viernes, 14 de diciembre de 2018

650. Éfeso: el modelo de Iglesia – XIII; la nueva vida en Cristo


Efesios 2:1-10 RVC
1 A ustedes, él les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados,
2 los cuales en otro tiempo practicaron, pues vivían de acuerdo a la corriente de este mundo y en conformidad con el príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.
3 Entre ellos todos nosotros también vivimos en otro tiempo. Seguíamos los deseos de nuestra naturaleza humana y hacíamos lo que nuestra naturaleza y nuestros pensamientos nos llevaban a hacer. Éramos por naturaleza objetos de ira, como los demás.
4 Pero Dios, cuya misericordia es abundante, por el gran amor con que nos amó,
5 nos dio vida junto con Cristo, aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados (la gracia de Dios los ha salvado),
6 y también junto con él nos resucitó, y asimismo nos sentó al lado de Cristo Jesús en los lugares celestiales,
7 para mostrar en los tiempos venideros las abundantes riquezas de su gracia y su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
8 Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios;
9 ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie.
10 Nosotros somos hechura suya; hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que vivamos de acuerdo con ellas.


Hay temas que nos resultan recurrentes en la vida cristiana. Cuando era más joven solía enojarme un poco cuando se repetían las cosas básicas. Después entendí que era necesario. Por supuesto, en general diría que escuchar exactamente lo mismo durante años no sirve de mucho, pero las mismas verdades desde distintos puntos de vista y con mayores profundidades resultan muy útiles.

Efesios 1 exalta la figura de Cristo. Aquí se mete más de lleno en Su obra, y con eso expone la naturaleza humana caída y la naturaleza divina en relación con ella. Conocemos a Dios en función de lo que hizo y hace por nosotros; toda la Biblia está en función de eso porque empieza con el inicio del drama humano y acaba con su resolución definitiva. Digamos que eso “nos es dado” conocer en este tiempo, al menos como verdades centrales, ¡pero Dios es mucho más! Para eso tendremos la eternidad, y ese será el conocimiento que seguiremos adquiriendo en una nueva Tierra bajo nuevos Cielos, pero ahora estamos metidos en este límite, y con eso nos basta y nos sobra…

“Vida” es una palabra clave en esta sección, en contraposición con “muerte”. Con ello nos remite al Huerto y a la advertencia: nuestra decisión de independencia nos desconectaría de la verdadera fuente de vida y nos llevaría inevitablemente a la muerte. De ahí “entra” la muerte porque vidas desconectadas de La Vida no pueden dar verdaderamente vida, sino que necesitan “consumirla” para seguir manteniéndose durante un tiempo. Eso lo vemos en el obrar de Satanás y los demonios: necesitan sacrificios continuamente, incluso comer carne humana, porque sino languidecen y pierden poder, no tienen la vida de Dios en sí mismos.

La obra de amor de Cristo es que recibimos la vida cuando todavía éramos malos, totalmente inmerecedores, literalmente “muertos en … delitos y pecados”. Ese amor incomprensible, del cual seguiremos cantando por los siglos de los siglos, es el que pudo ver en nosotros la imagen perdida del Creador y realizar la obra más increíble de todas para rescatarnos.

Allí está el centro del poder del Evangelio. No se trata de grandes milagros y maravillas, que propiamente son “señales”. No se trata de mover planetas o galaxias, que obedientemente cumplen las órdenes de su Creador. Se trata de restaurar lo que tiene voluntad propia, no merece ser restaurado ni lo desea, ni puede ser obligado. No puede haber nada más difícil que eso, y sin embargo el Señor tuvo éxito en lograrlo.

Este punto central es el fundamento de la Iglesia, aquello de lo que habla la epístola a los efesios. Y vuelvo sobre lo que comenté al principio. Como profesional me di cuenta que hay conceptos muy básicos de la profesión que pueden fácilmente perderse con el tiempo o con las diversas especializaciones que uno va adquiriendo. No se trata de que uno deba volver a sentarse en un aula universitaria para cursar las materias del primer año, sino de dar una nueva leída a viejos textos que no quedaron del todo comprendidos… o que fueron olvidados por las modas o las presiones del día a día. Pasa en el ámbito profesional y pasa en el ámbito cristiano.

El versículo 1 nos reenfoca en quiénes realmente somos, para que no nos creamos tan importantes. También nos enfoca en cuál es nuestra misión para los otros, los que (ahora) están afuera y son tan “indignos” como nosotros hace un tiempo atrás. Pone en perspectiva el verdadero poder transformador el Evangelio.

Ahora bien, Cristo es el que “desató” ese poder sobre la Tierra y nosotros tomamos la antorcha. También se nos olvida eso y tratamos de llevar el Evangelio en forma institucionalizada o política, y a veces, militar (pero mucho menos de lo que al progresismo le gusta decir). Hoy Latinoamérica asiste a un despertar de la Iglesia de Cristo sin precedentes. Hemos tenido momentos de avivamiento, momentos gloriosos, grandes predicadores, manifestaciones maravillosas. Pero no un movimiento continental, que además une a evangélicos y católicos pero no tiene nada que ver con el ecumenismo romano, y que viene de las bases, motivado por el Espíritu Santo y con una clarísima visión social. Sólo estamos en los inicios, y aunque no falta mucho para la venida de Cristo, veremos cosas increíbles todavía, ¡más vale que se abrochen los cinturones porque lo que viene es realmente vertiginoso!

Pero en medio de este despertar marchando hacia avivamiento, deberemos evitar el peligro de enfocarnos solamente en lo institucional o político; en realidad, toda esta avanzada del neomarxismo / progresismo no es más que una excusa que el Señor está utilizando para que Su poder transformador termine de ser anunciado a todas las personas. No combatimos políticos abortistas, traemos la vida sobre la muerte. No nos oponemos a la agenda LGBT financiada por Soros, exponemos el poder de la vida sobre la muerte. Que todo lo que hagamos (y deberemos hacer mucho) esté claramente enfocado en el centro del Evangelio: así como recibimos vida cuando estábamos muerto, debemos dar vida ahora que la muerte intenta avanzar sobre esta Tierra de promesas y de bendición.


Danilo Sorti




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