¿Por qué preocuparnos
por Babilonia?
Babilonia, el imperio que dejó una marca decisiva en la
historia del pueblo de Israel y, a través de él, en el cristianismo, realmente
no tuvo mucha trascendencia temporal. Si bien sus orígenes se sitúan alrededor
del 1.800 a.C., el imperio que aparece en el registro bíblico es propiamente
dicho el Neobabilónico, con una extensión temporal del
626 al 539 a.C., poco menos de un siglo; casi podríamos decir que, si volvió a
aparecer en el mapa mundial fue solo por un propósito divino.
Pero así de breve como fue, dejó una huella indeleble, no
sólo en la historia como dijimos antes, sino, especialmente, en la profecía y
particularmente en la escatología. Y es que “Babilonia” no representó ya un
imperio particular de un momento de la historia, sino algo más; un “sistema” de
gobierno político religioso, un principado o estructura de poder satánico; un
espíritu que se manifiesta de diversas formas.
Babilonia aparece como Babel en las primeras páginas de
Génesis, y cae definitivamente en las últimas páginas de Apocalipsis, casi en el
final del conflicto. La presencia de Babilonia, el “imperio” discurre a través
de casi todas las páginas de las Escrituras y continuamente se generan
conflictos en torno suyo. Siendo tan presente, no podemos dejar de tenerla en
cuenta en nuestra vida actual, tanto más cuanto vemos que el desenlace final se
apresura. ¿No será que, por no haber sido adecuadamente enseñados sobre su
presencia y acción, estemos sufriendo muchos de sus ataques sin darnos cuenta?
¿No será que, precisamente, uno de los objetivos principales de la vida del
cristiano, en su función de extender el Reino de Dios, sea la lucha contra el
principado babilónico?
En lo que sigue trataremos de seguirle el rastro en la
historia bíblica, desde su nacimiento hasta su final, para descubrir cuánto ha
influido en la revelación de las Escrituras y, por consiguiente, cuánto
deberíamos tenerlo en cuenta cuando las leemos.
¿Podemos usar el término
“Babilonia” para referirnos a algo más que al imperio de la
historia?
Algo ya mencionamos al respecto, pero antes de seguir,
deberíamos preguntarnos si podemos llamar “Babilonia” o el principio o
principado de Babilonia a algo más que al imperio de Nabucodonosor y sus
descendientes más próximos. Por supuesto que podríamos usar otros nombres para
mencionar lo que vamos a ver, pero probablemente no tengan toda la connotación y
dimensión espiritual que tiene éste.
¿El pueblo de Dios usó el término “Babilonia” en un sentido
más amplio? ¿Podemos ver algo de esto en la Biblia?
En nuestras Biblias Babilonia “aparece” con el relato de
Babel, que es fundante en lo que respecta a los principios del espíritu de
Babilonia; pero es interesante ver que probablemente no haya sido ese el texto
que escribió Moisés, sino que pudo haber sido un relato “independiente” que fue
agregado en ese lugar durante el exilio babilónico. Esto no quiere decir que no
tenga la autoridad divina, simplemente que siguió otro camino hasta ser
incorporado en la Palabra de Dios escrita.
Si esto es así empezamos con algo sugestivo: los judíos en el
exilio ya estaban tratando de explicar lo que les pasaba con una perspectiva más
amplia, el problema de Babilonia ya venía de mucho antes, y Dios ya había
intervenido en ese entonces, y lo haría ahora nuevamente.
Pero, finalmente, para los que creemos que las Escrituras han
sido inspiradas por el Espíritu, sea cual sea que haya sido el trayecto que el
Señor usó para introducir ese texto, allí está y es inspirado por Dios, y está
al principio. Esto quiere decir que el Espíritu Santo nos está llamando la
atención sobre algo que deberemos tener muy presente en todo lo que sigue, es
decir, ¡prácticamente toda la Biblia!
Los principios que se establecen en el relato no nacieron,
propiamente, allí; sino que constituyen los brotes tempranos y vigorosos de las
semillas de pecado sembradas en la caída. Dios cortó esos troncos para que no
alcanzaran proporciones inimaginables, pero las raíces permanecieron y
continuaron dando brotes menores a lo largo de la historia, hasta que vuelvan a
reunirse en uno por un breve período de tiempo.
Babilonia aparece con toda su fuerza histórica en los relatos
de II Reyes, Crónicas, Esdras y Nehemías. Desde el punto de vista profético es
brevemente mencionada en Salmos, bastante en Isaías, mucho en Jeremías, menos en
Ezequiel, Daniel y muy poco en Miqueas y Zacarías. En estas amplias secciones
tenemos una vasta descripción, tanto de los aspectos históricos “materiales”
como de las realidades espirituales que conlleva y del trato divino hacia
ella.
Babilonia casi no aparece en los Evangelios, salvo en la
genealogía de Jesús, al principio, lo cual puede ser muy sugestivo, tiene una
sola mención histórica en hechos y otra, simbólica, en I Pedro, que nos
introduce al significado de Apocalipsis, en donde se menciona 6 veces.
Babilonia tenía un significado simbólico para los cristianos,
aunque según el registro bíblico aparece más tardíamente: en algún momento
tuvieron que recurrir a un simbolismo para explicar algo de la realidad que
estaban viviendo, y “Babilonia” resultó ser lo más indicado.
Resumiendo: Babilonia impactó fuertemente en la historia, en
la mente e incluso en la religiosidad del pueblo judío, y todo esto fue
apropiado y resignificado por los primeros cristianos,
así que para empezar podemos decir que tenemos la “autorización” bíblica para
usar la palabra más allá de su significado literal.
Ahora bien, ¿qué significado simbólico (y no tan simbólico)
tiene como para que podamos rastrear su “accionar” en muchas otras secciones de
las Escrituras que no se refieren directamente a ella?
¿Qué significó Babilonia
para el Pueblo de Dios?
Antes de seguir un simbolismo en la Biblia, tenemos que ver
cuál fue su origen, cómo nace y qué quiere decir.
Supongamos que, tal como afirman algunos teólogos, el relato
de Babel en Génesis permaneció como un texto “independiente” hasta que fue
incorporado posteriormente al libro; si ése fuera el caso, lo que primero
impactó en el Pueblo de Dios fue la opresión del imperio Neobabilónico, y de allí tenemos los significados que luego
cargará la palabra “Babilonia”, y qué, siguiendo con nuestro supuesto inicial,
le permitió a los judíos “redescubrir” el texto de Génesis 11 y reconocer
que Dios ya les había dado algunas señales de lo que ocurriría en el futuro.
Pero lo más evidente es el impacto que produjo Babilonia.
Veamos algunos pasajes:
Habacuc
1:6-11 RVC
6
Estoy por hacer que vengan los caldeos, un pueblo cruel y tenaz que recorre toda
la tierra para adueñarse de los territorios de otros
pueblos.
7
Es un pueblo formidable y terrible, que por sí mismo decide lo que es justo y
digno.
8
Sus caballos son más ligeros que los leopardos y más feroces que los lobos
nocturnos. Sus jinetes vienen de lejos, a galope tendido; vienen raudos como
águilas, dispuestos a devorar,
9
¡y todos ellos caen sobre su presa! El terror los precede, y recogen cautivos
como quien recoge arena.
10
Se ríen de los reyes, se burlan de los príncipes; hacen mofa de toda fortaleza:
construyen terraplenes y conquistan ciudades.
11
Pasan con la fuerza de una tormenta, y esa fuerza la atribuyen a su
dios.»
Habacuc
1:6-11 DHH
6
Voy a poner en pie de guerra a los caldeos,
que
son gente cruel, que siempre están dispuestos
a
recorrer el mundo de lado a lado
para
adueñarse de tierras que no les pertenecen.
7
Son espantosos y terribles,
y
no reconocen más ley que la suya.
8
Sus caballos son más veloces que los leopardos,
más
salvajes que los lobos del desierto.
Sus
jinetes galopan en gran número
y
se lanzan al ataque desde lejos,
como
el águila se lanza sobre su presa.
9
Todo lo destruyen a su paso;
en
su avance van sembrando el terror,
y
son más los prisioneros que hacen
que
las arenas que hay en el mar.
10
Se burlan de los reyes
y
de la gente importante.
Se
ríen de las fortalezas,
pues
levantan rampas ante ellas
y
las toman por asalto.
11
Pasan como un huracán;
no
reconocen más dios que su propia fuerza.
Fuerza insuperable, implacabilidad, crueldad, desconocimiento
de toda ley o límite más allá que su propia voluntad, sin temor a nada, rapidez
en su conquista, deseo de poseer todo el mundo, destrucción total, terror,
esclavitud, tecnología militar superior; esa es una descripción del principado
de Babilonia en su aspecto terrenal, militar. Babilonia es una potencia militar
implacable, sin ningún respeto ni consideración por nada ni nadie, que avasalla
todo lo que quiere.
Israel vio a Babilonia desde la perspectiva del amenazado,
del débil que iba a ser conquistado, y posteriormente, del conquistado,
esclavizado por el poderío militar. En la providencia de Dios, este mensaje en
perspectiva se ha vuelto el mensaje de casi todos los pueblos de la tierra.
Veamos, a través de un anuncio de juicio, otras
características de Babilonia:
Isaías
47:1-15 DHH
1
“Baja, joven Babilonia, todavía sin marido,
y
siéntate en el polvo;
baja
de tu trono, joven Caldea,
y
siéntate en el suelo,
porque
ya no volverán a llamarte
tierna
y delicada.
2
Toma la piedra de moler
y
muele la harina,
quítate
el velo,
recógete
las faldas,
desnúdate
las piernas,
pasa
a pie los ríos;
3
que se te vea el cuerpo desnudo,
sí,
que quede tu sexo al descubierto.
Voy
a vengarme,
y
nadie podrá impedirlo con sus ruegos.
4
Nuestro redentor,
el
Dios Santo de Israel,
cuyo
nombre es Señor todopoderoso, dice:
5
“Siéntate en silencio,
joven
Caldea,
métete
en la oscuridad,
porque
ya no volverán a llamarte
‘reina
de las naciones’.
6
Cuando estuve enojado con mi pueblo,
entregué
mi propia nación a la deshonra
y
los dejé caer en tu poder.
Tú
no tuviste compasión de ellos,
y
pusiste sobre los ancianos tu pesado yugo.
7
Dijiste: ‘Seré reina siempre’;
no
reflexionaste sobre estas cosas
ni
pensaste cómo habrían de terminar.
8
Por eso, escucha ahora esto,
mujer
amante del lujo, que estás tranquila en tu trono,
que
piensas en tu interior:
`Yo
y nadie más que yo;
yo
no seré viuda
ni
me quedaré sin hijos.’
9
De repente, en un mismo día,
te
vendrán ambas desgracias:
quedarás
viuda y sin hijos, a pesar de tus muchas brujerías
y
de tus incontables magias.
10
Tú te sentías segura en tu maldad,
y
pensaste: ‘Nadie me ve.’
Tu
sabiduría y tus conocimientos te engañaron.
Pensaste
en tu interior:
‘Yo
y nadie más que yo.’
11
Pero va a venir la desgracia sobre ti,
y
no podrás impedirlo con tu magia;
caerá
sobre ti un desastre
que
no podrás evitar;
una
calamidad que no esperabas
vendrá
de repente sobre ti.
12
Sigue con tus hechicerías
y
con las muchas brujerías
que
has practicado desde tu juventud,
a
ver si te sirven de algo,
a
ver si logras que la gente te tenga miedo.
13
Has tenido consejeros en abundancia, hasta cansarte.
¡Pues
que se presenten tus astrólogos,
los
que adivinan mirando las estrellas,
los
que te anuncian el futuro mes por mes,
y
que traten de salvarte!
14
Pero, mira, son iguales a la paja:
el
fuego los devora,
no
pueden salvarse de las llamas.
Porque
no es un fuego de brasas,
para
sentarse frente a él y calentarse.
15
En eso pararon tus hechiceros,
con
los que tanto trato has tenido toda tu vida.
Cada
uno por su lado siguió su falso camino
y
no hay nadie que te salve.
Isaías
47:1-15 RVC
1
»¡Baja de tu trono y siéntate en el polvo, virginal
ciudad de Babilonia! ¡Tu trono es ahora el suelo, destronada ciudad de los
caldeos! ¡Nunca más volverán a llamarte “tierna y
delicada”!
2
Ponte a moler el grano, y haz harina; quítate el velo y las sandalias;
descúbrete las piernas y cruza los ríos.
3
Tu desnudez quedará al descubierto; tu deshonra quedará a la vista de todos. Yo
voy a tomar venganza, y nadie saldrá bien librado.»
4
¡El nombre de nuestro Redentor es el Señor de los ejércitos, el Santo de
Israel!
5
«¡Siéntate, ciudad de los caldeos! Guarda silencio y
entra en las tinieblas, porque nunca más volverán a llamarte “señora de los
reinos”.
6
Yo me enojé contra mi pueblo; degradé a los que son míos, y los entregué en tus
manos; pero tú no les tuviste compasión; sobre los ancianos dejaste caer el peso
de tu yugo.
7
Creíste que siempre serías señora, pero no te detuviste a pensar que un día
llegaría tu fin.
8
Pero escucha esto tú, libertina, que confiadamente reinas y te dices a ti misma
“Yo soy yo, y fuera de mí no hay nadie más. Nunca me quedaré viuda, ni sabré lo
que es la orfandad”:
9
En un mismo día te vendrán estas dos cosas, orfandad y viudez; y vendrán sobre
ti con toda su fuerza, a pesar de tus muchos hechizos y
encantamientos.
10
»Tú te atuviste a tu maldad, y pensaste que nadie te veía. Tu propia sabiduría y
tu ciencia te engañaron al pensar para tus adentros “Yo, y nadie
más”.
11
Vendrá sobre ti un mal cuyo origen desconoces; caerá sobre ti un quebrantamiento
que no podrás remediar; ¡te sobrevendrá una destrucción
desconocida!
12
»Pero tú sigue con tus muchos hechizos y encantamientos, a los que tanto tiempo
has dedicado desde tu juventud; ¡tal vez puedas mejorarte, tal vez puedas
fortalecerte!
13
Tanto tiempo has dedicado a tus muchas conspiraciones; ¡que se presenten ahora
esos que contemplan los cielos, esos que observan las estrellas! ¡Que te
defiendan esos que cuentan los meses! ¡Que pronostiquen ahora lo que te va a
sobrevenir!
14
»¡Míralos! ¡Son como el tamo, y el fuego los quemará!
¡No librarán su vida del poder de las llamas! ¡Esas brasas no son para
calentarse, ni su lumbre es para acampar a su alrededor!
15
Así te tratarán aquellos a quienes tanto te entregaste, esos que traficaron
contigo desde tu juventud: cada uno se irá por su camino, y no habrá nadie que
te salve.
Hay
mucho para hablar en este capítulo y volveremos sobre el en otras oportunidades;
por lo pronto podemos decir que hay un juicio preparado sobre Babilonia, que
implicará una destrucción total y definitiva, pero veamos otras características
que sirven para definir tanto al espíritu de Babilonia como a su
manifestación terrenal.
Tal
como en el pasaje de Habacuc, y tantos otros, Babilonia es una nación, un país,
más precisamente, un imperio, una potencia mundial. En este artículo vamos a
hablar mucho sobre su dimensión espiritual y su faceta “inmaterial”, pero nunca
hay que olvidar que esas características aparecen en la Biblia indisolublemente
unidas a su aspecto terrenal; social, político, económico y militar. Podemos en
algún momento “espiritualizar” el principado babilónico, pero NUNCA debemos
olvidarnos de su realidad material, precisamente uno de los muchos engaños de
babilonia es desviar el significado bíblico hacia su aspecto “espiritual” o
“idealizado” y borrar su dimensión material. Muchos cristianos están en este
engaño.
Esta
característica nos muestra que Babilonia, propiamente hablando, no puede ser
varias naciones, por más que el espíritu babilónico sí pueda manifestarse
parcialmente en varias naciones (bueno, de hecho, ¡en todas diría yo!), ni
pueden ser varios sistemas religiosos, aunque también en varios de ellos se
manifieste (¿en todos?). Es única, es la máxima herramienta de dominación
satánica sobre esta tierra, su gobierno “central”.
No
puede haber confusión aquí, en un momento de la historia determinado es por
demás de evidente para todos en qué nación reposa el espíritu babilónico, y
todas las doctrinas, enseñanzas y mensajes, tanto “espirituales” como seculares
que se construyan para cambiar el foco de atención vienen, por supuesto, de una
estrategia de ocultamiento.
Babilonia
es presentada también como una nación joven; ya vimos que el imperio que llevó
cautiva a Judá tenía pocas décadas de establecido, y perduró también pocas décadas más.
Es
la “reina” de las naciones, la “señora”, la nación más importante en su momento.
Y está totalmente convencida de que esa situación
durará para siempre, que siempre será la única y de que nunca será seriamente
amenazada ni destruida. Esto nos muestra la actitud de la nación, su absoluta
soberbia y descaro, su total falta de humildad. Junto con eso va su
inmisericordia: “no les tuviste compasión”; ninguna compasión viene de ese
sistema.
También
vemos su sentido de impunidad: “Nadie me ve”, es decir, se maneja en lo oculto,
realiza numerosas trampas y piensa que nadie lo notará.
Y
es que Babilonia se maneja con lo oculto; el texto habla de sus “muchas
brujerías” e “incontables magias”, “muchos hechizos y encantamientos”,
adivinación, astrología, agoreros… y esto fue así desde su mismo inicio como
nación.
También
es una nación de muchos conocimientos y sabiduría, de muchas estrategias y
planes, que significa la aplicación de esos conocimientos para lograr sus
propios objetivos.
Tierra
de enorme poderío militar, la nación más importante, soberbia e impune,
vinculada con los poderes ocultos y con el engaño y manipulación, además de
tierra de gran conocimiento y sabiduría, y esto fue así desde sus orígenes, que
no están muy lejos en el tiempo porque es una nación joven. Babilonia es el
imperio, el principado babilónico es el poder espiritual que se establece en
este imperio humano y el espíritu babilónico es el que anima a sus habitantes y
seduce o atemoriza al resto del mundo.
Hay
muchos más que podríamos leer en la Biblia para describir a Babilonia, pero creo
que con esto es suficiente para entender el centro de lo que venimos diciendo:
Babilonia es el gran imperio que domina la tierra en un momento histórico
determinado, es único, tiene un supremo poderío militar, político, científico,
tecnológico, económico; se maneja con lo oculto, seduce y engaña, y, por
consiguiente, crea falsas religiones y falsas doctrinas dentro del Pueblo de
Dios. Es el opresor de todo el mundo.
Con
esto en mente, ¿en donde más aparece este principado babilónico en la Palabra de
Dios y cuánto de ella fue escrita teniéndolo como
trasfondo?
Babilonia:
el imperio opresor en el Antiguo Testamento
La
pregunta con la que empezamos este artículo es si realmente debíamos
preocuparnos por esta cuestión de Babilonia, si es que tiene una significativa
presencia en la Palabra de Dios como para que debamos prestarle especial
atención; más adelante podremos ver qué implica para nosotros hoy y profundizar
sobre ella, pero primero debemos establecer si es que vale la pena dedicar
tiempo a eso.
Por
lo pronto, la Babilonia “original”, el imperio que llevó ese nombre, abarca una
parte de los libros históricos, hacia el final de la historia registrada en el
Antiguo Testamento y buena parte de los libros proféticos, y algunos salmos. Ahí
ya tenemos bastante, pero hay más.
Si
consideramos que Babilonia representa el espíritu del imperio dominador no
podemos menos que pensar en Egipto, el primero en la Biblia que aparece con
todas esas características y con quién Israel tuvo también una relación de
subyugación. Egipto aparece temprano en la historia bíblica, ya en Génesis, y se
muestra terrible en Éxodo; pero no se termina su influencia una vez que el
pueblo de Israel salió de allí; en realidad, buena parte de la historia y de las
leyes del Pentateuco tuvieron que ver con “sacar” a Egipto de la mente,
corazones y espíritus de la joven nación de Israel. Además no nos olvidemos de
la influencia cultural y legal del viejo imperio babilónico que seguía presente
en todo el mundo antiguo.
Por
otro lado, Génesis fue escrito por Moisés en el contexto de la salida de Egipto;
él recopiló las historias antiguas que el pueblo necesitaba recordar en ese
momento para constituirse como la nación de Dios; por lo tanto también Génesis
tiene una “influencia” indirecta de Egipto, es decir, fue escrito en "contraposición" con la realidad y el pensamiento egipcios.
En
definitiva, los 5 primeros libros de la Biblia o tienen que ver directamente con
Egipto o están influidos de manera más o menos indirecta por
el.
Egipto
siguió presente en la historia de Israel, como un imperio lejano que a veces
entraba en conflicto o que se constituía en lugar de paso o de influencia
espiritual o económica.
También
en relación con Egipto tenemos algunos salmos.
Entremedio
tenemos a Sodoma, que aparece brevemente en la historia bíblica pero que también
tiene que ver con el espíritu del imperio. La relación la vemos más claramente
en el último libro:
Apocalipsis
11:8 DHH
8
Sus cadáveres quedarán tendidos en las calles de la gran ciudad donde fue
crucificado su Señor, la cual en lenguaje figurado se llama Sodoma, y también
Egipto.
Algo
de Sodoma “contribuyó” a la definición del espíritu
babilónico.
Cuando
salimos del Pentateuco tenemos la historia de Josué, Jueces, Rut y Samuel. Allí
no encontramos la figura del gran imperio mundial que amenaza al Pueblo de Dios,
lo que vemos son los “pequeños imperios” de la región en conflicto con Israel.
Durante esta etapa el “espíritu del imperio” permanece “dormido” en la historia
bíblica, porque sus “pequeños emisarios” se podían encargar adecuadamente de
mantener al desobediente Pueblo de Dios bajo control.
Avanzando
un poco más en la historia tenemos un breve período en el que el Pueblo de Dios
no se encuentra oprimido ni seriamente amenazado por ningún “imperio
babilónico”, durante el reinado de David y de Salomón, y al principio del reino
dividido; pero ahí pasa algo particular que hablaremos un poco más
adelante.
Más tarde aparece Asiria en escena, que con su dominio del hierro
alcanza una supremacía tecnológica que le permite erigirse como un gran imperio
durante varios siglos (hasta que los otros pueblos también adquieren dicha
tecnología).
2
Reyes 17:4-7 DHH
4
Pero descubrió Salmanasar que Oseas estaba conspirando
contra él, y que había enviado unos agentes a So, rey de Egipto, además de que
ya no le pagaba el tributo anual. Ordenó entonces Salmanasar que arrestaran a Oseas y lo pusieran en
prisión;
5
luego invadió el país entero y atacó a Samaria, manteniendo el ataque durante
tres años.
6
Finalmente, en el año nueve del reinado de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria,
y a los israelitas los llevó cautivos a Asiria y los estableció en Halah, en la región del Habor, río
de Gozán, y en las ciudades de los
medos.
7
Esto sucedió porque los israelitas habían pecado contra el Señor su Dios, que
los hizo salir de Egipto y los libró del dominio del faraón, rey de Egipto, pues
adoraron a otros dioses
Asiria
fue para el reino de Israel como Babilonia sería luego para el de Judá; el
imperio cruel y sanguinario.
Isaías
10:5-14 DHH
5
“¡El rey de Asiria!
Él
es el palo con que yo en mi ira castigo,
la
vara que uso cuando me enojo.
6
Lo mando a atacar a un pueblo impío,
a
una nación que me ofende,
para
que la robe y le quite sus riquezas,
para
que la pisotee como al barro de las calles.
7
Pero el rey de Asiria no piensa así,
ni
es eso lo que él se propone.
No
piensa más que en destruir
y
en acabar con muchas naciones.
8
Dice: los reyes son jefes a mis órdenes.
9
Para mí son iguales las ciudades de Calnó y de Carquemis,
Hamat
igual que Arpad,
Samaria
lo mismo que Damasco.
10
Me he encontrado naciones con muchos dioses,
con
más ídolos que los de Jerusalén y Samaria.
11
Pues bien, lo que hice con Samaria y sus dioses,
¿no seré capaz de hacerlo con Jerusalén y sus
ídolos?
12
Cuando el Señor haya hecho todo lo que tiene que hacer
en
el monte Sión y en Jerusalén,
castigará
al rey de Asiria
por
esta obra de su orgullo,
y
por su altanería y arrogancia.
13
El rey de Asiria ha dicho:
“Yo
lo he hecho con mi propia fuerza;
yo
soy inteligente, y he hecho los planes.
Yo
he cambiado las fronteras de las naciones,
me
he apoderado de sus riquezas,
y,
como un valiente, he derribado a los reyes.
14
He puesto mi mano en las riquezas de los pueblos,
me
he apoderado de toda la tierra
como
quien toma de un nido unos huevos abandonados,
y
no hubo nadie que moviera las alas,
nadie
que abriera el pico y chillara.
De
nuevo nos encontramos con una potencia conquistadora, también avasallante, cruel
y sanguinaria.
Podemos
ver algunas características más:
Isaías
36:5, 10, 18 DHH
5
¿Piensas acaso que las palabras bonitas valen lo mismo que la táctica y la
fuerza para hacer la guerra? ¿En quién confías para rebelarte contra
mí?
10
Además, ¿crees que yo he venido a atacar y destruir este país sin contar con el
Señor? ¡Él fue quien me ordenó atacarlo y destruirlo!
18
Si Ezequías les dice que el Señor los va a salvar, no se dejen engañar por él.
¿Acaso alguno de los dioses de los otros pueblos pudo salvar a su país del poder
del rey de Asiria?
Soberbia,
amenaza, generar temor con las palabras; la actitud del
imperio, que no solo es el más fuerte en armamento y ejército sino también el más fuerte en la "guerra psicológica".
Asiria
ocupa una parte de los libros históricos y proféticos, antes de que aparezca
Babilonia en escena.
Luego
tenemos a Babilonia y ya hablamos de eso, pero podríamos hacer un paréntesis y
volver hacia atrás un momento. Retomando lo que dijimos al principio, si es
verdad que el relato de Babel permaneció como un texto independiente de Génesis
(que Moisés no incluyó), el trauma del exilio hizo ver a los israelitas que
debían buscar algunas respuestas profundas, y allí aparece este texto,
explicando el origen espiritual, y material, del imperio. Como sea, el Espíritu
guió su inclusión para decirnos algo:
Génesis
11:1-9 DHH
1
En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma.
2
Cuando salieron de la región oriental, encontraron una llanura en la región de
Sinar y allí se quedaron a
vivir.
3
Un día se dijeron unos a otros: a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego. Así,
usaron ladrillos en lugar de piedras y asfalto natural en lugar de
mezcla.
4
Después dijeron: vamos a construir una ciudad y una torre que llegue hasta el
cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda
la tierra.
5
Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban
construyendo,
6
y pensó: son un solo pueblo y hablan un solo idioma; por eso han comenzado este
trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de
hacerlo.
7
Es mejor que bajemos a confundir su idioma, para que no se entiendan entre
ellos.
8
Así fue como el Señor los dispersó por toda la tierra, y ellos dejaron de
construir la ciudad.
9
En ese lugar el Señor confundió el idioma de todos los habitantes de la tierra,
y de allí los dispersó por todo el mundo. Por eso la ciudad se llamó
Babel.
El
centro del relato tiene que ver no tanto con la confusión de idiomas sino con el
principio de rebeldía contra Dios, que se manifiesta en la construcción de un
imperio y un poder centralizado, con sus estructuras arquitectónicas y
simbólicas relacionadas. El programa de Dios consistía en llenar la tierra con
un pueblo bendito, que lo conocía y que llevaría sus palabras y su poder a todo el mundo, pero su rebelión consistió en formar un imperio centralizado,
expresamente en contra de la voluntad divina.
Tan
fuerte era su decisión y el espíritu que se estaba manifestando allí que, para
no volver a destruir toda esa tierra (tal como en el diluvio), tuvo que
confundir su lenguaje.
Un
poco más atrás en el texto nos encontramos con un personaje
llamativo:
Génesis
10:6-12 DHH
6
Los hijos de Cam fueron Cus,
Misraim, Fut y
Canaán.
7
Los hijos de Cus fueron Sebá, Havilá, Sabtá, Raamá y Sabtecá. Los hijos de Raamá fueron
Sebá y Dedán.
8
Cus fue el padre de Nimrod,
el primer hombre poderoso de la tierra.
9
Nimrod, por la voluntad del Señor, fue un gran
cazador. De ahí viene el dicho: a Nimrod, que por la
voluntad del Señor fue un gran cazador.
10
Las principales ciudades de su reino fueron Babel, Érec, Acad y Calné, en la región de Sinar.
11
De esta región salió Asur, que construyó las ciudades de Nínive, Rehobot-ir, Quélah
12
y la gran ciudad de Resen, que está entre Nínive y
Quélah.
Miqueas
5:6a DHH
6
Ellos gobernarán Asiria,
el
país de Nimrod, a filo de
espada,
…
Nimrod
aparece fundando varias ciudades de un reino bastante extenso, entre ellas,
Babel, que es Babilonia, y Nínive, capital de Asiria. Entonces, este personaje
que poco se menciona en el texto bíblico ocupa un lugar evidentemente importante
en los orígenes del espíritu Babilónico, el espíritu del Imperio, porque fue el
primero, en el registro bíblico, en establecer un imperio.
No
nos interesa aquí empezar a contar fechas y ver cuáles fueron los imperios más
viejos en la historia de la humanidad, ni cuales fueron las primeras estructuras
de dominación (que en realidad, empiezan con el pecado del hombre), el espíritu
del Imperio, que permaneció en la tierra desde esos días y llegó hasta hoy,
afectando a todo el mundo (que es más del mundo conocido de entonces), nació
allí.
Se
ha escrito bastante sobre Nimrod en los últimos años
en el ambiente evangélico, fundándose muchas veces en leyendas y creencias
paganas. Creo que eso tiene cierta utilidad, pero lo que necesitamos sí o sí
para entender el conflicto de los siglos es lo que el Espíritu nos dejó
registrado en la Biblia. Y lo que vemos es que Nimrod
estableció el primer imperio, él trajo el “espíritu del imperio” a la tierra.
Como cazador era también necesariamente hábil en el arte de la guerra y
particularmente violento, con lo que podemos suponer unas cuantas cosas más.
Algunas interpretaciones le adjudican haber sido un gran esclavista, “cazador de
hombres”. Puede ser, de hecho todo imperio se fundamenta en la esclavización
manifiesta o sutil, material y simbólica, política y económica de los seres
humanos. Es sugestiva la expresión “por la voluntad del Señor”, puede ser que
Dios así lo quiso o que lo permitió, probablemente con determinados propósitos,
de bendición o de juicio, pero veremos eso más adelante.
Nimrod,
entonces sembró la semilla de estos imperios, y él mismo venía de la
descendencia que había sido maldita, Cam.
Volvamos
al tiempo neobabilónico. Eso que estaban viviendo los
judíos en el exilio tenía raíces muy viejas, y tendría ramas que llegarían muy
lejos:
Daniel
2:36-44 DHH
36
“Este es el sueño. Y ahora voy a explicar a Su Majestad lo que el sueño
significa.
37
Su Majestad es el más grande de todos los reyes, porque el Dios del cielo le ha
dado el reino, el poder, la fuerza, el honor
38
y el dominio sobre todos los lugares habitados por hombres, animales y aves; él
lo ha puesto todo bajo el poder de Su Majestad, que es la cabeza de
oro.
39
Después del reino de Su Majestad habrá otro reino inferior al suyo, y luego un
tercer reino de bronce, que dominará sobre toda la tierra.
40
Vendrá después un cuarto reino, fuerte como el hierro; y así como el hierro lo
destroza todo y lo destruye, así ese reino destrozará y destruirá a todos los
otros reinos.
41
“Su Majestad vio también que una parte de los pies y de los dedos era de barro,
y la otra, de hierro; esto quiere decir que será un reino dividido, aunque con
algo de la fortaleza del hierro, pues Su Majestad vio que el hierro estaba
mezclado con el barro.
42
Los dedos de los pies eran en parte de hierro y en parte de barro, y eso
significa que el reino será fuerte y débil al mismo
tiempo.
43
Y así como Su Majestad vio el hierro mezclado con el barro, así los gobernantes
de este reino se unirán por medio de alianzas matrimoniales; pero no podrán
formar un solo cuerpo entre sí, como tampoco puede el hierro mezclarse con el
barro.
44
Durante el gobierno de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que
jamás será destruido ni dominado por ninguna otra nación, sino que acabará por
completo con todos los demás reinos, y durará para
siempre.
Una
imagen parecida vuelve a repetirse más adelante en el libro de Daniel con la
sucesión de bestias, pero aquí se ve claramente que estos distintos imperios que
vendrían eran parte de un mismo principado, un mismo espíritu que los avivaba a
todos y que se manifestaría de formas distintas. El reino de Dios llegaría en
medio de esa serie, y destruiría definitivamente al
principado.
Hasta
aquí podemos ver que prácticamente todo el Antiguo Testamento fue escrito bajo
la influencia directa o indirecta, política o simbólica, del “espíritu
babilónico”, el espíritu del imperio. Aparentemente hay una excepción
importante, el período de Salomón cuando no hubo ningún imperio que amenazara a
Israel, al contrario, la nación misma se constituyó en un imperio y llegó a
subyugar a otras. Pero Babilonia no estuvo ajena…
1
Reyes 4:20-26 DHH
20
Judá e Israel tenían una población incontable, como la arena que hay a la orilla
del mar. Había abundancia de comida y bebida, y reinaba la
alegría.
21
Salomón era soberano de todos los reinos comprendidos desde el río Éufrates
hasta el país filisteo y hasta la frontera de Egipto, los cuales pagaron tributo
y estuvieron sometidos a Salomón mientras él vivió.
22
La provisión diaria para Salomón era de seis mil seiscientos litros de flor de
harina, trece mil doscientos litros de harina,
23
diez toros de los más gordos, veinte toros criados con hierba, y cien ovejas,
sin contar ciervos, gacelas, gamos y aves bien gordas,
24
pues Salomón dominaba en toda la región al oeste del Éufrates, desde Tífsah hasta Gaza, y sobre todos los reyes de esta región, y
había pacificado todo el territorio de alrededor.
25
Mientras Salomón vivió, los habitantes de Judá e Israel, desde Dan hasta Beerseba, vivieron tranquilos, cada cual debajo de su parra
y de su higuera.
26
Salomón tenía además cuatro mil caballerizas para los caballos de sus carros, y
doce mil soldados de caballería.
En
este momento de la historia empezamos a ver sobre Israel lo que vimos en los
otros imperios: dominación sobre otros reinos, riquezas que llegan, abundancia y
ostentación, paz interior (no hay amenazas externas), gran poderío
militar.
1
Reyes 4:29-30 DHH
29
Dios concedió a Salomón mucha sabiduría e inteligencia, y una comprensión tan
abundante como la arena que está a la orilla del mar,
30
hasta el punto de que la sabiduría de Salomón sobrepasó a la de los egipcios y
los orientales.
Conocimiento
y sabiduría tal como vimos en Babilonia.
1
Reyes 5:4-5 DHH
4
Pero ahora el Señor mi Dios nos ha dado calma en todas partes, pues no tenemos
enemigos ni calamidades.
5
Por lo tanto he decidido construir un templo al Señor mi Dios, conforme a la
promesa que él le hizo a David, mi padre, cuando le dijo que su hijo, a quien él
haría reinar en su lugar, sería quien construiría un templo en su
honor.
Grandes
construcciones.
1
Reyes 5:13-16 DHH
13
Entonces el rey Salomón decretó una leva de trabajo obligatorio en todo Israel,
y en la leva se reunió a treinta mil hombres,
14
los cuales fueron enviados al Líbano por turnos mensuales de diez mil hombres
cada vez. De esa manera, estos hombres estaban un mes en el Líbano y dos meses
en sus casas. El encargado del trabajo obligatorio era Adoniram.
15
Salomón tenía además setenta mil cargadores y ochenta mil canteros en la
montaña,
16
sin contar los tres mil trescientos capataces que tenía en las obras para
dirigir a los trabajadores.
Aquí
empezamos a ver el manejo de gente tipo imperio; de hecho llegó a ser algo
realmente opresivo, ya que al hijo que lo sucedió en el trono le
reclamaron:
1
Reyes 12:4 DHH
4
—Tu padre fue muy duro con nosotros; ahora alivia tú la dura servidumbre y el
pesado yugo que él nos impuso, y te serviremos.
Aunque
en otra parte el texto trata de suavizar el tema:
1
Reyes 9:22 DHH
22
Pero no obligó a ningún israelita a servir como esclavo, sino como soldados,
oficiales, jefes, capitanes y comandantes de los carros de combate y de la
caballería.
También
vemos la riqueza obtenida por el comercio con tierras
lejanas:
1
Reyes 9:26-28 DHH
26
El rey Salomón construyó también barcos en Esión-guéber, que está junto a Elat, a orillas del Mar Rojo, en el territorio de Edom.
27
Hiram envió en los barcos a sus oficiales, marinos expertos y conocedores del
mar, junto con los oficiales de Salomón,
28
y llegaron a Ofir, de donde tomaron casi catorce mil
kilos de oro y se los llevaron al rey Salomón.
Y
la riqueza en general del reino:
1
Reyes 10:14-15 DHH
14
El oro que Salomón recibía cada año llegaba a unos veintidós mil
kilos,
15
sin contar el tributo que le pagaban los comerciantes, los negociantes y todos
los reyes de Arabia y gobernadores del país.
Pero
como todo imperio, también tejió muchas alianzas políticas, que se sellaban con
matrimonios, que arrastraron rápidamente al rey a la idolatría y confusión
religiosa, todas características propias del imperio:
1
Reyes 11:1-8 DHH
1
Además de la hija del faraón, el rey Salomón amó a muchas mujeres extranjeras:
moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas;
2
es decir, mujeres de las naciones con las que el Señor había prohibido a los
israelitas establecer relaciones matrimoniales porque seguramente harían que sus
corazones se desviaran hacia sus dioses. Pero Salomón, enamorado, se unió con
ellas.
3
Tuvo setecientas esposas de rango real y trescientas concubinas, las cuales
desviaron su corazón.
4
Cuando Salomón ya era anciano, sus mujeres hicieron que su corazón se desviara
hacia otros dioses, pues no se había entregado por completo al Señor su Dios,
como lo había hecho David, su padre.
5
Salomón rindió culto a Astarté, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo repugnante de los
amonitas.
6
Así pues, los hechos de Salomón fueron malos a los ojos del Señor, pues no
siguió fielmente al Señor, como lo había hecho David, su padre.
7
Por aquel tiempo, Salomón construyó, en el monte que está al oriente de
Jerusalén, un santuario a Quemós, ídolo repugnante de
Moab, y a Moloc, ídolo repugnante de los
amonitas.
8
Lo mismo hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales ofrecían incienso y
sacrificios a sus dioses.
El
libro de Eclesiastés da cuenta de del “espíritu” de aquellos días en el pueblo
de Israel: de muchas sabiduría práctica, sí, pero casi sin visión espiritual; de
sensualidad y mundanalidad. Podemos ver el “eco” de la voz de Babilonia diciendo
“Yo y nadie más que yo” cuando leemos:
Eclesiastés
1:9 DHH
9
Nada habrá que antes no haya habido;
nada
se hará que antes no se haya hecho.
¡Nada
hay nuevo en este mundo!
Eclesiastés
2:12 DHH
12
Después me puse a reflexionar sobre la sabiduría, la estupidez y la necedad:
¿Qué más podrá hacer el que reine después de mí, sino lo que ya antes ha sido
hecho?
Cuando
el imperio está tan satisfecho consigo mismo, piensa que “ya llegó” y que no hay
nada más que lo que ya alcanzó, que es “lo máximo” que podrá existir sobre la
tierra.
Pues
bien, durante el breve período de la historia israelita cuando la nación no fue
seriamente amenazada por ninguna “Babilonia”, ni grande ni pequeña, ¡ellos
mismos se constituyeron en una!
Para
concluir esta sección, repasemos lo que vimos: casi toda la historia o bien
discurre en “Babilonia” o bajo su yugo o amenaza, o bien está más o menos
influenciada por ella. Lo mismo podemos decir de los libros proféticos. Job
escapa un poco a esta lógica, un buen porcentaje de los Salmos también, pero por
su temática bien pueden aplicarse a los que viven bajo una opresión babilónica,
Proverbios es escrito en parte bajo la “Babilonia israelita”, Eclesiastés
también y Cantares, un maravilloso poema que explica la relación entre
Jesucristo y su Novia, no podía haber sido escrito si no hubiera habido un
ambiente de paz y abundancia propios de un imperio. Así, el espíritu de
Babilonia que aparece muy pronto en la historia bíblica, se encuentra presente
en la mayor parte del Antiguo Testamento.
El
regreso de Babilonia: el Imperio Romano y más allá
La
profecía de Daniel (aunque en realidad es originalmente de Nabucodonosor!) ya anunciaba la continuación del principado babilónico
hasta los días de Jesús, cuando el reino sería establecido. Todo el Nuevo
Testamento discurre con el trasfondo del Imperio Romano, por lo que no hay texto
allí que no pueda interpretarse, al menos en parte, en función del efecto del
imperio sobre las personas.
La
palabra aparece pocas veces, y más de la mitad en Apocalipsis. En Mateo se
relaciona con la genealogía de Jesús; constituye un “paréntesis” en su
desarrollo.
Mateo
1:17 DHH
17
De modo que hubo catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce desde
David hasta la cautividad de los israelitas en Babilonia, y otras catorce desde
la cautividad hasta el Mesías.
Luego
la menciona Esteban en su discurso y la siguiente referencia, antes de
Apocalipsis, nos vincula claramente el simbolismo de Babilonia con el Imperio
Romano:
1
Pedro 5:13 DHH
13
La iglesia que está en Babilonia, la cual Dios ha escogido lo mismo que a
ustedes, les manda saludos, y también mi hijo Marcos.
Hasta
aquí nos movimos en “terreno conocido”: es un hecho que “el imperio” estuvo
siempre presente, y que el Pueblo de Dios siempre fue perseguido y oprimido por
él. Hemos desarrollado mucha teología y creencias prácticas en torno a ello.
Sabemos que Jesús trajo otro modelo de reino y que el resto del Nuevo Testamento
pretendía formar una sociedad, la iglesia, sobre valores distintos. Pero hasta
ahora pocas veces, si acaso, hemos considerado que el reino que traía el Señor
podría desafiar seriamente al reino de Babilonia. Y cuando así se hizo se
fundamentó más bien en un cristianismo humanista, que podía tener mucha buena
voluntad, pero carecía de la base firme de la Palabra y del poder de lo Alto
como para vencer el mal, además de faltarle una visión unificadora y
estratégica.
Si
no tuviéramos nada más para decir, ya con esto sería suficiente como para que
prestáramos mucha más atención a esta cuestión. Babilonia debería ocupar un
lugar central en nuestras predicaciones y análisis teológicos; y las referencias
bíblicas no nos dan permiso para espiritualizar demasiado, se trata de un
imperio material, físico, que ejerce una influencia espiritual innegable (y que
es sustentado por ella) pero que no deja de ser humano. Pero sí hay más, y muy
importante.
Más
de la mitad de las referencias a Babilonia que encontramos en el Nuevo
Testamento están en Apocalipsis, y allí muestran el desenlace del conflicto de
los siglos. Ocupa un lugar central en la segunda mitad del libro. Dos veces se
preanuncia su caída:
Apocalipsis
14:8 DHH
8
Lo siguió un segundo ángel, que decía: cayó, ya cayó la gran Babilonia, la que
emborrachó a todas las naciones con el vino de su prostitución!
Apocalipsis
16:19 DHH
19
La gran ciudad se partió en tres, y las ciudades del mundo se derrumbaron; y
Dios se acordó de la gran ciudad de Babilonia, para hacerla beber el vino de su
ira terrible.
A
partir del versículo 12 del capítulo 16 se prepara el escenario para la guerra
contra la Babilonia del fin de los tiempos, y el tema ocupa hasta el capítulo
19.
En
Apocalipsis se nos da una descripción espiritual de esta potencia
terrenal:
Apocalipsis
17:1-6, 15 DHH
1
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y me dijo: te voy a
mostrar el castigo de la gran prostituta que está sentada sobre las
aguas.
2
Los reyes del mundo se han entregado a la prostitución con ella, y los
habitantes de la tierra se han emborrachado con el vino de su prostitución.
3
Luego, en la visión que me hizo ver el Espíritu, el ángel me llevó al
desierto.
Allí
vi una mujer montada en un monstruo rojo, el cual estaba cubierto de nombres
ofensivos para Dios y tenía siete cabezas y diez cuernos.
4
Aquella mujer iba vestida con ropa de colores púrpura y rojo, y estaba adornada
con oro, piedras preciosas y perlas. Tenía en la mano una copa de oro llena de
cosas odiosas y de la impureza de su prostitución;
5
y llevaba escrito en la frente un nombre misterioso: gran Babilonia, madre de
las prostitutas y de todo lo que hay de odioso en el
mundo.
6
Luego me di cuenta de que la mujer estaba borracha de la sangre del pueblo santo
y de los que habían sido muertos por ser testigos de
Jesús.
Al
verla, me quedé muy asombrado.
15
El ángel me dijo también: aguas que viste, sobre las cuales está sentada la
prostituta, son pueblos, gentes, lenguas y naciones.
De
nuevo el imperio, pero visto desde el cielo no desde la tierra. Y luego tenemos
el capítulo 18, en el que hay una extensa caracterización de Babilonia, que ya
vimos en el Antiguo Testamento:
Apocalipsis
18:1-24 DHH
1
Después de esto, vi otro ángel que bajaba del cielo; tenía mucha autoridad, y la
tierra quedó iluminada con su resplandor.
2
Con fuerte voz gritaba:
cayó,
ya cayó la gran Babilonia!
¡Se
ha vuelto vivienda de demonios,
guarida
de toda clase de espíritus impuros,
nido
de toda clase de aves impuras
y
de fieras impuras y odiosas!
3
Pues todas las naciones se emborracharon
con
el vino de su prostitución;
los
reyes del mundo
se
prostituyeron con ella,
y
los comerciantes del mundo
se
hicieron ricos con su exagerado derroche.
4
Oí otra voz del cielo, que decía:
de
esa ciudad, ustedes que son mi pueblo,
para
que no participen en sus pecados
ni
los alcancen sus calamidades;
5
pues sus pecados se han amontonado hasta el cielo,
y
Dios ha tenido presentes sus maldades.
6
Denle lo mismo que ella ha dado a otros;
páguenle
el doble de lo que ha hecho;
mézclenle
una bebida dos veces más fuerte
que
la que ella mezcló para otros;
7
denle tormento y sufrimiento
en
la medida en que se entregó al orgullo y al derroche.
Pues
dice en su corazón:
estoy
sentada como una reina.
No
soy viuda, ni sufriré.
8
Por eso, en un solo día le vendrán sus calamidades:
muerte,
aflicción y hambre,
y
será quemada en el fuego;
porque
poderoso es Dios, el Señor, que la ha condenado.
9
Los reyes del mundo que se prostituyeron con ella y se entregaron al derroche,
llorarán y harán lamentación por ella cuando vean el humo de su
incendio.
10
Se quedarán lejos por miedo a su castigo, y dirán:
ay
de ti, la gran ciudad,
Babilonia,
la ciudad poderosa!
Porque
en un instante llegó tu castigo.
11
Los comerciantes del mundo también llorarán y harán lamentación por esa ciudad,
porque ya no habrá quien les compre sus cargamentos:
12
cargamentos de oro, plata, piedras preciosas, perlas, telas de lino fino y de
seda, de color púrpura y rojo; toda clase de maderas aromáticas; objetos de
marfil, de maderas preciosas, de bronce, de hierro y de
mármol;
13
cargamentos de canela y especias aromáticas; incienso, perfumes y resinas; vino,
aceite, harina fina y trigo; animales de carga, ovejas, caballos, carros y hasta
esclavos, que son vidas humanas.
14
Y dirán a la ciudad:
no
tienes las ricas frutas
que
tanto te gustaban;
para
siempre has perdido
todos
tus lujos y riquezas!
15
Los que negociaban con esas cosas y se hicieron ricos a costa de la ciudad, se
quedarán lejos por miedo a su castigo, llorando y
lamentándose,
16
y dirán:
ay
de la gran ciudad!
Vestida
de lino fino,
con
ropas de color púrpura y rojo,
adornada
con oro, perlas y piedras preciosas.
17
¡Y en un instante se ha acabado tanta riqueza!
Todos
los capitanes de barco y los que navegan por la costa, los marineros y todos los
que se ganan la vida en el mar, se quedaron lejos
18
y, al ver el humo del incendio de la ciudad, gritaron: otra ciudad podía
compararse a esta gran ciudad?
19
Y se echaron polvo en la cabeza, llorando y lamentándose, y
gritaron:
ay
de la gran ciudad!
Con
su riqueza se hicieron ricos
todos
los que tenían barcos en el mar.
¡Y
en un instante ha quedado destruida!
20
Tú, oh cielo, alégrate
por
causa de esa ciudad;
y
alégrense ustedes, los del pueblo santo,
y
los apóstoles y los profetas,
porque
Dios, al condenarla,
les
ha hecho justicia a ustedes.
21
Entonces un ángel poderoso levantó una piedra, que era como una gran piedra de
molino, y lanzándola al mar dijo:
serás
tú echada abajo,
Babilonia,
la gran ciudad,
y
nunca más te volverán a ver.
22
Nunca más se oirá en tus calles
música
de arpas, flautas y trompetas,
ni
habrá en ti trabajadores de ningún oficio,
ni
se oirá en ti el ruido de la piedra del molino.
23
Nunca más brillará en ti la luz de una lámpara,
ni
se oirá en ti el bullicio de las fiestas de bodas.
Porque
tus comerciantes eran los poderosos del mundo
y
engañaste a todas las naciones con tus brujerías.
24
Pues en esa ciudad se ha encontrado la sangre de los profetas y del pueblo
santo, y de todos los que han sido asesinados en el mundo.
Aquí
se refuerza el concepto de comercio, vuelve a aparecer el tema de la brujería y
claramente la persecución a los santos. Es una ciudad madre del comercio
mundial. Este imperio fue para los primeros cristianos el Imperio Romano, especialmente durante los días de persecución de los primeros siglos. Algunos intérpretes de hecho circunscriben prácticamente todo el significado profético del libro a esos tiempos.
Pero si vamos a ser más precisos, la descripción de esta "Babilonia" no es exactamente la Roma imperial, ni el Papado en sus tiempos de mayor poder y corrupción; aquí hay algo más. Y si vamos a ser honestos con la historia, el "principio del imperio" no se terminó con Roma, ¡sigue tan vivito y coleando como antes!, solo que más modernizado...
Apocalipsis 18 nos muestra el terrible y definitivo juicio sobre Babilonia, es decir, sobre el principado babilónico que en ese momento reposará sobre una nació en particular que será la máxima expresión que habrá alcanzado. Como dijimos más arriba, se refuerzan las características del "imperio".
Es una prostituta, que en lenguaje bíblico se relaciona con comercio (realizado no de forma honesta) e idolatría, en este caso podríamos decir que es una nación de comercio mundial, que enriqueció a algunos, los que traficaban con ella. Es una nación de ostentación, de derroche exagerado. Es una nación de tal cantidad de pecado que éstos llegan ya hasta el cielo.
Es una nación que "mezcló bebidas" para otras, es decir, que oprimió a otras. Se considera la reina de las naciones, la más importante, y cree que su condición de imperio nunca pasará. La descripción de las mercaderías es extensa, enfatizando la abundancia de su comercio y de los bienes que allí se podían encontrar, y esta descripción incluye a las vidas humanas, la esclavitud (pensemos hoy en la trata de personas, y si vemos los flujos mundiales de trata de personas nos daremos cuenta qué nación es la principal "consumidora").
Es una nación de lujos, de moda y vestimenta. Es una nación de puertos, de música, de mucho trabajo, de fiestas bulliciosas, en donde dominan los poderes económicos, es una nación de ocultismo. Y también es una nación responsable de guerras y atentados, de sembrar muerte en todas partes.
Pero si vamos a ser más precisos, la descripción de esta "Babilonia" no es exactamente la Roma imperial, ni el Papado en sus tiempos de mayor poder y corrupción; aquí hay algo más. Y si vamos a ser honestos con la historia, el "principio del imperio" no se terminó con Roma, ¡sigue tan vivito y coleando como antes!, solo que más modernizado...
Apocalipsis 18 nos muestra el terrible y definitivo juicio sobre Babilonia, es decir, sobre el principado babilónico que en ese momento reposará sobre una nació en particular que será la máxima expresión que habrá alcanzado. Como dijimos más arriba, se refuerzan las características del "imperio".
Es una prostituta, que en lenguaje bíblico se relaciona con comercio (realizado no de forma honesta) e idolatría, en este caso podríamos decir que es una nación de comercio mundial, que enriqueció a algunos, los que traficaban con ella. Es una nación de ostentación, de derroche exagerado. Es una nación de tal cantidad de pecado que éstos llegan ya hasta el cielo.
Es una nación que "mezcló bebidas" para otras, es decir, que oprimió a otras. Se considera la reina de las naciones, la más importante, y cree que su condición de imperio nunca pasará. La descripción de las mercaderías es extensa, enfatizando la abundancia de su comercio y de los bienes que allí se podían encontrar, y esta descripción incluye a las vidas humanas, la esclavitud (pensemos hoy en la trata de personas, y si vemos los flujos mundiales de trata de personas nos daremos cuenta qué nación es la principal "consumidora").
Es una nación de lujos, de moda y vestimenta. Es una nación de puertos, de música, de mucho trabajo, de fiestas bulliciosas, en donde dominan los poderes económicos, es una nación de ocultismo. Y también es una nación responsable de guerras y atentados, de sembrar muerte en todas partes.
Sin duda vemos las características del Imperio, muy parecido a la Babilonia del Antiguo Testamento, aunque con algunas diferencias importantes: si bien no desestima el aspecto militar, enfatiza aquí el aspecto económico, el comercio (más que la producción, aunque también está); este imperio de los últimos días será muy parecido a los otros pero tendrá sus características distintivas. ¿Hay algún país que hoy cumpla con esa descripción...?
Sigamos con el texto bíblico. Notemos que esta es una de las últimas escenas del drama de los siglos, lo
que viene luego es la derrota del Anticristo y de Satanás mismo. La revelación
bíblica casi se termina con eso, es más, la última escena, que tiene que ver con
la Nueva Jerusalén, se erige como contraposición a la corrupta Babilonia. Cuán
importante será el tema de Babilonia que la Biblia prácticamente cierra con
ella.
Las escenas finales del drama de los siglos tienen que ver con el juicio sobre el Anticristo y sobre Satanás mismo; la historia "no se termina" con Babilonia, hay un poco más. Podríamos aventurarnos a decir que Babilonia ha sido la máscara del Anticristo, y cuándo ésta sea finalmente descubierta y derrotada, no le va a quedar más remedio que presentarse él mismo, para ser derrotado también, con lo cual Satanás jugará su última carta: salir a escena... para ser definitivamente derrotado.
Las escenas finales del drama de los siglos tienen que ver con el juicio sobre el Anticristo y sobre Satanás mismo; la historia "no se termina" con Babilonia, hay un poco más. Podríamos aventurarnos a decir que Babilonia ha sido la máscara del Anticristo, y cuándo ésta sea finalmente descubierta y derrotada, no le va a quedar más remedio que presentarse él mismo, para ser derrotado también, con lo cual Satanás jugará su última carta: salir a escena... para ser definitivamente derrotado.
Y aquí un paréntesis: cuando hacemos una lectura rápida del Nuevo Testamento parece que Dios "se olvida" de las naciones y pasa a centrarse en los individuos y en la salvación individual, porque esa es uno de los enfoques que más resaltan allí. Y sí, es verdad que el Espíritu se concentra en los individuos y en la comunidad de los creyentes, pero eso no significa que "se olvide" de la dimensión nacional, tal como aparece en el Antiguo Testamento; simplemente está completando la revelación anterior al enfocar en un aspecto que no había sido tan desarrollado. Jesús mismo anunció juicio sobre ciudades, que implicaban una destrucción material; Apocalipsis "retoma" el asunto del trato de Dios con las naciones.
Ocurre que los cristianos pueden concentrarse demasiado en el enfoque neotestamentario y pierdan de vista
Podemos
afirmar que la “cuestión de Babilonia” es un eje central en toda la Palabra de
Dios, tiene que ver profundamente con la historia y el presente de los hijos de
Dios y cualquier ocultamiento de esta verdad, sutil o manifiestos, es una
tergiversación grave del mensaje de la Biblia.
¿Por
qué se suele hablar tan poco del tema, especialmente de la faceta material y
concreta? ¿Qué es lo que necesitamos saber para librarnos del yugo babilónico?
¿Cómo será la batalla del fin de los tiempos contra Babilonia, es sus aspectos
espiritual y material?
Nada
de lo que dijimos en este artículo es novedoso, el tema se conoce desde hace
siglos. Pero creo que en este tiempo el Espíritu nos está llamando a tomar muy
en serio el asunto y a entender que todos nuestros esfuerzos por librarnos del
pecado, por extender el reino, por construir la iglesia del Señor, por ganar a
nuestras familias y ciudades y naciones, serán infructíferos hasta que no
libremos todos estos territorios de la influencia
babilónica.
Babilonia
se erige hoy como el “centro de mandos” de Satanás en la tierra; no importa cuán
grande haya sido la derrota que sufra en algún lugar, siempre podrá rearmar sus
fuerzas desde su central y enviar nuevas tropas. Además, cuenta con la
ignorancia de casi todo el Pueblo de Dios, por lo que los cristianos mantienen
muchos canales abiertos directamente hacia Babilonia, a través de los cuales
manda fácilmente Satanás a sus emisarios para recuperar el territorio
perdido.
Éste
es el tiempo en que el Espíritu llama a Su pueblo a la guerra contra Babilonia,
ésta es la guerra del fin de los tiempos, el desenlace de la historia bíblica.
Esta batalla tendrá una faceta humana, material, militar muy dramática, pero su
verdadero trasfondo es espiritual y hoy comienza con algo simple pero
fundamental: reconocer que Babilonia existe y es el centro de nuestros enemigos
espirituales; reconocerla en sus múltiples manifestaciones, cómo ha penetrado
dentro de la iglesia y cómo nosotros mismos nos dejamos seducir o asustar por
ella, y comenzar a liberar nuestro territorio cercano.
Sobre
estos temas hablaremos más adelante, hay estrategias de guerra que el Espíritu
todavía no nos ha revelado, pero que lo hará en breve. Por lo pronto, ya tenemos
con qué empezar. Y de paso, podemos ayudar a que otros cristianos se
despierten.
Danilo
Sorti
Octubre
de 2015
Rosario,
Argentina
Creo que hay que referirse a los EEUU como la babilonia de estos tiempos y que cumple con todos los requisitos ,además de tener la población de Judíos mas grande del mundo y el Sr. Jesucristo les esta advirtiendo que salgan de allí pa no ser coparticipes de lo que le vendrá a esa nación
ResponderEliminarSi claro todo apunta a los estados unidos
ResponderEliminarSi, El presidente Trump dijo hace como un Mes, tenemos de todo,, y no necesitamos nada. !
ResponderEliminarLa gran Babilonia la ramera que abla la biblia con ella fornican los reyes de la tierra y ella se biste de purpura esta ablando de roma la mujer comparada con la Iglesia en lo espiritual Apocalipsis 17:2
ResponderEliminarBabilonia es un imperio espiritual, muchos teólogos afirman que al no aparecer USA en las ultimas profecías quiere decir que será destruida y mas aún siendo la nación mas poderosa que defiende a Israel ante el mundo, pero aún durante la gran tribulación permanece la Babilonia teniendo en cuenta que USA ya no está en escena u ocupa un plano no determinante; ahora esta Babilonia espiritual siempre que se relaciona en las sagradas escrituras en términos de ubicación geográfica se menciona literalmente el territorio de Irak en medio oriente nunca cambia la ubicación y la biblia no miente, lo que algunos escatologos afirman es que la bestia de 10 cabezas del apocalipsis que es el mismo imperio de 10 dedos de hierro(Roma) mezclado con barro(naciones musulmanas); es una alianza imperial de 10 gobiernos entre europeos y árabes, lo cual facilitara el sincretismo del catolicismo con el Islam teniendo como eje el anticristo bíblico que es el mismo califa que esperan los musulmanes, y cabe anotar que al tecnología, las telecomunicaciones, la red y todo el sistema del mundo serán catalizadores y desde luego que esta babilonia espiritual, política, ideológica y económica ya esta operando, y esta nueva generación ya está sujeta a aceptarle como algo bueno y natural.
ResponderEliminarMe llamó la atención esta reflexión. Yo también estuve pidiendo a Dios revelación y estoy atando cabos. Gracias.
EliminarHola hermano! Fijate en lo que dice en este video, me parece muy acertada su forma de analizar, muy "científica" si se quiere: https://www.youtube.com/watch?v=Oz9Uf6Ra5PE&ab_channel=alasdelviento
Eliminarbabilonia es el espiritu que que satanas utilizo para que Jesus se postrara y adorara... son los espinos que ahogan la semilla y la hace infructuosa en la parabola que nuestro Señor hablo... es esa influencia que queria hacer rey de este mundo a Jesus y el se escapo(el ya tenia identidad, no nesecitaba una terrena) y aun sus dicipulos estaban influenciados... es el sistema que se mueve por medio de las redes sociales desfiguramdo la imagen y semejansa de Dios e sus hijos recien nacidos y tomando el caracter del mundo... el vino y la camida del rey.. que mas decir... el vino y la sidra que perjudica los asareatos... ya que la palavra dice sed llenos del Espiritu y no embragueis lon vino. bueno el que lee entienda. mis bendiciones hermanos
ResponderEliminarIndudablemente es Estados Unidos
ResponderEliminarExcelente informacion
ResponderEliminarsuper interesante recopilacion de todos los libros que hablan y afirman lo que nos muestra el libro de apocalipsis sobre babilonia y que esta a ojos vistos de quien y donde es que se encuentra babilonia ; y en si , el mundo entero partisipa en las religiones siendo babilonia la madre de todas ellas pues fornican con ella y todas entre si se enbriagan con ella . Dios esta revelando con entendimiento a todo aquel que busca a Dios en espiritu y en verdad para esclareser lo que ya esta dicho por DIOS.
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