sábado, 26 de septiembre de 2015

¿En qué consiste la vida cristiana? II – Vivir bajo la bendición de Dios


 En el estudio nº 1 explicamos que el propósito de la vida del cristiano no debe pensarse como algo “ajeno” al propósito original de Dios para el hombre, y éste se encuentra, en su forma más básica y resumida, en los primeros capítulos de Génesis.

Mucho tiempo hemos pensado que el interés de Dios era edificar una comunidad santa mientras dejaba que el Adversario hiciera lo que quisiera con el mundo, pero creo que hoy la cristiandad ha entendido que la iglesia, que es la Novia del Cordero, debe ser en realidad el medio para restaurar a TODA la creación.

Hay un pasaje muy interesante en este sentido:

Hechos 3:19-21 RVC
19 Por lo tanto, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, para que sus pecados les sean perdonados
20 y Dios haga venir sobre ustedes tiempos de alivio y les envíe a Cristo Jesús, que ya les fue anunciado.
21 Es necesario que el cielo reciba a Jesús hasta el momento en que todas las cosas sean restauradas, lo cual Dios ya ha anunciado desde los tiempos antiguos por medio de sus santos profetas.

Hechos 3:21 DHH
21 Aunque por ahora Jesucristo debe permanecer en el cielo hasta que Dios ponga en orden todas las cosas, como dijo por medio de sus santos profetas que vivieron en los tiempos antiguos.

Es interesante ver que en estas palabras Pedro muestra el propósito general del Padre a través de toda la historia antigua de la nación: llegar al momento en que todo sea puesto en orden, sea restaurado. No algo, no solo la salvación individual, no solo una iglesia santa; sino TODAS las cosas, todo lo que existe.

Desde la perspectiva del TODO, la vida del cristiano debería ser considerada no sólo como la    “vida de iglesia” sino como la vida integral del hombre según Dios, en todos los aspectos.

Y uno de los aspectos, que está mencionado en estos versículos, tiene que ve con los “tiempos de alivio”, la bendición de Dios, su “Shalom”, el ámbito en el que estamos preparados para movernos y que nunca debió perderse.
 


Génesis 1:31 DHH
31 y Dios vio que todo lo que había hecho estaba muy bien. De este modo se completó el sexto día.

Génesis 1:31 RVC
31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y todo ello era bueno en gran manera. Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día sexto.

Génesis 1:28 DHH
28 y les dio su bendición:
muchos, muchos hijos;
llenen el mundo y gobiérnenlo;
dominen a los peces y a las aves,
y a todos los animales que se arrastran.

Génesis 2:8-9 DHH
8 Después Dios el Señor plantó un jardín en la región de Edén, en el oriente, y puso allí al hombre que había formado.
9 Hizo crecer también toda clase de árboles hermosos que daban fruto bueno para comer. En medio del jardín puso también el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.

Génesis 2:18 DHH
18 Luego, Dios el Señor dijo: es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer alguien que sea una ayuda adecuada para él.

Todo el contexto en donde el hombre iba a vivir y trabajar estaba rodeado de bendición: la creación era buena y se sujetaba al ser humano, el ámbito del jardín era bueno y agradable, el hombre contaba con la bendición divina y había una relación armónica no solo con Dios sino con el otro ser humano. Este era el diseño original del Padre.

Pero conocemos el resto de la historia:

Génesis 3:16-19, 23 DHH
16 A la mujer le dijo:
Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti.
17 Al hombre le dijo:
—Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida.
18 La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres.
19 Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás.

23 Por eso Dios el Señor sacó al hombre del jardín de Edén, y lo puso a trabajar la tierra de la cual había sido formado.

La bendición diseñada se transforma en maldición en todo sentido: en lo físico, en lo emocional, en lo relacional, en lo laboral, y llega a afectar a toda la creación, que había sido diseñada originalmente buena.

No hace falta que ilustremos mucho más lo que queremos decir porque el resto de la Biblia está repleta de ejemplos (y nuestro mundo actual también) de cuán penetrante, terrible y extendida resultó la semilla de maldición que la raza humana sembró en sus orígenes. De hecho, creo que ninguno de nosotros tiene hoy la verdadera dimensión de la maldición que se ha desatado sobre la tierra, ni mucho menos sería capaz de soportar siquiera su descripción.

Pero Dios ya estaba preparando la solución:

Génesis 3:15 DHH
15 Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.



La bendición prometida (aunque parcial si la vemos desde la perspectiva cristiana) es un tema recurrente en todo el Antiguo Testamento, especialmente en los cinco primeros libros. Conocida es la promesa hecha a Abram:

Génesis 12:2-3 DHH
2 Con tus descendientes voy a formar una gran nación; voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás una bendición para otros.
3 Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; por medio de ti bendeciré a todas las familias del mundo.

El perdón de pecados, la salvación del alma, la vida eterna no son temas que aparezcan tan claramente en estas primeras etapas de la revelación, habrá que esperar unos cuantos siglos más para eso, pero la promesa de la restauración de la bendición terrenal, del ámbito físico donde está el cuidado de Dios, es un hilo conductor de la historia a partir de aquí.

Pero, tal como pasó en el Jardín, la bendición “física” estaba condicionada a la obediencia y, en definitiva, al amor a Dios. Y tal como en el principio, la maldición “física” debía servir (¡y sirve!) para que las personas, en su miseria, reconozcan su pecado, se vuelvan a su Creador y reciban, finalmente, su bendición. En el fondo, no existe maldición en sentido absoluto sobre esta tierra (sí en el infierno), siempre pretende ser un llamado de atención para generar arrepentimiento y luego bendición.

Deuteronomio 28:2 DHH
2 Además, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán por haber obedecido al Señor tu Dios.

Deuteronomio 28:15 DHH
15 “Pero si no obedeces al Señor tu Dios, ni pones en práctica todos sus mandamientos y leyes que yo te he ordenado hoy, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones:

Deuteronomio 30:1-3 DHH
1 “Cuando les sobrevenga a ustedes todo lo que les he anunciado, la bendición y la maldición que les he dado a elegir, y reflexionen sobre ellas en las naciones donde el Señor su Dios los arroje,
2 si se vuelven al Señor y lo obedecen de todo corazón y con toda su alma, ustedes y los hijos de ustedes, como yo se lo ordeno ahora,
3 entonces el Señor su Dios cambiará la suerte de ustedes y les tendrá compasión. Los reunirá otra vez de entre los países donde antes los arrojó,

La Tierra Prometida era, para Israel, el ámbito físico de la bendición, una figura del Jardín perdido y un anticipo del ámbito de bendición que vendría en el futuro.

Números 14:7-8 DHH
7 y dijeron a todos los israelitas:
—¡La tierra que fuimos a explorar es excelente!
8 Si el Señor nos favorece, nos ayudará a entrar a esa tierra y nos la dará. Es un país donde la leche y la miel corren como el agua.

Hebreos 4:8-9 DHH
8 Porque si Josué les hubiera dado reposo a los israelitas, Dios no habría hablado de otro día.
9 De manera que todavía queda un reposo sagrado para el pueblo de Dios;

La promesa de Dios fue de bendición, el ámbito físico al que los llevaba expresaba esa bendición. Pero, de nuevo tal como pasó en el Edén, la decisión entre la obediencia y la desobediencia tenía que ver con confiar en que Dios quería y podía proveerles de la bendición, y aceptar sus caminos, o desconfiar de él y buscar los propios caminos de “bendición”. O aceptamos la bendición de Dios o procuramos construir nuestra propia “bendición”, conforme a nuestros criterios según los recibimos el árbol del conocimiento del bien y del mal.

Lot se manejó así:

Génesis 13:11-13 DHH
11 Entonces Lot escogió todo el valle del Jordán, y se fue al oriente del lugar donde estaban. De esta manera, Abram y Lot se separaron.
12 Abram se quedó en Canaán, y Lot se fue a vivir a las ciudades del valle, cerca de la ciudad de Sodoma,
13 donde toda la gente era muy mala y cometía horribles pecados contra el Señor.

Escogió por sus ojos, y conocemos el resto de la historia. Abram escogió por la promesa, ¡y conocemos el resto de la historia!

Números 14:39-42 DHH
39 Cuando Moisés contó a los israelitas lo que el Señor había dicho, todos ellos se pusieron muy tristes.
40 A la mañana siguiente se levantaron temprano, subieron a la parte alta de la región montañosa y dijeron:
—¡Ya estamos aquí! Vayamos al lugar que el Señor nos ha prometido, pues en verdad hemos pecado.
41 Pero Moisés les dijo:
—¿Por qué desobedecen las órdenes del Señor? ¡Ese intento va a fracasar!
42 No sigan adelante, porque el Señor no está con ustedes. Sus enemigos los van a derrotar.

No avanzaron cuando el Señor se los mandó y luego quisieron ir cuando expresamente les había dicho que no: no aceptaron el momento de la bendición y procuraron obtenerla por sus propias fuerzas. El resultado fue desastroso.



La historia narrada en Jueces ilustra muy bien las idas y vueltas de este período:

Jueces 2:11-19 DHH
11 Pero los hechos de los israelitas fueron malos a los ojos del Señor, pues empezaron a adorar a las diferentes representaciones de Baal.
12 Dejaron al Señor, el Dios de sus antepasados que los había sacado de Egipto, y se entregaron a adorar a los dioses de la gente que vivía alrededor, provocando así el enojo del Señor.
13 Dejaron al Señor por adorar a Baal y a las diferentes representaciones de Astarté,
14 y por eso el Señor se enojó contra Israel e hizo que los ladrones los despojaran de lo que tenían, y que sus enemigos de los alrededores los derrotaran sin que ellos pudieran hacerles frente.
15 Cada vez que ellos marchaban a la batalla, el Señor se ponía en su contra y les iba mal, según él mismo se lo había anunciado.
Sin embargo, aunque el Señor puso a los israelitas en aprietos,
16 también hizo surgir caudillos que los libraran de quienes los despojaban.
17 Pero los israelitas no hicieron caso a estos caudillos, sino que fueron infieles al Señor y adoraron a otros dioses. Sus antepasados habían obedecido los mandamientos del Señor; pero ellos no siguieron su ejemplo.
18 Cada vez que el Señor hacía surgir un caudillo, también lo ayudaba, y durante la vida del caudillo libraba a los israelitas del poder de sus enemigos, pues sentía compasión de ellos al oírlos gemir por causa de la opresión que sufrían.
19 Pero cuando el caudillo moría, ellos volvían a corromperse, y llegaban a ser peores que sus padres, sirviendo y adorando a otros dioses. No abandonaban sus malas prácticas, ni su terca conducta.

¿Cómo se relaciona esto con la búsqueda de la bendición, que dijimos es algo innato en todo ser humano?

Pues porque en las creencias de los pueblos de la región Baal era el dios de la lluvia y la fertilidad, y Astarté era la “madre naturaleza”, la diosa de la vida, la fertilidad, el amor y los placeres carnales. Desde el momento en que dejaban de buscar (y por consiguiente, recibir) la bendición de Dios (lo cual requería vivir en santidad), necesitaban buscar (y “recibir”) la bendición de otro lado.

Para ellos, y durante varios siglos hasta el exilio babilónico, existió un duro conflicto entre buscar a Dios (y las bendiciones que vienen de él) o buscar a los dioses de la tierra (y las “bendiciones” que vienen de ellos).

Este conflicto entre buscar a Dios y la bendición que viene de él o caer en la idolatría para obtener los “favores” de otros dioses aparece en prácticamente todas las páginas de la historia y la poesía escrita antes del exilio, así como el reiterado llamado del Padre:

2 Crónicas 15:2-3 RVC
2 y éste salió al encuentro de Asa y le dijo: «Escúchenme ustedes, Asa y todo Judá y Benjamín: El Señor estará con ustedes, si ustedes están con él. Si lo buscan, lo hallarán; pero si lo dejan, también él los dejará.
3 Israel pasó mucho tiempo sin un Dios verdadero y sin un sacerdote que los instruyera, y sin ley;

Job 35:9-12 DHH
9 Bajo el peso de la opresión, los hombres gritan
y buscan quien los salve de los poderosos;
10 pero no buscan al Dios que los creó,
al que da fuerzas en las horas más oscuras,
11 al que nos instruye y nos enseña
por medio de los animales y las aves.
12 Gritan, pero Dios no les contesta,
porque son hombres malos y orgullosos.

Salmos 5:11 DHH
11 Alégrense los que buscan tu protección;
canten siempre de alegría
porque tú los proteges.
Los que te aman, se alegran por causa tuya,

Salmos 34:10 DHH
10 Los ricos se vuelven pobres, y sufren hambre,
pero a los que buscan al Señor nunca les faltará ningún bien.

Salmos 119:2 DHH
2 Felices los que atienden a sus mandatos
y lo buscan de todo corazón,

¡Cuidado! Si pensamos que este problema con la idolatría y el “buscar la bendición” en otros dioses fue un problema de la antigüedad (o de los pueblos politeístas de hoy día) no nos olvidemos de lo que mucho tiempo después diría Pablo:

Efesios 5:5 DHH
5 Pues tengan por cierto que quien comete inmoralidades sexuales, o hace cosas impuras, o se deja llevar por la avaricia (que es una especie de idolatría), no puede tener parte en el reino de Cristo y de Dios.

En nuestro mundo sofisticado y “racional” de hoy, la idolatría toma formas mucho más sutiles, pero sigue existiendo.

Pero el problema no estaba solo en lo “sobrenatural” sino que también en lo “natural” el pueblo de Dios muchas veces no buscó la protección del Señor:

Isaías 31:1 DHH
1 ¡Ay de los que van a Egipto a buscar ayuda,
de los que confían en los caballos,
de los que ponen su confianza en que tienen muchos carros
y en que es muy numerosa su caballería,
y no vuelven la vista al Dios Santo de Israel,
no buscan al Señor!



Ha sido (y continúa siéndolo) muy frecuente pensar que mientras la revelación del Antiguo Testamento se ocupaba de “lo material”, la del Nuevo se ocupa de “lo espiritual” y hasta “desprecia” lo material. Hoy sabemos que esto no es más que la influencia de ciertas corrientes filosóficas que se gestaron ya en la antigua Grecia. Jesús nunca desestimó las necesidades materiales de los hijos de Dios ni la importancia de buscar la provisión de su Padre:

Mateo 7:7-11 DHH
7Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá.
8 Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre.
9 alguno de ustedes sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan?
10 ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado?
11 Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan!

Mateo 6:7-11 DHH
7 al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios.
8 No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan.
9 Ustedes deben orar así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra,
así como se hace en el cielo.
11 Danos hoy el pan que necesitamos.

Démonos cuenta que estas palabras están al principio de la predicación del Señor, por lo que él lo dejó en claro de entrada: Dios se preocupa de las necesidades materiales de Su pueblo y está dispuesto a suplirlas. Y no hacía falta decir mucho más, ¡eso soluciona uno de los principales conflictos de todos los seres humanos de todos las épocas!

En realidad, si nos vamos más atrás, directamente al principio de la predicación pública de Jesús, nos encontramos con estas palabras:

Lucas 4:17-21 DHH
17 Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito:
18 Espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha consagrado
para llevar la buena noticia a los pobres;
me ha enviado a anunciar libertad a los presos
y dar vista a los ciegos;
a poner en libertad a los oprimidos;
19 a anunciar el año favorable del Señor.
20 Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él.
21 Él comenzó a hablar, diciendo:
—Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oir.

Podemos “sobreespiritualizar” este pasaje, y es cierto que tiene una profunda raíz espiritual, pero cuando Jesús lo dijo y en la sinagoga lo escucharon, el sentido era profundamente “terrenal”.

Los milagros del Señor (y posteriormente de Su iglesia) demostraron una y otra vez que nunca dejó de preocuparse por las necesidades materiales de la gente.

Sin embargo, Jesús pretendía llevar a sus discípulos “un escalón más arriba” de la simple búsqueda de la bendición terrenal: había algo más profundo, más importante y más trascendente; una bendición mucho mayor, de la cual partían las bendiciones materiales pero que en función de ella podían relegarse: la bendición de la comunión con el Padre, de la salvación de las almas, de llevar esta salvación a otros.

Jesús no negó la bendición material, pero llevó a sus seguidores a ver más arriba.

Juan 6:26-27 DHH
26 Jesús les dijo:
—Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas.
27 No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Esta es la comida que les dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.

Mateo 6:31-33 DHH
31 Así que no se preocupen, preguntándose: ‘¿Qué vamos a comer?’ o ‘¿Qué vamos a beber?’ o ‘¿Con qué vamos a vestirnos?’
32 Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan.
33 Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas.

Jesús descubría los corazones al mostrar que esta búsqueda de bendición fuera de Dios puede tomar formas muy sutiles, aún dentro del mismo pueblo de Dios y en relación con lo santo:

Juan 5:44-46 DHH
44 ¿Cómo pueden creer ustedes, si reciben gloria los unos de los otros y no buscan la gloria que viene del Dios único?
45 No crean que yo los voy a acusar delante de mi Padre; el que los acusa es Moisés mismo, en quien ustedes han puesto su confianza.
46 Porque si ustedes le creyeran a Moisés, también me creerían a mí, porque Moisés escribió acerca de mí.

Lucas 20:46-47 DHH
46 “Cuídense de los maestros de la ley, pues les gusta andar con ropas largas, y quieren que los saluden con todo respeto en las plazas. Buscan los asientos de honor en las sinagogas y los mejores lugares en las comidas;
47 y les quitan sus casas a las viudas, y para disimularlo hacen largas oraciones. Ellos recibirán mayor castigo.

Otra forma sutil de idolatría dentro del mismo pueblo del Señor: en vez de buscar a Dios, centrarse en los hombres de Dios del pasado o incluso del presente, o buscar la “bendición” a través de los hijos de Dios (es decir, expoliarlos de sus bienes, ¿algún parecido con la realidad actual…?).

Pero Jesús fue mucho más allá todavía al mostrarles a los discípulos que ni siquiera tenían que poner los ojos en el Jesús terrenal que ellos habían conocido:

Lucas 24:5-7 DHH
5 Llenas de miedo, se inclinaron hasta el suelo; pero aquellos hombres les dijeron:
—¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que está vivo?
6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea:
7 que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría.
 


Parece que en las Epístolas del Nuevo Testamento la bendición material “desaparece”, pero esta opinión se genera cuando nos “perdemos” el enganche con los Evangelios.

1 Corintios 10:11 DHH
11 Todo esto les sucedió a nuestros antepasados como un ejemplo para nosotros, y fue puesto en las Escrituras como una advertencia para los que vivimos en estos tiempos últimos.

En este pasaje Pablo está “validando” todo lo que vimos del Antiguo Pacto: nada de eso perdió valor, simplemente ahora el interés central es cómo acercarse al Dios de TODA bendición.

Tiempo antes, Jesús puso en perspectiva las aspiraciones materiales:

Hechos 1:6-8 DHH
6 Los que estaban reunidos con Jesús, le preguntaron:
—Señor, ¿vas a restablecer en este momento el reino de Israel?
7 Jesús les contestó:
No les corresponde a ustedes conocer el día o el momento que el Padre ha fijado con su propia autoridad;
8 pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra.

Jesús no estaba negando sus aspiraciones terrenales, les estaba dando un enfoque superador y estratégicamente más urgente.

¿Cuál es la fuente de la bendición material? En el mundo de hoy muchos la buscan en el avance de los conocimientos científicos, mientras que otros tantos siguen buscando a un súper líder o poderoso milagrero; Pablo ya había hablado de ello:

1 Corintios 1:22-25 DHH
22 Los judíos quieren ver señales milagrosas, y los griegos buscan sabiduría;
23 pero nosotros anunciamos a un Mesías crucificado. Esto les resulta ofensivo a los judíos, y a los no judíos les parece una tontería;
24 pero para los que Dios ha llamado, sean judíos o griegos, este Mesías es el poder y la sabiduría de Dios.
25 Pues lo que en Dios puede parecer una tontería, es mucho más sabio que toda sabiduría humana; y lo que en Dios puede parecer debilidad, es más fuerte que toda fuerza humana.

La fuente de toda bendición, que es el ámbito en el que el hombre debe estar y procura (con sus propias fuerzas) alcanzar, sigue estando en Dios, a través del único camino abierto: Jesucristo.

También somos advertidos contra la sutileza de muchos líderes cristianos de pretender “buscar” la bendición a costa de los hermanos:

Filipenses 2:20-21 DHH
20 Porque no tengo a ningún otro que comparta tanto mis propios sentimientos y que de veras se preocupe por el bien de ustedes;
21 todos buscan su propio interés, y no el interés de Jesucristo.

Judas 1:16 DHH
16 De todo se quejan, todo lo critican y solo buscan satisfacer sus propios deseos. Hablan con jactancia, y adulan a los demás para aprovecharse de ellos.

La fe en Jesucristo (¡no la fe en la fe!) es establecida como la “puerta de entrada”

Hebreos 11:6 DHH
6 Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan.

Y se nos advierte que la bendición material no siempre es señal de la más alta bendición divina:

Hebreos 11:33-40 DHH
33 Por la fe conquistaron países, impartieron justicia, recibieron lo que Dios había prometido, cerraron la boca de los leones,
34 apagaron fuegos violentos, escaparon de ser muertos a filo de espada, sacaron fuerzas de flaqueza y llegaron a ser poderosos en la guerra, venciendo a los ejércitos enemigos.
35 Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus familiares muertos.
Otros murieron en el tormento, sin aceptar ser liberados, a fin de resucitar a una vida mejor.
36 Otros sufrieron burlas y azotes, y hasta cadenas y cárceles.
37 Y otros fueron muertos a pedradas, aserrados por la mitad o muertos a filo de espada; anduvieron de un lado a otro vestidos solo de piel de oveja y de cabra; pobres, afligidos y maltratados.
38 Estos hombres, que el mundo ni siquiera merecía, anduvieron sin rumbo fijo por los desiertos, y por los montes, y por las cuevas y las cavernas de la tierra.
39 Sin embargo, ninguno de ellos recibió lo que Dios había prometido, aunque fueron aprobados por la fe que tenían;
40 porque Dios, teniéndonos en cuenta a nosotros, había dispuesto algo mejor, para que solamente en unión con nosotros fueran ellos hechos perfectos.

Pero lo cierto es que el perfecto ámbito de bendición, tal como Dios lo diseñó al principio, aún no está disponible para ninguno de nosotros en este tiempo. Todavía estamos en peregrinaje, sabiendo que podremos alcanzar muchas bendiciones de Dios, materiales y, más importante, espirituales; o sabiendo que podremos ser llamados a renunciar a bendiciones materiales en función de una mucho mayor bendición espiritual. Mientras tanto, una promesa simple y poderosa nos ayuda cuando la provisión que necesitamos parece tardar:

Filipenses 4:6 DHH
6 No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también.

Filipenses 4:6 RVC
6 No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias,



El “final” de la historia no empieza, precisamente, con mucha bendición que digamos…. ¡Más bien todo lo contrario!

Apocalipsis nos advierte en contra de pensar que en esta época Dios se ha olvidado de lo “terrenal”.

Apocalipsis 6:15-17 DHH
15 Y los reyes del mundo se escondieron en las cuevas y entre las rocas de las montañas, junto con los grandes, los jefes militares, los ricos, los poderosos y todos los esclavos y los hombres libres;
16 y decían a las montañas y a las rocas: sobre nosotros y escóndannos de la presencia del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero!
17 Porque ha llegado ya el gran día del castigo, ¿y quién podrá resistir?

Apocalipsis 6:16-17 RVC
16 y decían a los montes y a las peñas: «¡Caigan sobre nosotros! ¡No dejen que nos mire el que está sentado sobre el trono! ¡Escóndannos de la ira del Cordero!
17 El gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá mantenerse en pie?»

Ya hemos visto que el castigo de Dios, sobre esta tierra, tiene el propósito de llamar a los hombres a la conversión, a volver al Único que puede darles la verdadera bendición y dejar de buscarla por caminos errados. ¿Cuál habría de ser la respuesta de los hombres?

Apocalipsis 9:20 RVC
20 El resto de la gente, los que no murieron por estas plagas, ni aun así se arrepintieron de su maldad, ni dejaron de adorar a los demonios ni a las imágenes de oro, plata, bronce, piedra y madera, las cuales no pueden ver ni oír ni caminar.

Apocalipsis 16:11 RVC
11 y por causa de sus dolores y sus úlceras blasfemaron contra el Dios del cielo, pero no se arrepintieron de sus obras.

Sin embargo, en medio del castigo también habrá algunos que podrán entender:

Apocalipsis 11:13 RVC
13 En ese momento hubo un gran terremoto, y a causa del terremoto se derrumbó la décima parte de la ciudad y murieron siete mil personas. Los demás se llenaron de terror y dieron gloria al Dios del cielo.

Al final de todo el proceso:

Apocalipsis 21:3-5 DHH
3 Y oí una fuerte voz que venía del trono, y que decía: está el lugar donde Dios vive con los hombres. Vivirá con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
4 Secará todas las lágrimas de ellos, y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir.
5 El que estaba sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas.” Y también dijo: “Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza.”

Apocalipsis 22:3 DHH
3 Ya no habrá allí nada puesto bajo maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad, y sus siervos lo adorarán.

Toda bendición será restaurada, y la maldición (su opuesto) ya no será necesaria, porque entonces todos conocerán a Dios y le servirán.



Una de las facetas de la vida del hombre, tal como Dios la planeó en un principio, consiste en vivir en bendición; esto incluye todo lo legítimo que el hombre pueda desear: bienes materiales, paz, relaciones interpersonales armónicas, desarrollo personal, salud, etc.

La revelación neotestamentaria nunca negó este hecho, pero lo puso en perspectiva de una bendición mayor, y que en última instancia es la raíz de toda bendición material. Buscando aquella, y procurando que otros la encuentran, somos llamados muchas veces a dejar de procurar las bendiciones materiales, pero no porque las neguemos, sino porque queremos algo mayor.

El error de todas las épocas ha sido buscar la “bendición” (es decir, prosperidad, paz, salud, etc.) de otra fuente que no sea Dios. Aún entre los cristianos esto puede tomar formas muy sutiles.

Recuperar la bendición, a partir de la Verdadera Fuente, es un proceso que empieza en esta tierra, y que debe servir para llamar la atención de los hombres (tal como sirven los milagros), pero no se completará en este tiempo. Mientras tanto, debemos estar alertas contra los sutiles peligros que nos acechan.


¡El Señor sea glorificado en Su Iglesia y en toda la Tierra!
 

Danilo Sorti
Agosto de 2015
Rosario, Argentina

Mateo 24:12 - El amor de muchos cristianos se enfriará

Mateo 24:4-14 RVC (Traducción Reina Valera Contemporánea)

4 Jesús les respondió: «Cuídense de que nadie los engañe.
5 Porque muchos vendrán en mi nombre, y dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos.
6 Ustedes oirán hablar de guerras y de rumores de guerras; pero no se angustien, porque es necesario que todo esto suceda; pero aún no será el fin.
7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá hambre y terremotos en distintos lugares.
8 Todo esto será sólo el comienzo de los dolores.
9 »Entonces los entregarán a ustedes para ser torturados, y los matarán, y todos los odiarán por causa de mi nombre.
10 En aquel tiempo muchos tropezarán, y unos a otros se traicionarán y odiarán.
11 Muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
12 y tanto aumentará la maldad que el amor de muchos se enfriará.
13 Pero el que resista hasta el fin, será salvo.
14 Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
 
Mateo 24:4-14 DHH (Traducción Dios Habla Hoy)
4 Jesús les contestó:
—Tengan cuidado de que nadie los engañe.
5 Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: soy el Mesías y engañarán a mucha gente.
6 Ustedes tendrán noticias de que hay guerras aquí y allá; pero no se asusten, pues así tiene que ocurrir; sin embargo, aún no será el fin.
7 Porque una nación peleará contra otra y un país hará guerra contra otro; y habrá hambres y terremotos en muchos lugares.
8 Pero todo eso apenas será el comienzo de los dolores.

9 los entregarán a ustedes para que los maltraten; y los matarán, y todo el mundo los odiará por causa mía.
10 En aquel tiempo muchos renegarán de su fe, y se odiarán y se traicionarán unos a otros.
11 Aparecerán muchos falsos profetas, y engañarán a mucha gente.
12 Habrá tanta maldad, que la mayoría dejará de tener amor hacia los demás.
13 Pero el que siga firme hasta el fin, se salvará.
14 Y esta buena noticia del reino será anunciada en todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan; entonces vendrá el fin.

Mateo 24:4-14 TLA (Traducción en Lenguaje Actual)
4 Jesús les respondió:
—¡Cuidado! No se dejen engañar.
5 Muchos vendrán, y se harán pasar por mí, y le dirán a la gente: soy el Mesías. Usarán mi nombre y lograrán engañar a muchos.

6 »Ustedes oirán que en algunos países habrá guerras, y que otros países están a punto de pelearse. Pero no se asusten; esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo.
7 Porque los países pelearán unos contra otros, la gente no tendrá qué comer, y en muchos lugares habrá terremotos.
8 Eso es sólo el principio de todo lo que el mundo sufrirá.
 
9 »Ustedes serán llevados presos, y entregados a las autoridades para que los maltraten y los maten. Todo el mundo los odiará por ser mis discípulos.
10 Muchos de mis seguidores dejarán de creer en mí; uno traicionará al otro y sentirá odio por él.
11 Llegarán muchos falsos profetas y engañarán a muchas personas.
12 La gente será tan mala que la mayoría dejará de amarse.
13 Pero yo salvaré a todos mis seguidores que confíen en mí hasta el final.
14 El fin del mundo llegará cuando las buenas noticias del reino de Dios sean anunciadas en toda la tierra, y todo el mundo las haya escuchado.

 
La multitud de los problemas sociales que enfrenta la sociedad hoy tiene que ver con un concepto muy básico: las personas han dejado de amar a su prójimo, y esto se manifiesta en la falta de consideración, de respeto, el abuso, la búsqueda desenfrenada sólo del propio bienestar, considerar a las personas no como tales sino como “consumidores”, “clientes”, “votantes” o sólo un número en las estadísticas o balances contables, y un muy largo etcétera.

Esto se ha transformado en un círculo vicioso: la maldad imperante favorece la falta de amor (consideración, respeto, cuidado) de los unos hacia los otros; y esta falta de amor favorece la multiplicación de la maldad.

La raíz de este problema social fue manifestada claramente por Caín ante la pregunta del Creador:

Génesis 4:9 DHH
9 Entonces el Señor le preguntó a Caín:
—¿Dónde está tu hermano Abel?
Y Caín contestó:
—No lo sé. ¿Acaso es mi obligación cuidar de él?

Y el “desarrollo” es tan evidente en la Biblia y en la historia y presente de la humanidad que no hace falta abundar mucho en ejemplos.

Las palabras de Jesucristo, sin embargo, están más bien enfocadas en lo que ocurriría entre sus seguidores, en claro contraste con su voluntad expresa:

Juan 17:23-26 DHH
23 yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno, y que así el mundo pueda darse cuenta de que tú me enviaste, y que los amas como me amas a mí.

26 Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos.

Juan 13:34 DHH
34 Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros.

Lo mismo fue expresado luego por los apóstoles:

1 Corintios 12:31; 13:13 RVC
31 Como no es así, ustedes deben procurar los mejores dones. Pero yo les muestro un camino aun más excelente.

13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor. Pero el más importante de todos es el amor.

1 Pedro 4:8 DHH
8 Haya sobre todo mucho amor entre ustedes, porque el amor perdona muchos pecados.

1 Juan 2:7-11 DHH
7 Queridos hermanos, este mandamiento que les escribo no es nuevo: es el mismo que ustedes recibieron desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oyeron.
8 Y, sin embargo, esto que les escribo es un mandamiento nuevo, que es verdad tanto en Cristo como en ustedes, porque la oscuridad va pasando y ya brilla la luz verdadera.

9 Si alguno dice que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad.
10 El que ama a su hermano vive en la luz, y no hay nada que lo haga caer.
11 Pero el que odia a su hermano vive y anda en la oscuridad, y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego.

El amor, en todas sus formas, se enfriaría claramente en el mundo y lo mismo pasaría en la iglesia. ¿Causa o consecuencia? Ahora bien, que esto ocurra en una sociedad que no toma muy en serio la voz de Dios ni trata de obedecerle, es entendible. Pero que esto mismo ocurra en la Nueva Sociedad que el Señor intenta formar con Su iglesia es otro tema. ¡Precisamente eso no debería pasar allí!

Poca autoridad puede tener el Pueblo de Dios para enfrentar la maldad (que es el reino de Satanás) en todas sus formas en la sociedad si no lo hace dentro de su seno en su forma más básica: manteniendo el amor.

Jesús nos brinda en el texto de Mateo algunas indicaciones claras para hacer frente a este problema. Todo el capítulo es un discurso sobre tiempos escatológicos, lo que ocurriría luego de la partida del Señor. La destrucción del Templo y de Jerusalén ocurrió en ese mismo siglo (eso explica en parte que Jesús se haya concentrado en predicar sólo en Israel y lo mismo le pidiera a sus discípulos al principio), pero el resto de la profecía corresponde para los siglos siguientes en un rápido in crescendo hacia estos últimos.

En un contexto mundial de crisis, guerras y hambres, ¿qué pasaría dentro de la Iglesia y cómo eso repercutiría en lo más básico de su esencia, el amor?

A la pregunta: “Queremos que nos digas cuándo va a ocurrir esto. ¿Cuál será la señal de tu regreso y del fin del mundo?” Jesús no responde con una serie de descripciones objetivas de hechos y situaciones, como haría un poco más adelante, sino con una advertencia:

“Tengan cuidado de que nadie los engañe”

Parece que estaba más preocupado en que sus hermanos pudieran enfrentar lo que vendría que en que tuvieran un “mapa detallado” del futuro. La clave del mensaje que tiene que darle a Su Pueblo está en esas palabras: “Cuídense de que nadie los engañe”.

Primero, hay que estar alertas, cuidarse uno mismo y cuidarnos entre nosotros. La actitud es lo contrario la de una “confianza crédula”; implica estar alertas, “analizar” todo lo que se recibe, todo lo que se escucha, todo lo que se ve e incluso todo lo que se cree. Está claro que este “analizar” no es un proceso que deba hacerse con la mente humana, sino con la “mente de Cristo” (I Corintio 2:16) y especialmente con el don espiritual del discernimiento; aunque no vamos a hablar específicamente sobre eso aquí.

Entonces, hay que estar alerta porque habrá muchas fuentes de engaño. Resulta bastante sorprendente aunque extrañamente evidente que la estrategia del Adversario siga siendo la misma desde el Jardín del Edén hasta ahora: la mentira, así de simple.

Joseph Goebbels, tristemente célebre por ser ministro de propagan de la Alemania nacionalsocialista y amigo íntimo de Adolf Hitler, lo explicó con una frase que podrían ser palabras textuales del Adversario:

“Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá.”

Y también:

“Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad.”

Basta ver un poco de televisión para darse cuenta de cuánto éxito ha tenido su pensamiento hoy día, y con cuánta extensión y profundidad se sigue aplicando especialmente en los campos de la publicidad y la política (nacional e internacional).

Y ya que estamos viendo cuáles son las estrategias sorprendentemente sencillas del Adversario, expresadas por su siervo Joseph Goebbels, veamos un poco más:

“Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar.”

“La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas.”

“Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario…”

“Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.”

“No nos habría sido posible conquistar el poder o utilizarlo como lo hemos hecho sin la radio”

Con esto en mente podemos volver al texto bíblico y ver cómo, también “sorprendentemente”, aparecen principios similares:

RVC
5 Porque muchos vendrán en mi nombre, y dirán: “Yo soy el Cristo”, y engañarán a muchos.

DHH
5 Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: ‘Yo soy el Mesías’, y engañarán a mucha gente.

TLA
5 Muchos vendrán, y se harán pasar por mí, y le dirán a la gente: “Yo soy el Mesías”. Usarán mi nombre y lograrán engañar a muchos.

Las distintas traducciones brindas perspectivas complementarias:

·         “vendrán muchos” (la repetición hasta el cansancio)
·         “se harán pasar por mí” (la mentira)
·         “dirán: ‘Yo soy el Mesías’”, “usarán mi nombre” (arraigo en el anhelo de todos los pueblos)
·         “engañarán a muchos” (el éxito que retroalimenta la mentira)

Es interesante que Jesús no dijo que traerían “muchos mensajes” sino uno sólo, hacerse pasar por el Mesías, en otras palabras y generalizando, decir que ellos serían el camino para llegar al Padre. Y si queremos generalizar un poco más el concepto, podemos decir que aunque no se llamen a sí mismos “Mesías” en la práctica ocuparían su lugar; aunque este concepto está desarrollado un poco más adelante en el texto.

A continuación tenemos en los versículos 6 a 8 una descripción de la situación de crisis constante y en aumento que imperaría en el mundo. “Cabalgando” sobre este contexto de violencia sucedería lo que dice más adelante:

RVC
9 »Entonces los entregarán a ustedes para ser torturados, y los matarán, y todos los odiarán por causa de mi nombre.

DHH
9 “Entonces los entregarán a ustedes para que los maltraten; y los matarán, y todo el mundo los odiará por causa mía.

TLA
9 »Ustedes serán llevados presos, y entregados a las autoridades para que los maltraten y los maten. Todo el mundo los odiará por ser mis discípulos.

Está claro como una situación general de anomia y caos “exige” encontrar un “culpable” sobre el que descargar la frustración, alguien para hacer sufrir y pensar así que los propios sufrimientos no son tan graves. Y Satanás aprovecha.

Aquí tenemos una segunda advertencia: las cosas no van a ser fáciles y hasta puede ser probable que tengamos que dar nuestra vida por Cristo, por eso Pablo nos da una recomendación:

Efesios 6:10
RVC
10 Por lo demás, hermanos míos, manténganse firmes en el Señor y en el poder de su fuerza.

DHH
10 Y ahora, hermanos, busquen su fuerza en el Señor, en su poder irresistible.

TLA
10 Finalmente, dejen que el gran poder de Cristo les dé las fuerzas necesarias.

Una breve aclaración antes de seguir: la “mitología evangélica tradicional” ha presentado un futuro absolutamente caótico y de total predominio del mal, por lo que normalmente cuando se leen estos versículos vienen a la mente esas imágenes. No creo que ese sea exactamente el escenario que en realidad presenta la profecía bíblica y por otra parte la Biblia también tiene mucho para decir sobre la persecución y el sufrimiento de los cristianos; por qué y cuándo ocurre. Tampoco voy a abundar sobre ese tema pero tengamos en cuenta que estas palabras del versículo 9 deben ser adecuadamente contextualizadas con el resto de la revelación bíblica.

La situación del versículo 10 es una consecuencia “directa” de lo anterior:

RVC
10 En aquel tiempo muchos tropezarán, y unos a otros se traicionarán y odiarán.

DHH
10 En aquel tiempo muchos renegarán de su fe, y se odiarán y se traicionarán unos a otros.

TLA
10 Muchos de mis seguidores dejarán de creer en mí; uno traicionará al otro y sentirá odio por él.

No todos aguantarían la presión, especialmente aquellos que entraron más por “emoción” que por convicción en el Evangelio:

Mateo 13:20-21 DHH
20 La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto,
21 pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fallan.

Éstos son los que principalmente causarían los problemas dentro del Cuerpo de Cristo. Aquí hay otra seria advertencia: no solo debemos cuidarnos a nosotros mismos sino que también debemos cuidar de nuestros hermanos, y especialmente, de quiénes “entran” a la Iglesia y por qué.

En el actual mundo megalómano, con un cristianismo en consonancia (tal como lo expresa proféticamente la carta a la Iglesia de Laodicea), el afán por los números y por lo “grande” (grandes reuniones, grandes manifestaciones de poder… y a veces de manipulación, grandes construcciones, grandes programas) hace que procuremos “meter adentro” a cualquiera predicando un evangelio demasiado fácil, de “gracia barata”, sin presentar adecuadamente el costo. La gente se convierte, sí, pero ¿a qué evangelio? ¿al Evangelio de Cristo o al evangelio de la “solución mágica de todos los problemas”?

¡Cuidado! No estoy criticando a las iglesias grandes, en realidad para corromper el Evangelio no hace falta ni ser grande ni ser pequeño, el mismo espíritu puede estar en cualquiera de nosotros; y por otra parte, en el presente el Espíritu de Dios permite que muchas iglesias grandes, que tienen obvias falencias en varios aspectos del ministerio y doctrina, funcionen como una “matriz” que da a luz a muchos en el Evangelio, ¡y gloria a Dios por ello! Son propiamente dicho iglesias evangelísticas. El Señor, de quien todos nosotros somos servidores, se encargará en Su tiempo de juzgar y ordenar todas las cosas, y, si entiendo bien las palabras proféticas que está trayendo en este tiempo, las cosas cambiarán mucho en el futuro.

Hecha esta aclaración volvamos a decir que debemos tener mucho cuidado de no predicar un evangelio facilista e irreal, de la misma forma en que debemos tener mucho cuidado de no predicar un evangelio artificial y religiosamente difícil. Pero mientras tanto, individualmente y como comunidad debemos tener cuidado de quién está “al lado nuestro”; aún con la perfecta predicación de Cristo hubo un traidor entre sus filas y hubo muchos que lo seguían solo por el aspecto más agradable del Evangelio:

Juan 6:26,61-66 DHH
26 Jesús les dijo:
—Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas.
 
61 Jesús, dándose cuenta de lo que estaban murmurando, les preguntó:
—¿Esto les ofende?
62 ¿Qué pasaría entonces, si vieran al Hijo del hombre subir a donde antes estaba?
63 El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida.
64 Pero todavía hay algunos de ustedes que no creen.
Es que Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que lo iba a traicionar.
65 Y añadió:
—Por esto les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.

66 Desde entonces, muchos de los que habían seguido a Jesús lo dejaron, y ya no andaban con él.

No nos toca a nosotros ser jueces de nuestros hermanos, pero de ninguna manera debemos ser inocentes y relacionarnos con aquellos que no tienen el mismo Espíritu, aunque se llamen cristianos. No debemos tener comunión con ellos ni abrir nuestros hogares ni invertir nuestro tiempo. Podemos orar por ellos si el Señor nos muestra, podemos ministrarles y aún ayudarlos, todo si el Señor nos lo manda específicamente, pero debemos mantener un límite. ¡Para esto es necesario el discernimiento!
 
Volvamos al texto de Mateo. Llegamos ahora al versículo 10 que es mucho más cercano a la vida de iglesia:

RVC
11 Muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;

DHH
11 Aparecerán muchos falsos profetas, y engañarán a mucha gente.

TLA
11 Llegarán muchos falsos profetas y engañarán a muchas personas.

Entre los cristianos es muy difícil que alguien se levante pretendiendo ser el Cristo, pero es muy fácil que se levanten falsos profetas y falsos maestros. Y si se trata de engañar a muchos, la estrategia será tan simple como la que “nos explicó” Goebbels más arriba: una mentira simple repetida hasta el cansancio y desde múltiples enfoques, una formulación adecuada, una repetición constante, el uso de los medios masivos de comunicación, el “olvido” consciente de los textos bíblicos que muestran otra realidad y, como cereza del postre, un show atractivo (no nos olvidemos que la primer transmisión televisiva masiva ocurrió con los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936). Todo esto arraigado en algunos conceptos más o menos populares del cristianismo y en deseos humanos más profundos.

El corolario (causa – consecuencia) de la acción de los falsos profetas aparece en el versículo siguiente:

Mateo 24:12 RVC
12 y tanto aumentará la maldad que el amor de muchos se enfriará.

La predicación de la mentira tiene como fruto la maldad. No en vano dijo el Señor:

Mateo 7:16-20 RVC
16 Ustedes los conocerán por sus frutos, pues no se recogen uvas de los espinos, ni higos de los abrojos.
17 Del mismo modo, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
18 El buen árbol no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
20 Así que ustedes los conocerán por sus frutos.

Mucho más podríamos hablar de en qué consiste esta predicación engañosa, pero no es el propósito de este artículo. Digamos que la Biblia está llena de ejemplos al respecto, especialmente en el Nuevo Testamento; basta con buscar un poco.

Otra advertencia tenemos aquí: cuidado con lo que se escucha, especialmente cuidado con lo que viene a través de los medios masivos o los mensajes más “populares”. El Señor nos dejó su Palabra más segura, que es la Biblia; allí está la regla para medir cualquier enseñanza o profecía. Si la utilizamos bajo la guía del Espíritu Santo no seremos engañados.

RVC
13 Pero el que resista hasta el fin, será salvo.

DHH
13 Pero el que siga firme hasta el fin, se salvará.

TLA
13 Pero yo salvaré a todos mis seguidores que confíen en mí hasta el final.

Y la última advertencia que nos hace este pasaje es que debemos perseverar hasta el fin. ¡Esto no se termina hasta que termine! No habrá un solo día en esta Tierra, mientras estemos en la era actual, en que podamos dejar de estar alertas. No habrá un solo día en que podamos tomarnos un descanso en medio de la batalla; el Señor es nuestro lugar de refugio y descanso, permanente, en el Espíritu; pero aquí, y especialmente en este tiempo, debemos luchar. Y una parte importante de esa lucha consiste en evitar el engaño, raíz de la proliferación de la maldad, manifestada en lo que dijimos al principio: una situación general de todo el mundo que penetra hasta el seno de la Comunidad de los Santos. Aquí tenemos una explicación de la actual situación, y con ella, un principio de solución.

Veamos, nuevamente en palabras de Joseph Goebbels, cuál es la estrategia de nuestro Adversario:

“Este es el requisito para que la guerra pueda tener un final satisfactorio: que la crisis en el campo enemigo estalle antes de que nosotros hayamos caído.”

Sabemos su estrategia, ¡no sigamos su juego!

Pero no quiero terminar con el versículo 13 sino con el 14:

Mateo 24:14 DHH
14 Y esta buena noticia del reino será anunciada en todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan; entonces vendrá el fin.

Realmente este pasaje parece totalmente fuera de lugar, ¿cómo es posible que, en medio de una situación tan caótica no sólo para el mundo sino también para la iglesia el Evangelio pueda ser predicado eficazmente a TODAS las naciones? Bien, ¡no lo sé!, pero evidentemente así será, y Dios será glorificado en todo ello, como el Dios que está por encima de cualquier circunstancia y problema, y que puede cumplir sus propósitos de bendición aún con el peor contexto. ¡¡GLORIA A DIOS POR ELLO!!

Aquí está escondido un tesoro de sabiduría, ánimo y fortaleza para todos Sus hijos: Él siempre triunfa, y Sus propósitos siempre serán cumplidos si mantenemos nuestra fe.

Por ello, no debemos desanimarnos ni dejar de cumplir con el ministerio que el Señor nos haya dado, aun cuando todo alrededor parezca fallar, aun cuando nadie en la iglesia parezca apoyar o estar de acuerdo con lo que hacemos, aun cuando estemos solos en la obra. Todo esto fue dicho, y hay una promesa.

Paradójicamente, esta situación actual de anomia, maldad y violencia extrema, es la señal de que el mensaje del Evangelio está llegando hasta la última persona y de que la venida de Cristo está mucho más cercana.

Lucas 21:28 DHH
28 Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza, porque muy pronto serán libertados.
 

¡CRISTO VIENE!

 

 

Danilo Sorti
Septiembre de 2015
Rosario, Argentina