viernes, 30 de junio de 2017

41. Un libro para el tiempo del fin

Cantares 1:4a DHH
4  ¡Llévame pronto contigo!
¡Llévame, oh rey, a tus habitaciones!


Sin dudas TODA LA BIBLIA es para TODOS LOS TIEMPOS. Pero hay momentos históricos en los que el Espíritu pone más énfasis en alguna parte de ella. Vendrá el tiempo, por ejemplo, en el que el Apocalipsis será como el diario de la mañana, por ahora todavía es “un poco” del futuro.

Sin embargo, el libro de Cantares es propiamente para este tiempo. La narrativa es sobre el cortejo entre los novios, muy próximos ya al casamiento; exactamente el tiempo que vive la iglesia hoy. Sabemos que la imagen del matrimonio es la ilustración de la relación entre el Señor y Su Iglesia, y en ese sentido puede ser interpretado el libro (aunque no es el único sentido posible).

No voy a extenderme aquí sobre el libro, simplemente animarte a que lo vuelvas a leer y le pidas al Espíritu que te revele esta verdad. ¡Este es el tiempo de la preparación de las bodas! ¡Es el tiempo del encuentro con el Amado! Debemos vivir en esa expectativa, y Cantares nos ayuda a avivar el fuego del amor y la muy próxima esperanza.

¡Espíritu, háblanos!


Danilo Sorti


jueves, 29 de junio de 2017

40. No temamos el trono del juicio

Hebreos 12:4-7 RVC
4  En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre;
5  y ya han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: «Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni te desanimes cuando te reprenda;
6  porque el Señor disciplina al que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.»
7  Si ustedes soportan la disciplina, Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no discipline?


El Trono del Juicio no es una imagen agradable para nadie, sin embargo, no tenemos que esperar hasta el final de nuestra vida para estar delante de él. Nada nos impide acercarnos cada día para ser juzgados y corregidos. Eso es en lo que Pablo estaba pensando cuando dijo:

1 Corintios 11:31-32 RVC
31  Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
32  pero si somos juzgados por el Señor, somos disciplinados por él, para que no seamos condenados con el mundo.

“Examinarnos a nosotros mismos” no es otra cosa que permitirle al Espíritu que lo haga y nos diga qué hay que corregir, lo que espiritualmente significa “acercarnos al Trono del Juicio”. Sino, llegará el momento en que el Señor lo haga por la fuerza, para que no nos perdamos.

Esto es también lo que dijo Isaías:

Isaías 30:21 RVC
21  Entonces oirán ustedes decir a sus espaldas estas palabras: «Éste es el camino; vayan por él. No se desvíen a la derecha ni a la izquierda.»

Y fue también la oración de David:

Salmos 19:12-14 DHH
12 ¿Quién se da cuenta de sus propios errores?
¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas!

13 Quítale el orgullo a tu siervo;
no permitas que el orgullo me domine.
Así seré un hombre sin tacha;
estaré libre de gran pecado.

14 Sean aceptables a tus ojos
mis palabras y mis pensamientos,
oh Señor, refugio y libertador mío.

Muy amados del Señor, vayamos, sin temor, al Trono del Juicio, para que Nuestro Abogado obtenga el perdón y la restauración de nuestros pecados.

Danilo Sorti


miércoles, 28 de junio de 2017

39. Preparados para un momento especial

Ester 4:14 RVC
14  Si ahora callas por completo, de alguna otra parte nos vendrá respiro y liberación a los judíos, pero tú y tu familia paterna morirán. ¿Quién sabe si has llegado al reino para un momento así?»


La historia de Ester es muy conocida; su trama es lo suficientemente atrapante como para ser fácil de recordar. También suele ser conocido este pasaje, pero, ¿qué significa realmente?

Más allá de lo que dice, que es muy fácil de entender, no hay que olvidar que tenemos una historia por detrás, una historia de toda una vida. No fue fácil; pertenecía a un pueblo despreciado, había heredado culturalmente el trauma del exilio, todavía fresco en la memoria histórica de los judíos; huérfana y luego llevada por la fuerza a un mundo completamente distinto, totalmente alejada de su familia, de su pueblo y de su cultura; destinada a ser “una más” del numeroso harén del rey. Digamos que no fue una preparación fácil, más bien, ¿podía acaso pensar que Dios la estaba colocando en una posición especial para el día de la crisis? Yo creo que no.

Ahora bien, estamos hablando de muchos años de proceso, durante el cual no había “construido” nada para ella misma: no tenía una familia, no tenía tierras ni posesiones, ninguna empresa. Pero Dios la estaba llevando por el camino en el que se encontraría, en el momento preciso, cara a cara con el enemigo, y tendría la suficiente autoridad espiritual, primero, y humana, segundo, para derrotarlo.

Si no hubiera pasado por todo el difícil proceso que pasó, y no hubiera vencido, no habría tenido la autoridad espiritual. Si no hubiera calificado humanamente y no se hubiera preparado para llegar a la posición que llegó, no habría tenido la autoridad terrenal para vencer.

Después de este episodio, la Biblia no vuelve a hablar sobre Ester. Es curioso, hay personajes de los cuales las Escrituras narran su historia por años; mientras que de otros solo tenemos una breve aparición. Pero en la línea histórica que conduce hasta la venida del Amado, ¡bendito sea Su nombre!, todos ellos son necesarios.

¿Cuál es tu preparación? ¿El Señor te llamó a un largo camino, quizás un largo estudio, hacer carrera en una empresa, esforzarte durante años para construir una empresa, permanecer en determinado lugar? Lo único que debe preocuparte es estar y seguir estando en el lugar que el Señor te haya puesto; probablemente el Espíritu no te haya revelado qué pasará más adelante o para qué estás ahí, pero en la historia eterna de la Salvación, si estás en el lugar correcto durante el tiempo correcto y con el corazón correcto, atento a la voz del Señor y a las oportunidades divinas, sin duda que algo trascendental ocurrirá.

¡Señor, danos la fe para permanecer en Tus propósitos!



Danilo Sorti


martes, 27 de junio de 2017

38. El lugar favorito del espíritu de religión

Lucas 20:46 RV1995
46  de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, aman las salutaciones en las plazas, las primeras sillas en las sinagogas y los primeros asientos en las cenas;

Siempre digo, medio en broma y medio en serio, que no me gusta sentarme en las primeras sillas de la congregación porque es el lugar favorito de los espíritus de religión.  ¡Espero que nadie se ofenda por esto! No estoy diciendo que todos los que se sientan en las primeras sillas son “fariseos”, pero sin duda que los que tienen el espíritu fariseo (más específicamente, el “espíritu de religión”, por contraposición a la fe viva en Cristo) van a hacer todo lo posible por sentarse en los primeros lugares. Y esto es tanto literal como metafórico.

El liderazgo es un don espiritual y un llamado; no hay ningún pecado en esforzarse por tener una posición de liderazgo, siempre y cuando haya un genuino llamado y sea hecho de la forma correcta y en los tiempos correctos. Pero entre aquellos que quieren cumplir con una comisión divina están los que quieren el puesto y el reconocimiento a toda costa.

Ya hablamos de esto en varias ocasiones; hoy quiero llamar la atención sobre las fuerzas espirituales que están moviéndose por detrás de estas personas, literalmente principados demoníacos de muy alto rango, ubicados en el lugar más estratégico de todos: la iglesia. Anulando la efectividad de la iglesia no hay problema con que sigan reuniéndose.

El espíritu de religión va a apagar todo nuevo mover de Dios, aferrándose a lo viejo y conocido. Los religiosos siempre se aferrarán a lo viejo, porque ya lo dominan, porque ya tienen fama de que lo “hacen bien”; mientras que lo nuevo es inexplorado y les puede hacer perder su posición de privilegio. ¡Cuidado hermanos! Todo nuevo mover del Espíritu, todo nuevo proyecto de avance para el Reino, toda nueva actividad siempre implica riesgo, y siempre puede “moverle el piso” al que hasta hoy era famoso y reconocido… ¡y esos podemos ser nosotros!

¿Estás dispuesto a pasar a un segundo lugar si Dios así lo dispone? ¿Estás dispuesto a “correrte a un costado” cuando Dios lo diga? ¿Estás dispuesto a aventurar hacia lo nuevo, aquello en lo que no vas a tener control, aquello que se va a multiplicar en muchos, que pueden crecer más allá de lo que vos nunca soñaste? ¿Estás dispuesto a dejar de lado todas tus seguridades y certezas, a revisar lo que creíste hasta ahora, a cambiar tu estilo de vida? Si tu respuesta a todo esto ha sido “sí”, entonces tenés una poderosa vacuna contra el espíritu de religión. Pero si en lo profundo de tu ser estás dudando, el espíritu de religión tiene un lugar favorito, sentado en tu silla de al lado… ¡aunque no sea en la primera fila!

¡Señor, ayúdanos!

Danilo Sorti


lunes, 26 de junio de 2017

37. Está tu bendición… hay que ir a buscarla!

Mateo 6:33 NTV
33  Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.

El tema de la bendición económica no se resume en unas pocas “fórmulas mágicas evangélicas”, de hecho, es uno de los temas del que más habla el Espíritu Santo en toda la Biblia. Por tanto, no debemos dejarnos engatusar por “poderosas” predicaciones que en 30 minutos pretenden darnos los cinco pasos para el éxito económico. Además, hay que tener en cuenta que la bendición económica, al menos en nuestra tierra, es el tema favorito que utilizan líderes exitistas o incluso inescrupulosos para amontonar gente y conseguir abundantes ofrendas.

Dicho esto, también debemos decir enfáticamente que Dios quiere bendecirnos y que ha dejado muchísimas indicaciones para que realmente prosperemos económicamente. Es necesario un equilibrio y ordenar adecuadamente las prioridades. No puedo en un artículo breve resumir toda la enseñanza al respecto, pero quiero dejar una de ellas (y recordemos que hay muchas más).

Este conocido pasaje de Mateo se ha usado muchas veces en un sentido “mágico”, como dije antes. Descontextualizado, parecería decir que, al hacer la voluntad del Padre, nos va a “llover la bendición” mientras nos sentamos en el patio a esperarla. Pero sabemos que “un texto fuera del contexto es un pretexto”, es decir, no se puede hacer una doctrina con un texto suelto.

Es cierto que si hacemos la voluntad divina hay bendición y provisión para nosotros (y tengamos en cuenta que no estoy hablando de muchas otras enseñanzas que pueden cambiar eso); pero ¿cómo conseguimos esa bendición?

El primer mandato dado al hombre fue el de cuidar el huerto, esto es, trabajar. El trabajo NUNCA fue una maldición, la maldición consistió en el trabajo duro e infructífero. Si perdemos de vista eso, no entenderemos que la bendición que el Señor promete en Mateo 6, que está lista y preparada para nosotros, vendrá a través de nuestro trabajo, es decir, al servir a Dios se nos prepara una bendición que deberemos “ir a buscar”; dicho de otra manera, el trabajo que normalmente está maldito ahora nos resultará bendito, próspero, fructífero. Por supuesto que Dios puede hacer milagros y darnos una provisión sin que tengamos que trabajar por ella, y a veces lo hace; pero, según entiendo, eso es más bien una excepción, algo para momentos críticos o especiales. El resto del tiempo, el “tiempo normal”, la provisión vendrá a través del trabajo.

Quizás se trate de algún trabajo nuevo, algo en lo que no pensaste hasta ahora, o algo que siempre estuvo “cerca” pero que nunca le diste importancia. Puede ser una nueva forma de hacer las cosas, una nueva actitud, un nuevo emprendimiento, personas que providencialmente nos abren puertas… En fin, muchas cosas, todas perfectamente “naturales” pero que en realidad están siendo guiadas por la Mano sobrenatural del Padre.

Si has estado sirviendo al Señor durante tiempo y no ves que haya una recompensa, si creés que el Señor “te está fallando”, revisá lo que estás haciendo y qué están viendo tus ojos; muy probablemente la bendición está muy cerca esperando que vayas a tomarla con un trabajo inteligente. ¡Señor, danos sabiduría y discernimiento!


Danilo Sorti


domingo, 25 de junio de 2017

36. La conexión con Satanás

2 Corintios 5:6 DHH
6  Por eso tenemos siempre confianza. Sabemos que mientras vivamos en este cuerpo estaremos como en el destierro, lejos del Señor.

1 Corintios 15:50 RVC
50  Pero una cosa les digo, hermanos: ni la carne ni la sangre pueden heredar el reino de Dios, y tampoco la corrupción puede heredar la incorrupción.

La realidad de nuestra naturaleza es tal que mientras estemos en este cuerpo inevitablemente tendremos una “conexión directa” con el reino de las tinieblas. Es inevitable, es imposible dejar de escuchar el susurro de los demonios. No debemos culparnos nosotros por esas voces, pero, por supuesto, ¡no debemos hacerles caso ni creer en lo que dicen!

Mientras estemos en este cuerpo, nos veremos expuestos a la tentación; esta es “la carne” de la que Pablo habla; no que el cuerpo sea malo en sí mismo, no es que debamos “dejarlo morir”, como muchos cristianos hacen por su descuido; ese es el pensamiento griego, que separaba cuerpo y alma. El cuerpo es una herramienta del espíritu humano para moverse en esta tierra, sin él no tiene nada que hacer aquí, y, hasta que no tengamos nuestro cuerpo glorificado, éste es el único que podemos usar!

Pero este cuerpo terrenal tiene un “canal” abierto al reino de las tinieblas, derecho legal entregado por el representante de la humanidad, aquél que debía tomar la decisión de obedecer a Dios antes que a la serpiente.

Lo cierto es que, aquí deberemos escuchar siempre la voz de la tentación, es un hecho; no pretendamos la fórmula mágica para librarnos de ella porque no existe. Delante de Dios, lo que merecerá recompensa eterna, será la fidelidad en haber rechazado esa voz, día tras día. Entonces, cuando debamos decir “¡no!” a ese susurro maligno, sepamos que esa decisión (cada una de esas decisiones, todos los días de nuestra vida) es una ofrenda de amor a Dios que sube como olor fragante. En realidad, la voz del Maligno es la oportunidad de agradar al corazón del Padre, al decidir seguirlo a Él en vez de al Engañador.

¡Que el Señor nos de la fuerza cada día!

Danilo Sorti


sábado, 24 de junio de 2017

35. El ungido del Señor… aunque no necesariamente el aprobado por el Señor

1 Samuel 24:6 RVC
6  y les dijo a sus hombres: «Que el Señor me libre de hacerle daño a mi señor. ¡Él es el ungido del Señor! ¡No puedo extender mi mano contra él!»

Este pasaje revela una verdad bíblica, difícil de aceptar más que de entender, desagradable, pero necesaria si hemos de vivir en toda justicia.

Saúl fue ungido por el Señor. Por supuesto que Dios sabía quién era realmente Saúl, pero le dio a Israel el tipo de rey que ellos querían, para que luego pudieran aceptar (aunque no sin dificultad) al tipo de rey que EL REY quería, es decir, David.

En medio de la injusta persecución que estaba padeciendo el futuro rey David, en dos oportunidades pudo acabar con su enemigo declarado, pero no lo hizo, y no por respeto al rey o por temor a represalias (al fin y al cabo, en la situación en que estaba ya se daba por perdido), sino por respeto a Dios. Por supuesto, no fue ningún tonto como para quedarse y que le corten la cabeza, se puso a salvo, pero no ejecutó él el juicio.

La situación es bastante parecida a lo que ocurre con algunos líderes de grandes (o pequeñas) iglesias hoy, claramente desviados de la voluntad divina y “persiguiendo” de alguna manera a los nuevos líderes que el Señor está levantando.

La respuesta es la misma: el Señor no nos llama a ser necios y “quedarnos para que nos corten la cabeza”, ¡ni mucho menos a “meter la cabeza” donde no debemos!, pero tampoco a desatar la “guerra santa” contra ellos. Proféticamente hay tiempos y hay personas especialmente llamadas a denunciarlos y exponerlos públicamente (precisamente, profetas ungidos), pero otros deberán permanecer “en silencio”, hasta que Dios actúe.

Claro, es por la unción de Dios, no por ningún mérito de tales líderes. ¡Qué triste es llegar a esa situación! ¡Qué triste es cuando un líder llega a compararse ostentosamente con Saúl diciendo que nadie puede tocarlo! Mucho más son dignos de lástima (y misericordia), porque Dios no va a consentir que Su nombre sea deshonrado de tal manera. En lo que respecta a nosotros, más lograremos bendiciendo que maldiciendo y criticando.

Danilo Sorti


viernes, 23 de junio de 2017

34. Queda poco tiempo

1 Corintios 7: 29a, 31b RVC
29  Pero quiero decirles, hermanos, que el tiempo se acorta; … porque el mundo que conocemos está por desaparecer.

1 Corintios 7: 29a, 31b DHH
29  Hermanos, lo que quiero decir es esto: Nos queda poco tiempo. … porque este mundo que vemos ha de terminar.

1 Corintios 7:29a, 31b TLA
29  Lo que quiero decirles es que ya no hay tiempo que perder. … Porque este mundo que conocemos pronto dejará de existir.

La relativa paz y tolerancia de que disfrutaban los cristianos en esos años estaba por terminar; hacia el fin del primer siglo la cosas cambiarían drásticamente y se desataría una gran persecución, solo superada por la persecución que están enfrentando los cristianos desde mediados del siglo XX.

Pero también el mundo de Pablo estaba en crisis, y unos pocos siglos después de escribir esto el orden y la relativa paz del imperio desaparecieron sumiendo a todo el mundo conocido por ellos (Europa del Mediterráneo) en una caótica Edad Media que duró un milenio.

Proféticamente, sin embargo, Pablo estaba mirando, por el Espíritu, hacia un tiempo más adelante, donde esta palabra dada a la Iglesia alcanzaría su pleno cumplimiento, precisamente en el tiempo de la Iglesia, poco antes del fin de esta edad presente.

Éstos son los tiempos a los que alude esta profecía, que no fue leída como tal durante estos siglos, pero que hoy se nos muestra con toda su claridad. Estos son los tiempos del fin, estos son los tiempos en los que está muy próximo a terminar el mundo tal como lo conocemos.

Y en estos tiempos es crucial que estemos cien por ciento enfocados en completar nuestra obra. En los versículos que no copié al principio, Pablo exhorta a sus lectores a no comprometerse con las actividades y los intereses de este mundo, no precisamente con cuestiones pecaminosas, sino con cuestiones buenas y legítimas en sí mismas.

Es decir, todas esas cuestiones, que son válidas, hoy no deberían ocupar mucho de nuestro tiempo; somos urgentemente llamados a consagrarnos a completar la obra. ¡Cuidado!, no quiero decir que cometamos el mismo error que las generaciones de evangélicos pasadas, que perdieron a sus familias y su propia salud por “la obra”, quiero decir que no debemos distraernos más de la cuenta con ello, y, por sobre todo, no aferrarnos a nada de eso; porque hoy todo es muy cambiante y, finalmente, Dios es el dueño de todo eso y es Él quien decide qué hacer y cómo.

No perdamos el tiempo, no utilicemos el tiempo (al menos no mucho) de nuestras reuniones de iglesia para eventos familiares o conmemoraciones personales  u otras distracciones “evangélicas”, que no son malas en sí mismas, pero que deben ser dejadas de lado en función de una urgencia mayor. No utilicemos nuestro tiempo libre para recorrer las novelas, películas o partidos de fútbol que ofrece la televisión satelital. No dediquemos más tiempo del necesario al trabajo. ¡Que el Espíritu nos de la sabiduría para administrar el poco tiempo que queda para la obra del Señor!


Danilo Sorti


jueves, 22 de junio de 2017

33. Espíritu de paternidad

Juan 20:17 DHH
17  Jesús le dijo:
—No me retengas, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes.

Uno de los grandes problemas que tuvo Jesús con los religiosos de su época fue llamar insistentemente “Padre” a Dios. Eso tenía un significado muy profundo y ellos lo entendían bien. ¡No podían tolerar tanta familiaridad con el Creador!

A lo largo de los siglos, una de las revelaciones que muy rápidamente se oscurecen es la de la paternidad de Dios, y es claro, cuando desdibujamos la paternidad, desdibujamos la identidad, y sin identidad, las personas son fácilmente manipulables. En cambio, una correcta identidad hace a las personas firmes como una roca, inconmovibles.

Unos días atrás hablamos sobre la homosexualidad; precisamente la falta de una adecuada paternidad es uno de los principales factores predisponentes. Más abajo hay un archivo que reúne algunos artículos que profundizan sobre el tema.

De todas formas no nos olvidemos de lo que leímos en I Corintios 6:9,10; la homosexualidad es, finalmente, una de las manifestaciones de la raíz de pecado; pero sirve como señal clara de un largo y profundísimo proceso de deterioro social que ha estado acelerándose durante décadas. Y este deterioro tiene claramente que ver con la falta de paternidad.

Se ha hablado bastante en el ámbito cristiano sobre la falta de paternidad en Argentina, aunque no creo que se haya finalmente establecido un principio claro de restauración. Me parece que es hora de que empecemos a trabajar en ello.

Ninguno de nosotros puede decir que ha tenido una imagen paterna perfecta, algunos ni siquiera alguna imagen. Pero todo eso tiene solución en Cristo; de nuestra parte, debemos dejar que la restauración de la paternidad fluya en nosotros por el Espíritu y de nosotros hacia la sociedad.

Es necesario orar para que el espíritu sodomita que se ha soltado fuertemente sobre el país (pero que viene del resto del mundo) principalmente durante el gobierno anterior sea quitado de la nación. No puedo decir que eso ocurrirá totalmente porque está escrito que la maldad en los últimos tiempos llegará a su manifestación plena, pero creo que será grandemente revertido en buena parte de la sociedad.

¡A Dios se a la gloria!

Danilo Sorti


miércoles, 21 de junio de 2017

32. Ni aun así se arrepintieron

Apocalipsis 16:9 RVC
9  Y hombres y mujeres se quemaron con ese gran calor, pero en vez de arrepentirse y dar gloria al nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, blasfemaron contra él.

Apocalipsis 16:11 RVC
11  y por causa de sus dolores y sus úlceras blasfemaron contra el Dios del cielo, pero no se arrepintieron de sus obras.

Apocalipsis 9:20-21 RVC
20  El resto de la gente, los que no murieron por estas plagas, ni aun así se arrepintieron de su maldad, ni dejaron de adorar a los demonios ni a las imágenes de oro, plata, bronce, piedra y madera, las cuales no pueden ver ni oír ni caminar.
21  Tampoco se arrepintieron de sus asesinatos ni de sus hechicerías, ni de su inmoralidad sexual ni de sus robos.

En medio de los juicios que próximamente vendrán sobre la Tierra, tres veces el Espíritu dice que no se arrepintieron. De paso, nos brinda una muestra del carácter de estos hombres por medio de sus obras, no muy diferentes a las de hoy día, un poco peores no más.

Quiero traer esta verdad a nuestro presente, como un cumplimiento parcial de esta profecía: muy amados por el Señor, una vez que hayamos predicado, orado, ministrado milagros de sanidad y provisión, que hayamos demostrado el amor con nuestros hechos e incluso esfuerzo sacrificial, una vez que Cristo haya sido claramente expuesto y entendido, sepamos que no todos creerán.

Quizás no podamos determinar nosotros “cuándo es suficiente” predicación u oración, pero por cierto que hay un límite. El éxito del servicio ministerial no dependerá tanto de “cuántos” sino que haber cumplido fielmente con lo que el Señor nos encargó. Preocupémonos por eso.

Danilo Sorti


martes, 20 de junio de 2017

31. Homosexualidad

1 Corintios 6:9-10 DHH
9-10 ¿No saben ustedes que los que cometen injusticias no tendrán parte en el reino de Dios? No se dejen engañar, pues en el reino de Dios no tendrán parte los que se entregan a la prostitución, ni los idólatras, ni los que cometen adulterio, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los que roban, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los ladrones.

Está claro que es un tema sensible hoy día; el lobby homosexual está avanzando en los estamentos de poder a través de las leyes… porque antes avanzó en la vida privada de muchos de esos mismos que hoy están en el poder.

Por un lado, es importante que el Pueblo de Dios detenga esto en oración y guerra espiritual, no a través de marchas y manifestaciones, o de acciones “políticas”. Por otro lado, es importante entender algunas cosas.

Primero, es una manifestación más de pecado; tengamos en cuenta que Pablo lo está poniendo a la par de muchos otros. Segundo, tiene que ver con profundas heridas en la identidad de los que están influidos por él; normalmente abuso físico, pero también abuso emocional o verbal. Eso explica la agresividad de muchos de ellos (mejor dicho, de los que son más mediáticos, no sé si “muchos”): el la agresividad de la víctima que ha sido herida.

Espiritualmente es un pecado grave porque desdibuja la imagen del Esposo y la Esposa, que en las páginas bíblicas constituyen la figura por excelencia para entender la relación entre Dios y Su Pueblo. Además, no existe ningún “gen” al respecto, no es ningún modelo natural o biológico, por lo que va en contra del diseño de Dios Padre en la creación. Pero más que nada, tenemos aquí a gente presa de profundas heridas que no puede salir.

Oremos para que el Señor levante y proteja a los ministerios encargados de ayudarles, ¡también aquí hace falta “sensibilidad misionera”! Oremos para que Dios Padre se manifieste como Padre a los que están bajo ese problema; precisamente es la falla en la figura paternal lo que más predispone al niño a la homosexualidad.

Y de paso, ¿cómo andamos nosotros con la revelación de la paternidad de Dios? Amados por el Señor, ninguno de nosotros ha tenido una imagen perfecta de paternidad, y TODOS necesitamos ser restaurados en esa área. Argentina misma tiene un enorme déficit de paternidad, histórico; debemos volver a traer el verdadero espíritu de la Paternidad Celestial a nuestra tierra.

Danilo Sorti


30. Los ricos y el Reino de Dios

Mateo 19:22-24 RVC
22  Cuando el joven oyó estas palabras, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
23  Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «De cierto les digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
24  Una vez más les digo, que es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja, a que un rico entre en el reino de Dios.»

Quizás no haya mucho que agregar a este pasaje porque es bastante conocido; algunos han intentado torcer hábilmente su significado diciendo que el “ojo de una aguja” era en realidad una puerta estrecha por la que los camellos tenían que agacharse para entrar, pero en realidad, si tenemos en cuenta la forma de hablar de Jesús tal elipsis no cuadraría muy bien.

Además, la misma experiencia cristiana ha confirmado (lamentablemente) más de una vez esto que dice: difícilmente los ricos entren en el Reino de Dios, porque tienen puesta su esperanza en las riquezas, que poseen en abundancia (por la gracia y los propósitos divinos, nada más) y que les permiten solucionar todos sus problemas… en la tierra, claro.

Pero este pasaje tiene otra “vuelta de tuerca” si lo ponemos en un contexto más amplio: muchos de los que vivimos hoy en este país, podemos considerarnos “ricos” a comparación de muchísima gente en el mundo, y de la gente de la época de Jesús también. A pesar de que nos siga costando llegar a fin de mes, tenemos muchas más posesiones y comodidades que buena parte del mundo. En cierto sentido, nosotros también “somos ricos”.

Por eso es que Dios ha permitido durante tantas décadas que la crisis azote regularmente a nuestro país, si no hubiera sido así, muy pocos hubieran aceptado el Evangelio. Muy amados del Señor, seamos sinceros, muchos han venido al Señor gracias a una crisis (en todo o en parte) económica, y los que no, han tenido muchas veces que pasar por crisis económicas para acercarse más profundamente al Señor y a su poder.

Son pocos los profesionales o empresarios exitosos, aún siendo cristianos, que tengan una vida espiritual profunda; y de hecho es muy meritorio que así sea.

Job 42:5 DHH
5  Hasta ahora, solo de oídas te conocía,
pero ahora te veo con mis propios ojos.

Job, siendo un hombre santo y justo del cual nada menos que Dios mismo pudo dar testimonio delante del Adversario, tuvo que pasar por una profunda crisis económica y vivencial para tener un encuentro más profundo con el Señor.

Por cierto que no podemos decirle nosotros a Dios cuál es la mejor forma en que vamos a crecer espiritualmente, y si Él dispone crisis y dificultades, sabe por qué lo hace; pero algo sí podemos y debemos hacer: aprovechar nuestras pasajeras riquezas y comodidades en servirle y disponer tiempo en buscarle, dejando de lado las distracciones que pueden ser muy válidas (bien usadas) pero que nos restan tiempo para Él. La iglesia del fin de los tiempos no necesita que el Señor la zarandee para despertarse, ya está despierta y velando continuamente.

¡Señor, ayúdanos a usar el tiempo y los recursos que nos diste para Tu Gloria!

Danilo Sorti



29. Adecuación misionera

1 Corintios 9:19-23 DHH
19  Aunque no soy esclavo de nadie, me he hecho esclavo de todos, a fin de ganar para Cristo el mayor número posible de personas.
20  Cuando he estado entre los judíos me he vuelto como un judío, para ganarlos a ellos; es decir, que para ganar a los que viven bajo la ley de Moisés, yo mismo me he puesto bajo esa ley, aunque en realidad no estoy sujeto a ella.
21  Por otra parte, para ganar a los que no viven bajo la ley de Moisés, me he vuelto como uno de ellos, aunque realmente estoy sujeto a la ley de Dios, ya que estoy bajo la ley de Cristo.
22  Cuando he estado con los que son débiles en la fe, me he vuelto débil como uno de ellos, para ganarlos también. Es decir, me he hecho igual a todos, para de alguna manera poder salvar a algunos.
23  Todo lo hago por el evangelio, para tener parte en el mismo.

En un artículo anterior hablamos sobre las diversas y profundas escisiones de la sociedad actual, que no van a ser subsanadas hasta que no venga Cristo, y que afectan también a la iglesia. Por lo pronto, digamos que gente que vive distintas realidades difícilmente pueda sentirse cómoda en la misma congregación, o pueda ser adecuadamente ministrada, o pueda tener un lugar acorde al que llevar a sus amigos inconversos.

Aunque Cristo nos une en un mismo Cuerpo y rompe las barreras de separación, esto no ocurre, obviamente, con los inconversos, y apenas está empezando a pasar con los nuevos creyentes… y a veces tampoco pasa en la práctica con los más viejos!

Una sociedad dividida requiere la capacidad de poder cruzar barreras culturales, sociales, económicas, históricas a fin de llevar un mensaje relevante del Evangelio a otro grupo. Esta realidad es algo cotidiano en la obra misionera transcultural, pero ha permanecido profundamente ignorada en nuestro ámbito local, porque generalmente hemos pensado que “nuestra” iglesia o que “cualquier” iglesia es lo suficientemente buena y entendible para cualquier persona de nuestra sociedad, ¡pero eso no es así!

Cruzar barreras, tal como lo describe Pablo en el pasaje de más arriba, requiere una plasticidad personal poco común, de hecho existe un don espiritual específico: el don espiritual de misionero, que permite expresar el Evangelio en otra cultura de una manera relevante, siendo aceptado como uno de ellos por esa gente. Existe otro don parecido en su función relacionado con lo económico: el don de la pobreza voluntaria, que permite acercarse a los más pobres de los pobres en una sociedad dada. Y aún hay otro don que tradicionalmente no se lo consideró en este sentido: el don del celibato; que, teniendo en cuenta la creciente cantidad de personas solas que no pueden formar familia o que han fracasado en el intento, permite acercarse a ellos hablándoles de igual a igual. Y podríamos hablar mucho más de esto pero valga como ejemplo de dones espirituales específicos.

En un mundo crecientemente dividido, con realidades de vida a veces muy diferentes entre personas que viven una al lado de la otra en la misma manzana, un enfoque “transcultural” y el fortalecimiento del don misionero (y los otros relacionados) se vuelve fundamental para extender el Reino de Dios a todas las personas. La iglesia no puede mantener la ingenua perspectiva de que “somos aceptables y entendibles por todos”, ni tampoco resignarse a determinados grupos de personas simplemente se pierdan; en parte será necesario hacer esfuerzos para llegar a los que son diferentes, y en parte apoyar y sostener a los hermanos con los dones que permiten cruzar las barreras, que antiguamente eran el océano, las selvas, los desiertos o las cordilleras; pero que hoy principalmente culturales y vivenciales.

¡Señor, levanta a los misioneros y levanta a una iglesia comprometida en enviarlos y apoyarlos!

Danilo Sorti


28. Las dos semillas en su fruto pleno

Mateo 13:24-30 RVC
24  Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
25 pero, mientras dormían los trabajadores, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26  Cuando el trigo brotó y dio fruto, apareció también la cizaña.
27  Entonces, los siervos fueron a preguntarle al dueño del terreno: “Señor, ¿acaso no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde salió la cizaña?”
28  El dueño les dijo: “Esto lo ha hecho un enemigo.” Los siervos le preguntaron: “¿Quieres que vayamos y la arranquemos?”
29  Y él les respondió: “No, porque al arrancar la cizaña podrían también arrancar el trigo.
30  Dejen que crezcan lo uno y lo otro hasta la cosecha. Cuando llegue el momento de cosechar, yo les diré a los segadores que recojan primero la cizaña y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.”»

Entender la realidad de los últimos tiempos resulta imprescindible para sobrevivir espiritualmente en ellos y llegar a vencer. Uno de los problemas del cristianismo ha sido, durante siglos, quedarse aferrado a la forma de revelación que el Espíritu trajo en algún momento y que fue muy exitosa en ese tiempo, pero no captar lo nuevo que está ocurriendo en el presente. Eso tiene que ver claramente con la acción del espíritu de religión, pero no hablaremos sobre él en este momento.

Lo cierto es que, al acelerarse los tiempos, este cambio requerido también se acelera. Parte del cambio consiste en entender qué está ocurriendo en el mundo hoy. Esto suele resultar difícil para muchos cristianos porque no son especialistas en sociología, economía o historia; y tampoco tienen el tiempo suficiente como para leer lo necesario. Pero el Señor ya nos dejó las principales pistas en Su Palabra.

Una de las características de los últimos tiempos es lo que claramente expresa esta parábola. No me estoy refiriendo al tiempo de la cosecha, que en realidad no nos interesa demasiado porque ya sabemos que si estamos en Cristo nos iremos con él; me estoy refiriendo a este tiempo previo, que es cuando debemos concluir la obra de la Iglesia y preparar a la Novia para que reciba a su Prometido.

Pues bien, el trigo y la cizaña representan dos especies muy parecidas cuando vegetan, pero con una espiga y un fruto distinto, propiamente no tan distinto por la forma y tamaño, sino por el contenido. La cizaña, en Israel, solía estar infectada por un hongo endófito que la hacía tóxica, por lo que “separar el trigo de la cizaña” resultaba fundamentalísimo para cualquier campesino.

El tiempo de la fructificación, que es inmediatamente antes de la cosecha, indica el tiempo en que ambas plantas llegan a su fruto pleno, maduro, completo. Ya sabemos que en el lenguaje bíblico “fruto” está significando la manifestación completa y acabada de algo; sus obras perfeccionadas de acuerdo a su naturaleza.

Esto quiere decir que el engaño será el engaño más sutil y pernicioso que haya existido, la maldad será la peor manifestada hasta entonces, todos los frutos de la carne llegarán a su plena expresión… así como todos los frutos del Espíritu y la santidad en los hijos de Dios. La cosecha no ocurrirá hasta que esto acontezca.

Cuando estaban verdes, ambas plantas difícilmente se distinguían; así, tiempo atrás uno podía decir que la sociedad era relativamente aceptable. A medida que pasa el tiempo las diferencias se van acentuando, la famosa “grieta” (que de hecho comenzó con Caín y Abel) se profundiza cada vez más, y no sólo en un país, sino también en el mundo. Las posturas y pensamientos se alejan cada vez más y se hacen más radicales… para lo bueno y para lo malo.

En esencia, tenemos una sociedad cada vez más fragmentada, separada por muros cada vez más altos, con grupos más cerrados y alejados del resto aunque vivan en la misma manzana… lo vemos en las noticias, ¿no?

Más allá del crecimiento de la maldad, este tipo de sociedad plantea desafíos a la hora de llevar el Evangelio y establecer el Reino de Dios. En esencia: todos deben escuchar, pero ese “todos” está conformado por grupos cada vez más diferentes (para lo bueno y para lo malo), ¿cómo llevaremos el Evangelio a cada uno? ¿Cómo será el formato de iglesia en cada caso? Creo que esta es una de las principales cuestiones estratégicas en este momento.

¡Espíritu Santo, ayúdanos a entender la sociedad actual para ser efectivos en llevar la Iglesia a todo lugar!

Danilo Sorti


27. La tierra se abrirá

Apocalipsis 12:13-16 RVC
13  Cuando el dragón se dio cuenta de que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.
14  Pero a la mujer se le dieron las dos alas de la gran águila para que volara a su lugar en el desierto, donde es alimentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo, para estar a salvo de la serpiente.
15  Entonces la serpiente arrojó mucha agua por la boca, para que la mujer fuera arrastrada como por un río.
16  Pero la tierra vino en su ayuda, pues abrió su boca y se tragó el río que el dragón había arrojado por su boca.


Nuevamente tenemos aquí un texto que se refiere a un tiempo futuro, pero que tiene una aplicación parcial en el presente. Lo que Dios hará en el futuro no es, en esencia, distinto a su modo de actuar en el presente. Mejor dicho, casi diría que ni necesita Dios hacerlo, la misma creación de Dios lo hace por él, porque en la segunda parte de esta confrontación es la misma Tierra la que se encarga de proteger al Pueblo de Dios.

Aunque no ha llegado el tiempo del cumplimiento pleno de esta profecía, veremos hoy que Dios tiene y tendrá cuidado milagroso de Su Pueblo y de Su Obra, y no importa cuán devastadora parezca la obra de Satanás, cuán absoluta y sin salida; Dios tiene un recurso para eso; la misma creación toma partido a favor de Sus Hijos.

Si ves venir el río hacia vos, tenés que saber que hay una grieta abriéndose un poco por delante de ti para tragarlo. Y estoy pensando en los ríos de inmundicia y pecado que Satanás está lanzando contra todo el mundo, y que pretenden penetrar en la Iglesia del Señor. Aferrate a esta promesa y reclamala: no entrarán en el pueblo santo, no importa cuán impetuoso sea su caudal, no importa cuán avasallante parezca; ¡no entrarán!

Teniendo esta promesa, no le abramos las puertas nosotros mismos…

Danilo Sorti


26. El más pequeño de ellos

Zacarías 12:8 DHH
8  Yo, el Señor, protegeré a los que viven en Jerusalén. Los más débiles de ellos serán tan fuertes como el rey David, y los descendientes de David serán como Dios, como el ángel del Señor, que va al frente de ellos.

En rigor, esta profecía corresponde a un tiempo que todavía no vino; corresponde a los tiempos de angustia de Jacob, después del Rapto. Pero, según entiendo, hay también un cumplimiento parcial en estos tiempos.

Esta profecía se refiere literalmente a una confrontación bélica; hoy la iglesia no se encuentra en tal confrontación, pero sí hay una espiritual, que está incrementando su intensidad hasta la venida de Cristo. La Jerusalén espiritual es hoy la Iglesia, que pronto será quitada de este mundo, pero hasta que eso ocurra, las “naciones” están combatiendo fuertemente contra ella.

Yo creo que hay una promesa disponible para nosotros en este pasaje, precisamente para el fin de los tiempos: en medio de esta guerra espiritual que se está incrementando de manera asombrosa, Dios tiene preparado un poder de victoria espiritual más asombroso aún. Muy amados por Dios: yo no digo que necesariamente “venceremos” en lo material, o que necesariamente conquistaremos dinero o naciones; puede ser, pero lo que aquí nos está diciendo hoy es que venceremos en lo espiritual, en una intensidad de lucha como no ha habido en otros tiempos.

Esta será la iglesia victoriosa que será arrebatada, no una iglesia débil y pobrecita que si el Señor no se lleva, Satanás se la come de un bocado, ¡de hecho, tal iglesia se quedará… en el estómago del Adversario! Sino una iglesia que habrá vencido de tal manera que merecerá justamente estar con Su Señor. ¡Allí quiero estar! ¡Allí vamos a estar!

Pero antes de eso, debe ser fortalecida de tal manera por el Espíritu que los Guerreros de la última hora hagan temblar las huestes espirituales cuando avancen. Ese poder se obtiene a través de las luchas, esa autoridad viene por medio del fuego, y se manifestará en los últimos tiempos; serán los guerreros de la última gran cosecha, tal como fue profetizada; serán los guerreros que limpiarán y perfeccionarán a la Novia del Cordero, pero sin abusar de ella como tantos líderes lo han hecho en el pasado y lo siguen haciendo en el presente, ¡preferirán morir  antes que poner siquiera un solo dedo sobre la Esposa del Cordero! ¡Aleluya, porque esos líderes están próximos a aparecer!

Amados, estas tremendas batallas espirituales y estos guerreros difícilmente sean vistos con los ojos naturales, pero les aseguro que podremos reconocerlos muy claramente con los lentes del Espíritu.

Danilo Sorti


25. El espíritu de búsqueda de faltas

Gálatas 5:22 DHH
22 En cambio, lo que el Espíritu produce es … amabilidad …

Hace unos días hablábamos de la necesidad de ayudarnos unos a otros a crecer en santidad, de corregirnos unos a otros… Y aquí hay una línea delgada, que se cruza fácilmente cuando el espíritu de búsqueda de faltas nos susurra al oído… ¡y le hacemos caso, claro!

¿Cuál es el accionar de dicho espíritu maligno? Estar atento a los errores del otro para que la persona influenciada se los haga saber, uno tras otro. Al mismo tiempo ciega los ojos a las virtudes de dicha persona, o las minimiza o las pone en duda.

Aquellos que tienen un don profético muy fácilmente pueden caer en dicho error. Aquellos que han sido lastimados por ese espíritu también. Incluso hay profesiones que nos dejan más expuesto, por ejemplo (espero que no se enojen conmigo) los docente, porque tienen que formar a sus alumnos y es bastante lógico que estén buscando “el error” para corregir, especialmente (¡y sigo esperando que no se enojen conmigo!) las docentes de primaria que tienen que formar actitudes en los niños. Por favor, no estoy diciendo que “todos los docentes” son así, nada de eso, simplemente que hay determinadas situaciones que nos exponen más a una tentación o a otra. Aclaro que yo también soy docente…

La contracara, por lo menos en parte, es el fruto de la amabilidad, que es el “aceite” que suaviza todas nuestras relaciones. ¿Qué pasaría en un motor si no hubiera aceite? Los engranajes se trabarían, se generaría mucho calor, termina por romperse… igualito a lo que pasa muchas veces entre nosotros. Por supuesto, la amabilidad no es demasiado distinta del amor, simplemente es una de sus manifestaciones en el trato unos con otros.

Algunos temperamentos son menos amables por naturaleza, ¡como el mío! Así que algunos de nosotros necesitamos una doble porción del Espíritu de amabilidad para manifestarlo.

El espíritu de búsqueda de faltas se puede soltar fácilmente a través de predicaciones y enseñanzas, cuando se hace más énfasis en “los que están equivocados”, es decir, en las personas más que en los errores, una y otra vez.

Pero, no olvidemos que, más allá de la lucha personal, sigue siendo un espíritu que debemos combatir.

Danilo Sorti


24. Bendición y reposo

Salmos 23:5-6 RVC
5  Me preparas un banquete a la vista de mis adversarios; derramas perfume sobre mi cabeza y me colmas de bendiciones.
6  Sé que tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida, y que en tu casa, oh Señor, viviré por largos días.

Muchos de los comentarios que escribo están claramente ubicados en el contexto de la guerra que enfrenta el Reino de Dios en los últimos días. Los niños y jóvenes del Oriente Medio son una señal para nosotros: desde que nacieron sólo conocieron la guerra. No será distinto en el ámbito espiritual; mejor dicho, dado que eso es lo que está ocurriendo en el ámbito espiritual, es que se manifiesta en lo natural.

Lo cierto es que sería muy peligroso para el cristiano desconocer que está en medio de la guerra espiritual más feroz de todos los tiempos, y que esto no va a terminar hasta que Cristo venga. Pero igual de peligroso es desconocer al Dios de bondad y misericordia, que nos sigue amando y protegiendo con amor tierno, el que nos llena de bendiciones, el que nos alegra, el que nunca se aparta de nosotros.

Ahí está David, siempre en medio de guerras, rodeado de enemigos, aún dentro de su propia familia, ¡incluso Dios mismo vigilaba sus pasos con mucha atención y no le permitía desviarse! Decididamente, NO HABÍA LUGAR donde “escapar”. Pero allí encontró el reposo en Dios; no fuera de la guerra, no de vacaciones en una isla del Caribe, ¡en medio de los problemas!

Hermanos, allí está Dios, allí está Su bendición, Su protección, Su cuidado, Su presencia, Su voz, Su manifestación, Su provisión milagrosa, Su guía, Su victoria, Su amor que nos envuelve, Su misericordia y cariño que sana cualquier herida, Su mano tangible, Su presencia visible, Sus palabras audibles.

Vayamos cada día al refugio seguro, al lugar donde nuestro espíritu es fortalecido y reanimado, donde está la provisión milagrosa; nuestro reposo, nuestro descanso más perfecto que cualquier vacación soñada, un anticipo del cielo en la tierra.

Danilo Sorti


23. Los infiltrados

Hechos 20:28-30 DHH
28  Por lo tanto, estén atentos y cuiden de toda la congregación, en la cual el Espíritu Santo los ha puesto como pastores para que cuiden de la iglesia de Dios, que él compró con su propia sangre.
29  Sé que cuando yo me vaya vendrán otros que, como lobos feroces, querrán acabar con la iglesia.
30  Aun entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán mentiras para que los creyentes los sigan.

No es secreto que en la iglesia aparecen obreros fraudulentos. Es obvio por qué razón no suele predicarse en las iglesias, y también hay una línea delicada entre predicar la verdad y caer en la crítica sangrienta hacia tal o cual pastor (que me confrontó en algo…). Pero toda la Palabra de Dios en realidad transita por una línea muy delgada, y solo manteniéndonos bajo la guía del Espíritu podemos no desviarnos.

Como hablar sobre el tema no es agradable, nos confronta y a veces exige que confrontemos a otros o que nos apartemos de relaciones y organizaciones, naturalmente preferimos obviarlo y ocuparnos de temas “más espirituales”.

Las doctrinas vividas dentro del cristianismo (distintas a las doctrinas “oficialmente proclamadas”) han cubierto el tema con velo tras velo de error y temor: error al juzgar, temor al juicio divino que caerá sobre el que ose hablar contra el “ungido del Señor”. Esta es una “superestructura doctrinaria” sostenida a veces conscientemente y otras tantas “inconscientemente” que, como un manto, cubre a las iglesias, y es perfectamente funcional a los obreros fraudulentos que aprovechan sus dones genuinos (a veces) o falsificados (otras tantas) para manipular. Además, los cristianos suelen ser entrenados para ser crédulos, que es algo muy distinto a una fe profunda en el Dios Vivo.

Entonces, debemos estar siempre alertas, porque hay dos fuentes, tal como dice Pablo: algunos que vienen de afuera y otros que, estando adentro, se desvían. Siempre me da un poco de temor leer esto, porque nosotros “estamos adentro” y por lo tanto, no exentos de desviarnos. Por eso Pablo les exhorta: “Estén atentos y cuiden de toda la congregación”; otra traducción dice: “Ustedes deben cuidarse a sí mismos, y cuidar a los miembros de la iglesia de Dios”.

Hermanos, estar alertas sobre la desviación, detectar a los infiltrados o al error naciente entre nosotros, no es una labor agradable, pero no se supone que tenga que ser un trabajo para “policías”, aunque lo parezca; es una labor de amor. Amor hacia el que está desviándose: quizás pueda ser corregido, y si no, si debe ser disciplinado o eventualmente echado de la comunidad, esa acción (en amor) es en sí misma un llamado de advertencia. Para los hipócritas que se meten dentro de la iglesia, detectarlos, exponerlos y expulsarlos es también una labor de amor, por más desagradable y a veces dificultosa que sea; aunque están totalmente endurecidos, quién sabe si la confrontación, en algún momento, los puede hacer cambiar (por supuesto que no deben ser restaurados a la comunión hasta que el Espíritu de claro testimonio de su sincero arrepentimiento).

Pero más que nada es una labor de amor hacia los hermanos que pueden ser seriamente afectados por estos falsarios, y hacia todos aquellos que aún no están adentro pero que lo estarán por el testimonio de una iglesia sana … o que no lo estarán por el anti testimonio de una iglesia enferma.

El tiempo que resta es muy breve, no podemos ya más darnos el lujo de ser más misericordiosos que Dios con el error ni mucho menos con los que entran encubiertamente. Que el Espíritu nos dé el valor y la sabiduría para hacerlo.

Danilo Sorti


22. El espíritu de chisme y cómo combatirlo

Salmos 12:2-4 DHH
2  Unos a otros se mienten;
hablan con hipocresía y doble sentido.
3  Arranca, Señor, de raíz
a los hipócritas y fanfarrones,
4  a los que dicen:
tener boca nos basta;
nuestra lengua nos defiende.
¿Quién se atreve a darnos órdenes?

El Espíritu de Chisme o de Lengua Mordaz siempre ha sido muy común en nuestra tierra, pero se ha soltado de una manera descontrolada bajo el manto que cubrió a la nación en la última década. Su manifestación brota, como hongos luego de una lluvia, por cualquier lado. Por supuesto, es una de las armas favoritas del Adversario, porque la gente normalmente está muy dispuesta a usarla (para mal, claro), no la reconoce como tal y además tiene muy poco costo en términos de recursos y tiempo para los ejércitos enemigos. A veces basta con que un demonito, no muy grande, siembre una idea en alguna hermanita que pasa sus tardes viendo telenovelas… y también en algún hermanito bocasuelta, ¡en este caso los demonios no van a ser machistas!

El problema es que no combatimos al espíritu de chisme repitiendo hasta el cansancio: “¡Hermanos, no chismeéis!” Porque en apariencia no se diferencia mucho de una conversación normal o incluso de una advertencia del Espíritu que podamos transmitir sobre tal o cual hermano. Tampoco se soluciona con la frase favorita de muchos pastores: “¡Usted ore solamente, no lo repita!”; la cual no deja de tener mucho de cierto pero que en el fondo sirve para encubrir muchas chanchadas. No debemos repetir cualquier cosa a cualquier hermano, es verdad, y debemos orar si el Señor nos manda, no siempre, por razones que no voy a comentar ahora.

En principio, claro está, se requiere discernimiento espiritual. A medida que pasa el tiempo tenemos que olvidarnos de pensar que con algún buen método de razonamiento humano vamos a poder descubrir cada engaño porque estos se vuelven cada vez más sofisticados. Nada reemplazará escuchar la voz del Espíritu a cada momento.

Luego, hay que entender que opera un espíritu de Informe Malo, tal como en el caso de los diez espías que volvieron de Canaán. Pero el principal problema para nosotros, creo yo, es que en nuestra cultura prestamos mucha atención  y hacemos mucho caso a lo que dice Fulano o Mengano, sin preocuparnos lo suficiente de buscar la información verídica, las fuentes; y evaluar correctamente dichas fuentes.

Hay un pasaje muy claro:

2 Corintios 13:1 DHH
1  Esta es la tercera vez que voy a visitarlos. Todo tendrá que decidirse por el testimonio de dos o tres testigos.

Este es un principio claramente bíblico porque se repite en el Antiguo Testamento, en los Evangelios y en las Epístolas. Se aplicaba a casos serios y creo que también debemos utilizarlo nosotros al hablar; cuanto menos, tener en cuenta sobre qué base hablamos.

Por supuesto, debemos nosotros renunciar al chisme también; que en realidad cumple funciones psicológicas (del alma caída, claro está) bastante básicas, como justificarnos a nosotros mismos para que nuestra conciencia no nos acuse tanto… Porque no terminamos de aceptar que Cristo limpió todos nuestros pecados y que necesitamos recurrir a la Cruz día a día.

Seguramente coincidirán conmigo en que esta es una lucha prioritaria para este tiempo. ¡Señor, límpianos del espíritu de Chisme y de Informe Malo! ¡Señor, danos la autoridad para combatirlo!


Danilo Sorti


21. La enseñanza: cosas nuevas y viejas

Mateo 13:52 NTV
52  Entonces añadió: —Todo maestro de la ley religiosa que se convierte en un discípulo del reino del cielo es como el propietario de una casa, que trae de su depósito joyas de la verdad tanto nuevas como viejas.

A veces la gente piensa que los maestros se “conectan como por un tubo” con el Espíritu y baja de ahí la revelación instantánea. ¡Pero no es así!

En realidad, un maestro (y todo aquel que ministra las cosas santas) tiene un depósito de verdades y enseñanzas recibidas a lo largo del tiempo; hay muchos libros guardados ahí, horas de mensajes, muchas experiencias alegres y tristes, incontables reflexiones y, por encima de todo eso, la Voz del Espíritu, que a veces funciona como una especie de “Bibliotecario Divino” de nuestro depósito y otras tantas es el que continúa escribiendo en nuestros registros.

Una cosa es la verdad revelada instantáneamente, que es más bien del ministerio profético (aunque es imposible que un cristiano lleno del Espíritu no tenga por lo menos algo del fluir profético), otra cosa es la verdad preparada y madurada por el que enseña. No es una mejor que la otra, tienen funciones distintas. Un amigo dice que el maestro (y en general, la función de enseñar) es como el cocinero del ejército santo.

La conclusión lógica es que, dependiendo del acervo que tenga un maestro en su depósito serán sus enseñanzas, o lo que es lo mismo, aquello que el Espíritu pueda sacar a través de él. Igual que el cocinero: dependiendo de lo que haya en la alacena será lo que podrá cocinar.

A veces hay cosas que se echan a perder, hay que tirarlas porque sino la comida puede provocar intoxicaciones. Todo cocinero revisa cada tanto sus depósitos para desechar lo que está pasado de la fecha de vencimiento. Y así, hay enseñanzas que alguna vez aceptamos como buenas, e incluso sirvieron en su momento, pero que ya no sirven más o que fueron superadas o que descubrimos que eran erróneas; hay que dejarlas de lado.

Cocinar siempre lo mismo lleva al aburrimiento y, además, no aporta todos los nutrientes necesarios. De la misma forma, el maestro no puede enseñar siempre lo mismo, al menos no a la misma gente.

A los niños les gustan las cosas dulce, coloridas, más elaboradas en los detalles. A los adultos… bueno, también, pero saben que deben comer otras cosas, más sanas, menos llamativas. Las harinas integrales, por ejemplo, no son tan agradables al paladar, pero son mucho mejores. Aquellos que reciben las enseñanzas deben acostumbrarse progresivamente a las palabras menos agradables al oído, pero mucho más profundas.

Los alimentos orgánicos suelen ser más caros y el aspecto a veces no es tan lindo, pero son más nutritivos; hay que pagar un precio por tener alimentos más sanos. Los que enseñan deben pagar un precio para “acumular en sus alacenas” las verdades más preciosas y potentes.

¡Señor, ven a limpiar nuestras alacenas! ¡Danos los alimentos nutritivos y sanos para preparar la mejor comida!

Danilo Sorti


20. La autoridad de los pequeños

Efesios 3:8 DHH
8  Yo soy menos que el más pequeño de todos los que pertenecen al pueblo santo; pero él me ha concedido este privilegio de anunciar a los no judíos la buena noticia de las incontables riquezas de Cristo.

Pablo era muy sincero cuando decía esto. Nosotros pensamos que se trataba de falsa modestia, pero eso no existe entre los escritores bíblicos. Realmente se estaba considerando a sí mismo como el menor. En otra oportunidad podremos charlar por qué.

Lo cierto es que a la vez que reconocía su absoluta indignidad, reconocía absolutamente el encargo del Padre, y estaba dispuesto a llevarlo adelante sin la más mínima sombra de dudas. Para nosotros, esta conjunción de características: total humildad y total autoridad, resultan totalmente contradictoria. Sin embargo, es un requisito fundamental para llevar con éxito el reino de Dios.

Primero debemos reconocer en nuestro espíritu y luego en nuestra alma quiénes somos y lo absolutamente indignos y alejados de Dios que estamos. De esta manera podremos aceptar completamente la obra absoluta de Cristo para salvación y restauración. Luego, debemos aceptar (para poder creer) la comisión específica que nos da el Espíritu junto con la autoridad que ella trae, y entonces podremos ejercer plenamente dicha autoridad y traer así el reino a la tierra, en la parcela que nos fue dada.

Cuando los hombres ven el ejercicio de este tipo de autoridad enseguida piensan que somos orgullosos, autoritarios o soberbios; porque el concepto de autoridad está asociado con esas virtudes negativas. No debe ser así y no es realmente así cuando maduramos.

Por eso, queridos hermanos, no seamos tímidos en usar la autoridad que nos ha dado el Señor al ejercer Su comisión específica para nosotros; allí habrá victoria.

Danilo Sorti



19. Los que estamos venciendo

Apocalipsis 2 y 3 presentan 7 modelos de iglesias que se corresponden, aproximadamente, con siete etapas de la iglesia cristiana, desde la época apostólica, después del fervor inicial de las primeras décadas, hasta nuestros días, en los que transitamos muy claramente la última etapa descripta. Aquí hay muchas enseñanzas sumamente necesarias para nosotros hoy, pero no es el espacio para explicarlo.

De esas iglesias, cuatro modelos permanecen al día de hoy y en ellos hay vencedores y “perdedores”.

Apocalipsis 2:26 DHH
26  A los que salgan vencedores y sigan hasta el fin haciendo lo que yo quiero que se haga, les daré autoridad sobre las naciones,

Apocalipsis 3:5 DHH
5  Los que salgan vencedores serán así vestidos de blanco, y no borraré sus nombres del libro de la vida, sino que los reconoceré delante de mi Padre y delante de sus ángeles.

Apocalipsis 3:12 DHH
12  A los que salgan vencedores les daré que sean columnas en el templo de mi Dios, y nunca más saldrán de allí; y en ellos escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que viene del cielo, de mi Dios; y también escribiré en ellos mi nombre nuevo.

Apocalipsis 3:21 DHH
21  A los que salgan vencedores les daré un lugar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono.

Evidentemente, no todos los que estaban adentro estaban venciendo; estaban todos juntos, sí, pero no todos tenían el mismo nivel de comunión y autoridad. Esta es la realidad de los últimos tiempos: estamos muchos adentro, ¿estamos todos venciendo?

Los que están venciendo se encuentran en una posición particular, la que se menciona un poco más adelante. Si bien ese pasaje alude más exactamente al tiempo de la Bodas del Cordero, las realidades espirituales que menciona son exactamente aplicables hoy día:

Apocalipsis 4:2-4 DHH
2  En ese momento quedé bajo el poder del Espíritu, y vi un trono puesto en el cielo, y alguien estaba sentado en el trono.
3  El que estaba sentado en el trono tenía el aspecto de un diamante o de un rubí, y alrededor del trono había un arco iris que brillaba como una esmeralda;
4  también alrededor del trono vi otros veinticuatro tronos, en los cuales estaban sentados veinticuatro ancianos: iban vestidos de blanco y llevaban una corona de oro en la cabeza.

Esta es la corte celestial, en donde se decide todo asunto; el rey, Dios, consulta con sus ministros, los 24, ¡la iglesia vencedora! ¡La que tiene el gobierno perfecto!, y decide qué ocurrirá en la tierra.

Efesios 2:6 DHH
6  Y en unión con Cristo Jesús nos resucitó, y nos hizo sentar con él en el cielo.

Sentados con Cristo, desde los lugares celestiales, en la comunión con la Santa Trinidad, es donde podemos acceder a la misma corte celestial e intervenir en los destinos de la humanidad.

Para aquellos que están venciendo en medio de las pruebas, el rechazo, las necesidades y el aparente fracaso, la promesa es que están (no solo que estarán) sentados con Cristo participando de sus acciones sobre la tierra. ¡Oh Señor, ayúdanos a entender esta paradoja y traer los propósitos de Tu reino a la tierra!

Danilo Sorti


18. Tiempos de buscar a Dios

Los tiempos difíciles sirven para que la gente busque a Dios. Es cierto que:

Mateo 24:7 RVC
7  Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá hambre y terremotos en distintos lugares.

Y también es cierto que:

Mateo 24:8 RVC
8  Todo esto será sólo el comienzo de los dolores.

Ni podemos cerrar los ojos y hacer aquello que es tan común en nuestras iglesias evangélicas:

Jeremías 8:11 RVC
11  Se les hace fácil sanar la herida de la hija mi pueblo, con sólo decir “¡Paz, paz!” ¡Pero no hay paz!

Jeremías 8:11 DHH
11  Tratan por encima las heridas de mi pueblo;
dicen que todo está bien,
cuando todo está tan mal.

Ni podemos caer en la desesperación pecaminosa:

Isaías 22:13 RVC
13  pero ustedes prefirieron gozar y divertirse, matar vacas y degollar ovejas, comer carne y beber vino. Y decían: «Comamos y bebamos, que mañana moriremos.»

¿Qué es lo que dice el Señor?

Isaías 22:12 DHH
12  Ese día el Señor todopoderoso
los invitó a ustedes a llorar y a lamentarse,
a raparse la cabeza
y a ponerse ropas ásperas en señal de dolor.

Durante mucho tiempo hemos predicado el Evangelio de:

Mateo 11:28 DHH
28  Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar.

¡Esto es verdad y lo será por toda la eternidad! Sin embargo, dado el poquísimo tiempo que falta para la venida del Amado, es necesario, ¡es urgente!, que reenfoquemos nuestra predicación. Yo creo que el Evangelio de este tiempo debe ser el de Apocalipsis:

Apocalipsis 14:7 RVC
7  Ese ángel decía con fuerte voz: «Teman a Dios, y denle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. …

A medida que este tiempo de la gracia está terminando, aquellos que vez tras vez han rechazado creer en Dios tendrán pocas oportunidades más de salvación en medio del dolor y el sufrimiento que están plagando el mundo entero; ¿tendremos algo mejor nosotros para escapar de Sus juicios?

Pero aún en medio de los peores juicios Dios no cambia; todavía no se ha cerrado la puerta de la gracia.

Jonás 3:10 RVC
10  Y al ver Dios lo que hicieron, y que se habían apartado de su mal camino, también él se arrepintió de hacerles el daño que les había anunciado, y desistió de hacerlo.

Y entonces volvemos a nosotros. El Señor tuvo que mandar primeramente una terrible tormenta y después un gran pez para llevar al rebelde profeta Jonás a su destino. Su predicación, según la Biblia, no fue de mucho más que cinco palabras. No le importaba ni en lo más mínimo que se arrepintieran, no se esforzó para que creyeran, terminó y se fue. ¡¡Y ellos creyeron, se arrepintieron y evitaron el juicio!!

Muy queridos hermanos, no sea que el Señor tenga que mandarnos problemas y dificultades para que anunciemos el Evangelio de Su Salvación.

Danilo Sorti


17. Llevar la carga

Gálatas 6:1,2 RVC
1  Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que son espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado.
2  Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo.

La carga que se nos pide llevar es la carga de las debilidades y pecados de nuestros hermanos, no en el sentido de tolerar o aceptar cualquier cosa, sino más bien en el sentido de corregir con amor y paciencia; hoy, mañana, pasado mañana…

La verdadera lucha, de la que hablábamos hace unos días, tiene que ver principalmente con vencer el pecado y la tentación; cuando podemos lograr esto el sufrimiento se puede sobrellevar con el poder de Cristo, las privaciones y necesidades son suplidas por Su Espíritu y los imposibles son enfrentados por el Dios que todo lo puede.

Nos enseñaron durante mucho tiempo a luchar individualmente contra el pecado, cuando no a directamente apartarnos de los hermanos visiblemente pecadores. Lo cierto es que debemos ayudarnos con eso, y repito, ayudarnos no es clavarnos las espadas mutuamente ni menos aún hacer la vista gorda.

Se requiere aquí un pacto entre hermanos: ofrecer ayuda con amor y verdad, con paciencia pero requiriendo cambios; y estar dispuestos a aceptar la ayuda ofrecida. Por encima de todo, debemos aceptar que somos llamados a vivir en santidad práctica, no solo posicional; que la gracia de Cristo no es un chicle que se pueda estirar tanto como se quiera y que el pecado es mucho más terrible de lo que solemos pensar. ¡Que el Señor nos ayude a aplicar Sus principios!

Danilo Sorti



16. Urgencia para escribir

Judas 3 RVC
3  Amados hermanos, yo he tenido un gran deseo de escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, pero ahora me encuentro en la necesidad de escribirles para rogarles que luchen ardientemente por la fe que una vez fue dada a los santos,

Judas tenía un buen tema en mente, realmente había algo muy interesante que compartir; algunas revelaciones sobre el poder de la cruz, testimonios de sanidad a través de Cristo, nuevas profundidades de la obra redentora… De verdad que era un tema de mucha riqueza espiritual. Pero no pudo hacerlo, algo más urgente golpeaba a la puerta.

La fe, la forma de enseñanza que los apóstoles habían transmitido estaba gravemente en peligro. Me atrevo a decir que no tendríamos nosotros hoy la Biblia ni la herencia cristiana si ellos no hubieran luchado ardientemente por la fe.

Durante la guerra es necesario abstenerse de muchas cosas; no es el tiempo para buscar comodidades, palabras bonitas, mensajes que endulzan el oído. Durante la guerra las cosas no van bien, no es el momento para querer escuchar solo buenas noticias, ¡hay que escuchar la realidad, por más dura que sea! Durante la guerra habrá muchos que caigan al lado nuestro, y no podremos detenernos a llorarlo, deberemos seguir avanzando, porque solo si alcanzamos la meta podremos tener esperanza de volver a rescatarlos.

Este es el tiempo de una dura lucha por la fe, quizás tanto o más que la de los tiempos de Judas. La fe que una vez fue dada, pero no digo las enseñanzas que recibimos de nuestra primer iglesia o de la denominación. En el mejor de los casos, son recortes parciales de la verdad completa, me refiero a la fe que aún debe ser completamente restaurada. Es decir, estamos luchando por defender algo que todavía no tenemos en su plenitud.

Hoy el Espíritu nos exhorta a tomar todas las armas y hacernos la firme disposición de luchar sin vuelta atrás, sin mediocridades, sin rendirnos. No hay un camino fácil en el Evangelio, pero la mayor seguridad y gozo que podamos tener está, precisamente, en el camino más peligroso y escabroso, porque es ahí donde batallamos codo a codo con el Señor.

Danilo Sorti


15. Vasos de barro necesitados

Lucas 10:8-12 DHH
 8 Al llegar a un pueblo donde los reciban, coman lo que les sirvan;
 9 sanen a los enfermos que haya allí, y díganles: reino de Dios ya está cerca de ustedes.
 10 Pero si llegan a un pueblo y no los reciben, salgan a las calles diciendo:
 11 el polvo de su pueblo, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos como protesta contra ustedes! Pero sepan esto, que el reino de Dios ya está cerca de ustedes.
 12 Les digo que en aquel día el castigo para ese pueblo será peor que para la gente de Sodoma.

¡Qué increíble es que el glorioso Evangelio ha sido depositado en estos "vasos de barro"! ¡Y qué terrible es la autoridad dada a estos mismos vasos!

Hagamos un poco de historia: los discípulos de Lucas 10 eran 72 (o 70 según algunas variantes textuales, que indicaba el número total de naciones que creían que existían en esa época), seguramente no tenían más de dos años de estar con Cristo, probablemente menos, y ya estaban siendo comisionados con la autoridad tanto de bendición como de terrible juicio, aunque no propiamente por ellos sino por la respuesta al mensaje de ellos.

¡Qué terrible! Es la respuesta que la gente da al mensaje de estos vasos de barro lo que va a determinar su destino futuro. El maravilloso Vino de Dios se transmite a través de tan humildes recipientes.

Cualquiera podría ver un montón de imperfecciones en un vaso de barro, además de su evidente fragilidad. Haciendo una muy pobre comparación, sería como si se sirviera en un vasito descartable de mala calidad un, por ejemplo, Catena Zapata Estiba Reservada, o Felipe Rutini Blend o Volturno Cabernet Sauvignon-Malbec (bueno, no soy experto en vino, simplemente es lo que encontré en Internet...). Seguro que algún mendocino o San Juanino se estaría retorciendo de solo pensarlo...

Bueno, el precio del Evangelio es infinitamente superior al de esos vinos y el "deprecio" de los recipientes, bueno, mucho más bajo...

Al rechazar el recipiente, se rechaza el contenido; y por cierto que la vasija es "justificablemente" rechazable para los humanos... pero no para Dios.

¿Qué podemos decir? Creo que deberíamos cuidarnos de no ser innecesariamente rechazables para los otros, pero inevitablemente lo seremos y así está estipulado en los cielos, por lo que tampoco debemos ser tan "accesibles" que violemos la moral bíblica. Y además, ¿cómo andamos por casa?

Vez tras vez hemos rechazado, nosotros, vasijas que, de verdad, eran muy feas, pero en las cuales Dios había derramado un vino preciosísimo.

¡Señor, permitinos ver con Tus ojos el Vino Nuevo que has puesto en simples vasos de barro!


Danilo Sorti


14. No hay murallas de separación

Gálatas 3:25-29 DHH
 25 Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos a cargo de ese esclavo que era la ley,
 26 pues por la fe en Cristo Jesús todos ustedes son hijos de Dios,
 27 ya que al unirse a Cristo en el bautismo, han quedado revestidos de Cristo.
 28 Ya no importa el ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo.
 29 Y si son de Cristo, entonces son descendientes de Abraham y herederos de las promesas que Dios le hizo.

Quiero que veamos el versículo 28. Lo que Pablo está diciendo resultaba tremendamente revolucionario en un mundo profundamente dividido como el de su época. Las brechas (hoy se puso de moda la palabra "grieta") que separaban a esos grupos sociales, los estereotipos y las enemistades mutuas eran enormes; pero todo eso quedaba cerrado gracias a la obra de Cristo y por la acción de Su Espíritu, y por lo tanto, ya no tenía vigencia en Su Cuerpo, es decir, la Iglesia... ¿o sí?

Bueno, digamos que sí. La obra perfecta y completa de Cristo necesitaba todavía expresarse entre ellos, como lo necesita hoy.

Quiero ser franco: nunca he sido partidario de que debamos estar "todos juntos y amontonados" porque sea "políticamente correcto" y no nos haga sentir "discriminadores". La realidad es que, al venir de tan distintos trasfondos y tener tan distintas historias e incluso visiones de ministerios, muchas veces lo más conveniente y productivo para el Reino es que estemos en iglesias distintas, que puedan así atender específicamente a las necesidades y llamados de cada grupo humano. En otra oportunidad podremos charlar si este es el modelo perfecto o es un paso intermedio hasta que lleguemos a una unidad completa, inmediatamente antes de la venida del Amado.

Hecha esta salvedad, he visto como todavía en distintos ámbitos y sociedades la mujer sigue estando relegada en sus dones y ministerios, menospreciada en su llamado por los que hasta ahora tienen la autoridad (dada solamente por gracia, aunque suelen pensar que es por mérito propio). Por supuesto, no me refiero al mundo musulmán, me refiero a nuestros paìses, aquí y ahora.

Y también creo que hay roles que son más difíciles para la mujer, así como hay otros que son más difíciles para los hombres (aunque queramos aparentar que podemos hacer bien todo...), pues precisamente por eso Dios creó de SU MISMA Y ÚNICA IMAGEN dos géneros, no uno. JAMÁS la imagen de Dios estará completa con uno solo, JAMÁS el liderazgo de Su Cuerpo será completo si solamente una visión (la masculina normalmente) es la que se aplica, y si el liderazgo y ministerio de la Iglesia no está completo, JAMÁS la Novia llegará a ser lo que tiene que ser para ser llevada por Cristo.

Esto quiere decir dos cosas: inevitablemente (y rápidamente) el Espíritu levantará el liderazgo de la mujer, como ya lo ha venido haciendo desde hace tiempo, para que esté dode debe estar: uno al lado del otro, como fue el diseño original. Y también inevitablemente (y, rápidamente), las iglesias que no acepten esto perderán el mover del Espíritu, sufrirán divisiones (y no por culpa de Satanás sino ENVIADAS directamente por Dios) y terminarán muriendo de muerte natural... si es que no se quedan mirando hacia el cielo mientras el resto de sus hermanos son arrebatados...

Para concluir, quiero citar un párrafo de un libro profético que recomiendo, "La antorcha y la espada", de Rick Joyner:

"Es porque muchos honraron solamente a los padres y no también a las madres, que sus frutos no permanecieron por mucho tiempo en la Tierra. Debes honrar a los padres y a las madres para dar a luz hijos e hijas. Nadie que no vea la gloria en los hijos puede verme como soy. Tengo la sabiduría de los siglos y la sabiduría del nuevo nacimiento. Es la sabiduría de los padres y las madres, de los ancianos y los jóvenes, la que sigue el camino de la vida."

La iglesia ha tenido muchos padres, ¡pero cualquiera que sea padre sabe que somos bastante deficientes a la hora de criar hijos, especialmente cuando son pequeños! No es distinto en la iglesia, ¡y qué liberador resulta saber que hay una madre que puede hacer muchas cosas mejor que nosotros! Tampoco es distinto en la iglesia.

¡Oh Espíritu, levanta las madres de este tiempo, permite que sean reconocidas y valoradas como tales, y que en unidad, respeto y valoración mutua completemos TU obra!

 Danilo Sorti