Hoy una intercesora me llamó la atención
sobre algo: las quemas en los bosques y humedales, más allá de que haya
intereses económicos (agrícolas e inmobiliarios), tienen un interés satánico
muy fuerte por detrás: establecer portales del infierno.
Quizás en la Biblia no se habla mucho del
tema porque era precisamente algo conocido y aceptado en la cultura del Medio
Oriente (no era necesario repetirlo en las Escrituras), que los desiertos eran
moradas de demonios.
Levítico 16:10 RVC
10 mientras que al macho cabrío que le haya
tocado en suerte a Azazel lo presentará vivo delante del Señor, para su propia
reconciliación sobre él, y luego lo soltará en el desierto para que se vaya con
Azazel.
¡Nada menos que Dios mismo le está diciendo a
Moisés que uno de los espíritus de más alto rango vive en el desierto!
Jesús menciona el tema como “al pasar”, lo
cual nos reafirma el hecho de que se trataba de algo aceptado:
Mateo 12:43 RVC
43 »Cuando el espíritu impuro sale del
hombre, anda por lugares áridos en busca de reposo, y no lo halla.
Una ciudad “desierta” y desolada se
transformaba naturalmente en habitación de demonios:
Isaías 13:19-21 RVC
19 El hermoso reino de Babilonia, joya de la
grandeza caldea, vendrá a ser como Sodoma y Gomorra, ciudades a las que Dios
destruyó.
20 Jamás volverá a ser habitado. Para siempre
quedará deshabitado. Ningún nómada volverá a plantar allí su tienda, ni pastor
alguno apacentará allí su rebaño.
21 Allí dormirán sólo las fieras del
desierto, y sus casas se llenarán de chacales; allí sólo vivirán los
avestruces, y retozarán las cabras salvajes.
Isaías 34:13-14 DHH
13 En sus palacios crecerán espinos,
y ortigas y cardos en sus fortalezas.
Será un lugar donde vivan los chacales
y se refugien los avestruces.
14 Los gatos monteses harán compañía a los
chacales,
las cabras se llamarán unas a otras.
Allí habitará el fantasma que espanta de
noche,
y encontrará sitio para descansar.
Apocalipsis 18:2 RVC
2 El ángel gritó con fuerte voz: «¡Ya ha
caído! ¡Ya ha caído la gran Babilonia! Se ha convertido en refugio de demonios,
en guarida de todo espíritu impuro; ¡está habitada de toda clase de aves
inmundas y aborrecibles!
La tierra desierta era, y es, naturalmente
considerada “tierra maldita”, es decir, el lugar adecuado para que habiten los
espíritus de maldición:
Hebreos 6:7-8 RVC
7 Cuando la tierra absorbe la lluvia que le
cae con frecuencia, y produce plantas útiles para quienes la cultivan, recibe
la bendición de Dios;
8 pero cuando produce espinos y abrojos, no
vale nada; poco le falta para ser maldecida, y acaba por ser quemada.
La desolación de un terreno quemado es un
atractor de demonios, sin dudas, el paisaje “más bello” para ellos. Pero hay
más.
La masiva muerte de animales que ocurre en un
incendio constituye un también masivo sacrificio, y sabemos el poder que eso
tiene para abrir portales, más aún cuando mueren también personas.
¿Cuál es el sentido de abrir estos portales?
Obviamente hacerse más fácilmente con el control de un territorio. Si bien se
trata, en principio, de portales de demonios, no tanto de los espíritus caídos,
éstos son los “operarios” del ejército de las tinieblas, y de allí los brujos
pueden fácilmente mandarlos a cumplir con misiones que terminan atando más el
país y abriendo portales aún más grandes.
¿Por qué ha ocurrido esto? Muy simple, hay un
principio que rige toda la Creación y es el de que: “todo espacio vacío será
llenado”, siempre “algo” llenará el vacío y de nuevo podemos recurrir a un
pasaje que relaciona el desierto con algo vacío:
Mateo 12:43-45 RVC
43 »Cuando el espíritu impuro sale del
hombre, anda por lugares áridos en busca de reposo, y no lo halla.
44 Entonces dice: “Volveré a mi casa, de
donde salí.” Y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
45 Entonces va y trae otros siete espíritus
peores que él, y entran y allí se quedan a vivir. ¡Y el estado final de aquel
hombre resulta ser peor que el primero! Así también le pasará a esta generación
malvada.»
El demonio vuelve cuando, luego de haber sido
echado, vuelve a dar un vistazo a su viejo hogar y lo encuentra desocupado,
¿por qué? Porque el Espíritu Santo no está allí, donde debía haber sido
invitado a morar.
Y otro ejemplo muy sencillo que vemos en la
historia:
1 Crónicas 10:7 RVC
7 Cuando todos los israelitas que habitaban
en el valle vieron que el ejército huía, y que Saúl y sus hijos habían muertos,
abandonaron sus ciudades y huyeron, y los filisteos llegaron y las ocuparon.
Las ciudades quedaron vacías e inmediatamente
los enemigos vinieron.
Entonces, ¿por qué la naturaleza ha quedado
tan “vacía” de la presencia del pueblo de Dios como para que fácilmente pudiera
el enemigo ir a intentar establecer sus ámbitos de tinieblas? Pues porque desde
hace siglos la naturaleza no ha “entrado” en nuestra teología cristiana,
particularmente evangélica. Sencillamente, hemos dejado ese sitio vacío porque
“no es espiritual”… ¡Señor, perdona nuestra ignorancia!
¿Qué hacemos entonces?
Bueno, la realidad es que lo que debía ser
hecho ya lo fue en la cruz. Simplemente debemos arrepentirnos de nuestro muy
grande pecado, lo que no es fácil: implica reconocer que hemos tenido un hueco
teológico muy grande que hoy le está permitiendo al Enemigo soltar a sus
espíritus de la naturaleza, que ha tenido muy estratégicamente guardados hasta
este tiempo, y desatar epidemias y destrucción que la mayoría de los cristianos
no puede identificar ni mucho menos entender en su raíz espiritual.
Luego de arrepentirnos, tenemos que,
simplemente, llevar la presencia de Dios adónde no la hemos llevado.
Con respecto al sacrificio de animales:
Apocalipsis 5:6 DHH
6 Entonces, en medio del trono y de los
cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, vi un Cordero. Estaba de
pie, pero se veía que había sido sacrificado. Tenía siete cuernos y siete ojos,
que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
Ya hubo Un Cordero sacrificado, ya se
completó el sacrifico perfecto, así que debemos anular el sacrificio de
animales con el perfecto sacrifico de Cristo.
Luego debemos bendecir las tierras, donde hay
incendios y donde todavía no, y de paso, también en los sitios donde se queman
los silobolsas, que es alimento destruido.
Y después declara promesas de bendición sobre
la tierra, como por ejemplo:
Isaías 35:1-2 RVC
1 El desierto y la soledad se alegrarán; el
yermo se regocijará y florecerá como la rosa;
2 florecerá en abundancia, y también se
alegrará y cantará con júbilo, pues le serán dadas la belleza del Líbano y la
hermosura del Carmelo y de Sarón. ¡Estos montes verán la gloria del Señor, ¡la
hermosura de nuestro Dios!
Isaías 35:6-10 RVC
6 Entonces los cojos saltarán como ciervos, y
la lengua del mudo cantará; porque en el desierto serán cavados pozos de agua,
y en la soledad correrán torrentes.
7 El páramo se convertirá en estanque, el
sequedal en manantiales de agua, y en la guarida de los chacales crecerán cañas
y juncos.
8 Allí habrá un camino empedrado, que será
llamado «Camino de Santidad». No pasará por allí nada impuro, porque Dios mismo
estará con ellos. Si alguien pasa por este camino, no se extraviará, por más
torpe que sea.
9 En ese camino no habrá leones, ni pasará
por él ninguna fiera, para que los redimidos puedan transitarlo.
10 Y los redimidos del Señor volverán.
Vendrán a Sión entre gritos de infinita alegría. Cada uno de ellos tendrá gozo
y alegría, y desparecerán el llanto y la tristeza.
Deuteronomio 11:13-15 RVC
13 »Si ustedes obedecen con todo cuidado los
mandamientos que hoy les mando cumplir, y si aman al Señor su Dios y le sirven
con todo su corazón y con toda su alma,
14 yo enviaré a su tierra la lluvia a su
tiempo, tanto la lluvia temprana como la tardía, y ustedes cosecharán su grano,
su vino y su aceite.
15 Haré también que en tus campos crezca
hierba para tus ganados, y comerás y quedarás satisfecho.
Joel 2:21-27 RVC
21 Y tú, tierra, ¡alégrate y llénate de gozo!
No temas, que el Señor hará grandes cosas.
22 Y ustedes, animales del campo, no teman,
porque los pastos del desierto volverán a reverdecer, y los árboles, las
higueras y las vides volverán a dar su fruto.
23 Y ustedes también, hijos de Sión,
alégrense y llénense de gozo en el Señor su Dios; porque él les ha dado la
primera lluvia a su tiempo, y enviará sobre ustedes lluvias tempranas y
tardías, como al principio.
24 Las eras se llenarán de trigo, y los
lagares rebosarán de vino y aceite.
25 Yo les resarciré por los daños que les
causaron la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, ese gran ejército que
el Señor envió contra ustedes.
26 «Ustedes comerán hasta saciarse, y
alabarán mi nombre, pues yo, el Señor su Dios, haré maravillas entre ustedes. Y
nunca más mi pueblo será avergonzado.
27 Entonces sabrán ustedes que yo estoy en
medio de Israel, y que yo soy el Señor su Dios, y nadie más. Y mi pueblo nunca
más será avergonzado.
Salmos 104:30 RVC
30 Pero si envías tu espíritu, vuelven a la
vida, y así renuevas la faz de la tierra.
Habría mucho más, pero aquí unas ideas.
Se pueden escribir los textos en estacas y
clavar en los lugares, ungir con aceite, hacer actos de adoración, etc.
Si el Señor nos está mostrando es para que
actuemos en este tiempo, sin demora.
¿Cómo volver a traer lluvia si hay sequedad,
con lo cual tampoco hay evaporación? Se forma un círculo vicioso. La respuesta
no es natural, es espiritual: Dios hace milagros, tanto sanar a un enfermo como
cambiar el curso de los vientos para llevar lluvia adónde se suponía que no
habría.
Danilo Sorti