Proverbios 11:12 RV1995
12 El que carece de entendimiento menosprecia
a su prójimo,
pero el hombre prudente calla.
En el momento de escribir este artículo no
hace falta que explique demasiado el menosprecio y flagrante discriminación
sufrida por los grupos provida cristianos en la reunión anual de la OEA porque
el tema y los videos están corriendo como reguero de pólvora.
Cuando buscaba un pasaje que pudiera poner en
perspectiva el hecho encontré este de Proverbios. Por un lado, el necio
menosprecia a su prójimo, exactamente lo que estamos sufriendo desde hace
tiempo en todos los estamentos políticos. No hay nada nuevo aquí ni vamos a
llorar por los rincones: somos cristianos, sabemos lo que sufrió el Maestro por
nosotros, sabemos que seremos aborrecidos por el mundo, conocemos la
persecución feroz que soportan nuestros hermanos en otras partes del mundo,
además conocemos las profecías para estos tiempos, sabemos que estamos
enfrentando el inicio de la última gran batalla en vistas del último gran
avivamiento por venir y la última gran cosecha. Sabemos que estamos en los
inicios del cumplimiento de la profecía de Tommy Hicks respecto del gigante que
habría de levantarse desde Sudamérica. Y, digamos “de paso”, el Espíritu del
Santo de Israel está con nosotros. Por cierto que no nos vamos a sentir
deprimidos ni vamos a andar llorando por los rincones, más bien todo lo
contrario.
Pero el que menosprecia es el necio, ahora
bien, estos “necios” no son los muchachos callejeros que se burlan de cristiano
que va con su Biblia bajo el brazo, ¡son los representantes de las naciones
americanas! ¿Cómo se entiende eso? Sencillamente, Dios les quitó el entendimiento,
dado que endurecieron sus corazones, los hizo necios. Sobre este tema he
escrito bastante en otros artículos; tenemos el ejemplo más claro del Faraón, a
quien el Señor endureció para mostrar sus maravillas en él.
Pero no me voy a extender aquí ni voy a
repetir lo que ya fue dicho, simplemente hacer un breve repaso de la historia
reciente. Cuando el presidente argentino intentó legalizar el aborto lo único
que logró fue levantar la ola celeste; consiguió unir a cristianos (y no
cristianos también) de distintas iglesias, gente con la que jamás hubiéramos
hecho algo junto nos pusimos codo a codo, y eso no hizo más que empezar porque
el movimiento sigue creciendo. Levantó, muy a su pesar, un movimiento que
trascendió los límites del país y sirvió de ánimo para otros países.
¿Qué logrará este burdo menosprecio de la
OEA? Pues bien, para tener representación allí, el organismo exigió que los
movimientos Provida formaran coaliciones, y así se originaron varias tanto
entre los evangélicos como entre los católicos. ¡Ellos mismos empujaron por la
unidad de los cristianos en el continente! ¿Y qué lograrán con este “ninguneo”?
Lo que ya “logró” el presidente de Argentina, pero a nivel continental:
afianzar, fortalecer, dotar de compromiso y valor, a la ola celeste
continental.
A eso podemos llamarlo “salir el tiro por la
culata”, pero sorprende que gente tan avezada en estrategia no sepa algo tan
básico: no es “gratis” censurar a un colectivo, especialmente a ESTE colectivo.
Hay otras estrategias para amortiguar a los movimientos sociales, lo sé porque
en pequeña escala me ha pasado transitando por distintas instituciones (no voy
a dar los nombres…): ellos te abren las puertas para participar, te reciben
calurosamente, te permiten hablar, incluso participar en distintas actividades,
mientras te meten en sus laberínticas decisiones y reuniones sin fin,
trabajando sobre tu voluntad y agotando tus fuerzas… Bueno, quizás sea
demasiado complejo pensar una estrategia así para nuestros políticos actuales,
lo cual indica cuál sea su verdadero nivel intelectual.
Romanos 8:28 RV1995
28 Sabemos, además, que a los que aman a
Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados.
Este pasaje no deja de ser una dolorosa
verdad para los enemigos de Dios, y es a la vez una profecía segura. Creo que
de aquí a un tiempito deberemos agradecerle a la OEA su accionar tan torpe,
mientras el gigante continúa desperezándose y levantándose cada vez más.
Danilo Sorti
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