Zacarías 13:9 NTV
9 A este último grupo lo pasaré por el fuego
y los haré puros. Los refinaré como se refina la plata y los purificaré como se
purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi
pueblo”, y ellos dirán: “El SEÑOR es nuestro Dios”».
Mientras cualquiera que esté mirando el
proceso de afuera podría decir que las cosas están fuera de control, sabemos
que es exactamente lo contrario.
A partir de los sucesos del 2018 se levantó
el “movimiento celeste” en Argentina. Hay tanto para hablar al respecto de
necesitaríamos libros (al menos uno ya hay escrito); en poco tiempo ocurrió
muchísimo, y todo redundó para la gloria del Señor y la extensión del Reino, no
de una iglesia en particular, tampoco de “las iglesias evangélicas” o católica,
¡ni siquiera de “la Iglesia” en su conjunto! Se trató del Reino de Dios hacia
la sociedad, saliendo afuera de las cuatro paredes de cualquier iglesia y de
los recipientes denominacionales. Se trató de un movimiento de unidad sin precedentes,
muy “del pueblo”, donde los líderes eclesiásticos ocuparon un rol más bien
secundario. Fue la respuesta a la vieja cuestión de cómo debían los creyentes
insertarse en la cuestión social y política latinoamericana. Fue una muestra
del poder y del amor de Dios. Fue la “recuperación” de la consciencia de nación
frente a una teología cristiana individualista y de “arca de Noé”. Fue muchas
cosas, pero no fue todo maravilloso.
Sin la estratégicamente inexplicable tozudez
política del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales, el movimiento
celeste no hubiera cristalizado tan rápidamente, pero lo hizo, está aquí y ya
es un actor más en la arena política y social argentina. Los que buscaban
imponer el aborto lograron homogeneizar un fenómeno social con el que van a
tener que convivir de acá en más. Digamos que les salió el tiro por la culata.
Pero, tal como leemos en Zacarías, Dios se
encarga en todo momento de purificar lo que Él va formando. Si el surgimiento
del movimiento celeste fue un hecho divino en todo sentido (como dije,
partiendo del inexplicable error político cometido por MM), su purificación
también lo es, y los resultados de las PASO están contribuyendo a eso. ¿De qué
forma?
Por un lado enfrenta al joven movimiento con tres
disyuntivas: racionalidad versus fanatismo, confianza humana versus confianza
en Dios, reduccionismo versus visión amplia. Así como hizo falta una fuerte
presión para que gente tan diferente nos entendiéramos y uniéramos, es
necesario mantener posturas racionales en la arena política, teniendo en cuenta
que estamos en una sociedad con muchos actores y con realidades que no van a
cambiar de un día para otro, nos guste o no. La amenaza del aborto nos asustó
en 2019, pero la amenaza de una nueva Venezuela nos asusta hoy, y sólo hay dos
opciones. La lista provida hizo un desempeño notable teniendo en cuenta los $ 0
con que contó para la campaña y todo el aparato mediático en contra, pero no
tiene chances en las definitivas, lo cual nos deja con solo una disyuntiva. A la
sazón, fue muy parecida a la que tuvimos los celestes a la hora de votar en
nuestra provincia, Santa Fe.
La razonabilidad dice que lo más lógico es
votar al que por lo menos habilita el diálogo, permite un funcionamiento
democrático del Congreso y tomó nota del error y del reclamo del pueblo, por
más de que haya “mucho verde” enquistado allí, versus la venezuelización
inevitable. El problema aquí está en la convicción y las cuestiones de
consciencia, que no se pueden resolver en un artículo. La respuesta es muy
simple y se encuentra en la Biblia: de principio a fin Dios está eligiendo
hombres para cumplir determinadas misiones, y ninguno de ellos resultó perfecto
(excepto Uno) pero Dios pesa los corazones, lo bueno y lo malo, y del resultado
decide si continúa o no en el cargo:
2 Crónicas 19:1-3 RVC
1 El rey Josafat de Judá volvió a su casa en
Jerusalén en paz.
2 Pero le salió al encuentro el vidente Jehú
hijo de Jananí, y le dijo al rey Josafat: «¿Así que ayudas al impío, y amas a
los que odian al Señor? Pues por esto, de la presencia del Señor ha salido su
ira contra ti.
3 Sin embargo, se han hallado en ti buenas
acciones, pues has quitado del país las imágenes de Asera, y de corazón te has
dispuesto a buscar a Dios.»
Josafat fue un buen rey pero no hizo todo
bien, con todo, la balanza se inclinaba a su favor. Esto es un principio
bíblico por demás de claro que el innato fanatismo argentino no puede ver. Dios
no dejó de ser Dios por seguir respaldando a Josafat, Su ley no cambió, Sus
demandas de santidad no se redujeron y nunca dejó de continuar exigiendo a los
hombres una vida santa, simplemente tomó una decisión en base a lo que había y
lo que era posible en el mundo de los hombres, ¡no en Su mundo perfecto!
¿Será el movimiento celeste una expresión más
de la profunda raíz del fanatismo argentino, pero “de otro color”, o será un
movimiento “con los pies sobre la tierra” mientras no deja de mantener los ojos
mirando al Cielo? Dios comenzó a moldear este movimiento, y no va a dejar de
hacerlo.
Y aquí es donde entra el otro dilema;
¿confianza en el hombre o confianza en Dios? Es decir, ¿las leyes contrarias a
los diseños divinos serán frenadas por la intervención divina o porque
coloquemos suficientes legisladores celestes? Apoyo con todas mis fuerzas la incursión
política celeste, pero si sólo esa es nuestra esperanza, estamos “al horno”.
Nunca las fuerzas humanas serán suficientes, y si llegaran a serlo
inevitablemente se nos colarían errores peores por el costado. Mientras las
iglesias avanzan social y políticamente sobre la nación, los ojos nunca deben
dejar de estar puestos en la verdadera fuente de toda verdad y justicia, tal
como queda plasmado en nuestra Constitución. ¿No apartará los ojos del Señor el
movimiento Provida?
Y el tercer dilema es el reduccionismo versus
la visión amplia. Una crítica fundamental verde hacia el movimiento celeste se
basa en esto: “¡solo les interesa que no se apruebe el aborto!”. Por supuesto
que el “solo” es mucho más que “solo” porque constituye el derecho fundamental sobre
el que se asientan todos los derechos, cometen el calculado e hipócrita error
de reducir el aborto a “un hecho más”, cuando cualitativa y cuantitativamente
no lo es. Pero no deja de ser cierto que una nación tiene muchas más
cuestiones, y desconocerlas es un error. Es el error en que se encuentra una
parte del movimiento celeste actual: no les importa que gane un candidato que
ya ha anunciado expresamente que nos transformará en Venezuela, y que además
dijo que aprobará el aborto sin pasarlo por el Congreso. ¿Podrá tener una
visión amplia en vez de mantenerse sólo en sus objetivos fundacionales… sin
perderlos por el camino?
Dios está purificando lo que Él mismo inició,
¡bienvenidos al proceso! Es necesario que sea así. El movimiento celeste será
fundamental en los tiempos que vienen, para muchas cosas más allá del aborto y
la ideología de género (pero también en relación con ellas), por eso debe ser
limpiado.
Nota de justicia: tristemente uso el ejemplo
de nuestros hermanos venezolanos para ilustrar el resultado de mantener un
gobierno populista, no pretendo humillar ni a la nación ni a sus habitantes,
solo aprender de los errores. Pronto viene el día que usaremos el nombre de
Venezuela para bendición y como sinónimo de crecimiento y prosperidad, y la nación
misma será una bendición para muchos otros pueblos.
Danilo Sorti
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