lunes, 22 de abril de 2019

690. Miguel y su victoria sobre Satanás al día de hoy


Sabemos que existen millones de ángeles (dos veces más que el número de demonios) y sabemos que son extremadamente humildes, sólo unos pocos aparecen mencionados en la Biblia por nombre, y uno de ellos es Miguel, porque podemos sacar una enseñanza trascendental de su accionar. Aunque el propio Miguel probablemente no estaría contento de que habláramos de él, si el Espíritu Santo nos dejó estas referencias en la Biblia, es para que las estudiemos. Veamos:

Apocalipsis 12:7-9 RVC
7 Después hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón, y el dragón y sus ángeles también lucharon,
8 pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo.
9 Así fue expulsado el gran dragón, que es la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron arrojados a la tierra.

Esta batalla ocurre en el ámbito que llamamos “segundo cielo”, el principal reino de Satanás, allí donde él está, junto con sus lugartenientes. Así aislado el pasaje genera más dudas que certezas: ¿Por qué lucharon? ¿Por qué venció Miguel? ¿Por qué no lo hizo antes, y nos ahorrábamos tantos problemas…?

Cuando tomamos los pasajes de Apocalipsis de manera aislada INEVITABLEMENTE llegaremos a conclusiones erradas: constituyen la culminación de la revelación bíblica y cada escena es, en cierto sentido, el “cierre” de enseñanzas y doctrinas que se han venido desarrollando a lo largo de toda la Palaba, por lo que leerla FUERA de ese contexto solo genera confusión.

Pero aquí tenemos un contexto literario inmediato que nos aclara mucho de lo que pasó en el cielo:

Apocalipsis 12:10-12 RVC
10 Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: «¡Aquí están ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo! ¡Ya ha sido expulsado el que día y noche acusaba a nuestros hermanos delante de nuestro Dios!
11 Ellos lo vencieron por la sangre del Cordero y por la palabra que ellos proclamaron; siempre estuvieron preparados a entregar sus vidas y morir.
12 ¡Alégrense por eso, ustedes los cielos! ¡Alégrense ustedes, que los habitan! ¡Pero ay de ustedes, los que habitan la tierra y el mar! El diablo ha llegado a ustedes lleno de ira, porque sabe que le queda poco tiempo.»

Primero, se trata de un hecho que todavía no ocurrió, aunque podemos sacar muchas enseñanzas para el hoy. Segundo, la raíz de la victoria se nos explica en el versículo 11: “Ellos lo vencieron por la sangre del Cordero y por la palabra que ellos proclamaron; siempre estuvieron preparados a entregar sus vidas y morir.” ¿Por qué razón Miguel y sus ángeles pudieron luchar y vencer? ¿Acaso fue porque durante estos 6.000 años estuvieron entrenando y haciendo crecer sus músculos para tener más fuerzas en la lucha? Bueno, eso último no lo sé sinceramente, pero hasta lo que sé del accionar angélico, es la justicia de los hombres sobre la tierra la que les da autoridad para vencer en los aires, es decir, lo que “atamos” en la tierra, los ángeles se encargan de “atarlo” en los aires.

Los ángeles pudieron vencer porque los santos ya habían vencido aquí, y ese episodio está ocurriendo DURANTE el período de los juicios sobre la Tierra, ¿quiénes son esos santos, si la iglesia fiel fue quitada ya?

Por un lado, se trata de los santos que están creyendo durante los juicios, pero por otro, me llama la atención que se mencione a Miguel, porque él cumple un rol fundamental, veamos:

Daniel 10:12-14 RVC
12 Entonces aquel hombre me dijo: «No tengas miedo, Daniel, porque tus palabras fueron oídas desde el primer día en que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios. Precisamente por causa de tus palabras he venido.
13 El príncipe del reino de Persia se me enfrentó durante veintiún días, pero Miguel, que es uno de los príncipes más importantes, vino en mi ayuda, y me quedé allí, con los reyes de Persia.
14 Ahora he venido para hacerte saber lo que va a sucederle a tu pueblo en los últimos días. La visión es para esos días.»

Daniel 10:20-21 RVC
20 Y me dijo: «¿Sabes por qué he venido a verte? Pues porque ahora tengo que volver a pelear contra el príncipe de Persia, y cuando termine de pelear con él, vendrá el príncipe de Grecia.
21 Aparte de Miguel, el príncipe de ustedes, nadie me ayuda contra ellos. Pero yo voy a revelarte lo que está escrito en el libro de la verdad.

Daniel 12:1-4 RVC
1 »Cuando llegue el momento, se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo. Serán momentos angustiosos, como jamás los hubo desde que la humanidad existe, pero llegado el momento tu pueblo será liberado, lo mismo que todos los que estén registrados en el libro.
2 Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que instruyen a muchos en la justicia serán como las estrellas por toda la eternidad.
4 Pero tú, Daniel, mantén estas palabras en secreto y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de un lado para otro, y la ciencia irá en aumento.»

Entre otras cosas, Miguel es el príncipe que defiende a Israel, propiamente, el “Ángel de Israel”, y otra referencia lo termina de confirmar:

Judas 1:9 RVC
9 Pero ni siquiera el arcángel Miguel, cuando luchaba con el diablo y le disputaba el cuerpo de Moisés, se atrevió a proferir contra él juicio de maldición, sino que le dijo: «Que el Señor te reprenda.»

A su vez es uno de los más importantes en el cielo, tanto es así que pudo echar por tierra el reino del segundo cielo, pero sólo cuando los fieles lo vencieron en la Tierra, lo cual nos muestra claramente las dos dimensiones de la lucha espiritual: terrenal y espiritual. La historia del cristianismo está repleta del error de priorizar una dimensión por sobre la otra, aunque claramente nuestro campo de lucha no es el cielo sino la Tierra.

A riesgo de decir una herejía, cuando asocio el nombre de Miguel y su función en relación con Israel, unido a la conversión masiva que ocurrirá allí durante el tiempo de los juicios, me atrevería a afirmar que el hecho de que haya recibido las fuerzas vencer en tal lucha se debe, precisamente, a que el Pueblo Elegido se volvió a Su Mesías, además, por supuesto y sin menospreciarlo en lo más mínimo, del esfuerzo y sacrificio de todos los otros santos de la tribulación.

Y si todavía Satanás gobierna en el segundo cielo es porque el pueblo de Dios, Israel y la Iglesia, aún no han llegado a la medida de justicia como para que los ángeles puedan vencer en esa batalla. Y si eso es así a nivel general, también lo es a nivel particular: el ángel de cada nación, el que ha sido designado para cada pueblo de esta tierra, sólo puede implantar los diseños de Dios en la medida que el pueblo de Dios en esa nación actúa con justicia “trayendo el Reino de los Cielos” a la Tierra.

Cuando hablamos de fortalezas espirituales de maldad nos referimos a esa relación intrincada que se forma entre principados espirituales que alientan pecados específicos y las personas de esa sociedad que al estar de acuerdo con ello y cometer efectivamente esos pecados, les otorgan autoridad a esos principados, que a partir de ella refuerzan su engaño, formando así un círculo vicioso que no se puede romper ni atacando solamente a los poderes espirituales ni pretendiendo solamente reformar a la sociedad en una vida santa (aunque ese sea quizás la principal acción a realizar). Exactamente lo mismo vale para las fortalezas de verdad, de hecho, si las fortalezas de maldad funcionan así es porque así ha diseñado Dios que funcionen las fortalezas de verdad.

Hay un mundo angélico del cual no se nos habla demasiado en la Palabra, obviamente ha sido así a lo largo de los siglos para que las sociedades no caigan en la adoración de dichos seres. Pero los que hemos alcanzado madurez no podemos ignorar las realidades espirituales, sino más bien, debemos trabajar coordinadamente: necesitamos “fortalecer” los brazos de los ángeles que Dios ha puesto sobre nuestras naciones para que la justicia florezca, y para eso debemos vencer en esta Tierra: con la Sangre, con la Palabra y con nuestra vida de sacrificio, debemos estratégicamente establecer el Reino, atacar las fortalezas de maldad.

Ahora bien, cuando el ángel de cada país resulta “empoderado” para establecer los diseños de Dios sobre el territorio asignado, lo que veremos ocurrirá no solo en el ámbito “cristiano”, sino más bien en el ámbito “secular”, es decir, veremos procesos y cambios a nivel social, político, económico. De pronto habrá nuevas ideas y conceptos que buena parte de la sociedad comenzará a abrazar con fervor y a defender, ideales de justicia y rectitud. Claro, no perfectos, contaminados por supuesto, pero con una raíz divina. Constituyen los “principios principales” de los diseños de Dios sobre tal nación.

De repente la gente “ya no tolera” determinadas cosas, de repente hay temas que saltan a primer plano, cosas que han ocurrido durante años, o que fueron aceptadas durante mucho tiempo, pero que ahora no. Pero cuidado, no se trata de “todo el Reino”, como dije, se trata de las principales líneas, aquello que constituyen los diseños de bendición más fuertes y característicos de una nación, la “identidad espiritual”. Por supuesto que habrá mucho más, por supuesto que habrá todavía raíces fuertes de iniquidad, pero eso “primero” y más fuerte que aparece constituyen las principales líneas del propósito de Dios para tal nación y son los ángeles de esa nación los que se encargan de avivarlas en las mentes de sus habitantes.

No despreciemos eso que aparece y que muchas veces podemos llamar “secular”, porque son los ángeles los que están trabajando (como pueden) allí. Es más, “colaboremos” con ese trabajo, con la construcción nacional que ellos están intentando, sin meternos en la “corriente secular” de tal forma que nos arrastre, sino metiendo en ella cada vez más principios del Reino.

Así como los espíritus de maldad se encargan de inspirar maldad en las personas, los ángeles de Dios se encargan de animar lo recto en las personas, aún en quienes no le conocen:

Daniel 11:1 RVC
1 »Durante el primer año del reinado de Darío el medo, yo mismo estuve a su lado para animarlo y fortalecerlo.

No podemos llegar a mucha gente de autoridad y con capacidad de decisión, ni tampoco es “tan necesario” que lo hagamos; pero es fundamental que los ángeles del Señor SÍ ESTÉN ALLÍ, y nosotros somos los que podemos fortalecer, o debilitar, sus manos en este combate.


Danilo Sorti




Ayúdanos a llevar el mensaje.
Oprime aquí para enviarnos tu ofrenda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario