la enseñanza de Jesucristo que vincula indisolublemente la profesión de fe con la vida práctica. Uno puede “creerse” muy religioso por tener una estructura mental de conceptos tan compleja y entrelazada (y equivocada) que se constituye en una verdadera fortaleza de engaño poniendo unos lentes tan gruesos delante de sus ojos que le hacen ver lo que no existe. ¿Cómo librarse de ello si precisamente uno se encuentra en tal profundidad de engaño?

Alguien puede avisarnos, pero solemos tener una “respuesta para todo”, así que es difícil que funcione. Dios puede someternos a duras pruebas, pero no es en realidad lo que prefiere hacer, y tampoco es garantía de que abramos los ojos, aunque al final será lo que haga. Un paso previo, para los que todavía tienen un poco de honestidad en su corazón, es analizar sus palabras. Si nuestra boca termina siendo un “pozo negro”, estamos bastante lejos de la verdadera práctica de la piedad.

Aquí hay una señal diagnóstica sencilla, que se puede aplicar bastante bien en el autodiagnóstico. Claro, hay que evaluar el “marco lingüístico” en el que nos manejamos, porque cuando muchas malas palabras y expresiones, no necesariamente insultos, sino malas en su naturaleza y resultados, se establecen como “normales”, se vuelve borroso el marco recto de referencia. Con todo, sigue siendo más fácil y sano discernir eso que esperar a que vengan los juicios.

¿Cuál es el engaño? Vivir una piedad de palabras y sin obras. Bueno, las palabras, dichas por personas con autoridad espiritual, constituyen en sí mismas una “obra espiritual”, ya son “hechos” que dan legalidad al Adversario o a Dios para actuar sobre la tierra, por lo que estas “sólo palabras” malas no constituyen algo neutro o ligeramente malo, sino que son en sí mismas obras malas.

“ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones” es una afirmación que nos recuerda el rol indispensable del varón en la sociedad. Huérfanos y viudas son los que han quedado sin la protección de un padre o esposo, quizás mucho más desamparados en ese entonces que ahora, pero no menos desamparados en el plano espiritual ahora que entonces.

Los datos globales muestran casi 6 años de esperanza de vida más para las mujeres que los hombres, si nos vamos a países con mayores dificultades sociales o económicas, la brecha se agranda; si pensamos en tiempos de guerra o especialmente tumultuosos, más aún. Las feministas de la tercera ola hablan de un mítico e idílico lugar llamado “patriarcado”, aunque yo todavía no encontré ni en la historia ni en el presente ningún mapa que me indique ese sitio donde los hombres somos los reyes que gozamos de todos los privilegios… La verdad es que la vida tampoco es fácil para los hombres, y la carga que pesa sobre nosotros es aún mayor porque sabemos que tenemos un rol de protección y no poder cumplirlo, o incluso irse antes de tiempo, resulta desesperante.

Como sea, los que han quedado desprotegidos, los huérfanos y las viudas, tanto literales como en un sentido metafórico o espiritual, constituyen la presa favorita del Adversario, aquellos en los que más puede distorsionar la imagen y el diseño de Dios, aquellos sobre los que más sufrimiento puede infligir, y por lo tanto, contaminar en mayor medida la Tierra para así tener cada vez más autoridad. A ellos se nos llama a socorrer, tanto en lo económico, pero también con nuestras oraciones y servicio. A veces una ayuda con trámites, hacer conocer una causa, capacitar en algo, brindar algún contacto, u otras acciones que no siempre implican dinero en efectivo pueden ser igualmente de valiosas, o más. Eliseo no tenía dinero para ayudar a la viuda y sus hijos huérfanos, pero tenía algo muchísimo más valioso: el poder de Dios, y el resultado fue asombroso. Jesús tampoco tenía una bolsa abultada de dinero, pero resucitó al hijo de la viuda y eso fue mucho más valioso que una fortuna en oro. Si se nos ha confiado el poder de Dios y Su Palabra, ya tenemos lo principal; puede ser que tengamos dinero para ayudar y está bien, o puede ser que apenas nos alcance, pero tenemos riquezas espirituales para compartir y no debemos menospreciarlas pensando que solo se trata de dinero.

PERO hay algo más: “mantenerse limpio de la maldad de este mundo”. En algunos grupos de cristianos el énfasis en las buenas obras, ¡que son buenas!, opaca el énfasis en la santidad. En otros grupos el énfasis en la santidad, ¡que es indispensable!, opaca la necesidad de obras. Y en otros en énfasis en la Palabra, ¡que nos muestra el camino!, desdibuja a los otros dos. No hace falta decir que necesitamos un equilibrio, y no hace falta decir que es tan fácil que nos resbalemos de él…

Las obras de justicia, siendo necesarias, no salvan a nadie. Y muchas “buenas obras” que se hacen en nombre de Cristo y que consisten en brindar ayuda material, siendo buenas, no cumplen los propósitos más perfectos de Dios y resultan en un alivio solo temporal. Necesitamos el equilibrio que nos da la Palabra.

Bueno, de acuerdo, ¿y que tiene que ver todo esto con el título? Pues que aunque Santiago habla de pobres y ricos, más bien parece estar dirigida a un sector económicamente “medio”, o por lo menos, no en pobreza extrema. Los hijos de Dios, a medida que pasa el tiempo, son bendecidos por el Señor y normalmente crecen en el plano económico, por lo menos a un nivel tolerable. Y cuando ya nos acostumbramos a estar ahí, nos olvidamos de que “en otra parte del mundo” y “en la casa de la esquina” hay viudas y huérfanos, gente desprotegida que necesita de nuestro auxilio. Y así llegamos incluso a construir estructuras teológicas sin tenerlos en cuenta.

Algo que tiene que ver con esto último es, por ejemplo, la escatología. Los que viven en una posición acomodada y relativamente tranquila, de lo cual ya queda poco por cierto, no ven claramente la cercanía de la venida de Cristo porque para ellos las cosas “no van tan mal”. Pero cuando vemos lo que pasa en el mundo, en la mayoría de los países y para la mayoría de las personas, el panorama cambia y desesperadamente nos unimos a su clamor: “¡ven Señor Jesús!”.

Entonces, preocuparnos por el que sufre, el que necesita, nos ayuda a tener también una perspectiva teológica clara, de una Biblia que fue escrita para todos, es cierto, pero que especialmente se preocupa por los necesitados y debe entenderse primariamente desde el punto de vista del afligido, del pobre, del perseguido.

Que el Señor nos ayude a entender y vivir la verdadera religión.


Danilo Sorti