sábado, 31 de marzo de 2012

El aborto espiritual, 3ª parte

LA REALIDAD DEL ABORTO ESPIRITUAL


Cómo ocurre el aborto espiritual

En su forma más básica, el aborto espiritual puede consistir directamente en la eliminación de personas (aborto o asesinato) que nacen con un propósito divino.

Más frecuentemente en nuestro medio, es el truncamiento de los planes divinos en individuos, grupos, iglesias y naciones. Recordemos que la mayor satisfacción de Satanás no consiste tanto en matar al ser humano sino en frustrarlo y humillarlo, para de esa manera, “burlarse” de Dios.

Quizás el primer aborto, el más frecuente y el que más fácilmente realiza el Adversario, es abortando las semillas de Dios en sus hijos, los sueños que vienen de él. Cuando se rechazan sus planes para nosotros, que vienen por el suave susurro del Espíritu; generalmente porque no estamos lo suficientemente sanos como para aceptarlos, o no tenemos la fe suficiente, o alguna de las causas mencionadas más arriba.

Posteriormente, durante la “gestación” de ellos pueden ocurrir también muchas cosas que los detengan o, por lo menos, los estanquen en un nivel de desarrollo muy bajo (lo cual también es un aborto de los propósitos mayores): dificultades, presiones, temores; causas internas y externas. Hay ministerios que comienza a desarrollarse y luego son abandonados o cortados por las autoridades espirituales.

Las causas externas pueden ser muchas y muy fuertes: persecución directa, falta de recursos económicos o humanos, oposición o indiferencia de la sociedad, y, por detrás de todo ello, una fuerte presión espiritual satánica en contra.

Sin embargo, más allá de eso, y sin disminuir su importancia, el poder de Dios es tan grande que puede superar cualquier dificultad, cuando existe un verdadero llamado, una verdadera entrega y se está en el tiempo y lugar correctos para desarrollar el ministerio. Por ello, quizás se pueda decir que el verdadero aborto se ha realizado en nuestro interior, por nosotros mismos cuando, viendo las dificultades que presenta el enemigo, pusimos nuestra fe en él y la retiramos de Dios.

No confundir el verdadero aborto espiritual con aquellas obras que Dios mismo se encarga de detener porque no estaban en sus planes, no era todavía el tiempo, debían desarrollarse solo por un tiempo determinado o se estaban haciendo mal.

Probablemente todos hayamos sufrido y hayamos sido en algún momento culpables del aborto espiritual; es hora de reconocer, renunciar y recibir el poder de la resurrección de Dios.


¿Quiénes son los que realizan los “abortos espirituales”?

Como dijimos más arriba, en primer lugar somos nosotros sobre nosotros mismos, cuando ponemos nuestra fe más en el poder del enemigo que en el de Dios.

Pero lo cierto es que, hasta que alcancemos la madurez espiritual adecuada, necesitamos de la ayuda del Cuerpo de Cristo para que no caigamos en el desánimo y podamos superar las dificultades iniciales al empezar un ministerio o propósito divino en nosotros. De hecho, Dios ha dispuesto que siempre nos necesitemos el uno al otro. Por ello, es la iglesia, y principalmente aquellos que tienen autoridad e influencia, quien tiene el mayor peso de responsabilidad por los abortos espirituales que ocurren.

Algunos de ellos pueden ser líderes genuinos y bienintencionados que, sin embargo, están actuando de manera incorrecta. Por ejemplo, lo tenemos a Pedro cuando, con su accionar temeroso, estaba por abortar la manifestación naciente de gracia para con la iglesia gentil:

Gálatas 2.11-14

11Pero cuando Cefas fue a la ciudad de Antioquía, lo reprendí en su propia cara, porque lo que estaba haciendo era condenable. 12Pues primero comía con los no judíos, hasta que llegaron algunas personas de parte de Santiago; entonces comenzó a separarse, y dejó de comer con ellos, porque tenía miedo de los fanáticos de la circuncisión. 13Y los otros creyentes judíos consintieron también con Pedro en su hipocresía, tanto que hasta Bernabé se dejó llevar por ellos. 14Por eso, cuando vi que no se portaban conforme a la verdad del evangelio, le dije a Cefas delante de toda la comunidad: “Tú, que eres judío, has estado viviendo como si no lo fueras; ¿por qué, pues, quieres obligar a los no judíos a vivir como si lo fueran?”

Pero más frecuentemente, y de mayor peligro, son los falsos obreros, los que abortan los propósitos divinos en los cristianos e iglesias:

Gálatas 2.4-5

4Algunos falsos hermanos se habían metido entre nosotros a escondidas, para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús y hacernos otra vez esclavos de la ley. 5Pero ni por un momento nos dejamos llevar por ellos, porque queríamos que la verdad del evangelio permaneciera en ustedes.

2 Pedro 2.17-21

17Esos maestros son como pozos sin agua, como nubes llevadas por el viento; están condenados a pasar la eternidad en la más negra oscuridad. 18Dicen cosas altisonantes y vacías, y con vicios y deseos humanos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el error. 19Les prometen libertad, siendo ellos mismos esclavos de la corrupción; porque todo hombre es esclavo de aquello que lo ha dominado. 20Pues los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y han escapado así de las impurezas del mundo, si se dejan enredar otra vez en esas cosas y son dominados por ellas, quedan peor que antes. 21Hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino recto que, después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado.

Mateo 23.13-15

13“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que cierran la puerta del reino de los cielos para que otros no entren. Y ni ustedes mismos entran, ni dejan entrar a los que quieren hacerlo.

15“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que recorren tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo han logrado, hacen de él una persona dos veces más merecedora del infierno que ustedes mismos.

Cuando la manifestación del Espíritu es tal que ni los cristianos abortan los sueños divinos por sí mismos ni los falsos obreros encuentran cabida dentro de la comunidad de creyentes, Satanás procura levantar una persecución externa para abortar la obra naciente. Pero cuidado, que en otras ocasiones el Señor permite la persecución para purificar una iglesia tibia o pecadora.

Hechos de los Apóstoles 5.28-29

28—Nosotros les habíamos prohibido terminantemente que enseñaran nada relacionado con ese hombre. ¿Y qué han hecho ustedes? Han llenado toda Jerusalén con esas enseñanzas, y encima quieren echarnos la culpa de la muerte de ese hombre.

29Pedro y los demás apóstoles contestaron:

—Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres.

Hechos de los Apóstoles 8.1

1Y Saulo estaba allí, dando su aprobación a la muerte de Esteban.

Aquel mismo día comenzó una gran persecución contra la iglesia de Jerusalén. Todos, menos los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y de Samaria.


La relación entre el aborto espiritual y el natural


El aborto natural ocurre cuando la iglesia ha abortado espiritualmente a aquellas mujeres (y hombres) que debían haber recibido la ayuda y ministración del Cuerpo de Cristo para que no llegaran a desear abortar. Todos los ministerios y sueños de Dios que han sido abortados en una ciudad o nación hubieran evitado muchos de los abortos que se realizaron y realizarán.

Una iglesia que es culpable de abortar los ministerios y propósitos de Dios no tiene ni la visión ni la fuerza espiritual como para enfrentar la problemática del aborto.


LUCHANDO CONTRA EL ABORTO ESPIRITUAL Y NATURAL


Reconocer, renunciar y restituir en lo posible


Reconocer pecados cometidos e iniquidad (hecho o recibido)

Todo lo anterior debió haber servido para reconocer si hemos cometido o sufrido la práctica del aborto espiritual. Por supuesto, también es importante reconocer lo referente al aborto natural. Puede ser necesario también que el Espíritu traiga revelación sobre intenciones o hechos que nos son ocultos, o de generaciones pasadas (iniquidades heredadas).

En lo que respecta al aborto espiritual, es necesario reconocer cuando hemos sido víctimas de él, y pudo haber habido “métodos” directos e indirectos de aborto:

• Personas y circunstancias que abortaron sueños o ministerios. A veces no son personas claramente definidas, puede haber sido una iglesia; y determinados líderes de la misma que actuaron sin que lo supiéramos para que nuestro ministerio sea abortado. O puede haber sido un conjunto de circunstancias sin una individualidad claramente visible; puede haber habido trabajos de ocultistas que no discernimos o propósitos satánicos directos; es importante excluir aquí aquellas cosas que Dios mismo frenó porque no estábamos preparados o no era todavía el tiempo, y que, al no haberlo comprendido así, luego hicimos morir en nosotros.

• Pueden haber sido acciones directas o simplemente mensajes más o menos sutiles o más o menos directos que nos hicieron retroceder, o que nos confundieron y dieron por resultado que abandonáramos los propósitos divinos, o que nos introdujeron conceptos errados de tal manera que las semillas de Dios no encontraran un terreno fértil para germinar.

• Seguramente en muchos casos ha estado presente nuestra propia voluntad que, por haber creído a la voz satánica, ha abortado voluntariamente los sueños de Dios. Nunca hay que olvidar que el poder de Dios, para sus hijos que están haciendo su voluntad en el tiempo correcto y de la forma correcta, es capaz de superar cualquier obstáculo.

De mucho de esto seguramente estaremos concientes, de otras cosas no. Algunas de estas cosas pueden estar funcionando en nosotros como una iniquidad heredada. Algunas se nos pueden haber transmitido de líderes o personas de influencia que las sufrieron y no fueron sanadas.

Pero también es fundamental reconocer cuando lo hemos cometido en otros:

• Si tenemos una posición de autoridad, por haber cortado, desanimado, malnutrido o descuidado ministerios, proyectos y hermanos nuevos que debían ser asistidos. Generalmente aquí se presentan muchos argumentos, que fueron los que utilizó Satanás para hacernos creer que estábamos haciendo bien, por lo que puede ser necesario que el Espíritu trabaje en nuestra mente sobre ellos primero. Es importante reconocer que es muy grave para un ministro ser culpable de aborto espiritual porque le cierra las puertas a nuevas semillas que vienen del Padre, por ello, es necesario aprender a ser muy cuidadosos y arrepentirse no bien se recibe luz al respecto. También hay que diferenciar cuándo se actuó correctamente al cortar algo que no debía seguir de cuando no.

• Puede ser que no hayamos tenido una posición de autoridad especial, pero probablemente tuvimos en determinado momento un rol de autoridad o influencia sobre determinados hermanos, y hayamos actuado como se mencionó más arriba. Vale lo mismo que dijimos. Para Dios no hay acepción de personas, y todos tenemos influencia sobre muchas personas, a veces más de lo que nos damos cuenta.

• A veces se ha hecho voluntariamente, pero otras veces, involuntariamente, si bien esto no nos exime de no haber escuchado oportunamente la voz del Espíritu. La responsabilidad es menor, pero existe, y es necesario recibir luz y arrepentirse.

Lucas 12.47-48

47“El criado que sabe lo que quiere su amo, pero no está preparado ni lo obedece, será castigado con muchos golpes. 48Pero el criado que sin saberlo hace cosas que merecen castigo, será castigado con menos golpes. A quien mucho se le da, también se le pedirá mucho; a quien mucho se le confía, se le exigirá mucho más.

• Puede ser que Dios nos haya dado sueños y con plena conciencia los hayamos desechado o descuidado, por comodidad, por miedo (que es fe en Satanás) o porque los menospreciamos. También es necesario arrepentirse

Por supuesto, si se ha sido culpable de aborto natural (haberlo hecho las mujeres, o inducido o no evitado los hombres) también es necesario reconocerlo y arrepentirse.

Renuncia

Implica fundamentalmente renunciar a la iniquidad del aborto espiritual / natural. Puede ser necesario pedir perdón tanto como perdonar, siendo concientes de la magnitud de lo que se está haciendo. También puede ser necesario reunir fragmentos del alma que hayan quedado en las regiones de cautividad a causa de profundas heridas recibidas en este sentido. Puede ser importante también reconocer si se han abierto las puertas a determinados principados, para cerrarlas.

La iniquidad del aborto espiritual está presenta tanto si se ha cometido como si se ha sido víctima y no se ha sanado de ello; al igual que con otros pecados, el que lo ha sufrido luego frecuentemente lo practica.

Restitución


Si hemos cometido un pecado de aborto natural y / o espiritual probablemente no podamos restaurar lo que se perdió; en el caso de un aborto espiritual quizás sea posible buscar y restaurar a los hermanos (o por lo menos orar por ellos). Es necesario recibir el perdón y la sanidad de Dios en estas áreas. Es importante ser sensibles a la voz del Espíritu, porque puede indicar o no que se haga algún tipo de restitución. Puede ser enseguida o puede ser más adelante.

Una forma importante de restitución es, según el Señor lo guíe, hacer una ofrenda específica o ayudar en la sanidad de los que fueron afectados por el aborto (espiritual / natural) o incluso desarrollando un ministerio en ese sentido. Un ejemplo es el ministerio de Pablo: perseguía a la iglesia naciente, tratando de “abortar” lo que Dios estaba empezando a formar, pero cuando se convirtió, ayudó a gestar y dar a luz a multitud de iglesias.

Resurrección

El mayor poder manifestado de parte de Dios, el que nos garantiza la victoria definitiva y en el cual debemos vivir diariamente, es el poder de la resurrección, el poder que Dios manifestó cuando resucitó a su Hijo. El aborto es algo definitivo en lo natural (aunque también esos niños habrán de resucitar un día), pero en lo espiritual puede serle aplicado el poder de la resurrección, para levantar una nueva creación de lo que estaba muerto.

Es necesario reclamar y aplicar las promesas y el poder de la resurrección, tanto en nuestras vidas como en aquello de lo cual hayamos sido culpables.

Los ministerios que se levantan contra el aborto

Estos son personas de la historia bíblica que estuvieron, directa o indirectamente, implicadas en la lucha contra los principados que llevan al aborto. También representan manifestaciones específicas del Espíritu Santo que fueron derramadas para ese fin. Es necesario que se manifiesten hoy para luchar nuevamente contra la inundación de aborto, no solo natural, sino también, y principalmente, espiritual.

Sifrá y Puá

Éxodo 1.13-22

13Los egipcios esclavizaron cruelmente a los israelitas. 14Les amargaron la vida sometiéndolos al rudo trabajo de preparar lodo y hacer adobes, y de atender a todos los trabajos del campo. En todo esto los israelitas eran tratados con crueldad. 15Además, el rey de Egipto habló con Sifrá y Puá, que eran parteras de las hebreas, y les dijo:

16—Cuando atiendan a las hebreas en sus partos, fíjense en el sexo del recién nacido. Si es niña, déjenla vivir, pero si es niño, ¡mátenlo!

17Sin embargo, las parteras tuvieron temor de Dios y no hicieron lo que el rey de Egipto les había ordenado, sino que dejaron vivir a los niños. 18Entonces el rey de Egipto las mandó llamar y les dijo:

—¿Por qué han dejado vivir a los niños?

19—Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias —contestaron ellas—. Al contrario, son muy robustas y dan a luz antes de que nosotras lleguemos a atenderlas.

20–21De esta manera el pueblo israelita seguía creciendo en número, y cada vez se hacía más poderoso. Además, como las parteras tuvieron temor de Dios, él las favoreció y les concedió una familia numerosa. 22El faraón, por su parte, ordenó a todo su pueblo: “Echen al río a todos los niños hebreos que nazcan, pero a las niñas déjenlas vivir.”

Ambas parteras, muy probablemente egipcias, desobedecieron la orden del Faraón porque reconocieron en el Dios de las hebreas al verdadero Dios. Mucho tiempo después, en una situación espiritualmente parecida, cuando los líderes religiosos querían hacer “abortar” a la iglesia naciente, Pedro y Juan lo manifestaron claramente:

Hechos de los Apóstoles 4.16-20

16Decían:

—¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Todos los habitantes de Jerusalén saben que han hecho esta señal milagrosa, y no lo podemos negar. 17Pero a fin de que este asunto no siga corriendo de boca en boca, vamos a amenazarlos, para que de aquí en adelante no hablen del nombre de Jesús a nadie.

18Así que los llamaron y les ordenaron que no hablaran ni enseñaran nada acerca del nombre de Jesús.

19Pero Pedro y Juan les contestaron:

—Juzguen ustedes mismos si es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en lugar de obedecerlo a él. 20Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

La unción y el espíritu de las dos parteras consiste en obedecer a Dios antes que a cualquier autoridad humana que pretenda hacer que “aborten” los propósitos divinos, y recibir la protección y bendición del Padre mientras se ayuda a dar a luz los propósitos divinos.

Elías

Uno de los principales hechos de Elías fue su lucha contra Jezabel / Acab. Si bien este principado espiritual no aparece directamente involucrado en el aborto, lo está al trastocar los roles femeninos y masculinos. Pone presión en unos (sean mujeres u hombres) para que controlen y dominen; para ellos los hijos naturales / espirituales suelen ser una molestia, o bien no brindan un ambiente como para que sean bienvenidos o deseados o se desarrollen adecuadamente. Pone presión en otros para que ceda o se conformen. Éstos no tienen la fuerza ni el valor requerido para criar hijos. Es uno de los espíritus que alientan a los movimientos feministas extremos, que también son pro abortistas.

Sin embargo, en el culto a Baal también se ofrecían niños en sacrificio, aunque solo hay una referencia bíblica al respecto

Jeremías 19.4-5

4 Porque los israelitas me abandonaron y convirtieron este lugar en tierra extraña; en él ofrecieron incienso a otros dioses, que no conocían ni ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá, y lo llenaron de sangre de gente inocente. 5 Además construyeron altares para quemar a sus hijos en holocausto a Baal, cosa que yo no les ordené ni les dije, y que ni siquiera me pasó por la mente.

1º Reyes 18.36-40

36A la hora de ofrecer el holocausto, el profeta Elías se acercó y exclamó: “¡Señor, Dios de Abraham, Isaac e Israel: haz que hoy se sepa que tú eres el Dios de Israel, y que yo soy tu siervo, y que hago todo esto porque me lo has mandado! 37¡Respóndeme, Señor; respóndeme, para que esta gente sepa que tú eres Dios, y que los invitas a volverse de nuevo a ti!”

38En aquel momento, el fuego del Señor cayó y quemó el holocausto, la leña y hasta las piedras y el polvo, y consumió el agua que había en la zanja. 39Al ver esto, toda la gente se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y dijo: “¡El Señor es Dios, el Señor es Dios!”

40Entonces Elías les dijo:

—¡Atrapen a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno!

La gente los atrapó, y Elías los llevó al arroyo Quisón y allí los degolló.

La unción y el espíritu de Elías es la capacidad para cortar las raíces espirituales del principado de Jezabel / Acab, y con ellos destronar a Baal, y lograr que el pueblo se aparte de ellos.

Jehú

Al igual que Elías, su historia está muy vinculada con la lucha contra Jezabel / Acab. Tuvo muchos errores como rey, pero merece ser recordado porque él fue el que acabó con Jezabel y con toda la descendencia de Acab.

1º Reyes 19.13-17

13Al escucharlo, Elías se cubrió la cara con su capa, y salió y se quedó a la entrada de la cueva. En esto llegó a él una voz que le decía: “¿Qué haces ahí, Elías?”

14Él contestó: “He sentido mucho celo por ti, Señor, Dios todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza y derrumbado tus altares, y a filo de espada han matado a tus profetas. Solo yo he quedado, y me andan buscando para quitarme la vida.”

15Entonces el Señor le dijo: “Anda, regresa por donde viniste al desierto de Damasco. Ve y consagra a Hazael como rey de Siria, 16y a Jehú, nieto de Nimsí, como rey de Israel; a Eliseo, hijo de Safat, del pueblo de Abel-meholá, conságralo como profeta en lugar tuyo. 17De esta manera, a quien escape de la espada de Hazael, lo matará Jehú, y a quien escape de la espada de Jehú, lo matará Eliseo.

Es el ministerio de Elías (aunque no lo hizo directamente él) el que levanta a Jehú, para completar la obra que el profeta por sí mismo no puede hacer.

2º Reyes 9.30-33

30Jehú se fue entonces a Jezreel. Al saberlo, Jezabel se pintó sombras alrededor de los ojos y se adornó el cabello; luego se asomó a una ventana. 31Y cuando Jehú llegó a la entrada de la ciudad, ella le dijo:

—¿Cómo estás, Zimrí, asesino de tu señor?

32Jehú miró hacia la ventana, y dijo:

—¿Quién está de mi parte?

Dos o tres oficiales de palacio se asomaron a verlo, 33y Jehú les ordenó:

—¡Échenla abajo!

Ellos la echaron abajo, y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, los cuales pisotearon a Jezabel.

2º Reyes 9.22-27

22Y al ver Joram a Jehú, le dijo:

—¿Vienes en son de paz, Jehú?

Jehú respondió:

—¿Qué paz puede haber mientras tu madre, Jezabel, siga con sus prostituciones y sus muchas hechicerías?

23En seguida Joram dio la vuelta y huyó, mientras le gritaba a Ocozías:

—¡Traición, Ocozías!

24Pero Jehú tendió su arco y disparó una flecha contra Joram, la cual le entró por la espalda y le atravesó el corazón, y Joram cayó herido de muerte sobre su carro. 25Jehú ordenó entonces a Bidcar, su ayudante:

—Sácalo de ahí y échalo en el campo de Nabot de Jezreel, porque recuerdo que cuando tú y yo conducíamos juntos los carros de combate de Ahab, su padre, el Señor pronunció esta sentencia contra él: 26‘Así como ayer vi la sangre de Nabot y de sus hijos, así te daré tu merecido en este mismo terreno. Yo, el Señor, lo afirmo.’ Así que agárralo y échalo en el campo de Nabot, según lo anunció el Señor.

27Cuando Ocozías, rey de Judá, vio lo que sucedía, huyó hacia Bet-hagan. Pero Jehú lo persiguió, y ordenó:

—¡Mátenlo a él también!

Lo hirieron de muerte en su carro, en la cuesta de Gur, junto a Ibleam, pero él huyó hasta Meguido. Allí murió.

2º Reyes 10.11

11Y Jehú dio muerte en Jezreel al resto de la familia de Ahab, a todos sus hombres importantes y amigos íntimos, y a sus sacerdotes. No dejó a nadie con vida.

2º Reyes 10.17

17Y al entrar en Samaria, Jehú mató a todos los descendientes de Ahab que aún quedaban con vida. Los exterminó por completo, según el Señor se lo había anunciado a Elías.

2º Reyes 10.21, 25

21Después envió mensajeros por todo Israel, y todos los que adoraban a Baal llegaron al templo. Ninguno de ellos faltó, así que el templo de Baal estaba lleno de lado a lado.

25Y al terminar Jehú de ofrecer el holocausto, ordenó a los guardias y oficiales:

—¡Entren y mátenlos! ¡Que no escape ninguno!

Los hombres de Jehú los mataron a filo de espada, y luego los arrojaron de allí. Después entraron en el santuario del templo de Baal,

La unción y el espíritu de Jehú es netamente guerrera, actúa en el plano social y político y quita la influencia de Jezabel / Acab al cortar la influencia de las personas que están dominadas por ellos, y asimismo la influencia de los que adoran a Baal (vinculado también con el aborto).

Josías

En un sentido general, Josías es el rey de la restauración. Le tocó vivir una época difícil de la nación de Israel e hizo todo su esfuerzo para que, durante su reinado, el pueblo se volviera a Dios.

Salomón edificó un altar a Moloc, lo cual probablemente dio un fuerte impulso a su adoración:

1º Reyes 11.7

7Por aquel tiempo, Salomón construyó, en el monte que está al oriente de Jerusalén, un santuario a Quemós, ídolo repugnante de Moab, y a Moloc, ídolo repugnante de los amonitas.

Y es sorprendente que ningún rey posterior lo derribara sino Josías, más de 300 años después. En todo el capítulo 23 podemos ver como fue acabando con los distintos santuarios y objetos idolátricos de la nación:

2º Reyes 22.1-2

1Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante treinta y un años. Su madre se llamaba Jedidá, hija de Adaías, y era de Boscat. 2Los hechos de Josías fueron rectos a los ojos del Señor, pues siguió en todo la conducta de David, su antepasado, sin desviarse de ella para nada.

2º Reyes 23.1-3

1Entonces el rey mandó llamar a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén, para que se reunieran con él. 2Luego el rey y todos los hombres de Judá, y los habitantes de Jerusalén, y los sacerdotes, los profetas y la nación entera, desde el más pequeño hasta el más grande, fueron al templo del Señor. Allí el rey les leyó en voz alta todo lo que decía el libro de la alianza que había sido encontrado en el templo del Señor. 3Luego el rey se puso de pie junto a la columna, y se comprometió ante el Señor a obedecerle, a poner en práctica fielmente y con toda sinceridad sus mandamientos, mandatos y leyes, y a cumplir las condiciones de la alianza que estaban escritas en el libro. Y todo el pueblo aceptó también el compromiso.

2º Reyes 23.10

10Josías también profanó el quemadero que había en el valle de Ben-hinom, para que nadie quemara a su hijo o a su hija como sacrificio a Moloc.

La unción y el espíritu de Josías es la capacidad para, lograr primero consenso y luego destruir los santuarios / fortalezas de Moloc.

José

José, el padre terrenal de Jesús, no tiene un papel muy llamativo en la Biblia, sin embargo, sus intervenciones fueron decisivas. Fue capaz de escuchar la voz del Señor a través de un ángel y no abandonó a María (abandono de la pareja, una de las causales de aborto):

Mateo 1.19-25

19José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. 20Ya había pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo. 21María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.”

22Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta:

23 “La virgen quedará encinta

y tendrá un hijo,

al que pondrán por nombre Emanuel”

(que significa: “Dios con nosotros”).

24Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y tomó a María por esposa. 25Y sin haber tenido relaciones conyugales, ella dio a luz a su hijo, al que José puso por nombre Jesús.

Luego, fue capaz de obedecer al Señor y huir a Egipto para evitar que Herodes lo matara.

Mateo 2.13-14

13Cuando ya los sabios se habían ido, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José, y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.”

14José se levantó, tomó al niño y a su madre, y salió con ellos de noche camino de Egipto,

La unción y el espíritu de José es lo que capacita para acompañar y proteger el proceso de gestación espiritual, aun cuando éste no parezca muy ortodoxo y aún cuando se presenten dificultades. Aquellos que tienen el llamado específico para gestar nuevos creyentes también necesitan ayuda; aquellos que se están acercando / afirmando en el Señor también necesitan ayuda, y muchas veces pueden hacer cosas que nos avergüencen o meternos en problemas.

Pablo

1 Timoteo 1.13-17

13a pesar de que yo antes decía cosas ofensivas contra él, lo perseguía y lo insultaba. Pero Dios tuvo misericordia de mí, porque yo todavía no era creyente y no sabía lo que hacía. 14Y nuestro Señor derramó abundantemente su gracia sobre mí, y me dio la fe y el amor que podemos tener gracias a Cristo Jesús.

15Esto es muy cierto, y todos deben creerlo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 16Pero Dios tuvo misericordia de mí, para que Jesucristo mostrara en mí toda su paciencia. Así yo vine a ser ejemplo de los que habían de creer en él para obtener la vida eterna. 17¡Honor y gloria para siempre al Rey eterno, al inmortal, invisible y único Dios! Amén.

Romanos 15.18-20

18 No me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para que los gentiles lleguen a obedecer a Dios. Lo ha hecho con palabras y obras, 19 mediante poderosas señales y milagros, por el poder del Espíritu de Dios. Así que, habiendo comenzado en Jerusalén, he completado la proclamación del evangelio de Cristo por todas partes, hasta la región de Iliria. 20 En efecto, mi propósito ha sido predicar el evangelio donde Cristo no sea conocido, para no edificar sobre fundamento ajeno.

Gálatas 4.19

19Hijos míos, otra vez sufro dolores de parto, hasta que Cristo se forme en ustedes.

Pablo era un “médico abortista” de Satanás, pero por la gracia de Dios se transformó en un vientre que dio a luz muchas iglesias. La unción y el espíritu de Pablo es la capacidad para gestar mucho fruto para el Señor y para volver a gestar lo que está por malograrse (por ser abortado).

El Espíritu de la Resurrección

Aborto espiritual implica muerte, muerte de ministerios, sueños y proyectos; y esto quiere decir TODO lo de definitivo y terrible que tiene la muerte. Una cosa es que algo esté aletargado, pero otra es que esté muerto. Los ministerios que han sido afectados por el aborto espiritual no pueden ser restaurados sino por el espíritu de la resurrección, el mayor poder y la mayor victoria de Dios sobre la tierra; y este poder es la esencia del poder de Cristo:

Juan 11.25

25Jesús le dijo entonces:

—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá;

Romanos 1.3

3–4Es el mensaje que trata de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, quien nació, como hombre, de la descendencia de David, pero a partir de su resurrección fue constituido Hijo de Dios con plenos poderes, como espíritu santificador.

Filipenses 3.7-11

7Pero todo esto, que antes valía mucho para mí, ahora, a causa de Cristo, lo tengo por algo sin valor. 8Aún más, a nada le concedo valor si lo comparo con el bien supremo de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por causa de Cristo lo he perdido todo, y todo lo considero basura a cambio de ganarlo a él 9y encontrarme unido a él; no con una justicia propia, adquirida por medio de la ley, sino con la justicia que se adquiere por la fe en Cristo, la que da Dios con base en la fe. 10Lo que quiero es conocer a Cristo, sentir en mí el poder de su resurrección y la solidaridad en sus sufrimientos; haciéndome semejante a él en su muerte, 11espero llegar a la resurrección de los muertos.

Efesios 1.18-23

18Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo, 19y cuán grande y sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los creyentes. Este poder es el mismo que Dios mostró con tanta fuerza y potencia 20cuando resucitó a Cristo y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, 21poniéndolo por encima de todo poder, autoridad, dominio y señorío, y por encima de todo lo que existe, tanto en este tiempo como en el venidero. 22Sometió todas las cosas bajo los pies de Cristo, y a Cristo mismo lo dio a la iglesia como cabeza de todo. 23Pues la iglesia es el cuerpo de Cristo, de quien ella recibe su plenitud, ya que Cristo es quien lleva todas las cosas a su plenitud.

Haber experimentado la muerte nos permite experimentar algo mucho mayor: el poder de la resurrección. Y aquí se aplica el mismo principio que en la resurrección final:

1 Corintios 15.42-43

42Lo mismo pasa con la resurrección de los muertos. Lo que se entierra es corruptible; lo que resucita es incorruptible. 43Lo que se entierra es despreciable; lo que resucita es glorioso. Lo que se entierra es débil; lo que resucita es fuerte.

La unción y el espíritu de la resurrección es la capacidad para volver a dar vida a los que estaba ya muerto y enterrado. Los ministerios mencionados anteriormente pueden hacer mucho para cortar la corriente de aborto espiritual, pero solo éste es el que puede recuperar lo que se había perdido definitivamente, y con ello, levantar poderosos ministerios de gestación y vida; porque la autoridad es conferida en las áreas en donde se ha sido particularmente herido.

Los ministerios de sanidad, misericordia y ayuda


Habiendo dicho todo lo anterior, falta agregar una nota muy importante: aquellos que fueron culpables del aborto espiritual, y aquellos que están siendo restaurados, necesitan los ministerios de sanidad, misericordia y ayuda, para curar las heridas, brindar ayuda a los que la necesitan y ministrar la compasión a los arrepentidos. Estos ministerios constituyen el aceite que lubrica el funcionamiento de los anteriores, el bálsamo que sana las heridas y prepara la plataforma para lo nuevo, son las manos de amor del Padre que envuelven todo el proceso. Cuando están presentes, todo el proceso se completa perfectamente.


 

1 comentario:

  1. Wow que gran bendicion leer esto, super edificante. Gloria a Dios por su vida!

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