martes, 9 de julio de 2019

704. ¿Acaso Dios podía contestarle A ÉL…??


1 Reyes 20:13 RVC
13 Pero un profeta fue a ver al rey Ajab de Israel, y le dijo: «Así ha dicho el Señor: “¿Ves esta gran muchedumbre? Hoy mismo voy a entregarla en tus manos, para que reconozcas que yo soy el Señor.”»

Este pasaje podría pasar desapercibido en la Biblia, como tantos otros en los que un profeta le anuncia al rey el auxilio misericordioso del Señor, si no fuera porque un poco antes se hubiera escrito:

1 Reyes 16:30 RVC
30 Ajab reinó veintidós años sobre Israel en Samaria, pero a los ojos del Señor sus hechos fueron peores que los de todos los que reinaron antes de él.


En este tiempo en que los cristianos estamos siendo impulsados por el Espíritu hacia la arena política, y teniendo en cuenta que en nuestra historia latinoamericana las “incursiones políticas” evangélicas (y no evangélicas también) no han sido siempre muy “felices”, ya sea en funcionarios individuales o en acciones políticas grupales, se hace necesaria una nueva reflexión bíblica al respecto. La buena noticia es que las Escrituras están repletas de política, que a la sazón, no es un invento griego, como nos han hecho creer.

Bueno, veamos el caso. Acab (o Ajab, como se puede escribir según las versiones) es mencionado como el peor de los reyes que había tenido Israel hasta ese tiempo. No podría decir si fue el peor de todos, pero el relato bíblico le dedica especial atención, así que podemos suponer que si no lo fue, anduvo cerca. Junto con Acab aparece Jezabel, otra figura nefasta con peso propio. Y por si fuera poco, completamos el “combo” con una nación (Israel, el reino del norte que se había separado de Judá) casi en su totalidad entregada a la idolatría (y las perversiones que siempre la acompañaban).

Si este escenario lo viéramos hoy no quedaría mucho más para anunciar que el inminente juicio divino. Y por cierto que eso ocurrió sobre Israel: no les fue bien nunca desde que se separaon, hasta que finalmente terminaron por ser destruidos y exiliados. Pero “mientras tanto”, ¿qué pasó?

Ese “mientras tanto” nos interesa porque se relaciona mucho con las realidades políticas que vivimos los cristianos hoy, y en la medida que somos impulsado por el Espíritu a participar en la “cosa pública”, necesitamos una comprensión bíblica que nos brinde las herramientas necesarias.

Pues bien, acá tenemos a un rey impío, no demasiado diferente a la mayoría de nuestros políticos actuales, solo que hoy lo siguen disimulando, por ahora, y un grave problema nacional, con un pueblo casi completamente apartado del Señor, tampoco muy diferente a nuestras naciones.

Pero Dios no estaba callado. Elías había aparecido en escena, probablemente ya había ocurrido la confrontación con los profetas de Baal y la nación estaba teniendo una especie de despertar espiritual. Como sea, el testimonio del Dios de Israel seguía vivo a pesar de la apostasía, y no pensaba rendirse tan fácilmente, todavía pasaría un siglo y medio antes de que desapareciera como nación. Así que Yahveh seguía dispuesto a mostrar Su misericordia en medio de los juicios. Y cuando ese rey perverso y en extremo pecador decidió buscar ayuda en el Dios de sus antepasados, Él estuvo presto a responderle, “para que reconozcas que yo soy el Señor”.

Notemos que el nivel de justicia u obediencia a los preceptos divinos que tenía la nación y el sistema político en ese momento era muy bajo, ya lo dijimos, no resultaba lógico pensar que Dios pudiera responder, pero lo hizo por amor a Su pueblo rebelde y para que hubiera testimonio de Su poder.

Podemos hablar mucho sobre el tema, pero la idea central es que Dios puede escuchar a gobernantes impíos que decidan buscarlo (normalmente como último recurso, aclaremos) y puede haber una liberación milagrosa sobre una nación que no lo merece.

Hubo un profeta que fue al rey, y los profetas no faltan hoy. De hecho, la Iglesia fiel no puede ser otra cosa que profética, pero aún dentro de ella encontramos los ministerios proféticos activos y maduros.

Ahora bien, hay un requisito: el rey impío creyó el mensaje profético y siguió las instrucciones específicas:

1 Reyes 20:15-17a RVC
15 Entonces Ajab pasó revista a los siervos de los jefes de las provincias, y eran doscientos treinta y dos guerreros. Luego pasó revista a todo el ejército israelita, y contó siete mil guerreros.
16 Se pusieron en marcha al mediodía, saliendo de Samaria, mientras Ben Adad y los treinta y dos reyes que lo apoyaban seguían emborrachándose en su campamento.
17 Los primeros en salir de la ciudad fueron los siervos de los jefes de provincia. …

La bendición tenía una condición muy simple: la fe y la obediencia estratégica. Notemos que no se le pidió nada más, ¡a pesar de lo mucho que tenía para mejorar! No podía hacer más que eso y el Señor le pidió solo eso. Por supuesto, cuando seguimos leyendo el relato vemos que con el correr del tiempo su obediencia no fue perfecta, pero en este momento hizo lo que se le pidió hacer, y Dios lo rescató milagrosamente.

Aquello que los evangélicos latinoamericanos debemos entender aquí es el modo de obrar de Dios: el Señor está dispuesto a bendecir a un político impío que decidió escuchar la voz de Sus profetas y obedecerle, a pesar de que en el resto de las cosas siga siendo impío y desobediente. Eso no significó un “cheque en blanco” ni mucho menos implicó que a partir de ese momento todos los israelitas fieles tuvieran que afiliarse al partido político de Acab. Tampoco significó que los profetas sólo le dirían lindas promesas a partir de ese momento, porque leemos que un año después la palabra que recibió fue muy dura (1 Reyes 20:41,42). Simplemente significó que Dios estaba dispuesto a respaldar esa obediencia, lo más que podía pedírsele en ese momento, y que a partir de allí el Señor hubiera podido seguir trabajando. Pero si luego se volvía atrás las promesas no se cumplirían.

Los evangélicos latinoamericanos somos muy simplistas en la cuestión política, no dejamos de ser adolescentes (al igual que casi el resto de la sociedad, convengamos) que no han pasado del pensamiento “blanco o negro” (propio de la estructura mental juvenil), solo que ahora espiritualizado: o es todo bueno y requiere todo el apoyo, o es todo malo y exige todo el rechazo. Eso no es de ningún modo lo que leemos en la Biblia. Dios solo está comprometido consigo mismo, y en Su trato con los hombres la bendición o maldición, el éxito o el fracaso, tiene condiciones.

Esas condiciones cambian a lo largo del tiempo, otra gran dificultad de comprensión para nosotros, pero no porque Dios cambie o Su Palabra lo haga, sino porque cambia la sociedad y cambia lo que Dios puede razonablemente pedir que la gente haga.

Veamos un ejemplo. Cuando comparamos muchas de las leyes mosaicas con la revelación del Nuevo Pacto nos resultan claramente antiguas, pero tenían muchísimo sentido en el contexto donde fueron dadas. Hacia la época de Jesús el adulterio no se castigaba con la muerte (ni en las leyes de Israel ni en las de Roma), con lo que el reclamo de los religiosos en Juan 8 ya no tenía sentido legal, pero en el tiempo de Moisés, para un grupo de esclavos recién salidos de un país corrompido y en una cultura oriental, no ejecutar juicio de muerte sobre los dos adúlteros (y no solamente sobre la mujer, como dijeron los fariseos) podía llevar a interminables y mucho más sangrientas guerras de honor.

Desde otra óptica, la Israel de Acab se había alejado tanto de las leyes del Señor que ya quedaba muy poca memoria de ellas, no se le podía pedir mucho porque de ningún modo hubieran podido responder. Pero se podía pedir algo, y a partir de ese punto de obediencia, el Espíritu Santo podía seguir trabajando en ellos.

Buena parte de nuestra sociedad latinoamericana, especialmente las clases medias y altas, son poscristianas o neopaganas, ya están muy lejos de la Biblia y del conocimiento de las leyes de Dios. Pero algo se les puede pedir y a partir de algún punto el Espíritu puede obrar y puede manifestarse e incluso respaldar a políticos que claramente sostienen leyes impías porque a partir de allí podrá seguir trabajando.

No debemos anular estas manifestaciones, es más, resulta IMPOSIBLE que no haya algo a partir de lo cual Dios pueda empezar a trabajar prácticamente en cualquiera de nuestros políticos. Eso no significa avalar todo lo que hacen, ni hacer la “vista gorda”, ni dejar de ser una crítica voz profética, significa madurar espiritual y políticamente, y mantener “un camino abierto” hacia Dios.

Por supuesto, no hay fórmulas aquí, solo escuchar la voz del Espíritu y actuar en consecuencia, paso a paso conforme nos va guiando. Acab fue un pésimo rey, pero aún así escuchó a veces la voz de los profetas y cambió algunos rumbos desastrosos. Le fue mal a la nación, pero no tanto como le hubiera ido si no hubiera habido profetas y si, aunque sea, no hubiera obedecido en esas pocas oportunidades en que lo hizo. ¿Podremos los evangélicos latinoamericanos abandonar nuestro idealismo utópico (que solo se cumplirá en el Reino venidero) y ser útiles para traer aunque sea un poco de alivio en este tiempo de maldad, por más que eso poco nos cueste mucho trabajo y persecución?


Danilo Sorti


703. El eclipse, Argentina y los símbolos, ¿qué está juzgando Dios?


Tanto en la Biblia como en las tradiciones de todos los pueblos, un eclipse ha sido una señal de juicio. Siempre estuvo rodeado de muchos mitos y sensacionalismos, pero si quitamos todo eso, nos queda ese centro de significado simbólico: un eclipse es juicio. Ahora bien, ¿juicio sobre qué y para qué?

Hace varios días que quería escribir algo sobre el tema, pero esperé a tener una dirección más clara; leyendo, hablando con varios profetas, recopilando información de diversas fuentes. Creo que ahora tengo unas cuantas ideas interesantes que no agotan el tema, por supuesto, pero que pueden aportar unos datos NO para “predecir el futuro”, como si esto fuera una “astrología cristiana”, sino para entender qué está haciendo Dios en medio de los tiempos. Claramente leemos que Dios ha dejado señales, en realidad, Dios ha dejado muchas señales para los que quieren ver, demasiadas en estos tiempos.

Para empezar veamos ocho pasajes bíblicos que podemos relacionar con un eclipse o un oscurecimiento de los cuerpos celestes. En una síntesis rápida de estos textos concluimos que el oscurecimiento del sol es señal de juicio sobre los malvados, juicio sobre un sistema político corrupto, o un gobierno perverso, o un sistema social depravado, pero también es señal de protección de los santos fieles del Señor.

1.      Isaías 13:9-11 RVC
9 ¡Viene ya el terrible día del Señor! ¡Día de ardiente ira e indignación, que hará de la tierra un páramo, y que raerá de ella a los pecadores!
10 Ese día las estrellas y los luceros de los cielos no darán su luz; el sol se oscurecerá al amanecer, y la luna no dará su resplandor.
11 Yo castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; acabaré con la arrogancia de los soberbios y abatiré la altivez de los fuertes.

2.      Joel 2:10-11 RVC
10 Ante ellos, tiembla la tierra y se estremecen los cielos; el sol y la luna se oscurecen, y se apaga el resplandor de las estrellas.
11 El Señor mismo da las órdenes al frente de su ejército. Muy grandes son sus batallones, y fuertes son los que cumplen la orden. ¡Grande y terrible es el día del Señor! ¿Quién podrá resistir?

3.      Amós 8:4-9 RVC
4 Oigan esto, ustedes, los que explotan a los menesterosos y dejan en la ruina a los pobres de la tierra.
5 Ustedes dicen: «¿Cuándo pasará la fiesta de luna nueva? ¡Entonces podremos vender el trigo! ¿Y cuándo pasará el día de reposo, para que abramos los graneros? ¡Achicaremos la medida, subiremos el precio, y adulteraremos la balanza!
6 ¡Así podremos comprar a los pobres por dinero, y a los necesitados a cambio de un par de zapatos! ¡Hasta los desechos del trigo podremos vender!»
7 Pero el Señor ha jurado por la gloria de Jacob: «¡No voy a olvidar ninguna de sus malas acciones!»
8 ¿Y no habrá de estremecerse la tierra por todo esto? ¿Y no habrán de llorar todos sus habitantes? ¡Toda ella subirá como un río! ¡Se encrespará y se hundirá como el río de Egipto!
9 «Cuando llegue ese día, haré que el sol se ponga a mediodía. El día estará claro, pero yo cubriré de tinieblas la tierra. —Palabra del Señor.

4.      Ezequiel 32:2-8 RVC
2 «Hijo de hombre, entona un lamento por el faraón, el rey de Egipto, que diga: »Entre las naciones, te pareces a un león; en los mares, eres semejante a un dragón. Con las patas enturbias el agua y secas los ríos, mientras chapoteas en sus riberas.»
3 Así ha dicho Dios el Señor: «Voy a lanzar mi red sobre ti, y con ella muchos ejércitos te sacarán del agua.
4 Te pondré en tierra, te tenderé sobre el suelo, y dejaré que todas las aves del cielo se posen sobre ti. ¡Contigo saciaré el hambre de todas las fieras salvajes!
5 Pondré tus restos sobre los montes, y llenaré los valles con tus cadáveres.
6 Con tu sangre regaré la tierra donde ahora nadas, hasta la cumbre los montes, y con ella se llenarán los arroyos.
7 Cuando te hayas consumido, haré que se oscurezcan los cielos y se eclipsen las estrellas; cubriré de nubes el sol, y la luna dejará de brillar.
8 Por tu culpa haré que se apaguen todos los astros del cielo, y cubriré de tinieblas tu país. Palabra de Dios el Señor.

5.      Mateo 24:29-31 RVC
29 »Inmediatamente después de la aflicción de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo, y los poderes celestiales se estremecerán.
30 Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y todas las tribus de la tierra se lamentarán, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con gran poder y gloria.
31 Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y de los cuatro vientos, desde un extremo al otro del cielo, ellos juntarán a sus elegidos.

6.      Hechos 2:18-21 RVC
18 En esos días derramaré de mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas, y también profetizarán.
19 Haré prodigios en el cielo, y en la tierra se verán señales de sangre, de fuego y de vapor de humo.
20 El sol se oscurecerá, la luna se pondrá roja como sangre, antes de que llegue el día del Señor y se muestre en toda su grandeza.
21 Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.

7.      Apocalipsis 6:9-12 RVC
9 Al abrir el Cordero el quinto sello, debajo del altar vi a las almas de los que habían muerto por causa de la palabra de Dios y de su testimonio.
10 A gran voz decían: «Señor santo y verdadero, ¿hasta cuándo seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra sangre?
11 Entonces se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansaran todavía un poco más de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos, que también sufrirían la muerte como ellos.
12 Yo vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y entonces se produjo un gran terremoto. El sol se cubrió de oscuridad, como con un vestido de luto, y la luna entera se puso roja como la sangre;

8.      Lucas 23:44-46 RVC
44 Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde hubo tinieblas sobre toda la tierra.
45 El sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.
46 En ese momento Jesús clamó a gran voz, y dijo: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.» Y después de haber dicho esto, expiró.

Cada uno de estos textos merece un extenso análisis, pero quedémonos con la idea central de todos ellos: el oscurecimiento del sol indica juicio, es la señal de que Dios ya ha decidido quitar un sistema de gobierno y social desviado. Para los hijos de Dios, que sufren en medio de las injusticias de los poderosos, es una señal de liberación: la luz del sol es ocultada, pero también el calor que abrasa es disminuido.

Nos resta saber: ¿juicio sobre qué, sobre quién y para qué? Allí podemos mirar el recorrido del eclipse.

Comenzó a verse hacia la tarde temprano en el Pacífico Sur y concluyó hacia el sur de La Plata bonaerense, la franja de totalidad atravesó Argentina por la mitad, entrando por San Juan, afectando parte de La Rioja y San Luis, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, pero en buena parte del resto del país se pudo ver de manera parcial. Por supuesto, también atravesó Chile hacia la altura de La Serena, al norte de Santiago, pero no conozco lo suficiente de la realidad chilena como para pretender hacer un análisis profético de ella.

El solo hecho de cruzar Argentina POR LA MITAD es más que significativo, empezando desde el oeste, una región vinculada con lo tradicional, lo de “tierra adentro”, con las raíces rurales del país y con el vino que tanto nos distingue a nivel mundial, cruzar las tres provincias más pobladas del país y concluir cerca de la Capital nacional, asociado al concepto de juicio sobre un sistema social y de gobierno, nos da un mensaje muy fuerte cuando lo relacionamos con la realidad sociopolítica del país.

Volvamos un poco para atrás: cuando leemos los pasajes proféticos referidos a oscurecimiento del sol, tanto el profeta como los oyentes estaban inmersos en una realidad política y social concreta: había sistemas opresivos, gobiernos perversos:

1.      En Isaías 13 se trata de los pecadores opresores del pueblo.
2.      Joel 2 tiene una visión profética de largo plazo pero, brevemente, se refiere al juicio de todo un sistema mundial de pecado e injusticia.
3.      Amós es un libro de denuncia contra los ricos opresores del reino de Israel durante su período de esplendor
4.      En Ezequiel 32 el juicio es contra el faraón, como imagen del tirano opresor
5.      Mateo 24 nos lleva al final de los tiempos y al juicio sobre un sistema mundial de maldad extrema
6.      Hechos 2 retoma la profecía de Joel, en estos versículos se resalta la salvación de todos los que se vuelvan al Señor en medio de los juicios
7.      Apocalipsis 6 nos muestra el juicio que comienza a desatarse debido a la sangre derramada de los mártires
8.      Y finalmente, Lucas 23 nos muestra el juicio supremo sobre el gobernante usurpador de esta Tierra; Jesucristo lo vence definitivamente en la cruz.

Ninguno de estos pasajes nos da la idea de algo “espiritualizado” sino muy real y concreto en el tiempo y el espacio. La conclusión lógica es que Dios está juzgando un sistema político, de gobierno y social que se ha extendido a lo largo del tiempo pero que ya ha llegado su fin y es definitivo. No resulta difícil imaginarnos qué es, porque a lo largo de estas últimas décadas ha sido el sistema predominante, más allá incluso del nombre del partido político en cuestión como su principal representante.

San Juan se promociona como la tierra del Sol y del buen vino, y también como la tierra del Sol y la Luna. Allí en donde está su fortaleza será juzgado. El fin del eclipse coincide en con el sur del conurbano bonaerense, grosso modo, la fortaleza hasta ahora inexpugnable del sistema político que desde 1945 ha gobernado el país, precisamente asentado en ese lugar geográfico, donde el año pasado al iniciarse la cumbre de presidentes del G20 ocurrió un temblor de tierra, el 30/11/18, hace unos 7 meses. Recordemos que también los terremotos son señales de juicio divino.

Dos señales de juicio en un espacio de 7 meses, y recordemos que el 7 es el número de un tiempo cumplido para un proceso perfecto de Dios.

De las elecciones del 16 de junio que marcaron un cambio político importante y en las que a las 7:07 ocurrió un apagón nacional e internacional, algo que nunca había pasado en la historia, hasta el día de hoy transcurrieron 16 días, que es el número del amor de Dios. A partir del inicio de un nuevo sistema de gobierno (que en el fondo es mucho más que simplemente un no al aborto sino toda una estructura de valores, pensamiento y forma de hacer política diferente), el amor de Dios ha traído el juicio sobre el viejo y corrupto sistema, al cual ya se le cumplieron los 70 años (el tiempo de la vida de un rey (Isaías 23:15) o tiempo de juicio sobre una nación (Jeremías 25:11,12).

Notemos que 16/6 tienen los números del amor divino y del hombre, es decir, el amor de Dios hacia este ser humano de carne. Y el eclipse ocurre el 2/7, el primero número de división separación y el segundo, número del tiempo perfecto de Dios para cumplir un proceso, y el eclipse atravesó el país por la mitad. Hasta ahora todo apunta hacia lo mismo.

Pero este no es cualquier mes, porque dentro de 7 días, el 9/7, se recuerda la independencia argentina, firmada más o menos en el horario en que comenzó a verse el eclipse en territorio nacional. A partir del juicio a un sistema caduco es que puede desarrollarse el proceso de una nueva independencia.

Pero no podemos sustraernos de los tiempos últimos en los que vivimos: sabemos que el juicio sobre esta Tierra está muy próximo, ya el “sol” que ha iluminado este mundo con paciencia y misericordia está por ocultarse y Dios mismo se levantará con ira para juzgar a todos los moradores de la Tierra y eliminar a los impíos: estamos en el atardecer de un largo período que comenzó hace más de 4.000 años cuando el arcoíris tras el Diluvio anunció un nuevo tiempo de misericordia para la humanidad, que está muy pronto a concluir debido a la extrema maldad de las personas.

Pero aún casi en el ocaso de esta era Dios sigue haciendo justicia, y aunque breve, hay todavía un tiempo de misericordia y bondad sobre esta nación. Cuando mirábamos el eclipse notábamos como el cielo se oscurecía hasta casi hacerse de noche, pero luego, y a pesar de que el sol estaba ya por ocultarse en el horizonte, volvía la luz de un claro atardecer, unos minutos antes de que definitivamente se escondiera. Y esto está de acuerdo con diversas profecías dadas para nuestras naciones sudamericanas en estos últimos tiempos.

Revisando siempre con cuidado los análisis astrológicos para esta fecha, encuentro que se habla de crisis en figuras femeninas y masculinas, de crisis en las alianzas y de nuevo tiempo. Por supuesto, el análisis que hacen es bastante complejo y no es el lugar para repetirlo, hay que tomar con cuidado lo que se dice porque si bien hay una parte de verdad dada originalmente por Dios, está mezclada con la mentira. Pero los conflictos centrales que exponen cuadran perfectamente con el escenario político. Más aún, la palabra profética recibida por un amigo hace unos días anunciaba un tiempo de grandes escándalos políticos, en los cuales lo que había estado oculto y escondido salía a la luz.

¿Estaremos realmente en el fin de un sistema social y político que ha traído destrucción y pobreza sobre nuestra nación durante setenta años, y que ha mutado de muchas maneras para no cambiar nunca? ¿Qué opciones electorales realmente constituyen la novedad que Dios quiere traer en este tiempo? ¿Comenzaremos a ver juicios sobre figuras de la política y la sociedad? Pero el Señor nos aclara que “el juicio comienza por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17), por lo tanto, ¿veremos también juicio sobre líderes y creyentes que han detenido los propósitos divinos con sus mezquindades? Unas cuantas de estas cosas ya hemos comenzado a vislumbrar, ya están ocurriendo, ¿se acelerarán en los días por venir?

No quiero concluir cerrando este tema porque creo que todavía necesitamos escuchar más al Espíritu Santo, pero me parece que el Señor se ha encargado de dejarnos muchas señales como para que las ignoremos, ¿cuál debe ser nuestra actitud? Para los santos fieles, los que aman a Dios de corazón y se duelen por las injusticias y la maldad que asolan nuestra nación, es un tiempo de gozo: Yahveh Sebaot, el Dios de los Ejércitos celestiales, se ha levantado a juzgar y ha declarado el fin de un sistema. Veamos algo parecido que sucedió en la historia de Israel:

Daniel 5:13-31 RVC
13 Cuando Daniel fue llevado a la presencia del rey, éste le dijo: «¿Eres tú el Daniel que mi padre trajo de Judea, que vino entre los cautivos de Judá?
14 He oído decir que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halla más luz, entendimiento y sabiduría.
15 Han sido traídos a mi presencia sabios y astrólogos, para que lean esta escritura y me digan lo que significa, pero ninguno de ellos ha podido decirme lo que esto significa.
16 Sin embargo, he oído decir que tú puedes hacer interpretaciones y resolver dificultades. Si puedes leer esta escritura y decirme ahora lo que significa, serás vestido de púrpura, se te pondrá en el cuello un collar de oro, y se te nombrará tercer señor del reino.»
17 Allí, en presencia del rey, Daniel respondió: «Su Majestad puede reservarse esos dones, o puede darlos a otros como recompensa Yo descifraré para Su Majestad esta escritura, y le diré lo que significa.
18 El Dios Altísimo dio al rey Nabucodonosor, padre de Su Majestad, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad.
19 Por causa de la grandeza que Dios le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban de miedo ante él, y él le quitaba la vida o se la daba a quien quería; a unos los engrandecía y a otros los humillaba.
20 Pero su corazón se envaneció, y se endureció su espíritu orgulloso, y por eso fue depuesto del trono y despojado de su gloria.
21 Expulsado de entre los hombres, su mente se volvió semejante a la de las bestias, y convivió con los asnos monteses. Fue alimentado con hierba, como los bueyes, y su cuerpo lo empapó el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo es el señor del reino de los hombres, y que él entrega dicho reino a quien él quiere.
22 Pero Su Majestad Belsasar no ha humillado su corazón ante Dios, aun cuando sabe todo esto y es hijo del rey Nabucodonosor.
23 Lejos de eso, Su Majestad, en su soberbia, se ha levantado contra el Señor del cielo, ha mandado traer los vasos del templo de Dios, y tanto Su Majestad como sus invitados, y sus mujeres y concubinas, han bebido vino en ellos. Y no sólo eso, sino que Su Majestad ha dado alabanza a dioses de plata y oro, y de bronce, hierro, madera y piedra, ¡dioses que ni ven ni oyen nada, ni saben nada! En cambio, Su Majestad nunca ha honrado al Dios en cuya mano está su vida y todos sus caminos.
24 »Por eso ha salido de la presencia de Dios la mano que ha trazado esta escritura.
25 Lo que la escritura dice es lo siguiente: MENE, MENE, TEKEL, PARSIN.
26 Y lo que significa es: MENE: Dios ha llamado a cuentas al reino de Su Majestad, y le ha puesto fin.
27 TEKEL: Dios ha pesado a Su Majestad en una balanza, y su peso deja mucho que desear.
28 PARSIN: Dios ha dividido el reino de Su Majestad, y se lo ha dado a los medos y a los persas.»
29 Belsasar ordenó entonces que Daniel fuera vestido de púrpura, que se le pusiera en el cuello un collar de oro, y que se le proclamara como el tercer señor del reino.
30 Esa misma noche Belsasar, rey de los caldeos, murió asesinado,
31 y el reino quedó en manos de Darío de Media, cuando éste tenía sesenta y dos años.

Dios juzgó al imperio Neobabilónico, que duró casi 100 años, y puso a los Medos y los Persas. No eran mucho mejores que Babilonia, pero Dios podía hacer cosas con ellos; Israel pudo volver del exilio a su nación, hubo libertad para el pueblo de Dios y el nombre de Dios fue reconocido en todo el vasto imperio. Esto debe servirnos de lección: cuando el Señor está juzgando un sistema y reemplazándolo por otro no significa de ningún modo que le dé un “cheque en blanco”, simplemente que ha encontrado algunas cosas buenas allí y le está dando una oportunidad. Dependerá de ellos responder adecuadamente. Oremos para que así sea.


Danilo Sorti


702. El fracaso, la frialdad y una pesca abundante


Juan 21:3-11 RVC
3 Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Ellos le dijeron: «También nosotros vamos contigo.» Fueron, y entraron en una barca; pero aquella noche no pescaron nada.
4 Cuando ya estaba amaneciendo, Jesús se presentó en la playa; pero los discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús.
5 Y él les dijo: «Hijitos, ¿tienen algo de comer?» Le respondieron: «No».
6 Él les dijo: «Echen la red a la derecha de la barca, y hallarán.» Ellos echaron la red, y eran tantos los pescados que ya no la podían sacar.
7 Entonces el discípulo a quien Jesús amaba le dijo a Pedro: «¡Es el Señor!» Y cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se puso la ropa (porque se había despojado de ella) y se echó al mar.
8 Los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban como a doscientos codos de la orilla.
9 Al descender a tierra, vieron brasas puestas, un pescado encima de ellas, y pan.
10 Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de pescar.»
11 Simón Pedro salió del agua y sacó la red a tierra, llena de grandes pescados. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de ser tantos la red no se rompió.


Antes de escribir este artículo estuve escuchando una revelación dada por el Señor a un hermano en la que le mostraba el espíritu de frialdad, y como operaba trayendo, precisamente, frialdad en el Señor. No es un pecado menor, aunque lo parezca a comparación de otros muchos; fue el pecado criticado a la iglesia de Éfeso, y si lo seguimos a lo largo de la historia, la decadencia de la Iglesia y su lucha para recuperar el vigor espiritual comenzó en ese momento, y lleva alrededor de 2.000 años. Decididamente, ¡no es un pecadillo sin importancia!

Cuando oraba pidiéndole al Señor un texto como referencia, me hizo recordar este pasaje, la pesca de los 153 peces. En muchos sentidos, es un texto paralelo al que encontramos en Lucas 5:1-11; Jesús se aparece de una forma “desconocida”, los discípulos se encuentran frustrados por haber fracasado en lo que mejor sabían hacer (pescar) y no estaban pensado en cambiar de vida… hasta que aparece Jesús y todo se transforma.

La imagen de Juan está demasiado cargada de simbolismo. Después de los hechos tan difíciles de la última semana y de haber visto al Señor resucitado, “necesitaban” unas vacaciones… o más bien, estaban convencidos de que el mismo Señor los iba a enviar a unas “vacaciones forzadas”, después de todo, lo habían traicionado, y Él ya había resucitado, con todo poder, no los necesitaba más…

En ese “vacío de sentido” y pérdida de propósito que sufrieron, hicieron lo que sabían hacer: ir a pescar, después de todo, quizás nunca debieron abandonar el oficio. Y allí Dios preparó una escena que habían vivido tres años antes: toda la noche pescando, sin éxito, una mañana frustrante, un día sin mucho para hacer que no sea remendar las redes, hasta que de repente un extraño les da una orden más extraña aún, pero no tenían nada que perder, total, la red en sí no era muy pesada. Pero esta vez el resultado fue muy distinto.

Jesús fue a su lugar de fracaso, al lugar donde el espíritu de frialdad quería llevarlos, para intentar apagar “con el agua” el fuego en el que habían sido encendidos. Y con esos mismos elementos, el Señor avivó la llama.

Mientras el espíritu de frialdad aprovecha nuestros sentimientos de fracaso y frustración, unidos al cansancio físico y emocional, para arrastrarnos a las costumbres o actividades de la vida “secular” (no necesariamente pecaminosas en sí) y desconectarnos del programa del Reino, el Señor va a buscarnos ahí mismo, usando esos mismos “elementos” para atraernos nuevamente a la llama del Espíritu.

Para los discípulos fue un “volver atrás”, para el Señor, un “volver al punto de partida” para una nueva partida. El momento de fracaso por el cual perfectamente podía colarse la gélida ventisca del frío espiritual, fue el cierre de un “círculo” que anunciaba la apertura de una nueva etapa, que solo culminaría con el fin de sus carreras, recibiendo su corona en los cielos.

Mucho se ha escrito sobre el número 153, pero es muy interesante si lo descomponemos en sus factores.

153 = 3 x 51

El 3 indica la plenitud o perfección divina, el testimonio perfecto, la integridad y perfección, mientras que el 51 puede entenderse como “uno más” del cincuenta, que era el ciclo completo hasta el jubileo, por lo tanto, es el inicio de un nuevo período, un período amplio, un tiempo nuevo y extenso, pero esta vez, bajo la dirección divina, un tiempo de dar testimonio de todo el consejo de Dios.

153 = 9 x 17

El 9 indica el tiempo de la visitación de Dios, el Señor mismo viniendo a la realidad del hombre a bendecir o juzgar, pero también a purificar a fin de prepararlo para Su obra. Y  17 es el número de la prueba completa o más bien, de la victoria completa una vez que todas las pruebas fueron superadas. Así que el otro significado de 153 tiene que ver con el fin de una etapa de prueba y el Señor, por lo tanto, viniendo a limpiar y capacitar para la nueva etapa.

153 = 100 + 50 + 3

El 100 tiene varios significados, pero puede entenderse como una “multitud”, no porque sea mucho en sí mismo sino porque se usa en la expresión “cientos”. 50 es el fin de un ciclo y el año del jubileo, y 3 es el número de la perfección divina y el testimonio perfecto. Con esto, podemos decir que otro de los significados posibles es que, de nuevo, en el cumplimiento de los tiempos el Dios Trino está por llamar a mucha gente a Su nuevo orden, a Su Reino.

Y 200 (200 codos, la distancia que los separaba de la costa donde estaba Jesús) es un número que puede ser interpretado como “cabeza” o “líder”. Por lo tanto, los discípulos habiendo cumplido un ciclo son llamados a un nuevo tiempo, distinto, largo, las personas en Israel podían ver uno o dos años de jubileo en toda su vida (para ver 3 debían vivir unos cuantos años más allá de los 100), y lo más probable es que fuera solo uno, por lo que es momento era único en la vida: indicaba un cambio de época hacia una realidad que no volvería a modificarse durante el resto de su vida. Fue un tiempo de prueba pero el Señor vino a ellos, los limpió (Judas había dejado el grupo, las debilidades que todavía persistían entre ellos habían sido expuestas) y ahora los estaba comisionando para la misma labor a la que los había llamado al principio, en el texto de Lucas 5, ser “pescadores de hombres”. El Señor, partiendo de donde estaban, vuelve a colocarlos en su llamamiento original. Y el simbolismo concluye con los discípulos llevando la pesca abundante (y recordemos, la red no se rompió, es decir, que a pesar de que los recursos humanos parecieran pocos y débiles, Dios mismo se encargaría de que fueran suficientes) hacia los pies del verdadero Líder, de Jesucristo.

El espíritu de frialdad que ya estaba tomando control de los discípulos, que había esperado agazapado hasta el momento “adecuado”, resultó definitivamente derrotado en su propio territorio. ¡Gloria a Dios! A partir de allí la historia sería muy diferente, y esto mismo es lo que el Señor hará con Sus hijos cuando el fracaso o la frustración quieran tomar control de sus vidas y arrastrarlos hacia la frialdad y muerte espiritual.


Danilo Sorti


701. 27/06/19, la OEA, la discriminación a los cristianos y la vieja costumbre del tiro por la culata


Proverbios 11:12 RV1995
12 El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo,
pero el hombre prudente calla.

En el momento de escribir este artículo no hace falta que explique demasiado el menosprecio y flagrante discriminación sufrida por los grupos provida cristianos en la reunión anual de la OEA porque el tema y los videos están corriendo como reguero de pólvora.

Cuando buscaba un pasaje que pudiera poner en perspectiva el hecho encontré este de Proverbios. Por un lado, el necio menosprecia a su prójimo, exactamente lo que estamos sufriendo desde hace tiempo en todos los estamentos políticos. No hay nada nuevo aquí ni vamos a llorar por los rincones: somos cristianos, sabemos lo que sufrió el Maestro por nosotros, sabemos que seremos aborrecidos por el mundo, conocemos la persecución feroz que soportan nuestros hermanos en otras partes del mundo, además conocemos las profecías para estos tiempos, sabemos que estamos enfrentando el inicio de la última gran batalla en vistas del último gran avivamiento por venir y la última gran cosecha. Sabemos que estamos en los inicios del cumplimiento de la profecía de Tommy Hicks respecto del gigante que habría de levantarse desde Sudamérica. Y, digamos “de paso”, el Espíritu del Santo de Israel está con nosotros. Por cierto que no nos vamos a sentir deprimidos ni vamos a andar llorando por los rincones, más bien todo lo contrario.

Pero el que menosprecia es el necio, ahora bien, estos “necios” no son los muchachos callejeros que se burlan de cristiano que va con su Biblia bajo el brazo, ¡son los representantes de las naciones americanas! ¿Cómo se entiende eso? Sencillamente, Dios les quitó el entendimiento, dado que endurecieron sus corazones, los hizo necios. Sobre este tema he escrito bastante en otros artículos; tenemos el ejemplo más claro del Faraón, a quien el Señor endureció para mostrar sus maravillas en él.

Pero no me voy a extender aquí ni voy a repetir lo que ya fue dicho, simplemente hacer un breve repaso de la historia reciente. Cuando el presidente argentino intentó legalizar el aborto lo único que logró fue levantar la ola celeste; consiguió unir a cristianos (y no cristianos también) de distintas iglesias, gente con la que jamás hubiéramos hecho algo junto nos pusimos codo a codo, y eso no hizo más que empezar porque el movimiento sigue creciendo. Levantó, muy a su pesar, un movimiento que trascendió los límites del país y sirvió de ánimo para otros países.

¿Qué logrará este burdo menosprecio de la OEA? Pues bien, para tener representación allí, el organismo exigió que los movimientos Provida formaran coaliciones, y así se originaron varias tanto entre los evangélicos como entre los católicos. ¡Ellos mismos empujaron por la unidad de los cristianos en el continente! ¿Y qué lograrán con este “ninguneo”? Lo que ya “logró” el presidente de Argentina, pero a nivel continental: afianzar, fortalecer, dotar de compromiso y valor, a la ola celeste continental.

A eso podemos llamarlo “salir el tiro por la culata”, pero sorprende que gente tan avezada en estrategia no sepa algo tan básico: no es “gratis” censurar a un colectivo, especialmente a ESTE colectivo. Hay otras estrategias para amortiguar a los movimientos sociales, lo sé porque en pequeña escala me ha pasado transitando por distintas instituciones (no voy a dar los nombres…): ellos te abren las puertas para participar, te reciben calurosamente, te permiten hablar, incluso participar en distintas actividades, mientras te meten en sus laberínticas decisiones y reuniones sin fin, trabajando sobre tu voluntad y agotando tus fuerzas… Bueno, quizás sea demasiado complejo pensar una estrategia así para nuestros políticos actuales, lo cual indica cuál sea su verdadero nivel intelectual.

Romanos 8:28 RV1995
28 Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Este pasaje no deja de ser una dolorosa verdad para los enemigos de Dios, y es a la vez una profecía segura. Creo que de aquí a un tiempito deberemos agradecerle a la OEA su accionar tan torpe, mientras el gigante continúa desperezándose y levantándose cada vez más.


Danilo Sorti


700. El 16/06/19, las 7:07 a.m. y las elecciones – II


Jueces 4:8-9 RVC
8 Y Barac le respondió: «Iré, si tú vas conmigo. Si no vas conmigo, no iré.»
9 Ella le dijo: «Voy a ir contigo. Pero la gloria de la victoria no será tuya, porque el Señor va a poner a Sísara en manos de una mujer.» Y así, Débora se levantó y acompañó a Barac hasta Cedes.

En un artículo anterior analicé los eventos que concluyeron en las pasadas elecciones provinciales del 16/06/19, el histórico apagón y la histórica entrada de una agrupación expresamente provida a la legislatura. Un devocional que leí un poco después me hizo entender algo más.

Estaba basado en el texto que compartí más arriba. Conocemos la historia y la victoria obtenida por Israel. En una época fuertemente dominada por el hombre es una nota sumamente extraña. Haciendo un análisis de los tiempos proféticos, Débora cantó:

Jueces 5:6-8 RVC
6 »En los días de Samgar hijo de Anat, que fueron los días de Yael, los caminos se quedaron abandonados, los viajeros se apartaron por atajos escabrosos,
7 los poblados israelitas quedaron abandonados, hasta que yo, Débora, me llené de valor y como madre me puse al frente de Israel.
8 »Los israelitas escogieron nuevos dioses; la guerra estaba a las puertas de la ciudad, pero no había un solo escudo, ni una lanza, entre los cuarenta mil hombres de Israel.

Los hombres de Israel habían abandonado su rol, que no es exactamente el de proveedor como ha dibujado la sociedad occidental, sino más bien el de defensor; desde los días de Adán y Eva la responsabilidad económica estaba compartida, y siempre lo fue, pero la responsabilidad de la defensa recaía exclusivamente (o casi) sobre el hombre. Sin embargo, entre la multitud de Israel “no había un solo escudo, ni una lanza”, es decir, ningún hombre dispuesto a defender su territorio. Desde que Israel había salido de Egipto hasta el final de la historia veterotestamentaria no volvemos a leer eso, ¡siempre hubo hombres dispuestos a levantarse por su nación, aún cuando Dios les decía expresamente que no lo hicieran porque serían entregados al exilio!

La situación era tal que “los poblados israelitas quedaron abandonados”, es decir, todo el orden de la civilización israelita estaba por desmoronarse. Tales son las terribles consecuencias cuando los hombres abandonan su función indelegable (no exactamente la de proveedores): la defensa de su familia y su tierra.

Pero cuando no hubo hombres, lo impensado para esa época ocurrió: Dios levantó a una mujer para que organizara la lucha y a otra, una “simple y sencilla ama de casa”, para que acabara con el principal enemigo del pueblo.

Los tiempos han cambiado mucho, a partir de la nueva revelación en Cristo entendemos que no hay diferencias delante del Señor, los privilegios sexistas no tienen justificativo bíblico y hombres y mujeres podemos ser libres para ayudarnos mutuamente, sostenernos, y complementarnos para formar una verdadera unidad. Pero eso no nos exime del diseño original: el hombre sigue siendo el defensor de la familia y la nación, quizás no con espada, quizás no en guerras físicas, pero sí en el ámbito espiritual, psicológico, emocional.

El “Homero” de Los Simpson muestra claramente la degradación de esa figura masculina: en algún punto nos dijeron que éramos incapaces, torpes e incluso culpables de todos los males habidos y por haber en la sociedad… ¡y lo creímos! Por lo tanto, actuamos en consecuencia, y nos volvimos torpes, incapaces y culpables de no defender lo que nos fue dado. Por eso es que avanzaron todas las ideologías que hoy destruyen a nuestros jóvenes.

Por eso Dios también levantó a los “impensados” (y con eso no estoy sugiriendo que tengan una especie de “cheque en blanco” del Cielo ni mucho menos), y los seguirá levantando para librar una batalla imposible y obtener una victoria increíble. La Palabra sigue cumpliéndose:

1 Corintios 1:27-29 RVC
27 sino que Dios eligió lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo, para avergonzar a lo fuerte.
28 También Dios escogió lo vil del mundo y lo menospreciado, y lo que no es, para deshacer lo que es,
29 a fin de que nadie pueda jactarse en su presencia.

Así, el corte de luz durante el “Día del Padre” ejemplificó la realidad de los padres de la nación: dormidos y sin que les resplandezca la luz. Pero eso no duró mucho.

Débora se levantó cuando no hubo otro hombre, pero Barac tomó las armas y salió a pelear. Hizo falta una madre, cuya capacidad natural es dar vida, para que infunda nueva vida a la masculinidad moribunda, pero cuando ésta revivió fue la que se encargó de obtener la victoria. Y no dudo que sea lo que Dios está haciendo en nuestros países hoy.

Hay más, muy pronto tendremos un eclipse solar el 2/7, de nuevo “2” y de nuevo “7”, ¡y de nuevo un “corte de luz” breve. Pero eso lo analizaremos más adelante…


Danilo Sorti