lunes, 19 de agosto de 2019

707. ¡Hay un futuro glorioso para Argentina! (no, no voté a FF) – II


Proverbios 16:18 DHH
18 Tras el orgullo viene el fracaso;
tras la altanería, la caída.

Salmos 119:71 DHH
71 Me hizo bien haber sido humillado,
pues así aprendí tus leyes.


A nadie le gusta ser humillado, pero no hay mejor forma para aprender unas cuantas lecciones muy profundas. El orgullo es una fortaleza muy fuerte en Argentina y también muy escurridiza, se manifiesta de mil formas y difícilmente ha sido confrontado, incluso desde los púlpitos. Como nosotros no lo hacemos, tiene que encargarse el Señor.

Fue muy clara la expresión de Elisa Carrió cuando dijo que perder una PASO servía para volverse más humildes. En realidad, esa frase esconde muchas duras internas y una crítica a malos consejeros que rodearon la figura presidencial, pero ese es otro tema. Haciendo un análisis, luego de la victoria de la actual gestión en la elección de medio término en 2017, “se le subieron los humos a la cabeza”, como decimos por acá, y terminó aislándose en su torre de marfil, rodeado de sus consejeros que le dibujaron un mundo ideal que no existía. No seamos tan duros con la crítica, el mismo fenómeno lo he visto en niveles de autoridad mucho más bajos, ¡es tan fácil caer en eso!

Lo que debemos rescatar aquí es que Dios sigue obrando. Si el Señor quisiera colocar a FF en el gobierno, sería tan sencillo y “tranquilo” hacerlo con resultados más parejos en las PASO, en la elección y en el ballotage… Finalmente, un 0,1 % de diferencia en la segunda vuelta basta para ganar la presidencia, ¿por qué hacer tanto “escándalo”, que alerta a toda la sociedad, altera los mercados y pone a la Iglesia a orar sin cesar? Y si fuera el caso que realmente quisiera poner a FF en el gobierno, ¿no sería esta la estrategia más “peligrosa” por la que pudiera optar, ya que alertaría a la sociedad para que elija a MM, el “mal menor”?

Yahveh, el Libertador de todos lo que le buscan, hizo lo que viene haciendo desde hace rato sobre Argentina: sacudirnos para que nos despertemos de la tibieza y tomemos todas las armas del Espíritu.

Lucas 7:35 DHH
35 Pero la sabiduría de Dios se demuestra por todos sus resultados.

La Biblia es muy “científica” al enseñarnos cómo medir algo que no alcanzamos a comprender del todo: por sus resultados, por sus evidencias. Y lo que estamos viendo es que todos los conflictos que estamos pasando desde 2018 en adelante (y en realidad desde 2015), están trayendo fruto para el Reino, están despertando a los hijos, uniendo a la Iglesia, levantándola en clamor y combate espiritual, limpiando doctrinas erradas que sostuvimos durante siglos (“los cristianos no participan en política”) y, aunque doloroso, separando “la paja del trigo”, santificando más a los hijos fieles pero dejando que se enreden más en la confusión y el pecado los que han decidido rechazarlo.

Es cierto que están pasando cosas feas, que el pecado abunda y que Satanás está teniendo un relativo éxito en sus planes, pero el Espíritu está obrando de una manera más “callada” y poderosa. Si todo lo que hemos vivido no hubiera sacado nada bueno de la Iglesia y de la sociedad, estaríamos en un serio problema, simplemente serían los planes del infierno cumpliéndose sin impedimento. Pero si podemos ver que el Señor está logrando muchas cosas buenas por medio de esas dificultades, entonces los planes del Adversario simplemente son el vehículo que Yahveh está usando para libertarnos.

No voy a enumerar aquí todo lo que se ha hecho, pero en medio de la adversidad el pueblo de Dios tiene hoy una voz y una convicción que hasta hace dos años no la tenía, hubo muchísimos cambios para los hijos fieles.

El resultado de las PASO, que como expliqué anteriormente, puede parecer una “sobreactuación” divina (porque tenía formas mucho más tranquilas para llevar a FF al poder), ha servido para que esta gestión sea humillada, pero esto es porque Dios los puso allí en 2015 (no nos olvidemos), y todavía tiene planes de bendición con ellos. Nosotros somos rápidos en juzgar, pero así como Dios nos tiene misericordia y paciencia, también la tiene con ellos, aunque ni a nosotros ni a ellos deja de “apretarnos las tuercas” cuando se nos aflojan los tornillos.

No quiero generar falsas expectativas, pero creo yo que todo esto evitará que unas cuantas leyes y decisiones contrarias a la iglesia no sean tomadas en el Congreso, o sean revertidas (no es momento para que se ponga a los cristianos en contra), se adopten decisiones que favorezcan a la enfurecida clase media (como de hecho ya se está anunciando), haya cambios en el gabinete (los malos consejeros), vuelva a armar un amplio consenso político aceptando otras voces y atendiendo otras necesidades sociales. Todo esto (y más) no pasaría tan rápido si los resultados hubieran sido más “tranquilos”.

Dios sigue estando al control, y Sus caminos no son nuestros caminos, pero por los resultados podemos conocer si es Él quien está obrando, y de hecho lo es.


Danilo Sorti




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