Joel 1:4-5 RVC
4 Lo que la oruga dejó se lo comió el saltón, y lo
que dejó el saltón se lo comió el revoltón, y lo que el revoltón dejó se lo
comió la langosta.
5 »Despierten, borrachos, y lloren; y todos
ustedes, los que beben vino, giman por causa del mosto, porque se les va a
quitar de la boca.
Estos insectos no son simples animalitos, tienen una
dimensión espiritual más profunda. Son seres pequeños, insignificantes por sí
mismos, pero que en grandes cantidades provocan un daño formidable.
Es sugestivo que la primera consecuencia que menciona el
Espíritu en la profecía sea sobre los borrachos. No es la única pero sí la
primera. ¿Por qué envía Dios este juicio? Por lo pronto, aunque no únicamente,
porque las bendiciones de la provisión de alimentos están siendo mal usadas. Si
han corrompido el verdadero sentido y propósito del alimento, entonces les es
quitado. ¿Y qué época de la humanidad ha corrompido más el propósito y
naturaleza de los alimentos que ésta? ¿Va a permitir el Señor que sigan mal
usando lo que Él ha creado para bendición? Claro que no.
Ninguna época como esta ha engordado con alimentos
totalmente alejados de su diseño natural, mientras condenaba a otros tantos
millones a la inanición o malnutrición. El mundo siempre ha podido producir
alimentos suficientes para todos sus habitantes. Hoy ha salido al tapete el
supuesto problema de la sobrepoblación y la falta de recursos, pero sabemos que
eso es falso. Sin embargo, “tanto va el cántaro a la fuente que al final se
rompe” y ahora sí Dios les está mandando lo que tanto han “profetizado” con sus
bocas y creído con sus mentes entenebrecidas.
Todos los que han abusado de los alimentos, que se han
“emborrachado” con ellos, y no se refiere solo a la borrachera literal sino a
todo tipo de abuso para lograr algún estado emocional alterado, ahora no los
tendrán más, ni para seguir “emborrachándose” ni para alimentarse.
Justamente, las alteraciones y contaminaciones que vienen
sufriendo los alimentos, especialmente los más procesados, desde hace rato,
tienen como uno de sus propósitos lograr cambios en el comportamiento,
emociones y hasta pensamientos de las personas. Hace rato que las grandes
compañías “alimenticias” hacen pactos con las tinieblas, hace rato que los
aditivos son cada vez más peligrosos y los residuos de agroquímicos más
insidiosos en los trastornos metabólicos que generan (el famoso glifosato a la
cabeza de todos ellos). Incluso los últimos mensajes de los profetas claramente
están mostrando que hasta hay agregados de carne humana en las preparaciones de
ciertos lugares de comidas rápidas que no es necesario mencionar…
“Despierten” del “sueño” en el que se encuentran, es
obviamente un sentido simbólico y creo que es bastante evidente. Esta comida
adulterada / mal usada provoca un sueño o alteración psíquica, y hay
suficientes investigaciones que explican los diversos mecanismos fisiológicos
por los cuales sucede esto. Difícil de entender para muchos evangélicos que se
han quedad con el pasaje de Hechos en el cual el Espíritu le ordena a Pedro
“matar y comer”, a partir del cual sencillamente tiraron a la basura todos los
principios sobre la buena alimentación que Dios le dio a Moisés, y no del todo
claro para los modernos judaizantes que se han quedado en la letra de dichas
instrucciones pero no han profundizado en las razones. Claro y evidente para
los que han podido transitar por el medio de ambos extremos.
Así que este tremendo juicio empieza con un dramático
proceso de desintoxicación. Digamos que la humanidad es llevada a un ayuno
forzoso para lograr ese objetivo. No hay juicio divino que no entrañe una
medida de misericordia. Y de paso digamos que el llanto también viene bien para
eliminar toxinas…
Así que, una humanidad que de repente está siendo
descontaminada a la fuerza puede (si quiere) darse cuenta de cuán dramática es
la situación en la que viven. Por supuesto, no todo será tan llevadero para
todos, para unos cuántos simplemente puede significar la muerte por inanición o
enfermedades relacionadas con ella.
La expresión “quitar de la boca” es fuerte y nos está
sugiriendo algo más que una simple plaga, sea lo que sea que esa plaga
signifique. Me parece ver aquí una acción decidida de los gobiernos para
restringir el acceso a los alimentos, algo muy lógico en medio de la escasez.
Joel 1:6 RVC
6 Un pueblo fuerte y muy numeroso viene contra mi
tierra. Sus dientes y sus muelas parecen de león.
Los títulos que suele haber en las Biblias son útiles para
guiarnos pero también pueden confundirnos, especialmente en las profecías. Este
pasaje puede referirse a lo mismo que viene hablando, pero también puede ser un
“salto profético” hacia otro significado, y creo que tiene mucho de eso.
Por un lado este pueblo “fuerte y numeroso” son los
“insectos” que traen la destrucción de los alimentos, pero por otro lado no lo
son. Aquí el profeta está mirando más allá todavía y ve una invasión futura de
seres espirituales que se parecen a los insectos en su forma pero que van a
traer una destrucción mucho mayor. En medio de un contexto de crisis van a
aparecer, y serán terribles.
Por lo pronto, quedémonos con la imagen relacionada con el
contexto: se trata de los devoradores, propiamente, los espíritus que devoran
los recursos. La avaricia y la avidez por ellos, siendo la glotonería y la
borrachera unas de sus formas, es lo que les abre las puertas; son ellos mismos
espíritus “glotones y borrachos”, que se “devoran” todo lo que encuentran.
Pero cuidado con esta expresión: “viene contra mi tierra”.
No se trata, como dije, de un juicio durante el tiempo de los grandes juicios,
sino de un juicio previo, durante los “dolores de parto” que ahora estamos
viviendo.
Aquí tenemos la primera referencia importante: estos juicios
no son exactamente sobre el mundo, aunque por cierto que los sufrirán, sino
principalmente sobre la iglesia, los hijos o los que se llaman hijos de Dios.
El principal objetivo es despertar a la iglesia, y no vemos que eso esté
realmente ocurriendo hasta ahora.
Danilo Sorti
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