martes, 9 de julio de 2019

703. El eclipse, Argentina y los símbolos, ¿qué está juzgando Dios?


Tanto en la Biblia como en las tradiciones de todos los pueblos, un eclipse ha sido una señal de juicio. Siempre estuvo rodeado de muchos mitos y sensacionalismos, pero si quitamos todo eso, nos queda ese centro de significado simbólico: un eclipse es juicio. Ahora bien, ¿juicio sobre qué y para qué?

Hace varios días que quería escribir algo sobre el tema, pero esperé a tener una dirección más clara; leyendo, hablando con varios profetas, recopilando información de diversas fuentes. Creo que ahora tengo unas cuantas ideas interesantes que no agotan el tema, por supuesto, pero que pueden aportar unos datos NO para “predecir el futuro”, como si esto fuera una “astrología cristiana”, sino para entender qué está haciendo Dios en medio de los tiempos. Claramente leemos que Dios ha dejado señales, en realidad, Dios ha dejado muchas señales para los que quieren ver, demasiadas en estos tiempos.

Para empezar veamos ocho pasajes bíblicos que podemos relacionar con un eclipse o un oscurecimiento de los cuerpos celestes. En una síntesis rápida de estos textos concluimos que el oscurecimiento del sol es señal de juicio sobre los malvados, juicio sobre un sistema político corrupto, o un gobierno perverso, o un sistema social depravado, pero también es señal de protección de los santos fieles del Señor.

1.      Isaías 13:9-11 RVC
9 ¡Viene ya el terrible día del Señor! ¡Día de ardiente ira e indignación, que hará de la tierra un páramo, y que raerá de ella a los pecadores!
10 Ese día las estrellas y los luceros de los cielos no darán su luz; el sol se oscurecerá al amanecer, y la luna no dará su resplandor.
11 Yo castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; acabaré con la arrogancia de los soberbios y abatiré la altivez de los fuertes.

2.      Joel 2:10-11 RVC
10 Ante ellos, tiembla la tierra y se estremecen los cielos; el sol y la luna se oscurecen, y se apaga el resplandor de las estrellas.
11 El Señor mismo da las órdenes al frente de su ejército. Muy grandes son sus batallones, y fuertes son los que cumplen la orden. ¡Grande y terrible es el día del Señor! ¿Quién podrá resistir?

3.      Amós 8:4-9 RVC
4 Oigan esto, ustedes, los que explotan a los menesterosos y dejan en la ruina a los pobres de la tierra.
5 Ustedes dicen: «¿Cuándo pasará la fiesta de luna nueva? ¡Entonces podremos vender el trigo! ¿Y cuándo pasará el día de reposo, para que abramos los graneros? ¡Achicaremos la medida, subiremos el precio, y adulteraremos la balanza!
6 ¡Así podremos comprar a los pobres por dinero, y a los necesitados a cambio de un par de zapatos! ¡Hasta los desechos del trigo podremos vender!»
7 Pero el Señor ha jurado por la gloria de Jacob: «¡No voy a olvidar ninguna de sus malas acciones!»
8 ¿Y no habrá de estremecerse la tierra por todo esto? ¿Y no habrán de llorar todos sus habitantes? ¡Toda ella subirá como un río! ¡Se encrespará y se hundirá como el río de Egipto!
9 «Cuando llegue ese día, haré que el sol se ponga a mediodía. El día estará claro, pero yo cubriré de tinieblas la tierra. —Palabra del Señor.

4.      Ezequiel 32:2-8 RVC
2 «Hijo de hombre, entona un lamento por el faraón, el rey de Egipto, que diga: »Entre las naciones, te pareces a un león; en los mares, eres semejante a un dragón. Con las patas enturbias el agua y secas los ríos, mientras chapoteas en sus riberas.»
3 Así ha dicho Dios el Señor: «Voy a lanzar mi red sobre ti, y con ella muchos ejércitos te sacarán del agua.
4 Te pondré en tierra, te tenderé sobre el suelo, y dejaré que todas las aves del cielo se posen sobre ti. ¡Contigo saciaré el hambre de todas las fieras salvajes!
5 Pondré tus restos sobre los montes, y llenaré los valles con tus cadáveres.
6 Con tu sangre regaré la tierra donde ahora nadas, hasta la cumbre los montes, y con ella se llenarán los arroyos.
7 Cuando te hayas consumido, haré que se oscurezcan los cielos y se eclipsen las estrellas; cubriré de nubes el sol, y la luna dejará de brillar.
8 Por tu culpa haré que se apaguen todos los astros del cielo, y cubriré de tinieblas tu país. Palabra de Dios el Señor.

5.      Mateo 24:29-31 RVC
29 »Inmediatamente después de la aflicción de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo, y los poderes celestiales se estremecerán.
30 Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y todas las tribus de la tierra se lamentarán, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con gran poder y gloria.
31 Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y de los cuatro vientos, desde un extremo al otro del cielo, ellos juntarán a sus elegidos.

6.      Hechos 2:18-21 RVC
18 En esos días derramaré de mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas, y también profetizarán.
19 Haré prodigios en el cielo, y en la tierra se verán señales de sangre, de fuego y de vapor de humo.
20 El sol se oscurecerá, la luna se pondrá roja como sangre, antes de que llegue el día del Señor y se muestre en toda su grandeza.
21 Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.

7.      Apocalipsis 6:9-12 RVC
9 Al abrir el Cordero el quinto sello, debajo del altar vi a las almas de los que habían muerto por causa de la palabra de Dios y de su testimonio.
10 A gran voz decían: «Señor santo y verdadero, ¿hasta cuándo seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra sangre?
11 Entonces se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansaran todavía un poco más de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos, que también sufrirían la muerte como ellos.
12 Yo vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y entonces se produjo un gran terremoto. El sol se cubrió de oscuridad, como con un vestido de luto, y la luna entera se puso roja como la sangre;

8.      Lucas 23:44-46 RVC
44 Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde hubo tinieblas sobre toda la tierra.
45 El sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.
46 En ese momento Jesús clamó a gran voz, y dijo: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.» Y después de haber dicho esto, expiró.

Cada uno de estos textos merece un extenso análisis, pero quedémonos con la idea central de todos ellos: el oscurecimiento del sol indica juicio, es la señal de que Dios ya ha decidido quitar un sistema de gobierno y social desviado. Para los hijos de Dios, que sufren en medio de las injusticias de los poderosos, es una señal de liberación: la luz del sol es ocultada, pero también el calor que abrasa es disminuido.

Nos resta saber: ¿juicio sobre qué, sobre quién y para qué? Allí podemos mirar el recorrido del eclipse.

Comenzó a verse hacia la tarde temprano en el Pacífico Sur y concluyó hacia el sur de La Plata bonaerense, la franja de totalidad atravesó Argentina por la mitad, entrando por San Juan, afectando parte de La Rioja y San Luis, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, pero en buena parte del resto del país se pudo ver de manera parcial. Por supuesto, también atravesó Chile hacia la altura de La Serena, al norte de Santiago, pero no conozco lo suficiente de la realidad chilena como para pretender hacer un análisis profético de ella.

El solo hecho de cruzar Argentina POR LA MITAD es más que significativo, empezando desde el oeste, una región vinculada con lo tradicional, lo de “tierra adentro”, con las raíces rurales del país y con el vino que tanto nos distingue a nivel mundial, cruzar las tres provincias más pobladas del país y concluir cerca de la Capital nacional, asociado al concepto de juicio sobre un sistema social y de gobierno, nos da un mensaje muy fuerte cuando lo relacionamos con la realidad sociopolítica del país.

Volvamos un poco para atrás: cuando leemos los pasajes proféticos referidos a oscurecimiento del sol, tanto el profeta como los oyentes estaban inmersos en una realidad política y social concreta: había sistemas opresivos, gobiernos perversos:

1.      En Isaías 13 se trata de los pecadores opresores del pueblo.
2.      Joel 2 tiene una visión profética de largo plazo pero, brevemente, se refiere al juicio de todo un sistema mundial de pecado e injusticia.
3.      Amós es un libro de denuncia contra los ricos opresores del reino de Israel durante su período de esplendor
4.      En Ezequiel 32 el juicio es contra el faraón, como imagen del tirano opresor
5.      Mateo 24 nos lleva al final de los tiempos y al juicio sobre un sistema mundial de maldad extrema
6.      Hechos 2 retoma la profecía de Joel, en estos versículos se resalta la salvación de todos los que se vuelvan al Señor en medio de los juicios
7.      Apocalipsis 6 nos muestra el juicio que comienza a desatarse debido a la sangre derramada de los mártires
8.      Y finalmente, Lucas 23 nos muestra el juicio supremo sobre el gobernante usurpador de esta Tierra; Jesucristo lo vence definitivamente en la cruz.

Ninguno de estos pasajes nos da la idea de algo “espiritualizado” sino muy real y concreto en el tiempo y el espacio. La conclusión lógica es que Dios está juzgando un sistema político, de gobierno y social que se ha extendido a lo largo del tiempo pero que ya ha llegado su fin y es definitivo. No resulta difícil imaginarnos qué es, porque a lo largo de estas últimas décadas ha sido el sistema predominante, más allá incluso del nombre del partido político en cuestión como su principal representante.

San Juan se promociona como la tierra del Sol y del buen vino, y también como la tierra del Sol y la Luna. Allí en donde está su fortaleza será juzgado. El fin del eclipse coincide en con el sur del conurbano bonaerense, grosso modo, la fortaleza hasta ahora inexpugnable del sistema político que desde 1945 ha gobernado el país, precisamente asentado en ese lugar geográfico, donde el año pasado al iniciarse la cumbre de presidentes del G20 ocurrió un temblor de tierra, el 30/11/18, hace unos 7 meses. Recordemos que también los terremotos son señales de juicio divino.

Dos señales de juicio en un espacio de 7 meses, y recordemos que el 7 es el número de un tiempo cumplido para un proceso perfecto de Dios.

De las elecciones del 16 de junio que marcaron un cambio político importante y en las que a las 7:07 ocurrió un apagón nacional e internacional, algo que nunca había pasado en la historia, hasta el día de hoy transcurrieron 16 días, que es el número del amor de Dios. A partir del inicio de un nuevo sistema de gobierno (que en el fondo es mucho más que simplemente un no al aborto sino toda una estructura de valores, pensamiento y forma de hacer política diferente), el amor de Dios ha traído el juicio sobre el viejo y corrupto sistema, al cual ya se le cumplieron los 70 años (el tiempo de la vida de un rey (Isaías 23:15) o tiempo de juicio sobre una nación (Jeremías 25:11,12).

Notemos que 16/6 tienen los números del amor divino y del hombre, es decir, el amor de Dios hacia este ser humano de carne. Y el eclipse ocurre el 2/7, el primero número de división separación y el segundo, número del tiempo perfecto de Dios para cumplir un proceso, y el eclipse atravesó el país por la mitad. Hasta ahora todo apunta hacia lo mismo.

Pero este no es cualquier mes, porque dentro de 7 días, el 9/7, se recuerda la independencia argentina, firmada más o menos en el horario en que comenzó a verse el eclipse en territorio nacional. A partir del juicio a un sistema caduco es que puede desarrollarse el proceso de una nueva independencia.

Pero no podemos sustraernos de los tiempos últimos en los que vivimos: sabemos que el juicio sobre esta Tierra está muy próximo, ya el “sol” que ha iluminado este mundo con paciencia y misericordia está por ocultarse y Dios mismo se levantará con ira para juzgar a todos los moradores de la Tierra y eliminar a los impíos: estamos en el atardecer de un largo período que comenzó hace más de 4.000 años cuando el arcoíris tras el Diluvio anunció un nuevo tiempo de misericordia para la humanidad, que está muy pronto a concluir debido a la extrema maldad de las personas.

Pero aún casi en el ocaso de esta era Dios sigue haciendo justicia, y aunque breve, hay todavía un tiempo de misericordia y bondad sobre esta nación. Cuando mirábamos el eclipse notábamos como el cielo se oscurecía hasta casi hacerse de noche, pero luego, y a pesar de que el sol estaba ya por ocultarse en el horizonte, volvía la luz de un claro atardecer, unos minutos antes de que definitivamente se escondiera. Y esto está de acuerdo con diversas profecías dadas para nuestras naciones sudamericanas en estos últimos tiempos.

Revisando siempre con cuidado los análisis astrológicos para esta fecha, encuentro que se habla de crisis en figuras femeninas y masculinas, de crisis en las alianzas y de nuevo tiempo. Por supuesto, el análisis que hacen es bastante complejo y no es el lugar para repetirlo, hay que tomar con cuidado lo que se dice porque si bien hay una parte de verdad dada originalmente por Dios, está mezclada con la mentira. Pero los conflictos centrales que exponen cuadran perfectamente con el escenario político. Más aún, la palabra profética recibida por un amigo hace unos días anunciaba un tiempo de grandes escándalos políticos, en los cuales lo que había estado oculto y escondido salía a la luz.

¿Estaremos realmente en el fin de un sistema social y político que ha traído destrucción y pobreza sobre nuestra nación durante setenta años, y que ha mutado de muchas maneras para no cambiar nunca? ¿Qué opciones electorales realmente constituyen la novedad que Dios quiere traer en este tiempo? ¿Comenzaremos a ver juicios sobre figuras de la política y la sociedad? Pero el Señor nos aclara que “el juicio comienza por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17), por lo tanto, ¿veremos también juicio sobre líderes y creyentes que han detenido los propósitos divinos con sus mezquindades? Unas cuantas de estas cosas ya hemos comenzado a vislumbrar, ya están ocurriendo, ¿se acelerarán en los días por venir?

No quiero concluir cerrando este tema porque creo que todavía necesitamos escuchar más al Espíritu Santo, pero me parece que el Señor se ha encargado de dejarnos muchas señales como para que las ignoremos, ¿cuál debe ser nuestra actitud? Para los santos fieles, los que aman a Dios de corazón y se duelen por las injusticias y la maldad que asolan nuestra nación, es un tiempo de gozo: Yahveh Sebaot, el Dios de los Ejércitos celestiales, se ha levantado a juzgar y ha declarado el fin de un sistema. Veamos algo parecido que sucedió en la historia de Israel:

Daniel 5:13-31 RVC
13 Cuando Daniel fue llevado a la presencia del rey, éste le dijo: «¿Eres tú el Daniel que mi padre trajo de Judea, que vino entre los cautivos de Judá?
14 He oído decir que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halla más luz, entendimiento y sabiduría.
15 Han sido traídos a mi presencia sabios y astrólogos, para que lean esta escritura y me digan lo que significa, pero ninguno de ellos ha podido decirme lo que esto significa.
16 Sin embargo, he oído decir que tú puedes hacer interpretaciones y resolver dificultades. Si puedes leer esta escritura y decirme ahora lo que significa, serás vestido de púrpura, se te pondrá en el cuello un collar de oro, y se te nombrará tercer señor del reino.»
17 Allí, en presencia del rey, Daniel respondió: «Su Majestad puede reservarse esos dones, o puede darlos a otros como recompensa Yo descifraré para Su Majestad esta escritura, y le diré lo que significa.
18 El Dios Altísimo dio al rey Nabucodonosor, padre de Su Majestad, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad.
19 Por causa de la grandeza que Dios le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban de miedo ante él, y él le quitaba la vida o se la daba a quien quería; a unos los engrandecía y a otros los humillaba.
20 Pero su corazón se envaneció, y se endureció su espíritu orgulloso, y por eso fue depuesto del trono y despojado de su gloria.
21 Expulsado de entre los hombres, su mente se volvió semejante a la de las bestias, y convivió con los asnos monteses. Fue alimentado con hierba, como los bueyes, y su cuerpo lo empapó el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo es el señor del reino de los hombres, y que él entrega dicho reino a quien él quiere.
22 Pero Su Majestad Belsasar no ha humillado su corazón ante Dios, aun cuando sabe todo esto y es hijo del rey Nabucodonosor.
23 Lejos de eso, Su Majestad, en su soberbia, se ha levantado contra el Señor del cielo, ha mandado traer los vasos del templo de Dios, y tanto Su Majestad como sus invitados, y sus mujeres y concubinas, han bebido vino en ellos. Y no sólo eso, sino que Su Majestad ha dado alabanza a dioses de plata y oro, y de bronce, hierro, madera y piedra, ¡dioses que ni ven ni oyen nada, ni saben nada! En cambio, Su Majestad nunca ha honrado al Dios en cuya mano está su vida y todos sus caminos.
24 »Por eso ha salido de la presencia de Dios la mano que ha trazado esta escritura.
25 Lo que la escritura dice es lo siguiente: MENE, MENE, TEKEL, PARSIN.
26 Y lo que significa es: MENE: Dios ha llamado a cuentas al reino de Su Majestad, y le ha puesto fin.
27 TEKEL: Dios ha pesado a Su Majestad en una balanza, y su peso deja mucho que desear.
28 PARSIN: Dios ha dividido el reino de Su Majestad, y se lo ha dado a los medos y a los persas.»
29 Belsasar ordenó entonces que Daniel fuera vestido de púrpura, que se le pusiera en el cuello un collar de oro, y que se le proclamara como el tercer señor del reino.
30 Esa misma noche Belsasar, rey de los caldeos, murió asesinado,
31 y el reino quedó en manos de Darío de Media, cuando éste tenía sesenta y dos años.

Dios juzgó al imperio Neobabilónico, que duró casi 100 años, y puso a los Medos y los Persas. No eran mucho mejores que Babilonia, pero Dios podía hacer cosas con ellos; Israel pudo volver del exilio a su nación, hubo libertad para el pueblo de Dios y el nombre de Dios fue reconocido en todo el vasto imperio. Esto debe servirnos de lección: cuando el Señor está juzgando un sistema y reemplazándolo por otro no significa de ningún modo que le dé un “cheque en blanco”, simplemente que ha encontrado algunas cosas buenas allí y le está dando una oportunidad. Dependerá de ellos responder adecuadamente. Oremos para que así sea.


Danilo Sorti




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