Desde hace bastante tiempo me venía
inquietando la pregunta de qué espíritu se mueve detrás del avance la
homosexualidad y la ideología de género. En guerra espiritual uno suele
reprender a un espíritu muchas veces por su manifestación, así podemos hablar
de “espíritus de suicidio”, “espíritus de promiscuidad”, “espíritus de
religión” (esos son los más difíciles…), etcétera. Pero no estaba conforme con
eso, me parecía que no estábamos dando en el blanco, porque nos encontrábamos
con algo cuyas raíces son más profundas.
Sabía que tenía que ver con los dioses
griegos. No es esta una revelación “mía”, es algo que estudiamos también pero
no solamente en guerra espiritual, de hecho cualquier personas que conozca un
poco de la cultura occidental sabrá que la cosmovisión griega, y sus dioses,
pasaron a los romanos, y posteriormente impregnaron a la iglesia católica en
formación, con lo que se establecieron firmemente no solo en nuestras
estructuras cristianas (y los evangélicos seguimos arrastrando mucho de eso)
sino en el pensamiento occidental, y de ahí, al resto del mundo.
No quiero decir que los dioses griegos sean
“los” principados espirituales originales, pero creo que los representan bien,
que han sido el “envase” que utilizaron para establecerse luego en todo el
mundo.
Entonces, deberíamos encontrar uno de esos
espíritus que sea el que específicamente avive todo el tema de la agenda LGBTI
y la ideología de género, que, evidentemente, ha ganado muchísimo poder en el
mundo actual. Aclaremos, si ha tenido tanto alcance es porque ha habido una
sociedad dispuesta a abrirle las puertas de par en par, pero no voy a hablar de
eso ahora, concentrémonos en el principado; sabemos que atándolo
convenientemente las mentes de las personas pueden ser lo suficientemente libres
como para recibir la luz del Evangelio; después decidirán aceptar o no, es otro
tema, el asunto es que el mensaje pueda llegar, y que aquellos que están
engañados sean liberados.
¿Y quién es el candidato? No Afrodita, que
más bien tendría que ver con la promiscuidad y cuyo reinado, que de hecho no
cesó sino que sigue aumentando, ha tenido su momento de esplendor en la década
del ’60. El candidato es Eros. Y no hace falta buscar mucho, en realidad, sobra
la información sobre los dioses griegos porque ha sido un asunto de estudio
clásico, de la literatura, de las obras de teatro, de la cultura… en fin,
¿realmente nos extraña que no sean ellos los principados que gobiernan el
pecado de este mundo occidental?
Sabemos que tiene que ver con el amor sexual,
pero veamos algunas notas sacadas de Wikipedia:
“Su estatua podía encontrarse en las
palestras, uno de los principales lugares de reunión de los hombres con sus
amados, y a él hacían sacrificios los espartanos antes de la batalla. Meleagro
recoge este papel en un poema conservado en la Antología Palatina: «La reina Cipria,
una mujer, aviva el fuego que enloquece a los hombres por las mujeres, pero el
propio Eros convence la pasión de los hombres por los hombres».”
“Eros era un ayudante de Afrodita, que
dirigía la fuerza primordial del amor y la llevaba a los mortales.”
“La adoración de Eros era poco común en la
Grecia más antigua, pero más tarde llegaría a estar muy extendida. Fue adorado
fervientemente por un culto a la fertilidad en Tespia y jugó un importante
papel en los misterios eleusinos. En Atenas, compartió con Afrodita un culto
muy popular y se le consagraba el cuarto día de cada mes.”
Es interesante notar lo que sigue: “La
historia de Eros y Psique tiene una larga tradición como cuento popular del
antiguo mundo grecorromano mucho antes de que fuera escrita … Eros se enamoró
de Psique, y la llevó por arte de magia a su casa. Su frágil paz fue arruinada
por una visita de las celosas hermanas de Psique, quienes hicieron que ésta
traicionase su confianza. Herido, éste la expulsó y Psique vagó por la tierra,
buscando a su amor perdido. Apuleyo atribuye en su obra una hija de Eros a
Psique, Hedoné, cuyo nombre significa ‘placer’.”
Aquí tenemos claramente descrito al
principado que hoy aviva la agenda de sodomización e hipersexualización de la
sociedad y en especial de los niños. Recordemos que era muy común que los niños
fueran introducidos en el amor homosexual por sus “pedagogos”, y muchos criados
de capitanes y soldados de rango cumplían esa función. Algunos suponen,
incluso, que el criado del centurión romano que fue sanado por Jesús era
precisamente eso, aunque la Biblia no lo dice explícitamente.
Por más que unos cuantos hoy quieran hacerle
decir otra cosa, la Biblia es clara respecto de la homosexualidad:
Levítico 18:22 RVC
22 »No te acostarás con un hombre como si te
acostaras con una mujer. Eso es un acto aberrante.
1 Corintios 6:9-10 RVC
9 ¿Acaso no saben que los injustos no
heredarán el reino de Dios? No se equivoquen: ni los fornicarios, ni los
idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se acuestan con
hombres,
10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los
borrachos, ni los malhablados, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Y podríamos buscar otras citas más, el hecho,
sin embargo, que debemos notar es que, siendo la homosexualidad extremadamente
común en el mundo griego en el que se desenvolvió la primitiva Iglesia, no
vemos a Pablo ni a esos primeros cristianos en “guerra contra” ella y eso
debería prevenirnos de salir a la lucha contra un pecado, siendo que lo
principal que necesita la sociedad es conocer al Dios de Salvación.
Dicho esto, por supuesto que estoy a favor de
la lucha contra la ideología de género cuando es impuesta en nuestras escuelas,
a nuestros hijos, y desde el estado. No somos llamados a hacer ninguna “guerra
santa”, pero tampoco a tolerar libremente que las autoridades, que nosotros
también elegimos, utilicen nuestros impuestos para promover su propia agenda.
Creo que hemos sido demasiado tolerantes en este aspecto y es hora de cambiar.
No nos corresponde a nosotros obligar a las personas a que crean lo que no
quieren creer ni a que cambien su forma de vivir porque ni siquiera Dios mismo
lo hace, pero sí nos corresponde participar en la vida pública de nuestras
naciones e impedir que grupos minoritarios establezcan sus propias agendas.
Como siempre, la batalla es espiritual y una
vez identificado el principado que aviva el asunto, es más fácil combatirlo.
De paso, recordemos algo más sobre este
principado: “En el pensamiento griego parece haber dos aspectos en la
concepción de Eros. En el primero es una deidad primordial que encarna no solo
la fuerza del amor erótico sino también el impulso creativo de la siempre
floreciente naturaleza, la Luz primigenia que es responsable de la creación y
el orden de todas las cosas en el cosmos.”
Aunque después se modificó, originalmente lo
vemos relacionado con los ritos de fertilidad, tal como el muy conocido Baal
del Antiguo Testamento, relacionado con Asera, también relacionados con la
promiscuidad y la homosexualidad, y la prostitución cúltica. El asunto es que
tenemos una “necesidad” de creación, de producción, de vida, que es
erróneamente dirigida hacia este principado, con lo que se le da la
habilitación necesaria.
Bueno, aquí tenemos unas cuantas ideas importantes
en relación con la lucha espiritual que nos toca enfrentar en nuestros países
en este tiempo. Que el Espíritu nos de la sabiduría necesaria para llevarla a
cabo.
Danilo Sorti
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