2 Corintios 13:1 RVC
1 Ésta será la tercera vez que los visite.
Todo asunto se resolverá por el testimonio de dos o tres testigos.
Este principio de los dos o tres testigos fue
establecido temprano en la Ley de Moisés y siguió como criterio de verdad
luego. La expresión, obviamente, deja un margen de posibilidad que, aplicando
la lógica, debe ser resuelto según la gravedad del caso, es decir, asuntos
menores podrían ser decididos por dos testigos, asuntos graves o difíciles, por
tres.
Este principio se entendió de manera amplia
luego en la Palabra, pero siempre expresando la forma en que la verdad de un
hecho puede ser afirmada.
Mateo 18:16 RVC
16 Pero si no te hace caso, haz que te
acompañen uno o dos más, para que todo lo que se diga conste en labios de dos o
tres testigos.
Mateo 18:20 RVC
20 Porque donde dos o tres se reúnen en mi
nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.»
Y un pasaje clave pero discutido:
1 Juan 5:7-8 RVC
7 Porque tres son los que dan testimonio [en
el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
8 Y tres son los que dan testimonio en la
tierra]: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.
El texto entre corchete aparece en
manuscritos tardíos por lo que se considera que no estaba en los originales,
asumiendo que solo el Espíritu pudo hablar a través de los originales y no de
los sucesivos copistas, lo cual no se condice demasiado con la historia del
Antiguo Testamento… pero no es el espacio para discutir eso. Como sea, llegamos
al punto de tener tres “testigos”, que son el Espíritu, el agua y la sangre,
que dan testimonio acerca de Jesucristo.
Establecida esta mesa de (por lo menos) tres
patas para sostener cualquier verdad, ¿sobre qué patas se sostienen las
verdades actualmente?
El tema de la v****a sigue siendo un problema
para los que están en duda, y la resolución de él será muy clave y crítica en
los próximos meses, porque sabemos por los informes médicos, por los
testimonios proféticos y por las evidencias que ya estamos teniendo de los v*******s
que no habrá mucho más tiempo para escapar del engaño.
Es difícil agregar algo a todo lo mucho que
se está diciendo y a todas las evidencias disponibles para el que quiera verlas
y se esfuerce un poco en sortear la censura. Pero para los que tienen oídos
para oír, tenemos aquí tres patas en donde afirmar la peligrosidad y el engaño
de la “ponzoña de alacrán”:
·
Los informes de médicos independientes, basados en análisis científicos y
publicaciones
·
El testimonio de muchos profetas
·
Los testimonios de las consecuencias que ya se están viendo en los
v*******s
Y si falta algo más, agregamos:
·
Todo el contexto y la extrema celeridad que ha rodeado a la producción de
la v****a
·
La sospecha en general que rige sobre el sistema de salud, la industria
farmacéutica y la real inocuidad de las v*****s.
No voy a exponer cada ítem porque, vuelvo a
decir, es información disponible y abundante para todo el que quiera realmente
saber, pero sí aplicarle la herramienta de análisis de los “dos o tres
testigos”, y aquí los tenemos, tres muy fuertes y dos más que aportan lo suyo.
El testimonio de estos “testigos” concuerda,
y está basado en hechos. Si además ubicamos todo esto en el contexto del fin de
esta era presente y las cosas que bíblicamente sabemos que ocurrirían en esos
(estos) tiempos, todo se vuelve muy claro.
Del otro lado tenemos:
·
“Relato” (palabras nomás)
·
Censura
·
Mentira
Sólo concluyamos con esto:
Marcos 4:9 RVC
9 Entonces les dijo: «El que tenga oídos para
oír, que oiga.»
“εχων ωτα”, “tenga oídos”, expresión que
aparece exactamente así 6 veces en los Evangelios, o una similar, “εχων ους”,
siete veces en Apocalipsis. Es decir: no esperes que este mensaje esté siempre
disponible o que el Espíritu te insista por mucho tiempo más.
Danilo Sorti
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