martes, 9 de julio de 2019

694. Como Dios no juzga enseguida…


Eclesiastés 8:10-13 RVC
10 También he visto que a los inicuos se les sepulta con honra, mientras que a los que frecuentaban el lugar santo se les echó al olvido en la misma ciudad donde se condujeron con rectitud. ¡Y también esto es vanidad!
11 Y es que cuando la sentencia para castigar una mala acción no se ejecuta de inmediato, el corazón de los mortales se dispone a seguir actuando mal.
12 El pecador puede pecar cien veces y prolongar su vida; sin embargo, yo sé que a los que muestran temor y reverencia ante Dios también les irá bien;
13 por el contrario, a los malvados, a los que no muestran reverencia ante Dios, no les irá bien ni se les prolongará la vida, sino que se desvanecerán como una sombra.

Nuestro mundo actual se ha construido sobre la realidad de Eclesiastés 8:11; Dios ha tenido misericordia y paciencia para juzgar a las personas y las naciones, y ellas han desarrollado toda su cultura y su historia reciente en base a la premisa de que o bien Dios no existe o bien no le importa lo que los hombres hagan.

El problema es que eso “funcionó”, por decirlo de alguna manera, hasta ahora, porque este tiempo escatológico está siendo progresivamente diferente: a medida que la puerta de la misericordia se cierra, los juicios de Dios se desatan y cada vez pasa menos tiempo entre la rebelión y el castigo, en esta tierra. Por supuesto que hay un castigo eterno, aunque esta generación ha decidido “olvidar” que las personas mueren, y que de hecho esta misma generación tiene una salud peor que la de sus padres, con lo cual su “fecha de vencimiento” se adelanta, sin contar los que morirán en medio de los juicios que ya comenzaron.

El pasaje de Eclesiastés se refiere al destino final en el infierno, aunque la referencia es clara solo cuando escuchamos los testimonios de las personas que han sido llevadas allí: los muertos terminan siendo sombras en el Hades.

El “olvido” de las enseñanzas del pasado y la incapacidad de ver hacia el futuro es el cimiento sobre el cual se para tranquilamente el que quiere seguir ignorando la voluntad de Dios. Propiamente, éstas son las funciones más originales del cerebro humano en comparación con los otros mamíferos, y también son las funciones que más tardan en madurar (recién después de los 20 años).

En el mundo del pasado, el pecador podía, en la mayoría de los casos, seguir pecando tranquilamente y “poca” diferencia vería en su mundo material, incluso podía prosperar y ser reconocido. Esto ya no está siendo más y no lo será en el mundo del futuro.

Zacarías 14:16-19 RVC
16 Todos los sobrevivientes de las naciones que atacaron a Jerusalén vendrán todos los años para adorar al Rey, al Señor de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los tabernáculos.
17 Y sucederá que a las familias de la tierra que no hayan acudido a Jerusalén para adorar al Rey, el Señor de los ejércitos, no les caerá nada de lluvia.
18 Y si los egipcios no acuden a Jerusalén, tampoco sobre ellos caerá lluvia; al contrario, les vendrá la plaga con que el Señor castigará a las naciones que no acudan a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
19 Éste será el castigo por el pecado de Egipto, y por el pecado de todas las naciones que no acudan a celebrar la fiesta de los tabernáculos.

El Reino Venidero será un tiempo maravilloso en muchos sentidos, pero nos olvidamos de que la Biblia aclara que el Señor regirá “con vara de hierro” a las naciones, es decir, ya no será como en el pasado. La profecía de Zacarías se aplica a las naciones, pero es claro que también a los individuos:

Isaías 65:20 RVC
20 No habrá en ella niños que mueran a los pocos días, ni ancianos que no cumplan sus años de vida; los niños morirán a los cien años de vida, y los pecadores que lleguen a vivir cien años serán malditos.

En un sentido, será un tiempo de gracia y bendición sin precedentes sobre una Tierra restaurada, en otro sentido, ya no será más el tiempo de esta gracia que hemos vivido, durante el cual el Señor tuvo paciencia del pecador, porque 2.000 años de historia bastan y sobran para mostrar que el ser humano rechaza usar las facultades de las que naturalmente está dotado para pensar “un poco más allá”.

Ese tiempo futuro ya está empezando a manifestarse, por lo tanto alertemos a los pecadores de que no podrán seguir con sus “juegos” mucho tiempo sin empezar a sufrir serias consecuencias… aunque eso también es una muestra del amor y la misericordia divina, ¿quién sabe si en medio de sus plagas no deciden volverse a Dios?


Danilo Sorti




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