Salmos 64:1-10 RV1995
Al músico principal. Salmo de David
1 Escucha, Dios, la voz de mi queja;
guarda mi vida del miedo al enemigo.
2 Escóndeme del plan secreto de los malignos,
de la conspiración de los malvados
3 que afilan como espada su lengua;
lanzan como una saeta suya la palabra amarga,
4 para disparar a escondidas contra el íntegro;
de repente le disparan, y no temen.
5 Obstinados en su perverso designio,
tratan de esconder los lazos,
y dicen: «¿Quién los ha de ver?».
6 Planean maldades,
hacen una investigación exacta;
el íntimo pensamiento de cada uno de ellos,
así como su corazón, es profundo.
7 Pero Dios los herirá con saeta;
de repente llegarán sus plagas.
8 Sus propias lenguas los harán caer.
Se espantarán todos los que los vean.
9 Temerán entonces todos los hombres,
y anunciarán la obra de Dios,
y entenderán sus hechos.
10 Se alegrará el justo en Jehová
y confiará en él;
¡se gloriarán todos los rectos de corazón!
Los Salmos nos llevan por las profundidades
de la condición humana. En cierto sentido no son ningún tratado de teología
filosófica ni constituyen una compleja construcción teórica, pero creo que son
mucho más útiles que eso: todas las bonitas teorías y los enmarañados
razonamientos sirven para muy poco cuando nos encontramos frente al peligro,
cuando los enemigos acechan a cada paso.
Hoy nos toca vivir, en nuestro contexto
latinoamericano, una situación así. No en el sentido militar de la palabra,
aunque eso vendrá en un futuro no muy lejano, pero sí en el plano espiritual.
Satanás, sabiendo que no solamente le queda poco tiempo sobre la Tierra sino también
poco para seguir controlando a nuestras naciones, ha desatado toda su furia
verbal (y no solamente verbal) sobre los hijos de luz, para tratar de seguir
sosteniendo su sistema socio político. Tenemos enemigos formidables cuyas
palabras son agudas flechas… ¿pero acaso estamos sin protección, sin saber en
qué consisten esos ataques?
El versículo 1 comienza con un pedido de
auxilio y es lo más básico que debemos hacer: los enemigos son reales, aunque
por ahora solo sean “de palabra”; el daño que pueden ocasionar es también real,
y fuertemente espiritual. Este salmo nos enseña que debemos identificarlos como
tales por más que sólo usen palabras por ahora. Siendo identificados y
reconocida su peligrosidad, es que debemos clamar al que puede ayudarnos, en vez
de caer en la tentación de resolver el asunto con nuestra propia habilidad o
“razonando”. Resulta la principal trampa, porque parece ser posible, pero no lo
es.
El versículo 2 es muy necesario para los
“anticonspiracionistas”: muchachos, ¡las conspiraciones existen y existieron
siempre! Por supuesto, no tenemos que llamar “conspiración” a cualquier cosa,
como hacen los actuales terraplanistas, pero planes en secreto se han hecho
todos los tiempos, tanto a nivel personal, individual, como a nivel geoestratégico,
internacional. En el caso de David la conspiración es a nivel individual, pero
cuidado, se refería a una personalidad muy importante, así que intervenían
otras personas también muy poderosas.
Hay planes secretos realizados contra
nosotros, tanto a nivel general, global, contra “los cristianos”, el
cristianismo en occidente, como a nivel general. Uno de esos planes macro (no
el único ni, quizás, el mayor) comenzó en el siglo XIX con los planteos
filosóficos que empezaron a erosionar las bases de fe de una Europa cristiana
pero tibia. Nietzsche es uno de los ejemplos paradigmáticos, Marx es el más
conocido, pero hubo más. Todos ellos sembraron las semillas de pensamiento que
luego se multiplicarían y crecerían inextricablemente enmarañadas (de la misma
forma que la serpiente tortuosa que les dio origen), que florecen en el pos
posmodernismo actual. Pero hay mucho más. La tristemente famosa escuela de
Frankfurt, ya en el siglo XX, desarrolla el marxismo cultural (una de esas
semillas) que vemos hoy en todo su esplendor como el ariete de estas décadas
contra la fe. Podríamos escribir libros sobre estos planes ocultos y sus
gestores, baste un “botón de muestra” para no ignorarlos.
Y también hay planes hacia nuestra persona,
en lo individual, de personas que no pensamos, a las que no tenemos en cuenta o
incluso que no conocemos. Hay diseños de las tinieblas que se conjugan con
personas dispuestas a ejecutarlos. Algunos de esos enemigos nos son evidentes
porque el Señor en Su gracia nos permite confrontarlos para que los
descubramos, otros nos, pero están ahí. Tampoco debemos ignorarlos ni
subestimarlos.
El clamor del salmista en este caso es
“escóndeme”, “ocúltame, mantenme en secreto, protegido”. Puede resultar un poco
incomprensible el pedido si solamente lo interpretamos con la mente natural,
porque ¿cómo vamos a ser escondidos de gente que vigila nuestros pasos? Pero en
el ámbito espiritual el significado resulta claro: el Señor pone tinieblas en
su visión de tal manera que los espíritus espías no pueden ver y lo que ellos
ven en lo natural no lo pueden entender o relacionar con lo que haremos o vamos
a hacer. Por supuesto, también tiene una aplicación más transparente y natural:
ser escondidos físicamente, no transitar por sus mismos caminos, no revelar
nuestros planes y acciones.
El versículo 3 nos refiere al poder de sus
palabras, para nada inocentes. Creo que en estos últimos años nos hemos
entrenado muy bien en el poder dañino de las palabras, usado hasta el cansancio
por los sectores populistas, progresistas y en general de izquierda, por la
mayoría de las disciplinas y ciencias sociales contra los cristianos y, en
general, contra todo el que no piense como ellos. Han abusado tanto de esto que
han terminado logrando el efecto contrario: la inmunización de buena parte de
la sociedad. Pero ellos siguen “afilando sus lenguas”, es decir, preparando
nuevos armamentos verbales.
Por supuesto, no tenemos que llevar todo al
plano social y político, muchas personas (que también suelen ser “progres”…)
ostentan en lo individual esta “capacidad”. Y no tenemos que pensar que dichas
palabras son solamente insultos o desprecios, pueden ser de hecho palabras muy
dulces y hasta “apetecibles”, pero cuyo fin es el veneno. Buena parte de las
teorías sociales que se enseñan hoy, por ejemplo, son así, porque terminan
dejando al sujeto desprovisto de todo anclaje, de toda “realidad”, con lo que
lo arrojan hacia la inseguridad más absoluta.
Son palabras amargas las que recibimos como
flechas, palabras de desesperanza, de enojo, de conflicto, de incapacidad. De
nuevo, un amplio sector político se ha especializado en ellas a fin de obtener
rédito, pero con eso llegan a moldear la forma de pensar de grandes sectores
sociales (para seguir obteniendo rédito de ellos, claro). Bienaventurados serán
los nuevos líderes que el Señor está levantando y que no construyen en base a
“palabras amargas” sino a realidades futuras a lograr. Juicio hay sobre
aquellos que, metidos en estas nuevas corrientes políticas que el Señor está
levantando, siguen utilizando la amargura contra Fulano o Mengano para obtener
rédito.
El versículo 4 nos aclara la circunstancia
cuándo ocurre el ataque: de repente, de manera escondida pero descarada, con
total impunidad y desvergüenza. Nosotros estamos desprevenidos, ellos no,
analizan cada paso y están atentos a los momentos que ya han estudiado, que ya
conocen de antemano. De nuevo, notemos que se tratan de palabras, y que están
perfectamente entrenados para ello. Podríamos decir que son los “discutidores
profesionales”, expertos en argumentar con palabras, tan seguros de su
estrategia que no tienen temor.
El versículo 5 nos revela la verdadera
naturaleza de su corazón, y un error que muchas veces hemos cometido al tratar
de razonar con esta gente; ellos no razonan, solo procuran cumplir su objetivo.
Sus palabras tienen intenciones ocultas, preparadas para “envolver”, para
engañar, porque lo hacen desde lo oculto. Veamos un par de traducciones
diferentes:
Salmos 64:5 RVC
5 obstinados en cumplir sus inicuos designios,
pretenden disimular sus trampas, creyendo que nadie los va a ver.
Salmos 64:5 DHH
5 (6) Se animan entre sí a hacer lo malo;
planean poner trampas escondidas
y piensan que nadie podrá verlos,
Salmos 64:5 PDT
5 Se animan unos a otros a hacer el mal.
Planean juntos cómo tender sus trampas a los demás y están seguros de que nadie
podrá descubrirlos.
Trampas escondidas, engaños ocultos, así son
sus palabras, así son sus razonamientos. Entrar ingenuamente en ellos implica
caer en esas trampas. Cuidado, aún los jóvenes entre ellos están preparados
para eso porque son adoctrinados desde pequeños.
El versículo 6 profundiza en el tema: hay un
trabajo de planeamiento, no es nada espontáneo por más que lo parezca. Es un
trabajo informado porque hay una investigación precisa:
Salmos 64:6 RVC
6 Elucubran iniquidades, investigan al
detalle; y sus ideas son tan incomprensibles que no es posible penetrar en ellas.
Veamos algo positivo en todo esto:
probablemente lleguen a conocer algunos de nuestros puntos débiles mejor que
nosotros mismos. Por supuesto que sus intenciones son malas, pero en la medida
que el Señor permite que seamos confrontados en cierta medida o que recibamos
algunos de sus “flechas”, es para que descubramos esas áreas todavía ignoradas.
¡Aún nuestros enemigos son usados para nuestra bendición, si sabemos entender
lo que Dios hace a través de ellos!
Pero cuidado con esto: “sus ideas son tan
incomprensibles que no es posible penetrar en ellas”, una expresión que no es
tan transparente en su traducción porque RV95 la expresa así: “el íntimo
pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo”, y aún
otras versiones lo hacen de manera un poco diferente. A la luz del contexto no
necesitamos un largo debate para entender al menos la idea general: no son
planes superficiales ni estructuras de razonamientos “a la ligera”. El hecho de
que RVC las califique de “incomprensibles” debería alertarnos.
Muchos razonamientos filosóficos caen en esta
categoría de “incomprensibles” para la gran mayoría de los mortales, excepto
para los “iniciados”, y aún lo que realmente dicen no deja de ser terrible. Muchos
de los textos que sirven de fundamento al progresismo y a la izquierda son así.
El Maestro pudo expresar Sus enseñanza a través de ilustraciones tan sencillas
que hasta un niño podía entender, pero tan profundas que 2.000 años después
siguen brindando sentido. En lo personal, no me parecen “grandes pensadores” ni
“grande escritos” los textos entreverados, precisamente me parecen sumamente
sospechosos, ¿por qué no pueden expresar sus ideas de manera clara y
transparente?
Sí, son tramas profundas, razonamientos muy
complejos, “incomprensibles” para la mayoría, por lo que no debemos caer en la
trampa de ubicarnos en su campo de juego porque hacen agua en algo muy
fundamental: su vinculación con la realidad, con los hechos concretos y en sus
resultados:
Mateo 11:19 RVC
19 luego vino el Hijo del Hombre, que come y
bebe, y lo califican de glotón y borracho, y de ser amigo de cobradores de
impuestos y de pecadores. Pero a la sabiduría la reivindican sus hijos.»
Mateo 11:19 DHH
19 Luego ha venido el Hijo del hombre, que come
y bebe, y dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los
que cobran impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por sus
resultados.
Mateo 7:20 RVC
20 Así que ustedes los conocerán por sus
frutos.
Mateo 7:20 DHH
20 De modo que ustedes los reconocerán por
sus acciones.
Pero el salmo no termina aquí; solamente se
nos ha presentado el problema y podemos intuir que tal situación se ha
prolongado por un tiempo lo suficientemente largo como para que el salmista
pudiera entenderla y describirla adecuadamente. Es decir, ha transcurrido un
tiempo, difícil, angustioso, de penoso descubrimiento, pero al final fructífero
porque le ha permitido comprender esa oscura realidad, que normalmente está
oculta a los hijos de Dios simples y sinceros.
Tenemos, entonces, a un grupo de malvados
esforzados en analizar, planificar y desarrollar planes complejos y profundos,
actuando de manera inteligente y certera, teniendo éxito durante un tiempo,
hasta que Dios se levanta y ejecuta tres castigos sobre ellos, que corresponden
a las tres Personas de la Trinidad más la acción de las personas:
“de repente llegarán sus plagas” hace alusión
al juicio del Padre a través de la naturaleza (enfermedades, catástrofes), aunque
la expresión también podría traducirse de otra manera.
“los herirá con saeta” puede referirse a la
guerra, a Jehová de los Ejércitos, Dios Hijo.
“Sus propias lenguas los harán caer” implica
algo que sale de lo más profundo de ellos, exactamente lo contrario a lo que
con tanto cuidado estuvieron maquinando, por sus propias bocas dan a conocer
sus planes y quedan expuestos ante todos. Es la acción de Dios Espíritu.
“Se espantarán todos los que los vean”, o “serán
la burla de todos los que los vean”, resulta el humillante corolario de los que
se enorgullecían de sus planes secretos y aparentaban ser grandes personas,
exitosas y poderosas. Quizás este sea el peor castigo, pero más que nada,
muestra la culminación del propósito de Dios con todo el proceso: por un lado
estuvo instruyendo y perfeccionando a Su siervo perseguido y acusado, por otro,
tuvo paciencia con los perversos por si quizás alguno se daba cuenta de su
extrema iniquidad y se arrepentía (no ocurrió), pero finalmente, utilizó todo
el proceso para glorificarse y apartar a muchos del mal camino:
9 Temerán entonces todos los hombres,
y anunciarán la obra de Dios,
y entenderán sus hechos.
En medio de muchas noches oscuras, la
esperanza que tenemos es que nada de eso resulte inútil o sin sentido, sino que
habrá una cosecha de bendición y salvación para muchos. La paciencia que Dios
tiene con esa gente destinada ya a la destrucción es, al igual que en el caso
de Faraón, para salvación de muchos, para que Su nombre sea conocido.
De nuevo vemos el obrar de la Trinidad: “Temerán
entonces todos los hombres”, la manifestación de Dios Padre, digno de temer, “anunciarán
la obra de Dios”, la proclamación de La Palabra, Dios Hijo, “entenderán sus
hechos”, la obra profunda del Espíritu Santo para que las personas alcancen verdadero
conocimiento espiritual.
Eso es para “los hombres”, en quienes ejercerá
un efecto evangelístico si se quiere. Para los justos, los que aman a Dios y le
conocen, hay gozo, “se alegrará”, obra del Espíritu, esperanza, “confiará en él”,
manifestación del Padre, estallando en una manifestación de amor que no puede
quedarse callado, “¡se gloriarán…!”, manifestado por el Hijo, y que a su vez
trae verdadera identidad, sentido y valor a la vida.
El Salmo 64 es una “pequeña historia” que comienza
con un grito de angustia pero termina en júbilo y alabanzas. Nos alerta y nos
anima, no es para descuidar pero es para confiar.
Danilo Sorti
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