2 Corintios 4:8a DHH
8 Así, aunque llenos de problemas, no estamos
sin salida …
¡Qué problema que son los problemas! Y lo más
problemático de todo es que no sabemos por dónde empezar: tapamos un agujero y
se abren cinco, tapamos los cinco y se abren diez…
Necesitamos tener algún marco de referencia o
esquema que nos ayude a entenderlos integralmente, pero es algo difícil según
he podido ver a lo largo de mi vida cristiana porque prácticamente todas las
recomendaciones que podemos encontrar son parciales. Por ejemplo:
Romanos 12:2 DHH
2 No vivan ya según los criterios del tiempo
presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su
manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es
bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
En este pasaje tenemos ejemplificada una gran
corriente de consejería dentro del cristianismo que hace énfasis en la persona,
es decir, aquél que tiene el problema y que normalmente va a buscar ayuda. Aquí
tenemos toda la corriente psicológica dentro de la Iglesia, y hemos podido
encontrar recomendaciones muy buenas y visiones esclarecedoras respecto de las
motivaciones y causas profundas.
Sin embargo, cuando solamente se fundamentan
en la sabiduría humana pueden llegar a exponer claramente una situación pero
suele faltar el poder para cambiar.
Hechos 1:8 DHH
8 pero cuando el Espíritu Santo venga sobre
ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en
toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la
tierra.
Este poder parece que solamente fuera para
dar testimonio, sin embargo no es así:
1 Corintios 14:4 RVC
4 El que habla en lengua extraña, se edifica
a sí mismo; en cambio, el que profetiza, edifica a la iglesia.
2 Timoteo 1:7 RVC
7 Porque no nos ha dado Dios un espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Trabajar sobre nosotros mismos es lo que
prácticamente siempre podemos hacer cuando estamos frente a un problema, y todo
el desarrollo moderno de la consejería no es para nada desechable. Sin embargo,
nos falta una dimensión fundamental:
Job 2:3-6 RVC
3 El Señor le preguntó: «¿No te has fijado en
mi siervo Job, que no hay nadie en la tierra que se le compare? Es un hombre de
conducta intachable; no le hace mal a nadie, y es temeroso de Dios. Tú me
incitaste a hacerle daño, y a que sin ningún motivo lo arruinara, y aun así él
sigue siendo un hombre intachable.»
4 Pero Satanás le respondió al Señor: «Todo
es cuestión de dar y recibir. La gente es capaz de darlo todo, con tal de
salvar el pellejo.
5 Pero quítale a Job tu protección, tócalo en
su propio cuerpo, ¡y ya verás cómo blasfema contra ti en tu propia cara!»
6 Entonces el Señor dijo: «Ahí está Job. Lo
dejo en tus manos. Pero no le quites la vida.»
El libro de Job, o al menos una primera
versión, probablemente sea el primero en escribirse; fue contemporáneo de
Abraham, así que su historia resultó conocida en el mundo antiguo y para el
Pueblo de Dios desde sus mismos orígenes. Y si algo queda en claro allí es la
obra del Adversario, “Ha Shatán” en arameo, incitando a que los hombres sean
arruinados; si lo hizo con Job, de quien Dios mismo pudo dar testimonio, ¿qué
nos queda a nosotros…?
Más adelante, encarcelado en Roma, Pablo pudo
discernir claramente:
Efesios 6:11-12 RVC
11 Revístanse de toda la armadura de Dios,
para que puedan hacer frente a las asechanzas del diablo.
12 La batalla que libramos no es contra gente
de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que
gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad
en las regiones celestes!
A partir de este principio hubo un gran
desarrollo de la Guerra Espiritual a todo nivel, desde el personal con las
liberaciones, iniquidades generacionales, regiones de cautividad, ataduras,
opresiones demoníacas, maldiciones en el tiempo, fortalezas, hasta el
comunitario y territorial.
Entonces, todos los problemas fueron
enfocados desde el punto de vista espiritual, y con ello se logró llegar en
muchos casos a sanidades y soluciones de problemas que resultaban imposibles
desde el punto de vista humano. La clave aquí es la autoridad, que por supuesto
no es nuestra;
Marcos 16:17 RVC
17 Y estas señales acompañarán a los que
crean: En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas,
Y junto con ella, el discernimiento
espiritual:
Hechos 8:20-23 RV1995
20 Entonces Pedro le dijo:
–Tu dinero perezca contigo, porque has
pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.
21 No tienes tú parte ni suerte en este
asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad y
ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón,
23 porque en hiel de amargura y en prisión de
maldad veo que estás.
Cuando cada uno de estos aspectos se enfocan
por separados y excluyentemente obtendremos resultados a veces y otras veces
no, según los contextos y lugares, y es más fácil que los problemas vuelvan:
una mente no renovada llama a los espíritus inmundos y les abre puertas, y los
espíritus inmundos susurran pensamientos erróneos en las personas.
Pero aún si logramos combinar exitosamente
ambos extremos nos está faltando un componente muy básico que suele pasar
desapercibido en el cristianismo de enfoque individualista y suele ser
exacerbado en el cristianismo de enfoque social: ¡las otras personas!
Romanos 12:18 RVC
18 Si es posible, y en cuanto dependa de
nosotros, vivamos en paz con todos.
Sencillamente, no siempre en posible, por más
consejería y guerra espiritual que haga, porque las otras personas tienen su
propia voluntad y decisión.
Salmos 54:1-3 RVC
1 Dios mío, ¡sálvame por tu nombre!
¡Defiéndeme con tu poder!
2 Dios mío, ¡escucha mi oración! ¡Presta oído
a las palabras de mi boca!
3 Gente extraña se ha levantado contra mí;
gente violenta intenta matarme. Dios mío, ¡son gente que no te toma en cuenta!
Salmos 56:5-6 RVC
5 Todo el tiempo, ellos tuercen mis palabras;
sólo piensan en perjudicarme.
6 Se juntan para acecharme, y vigilan cada uno
de mis pasos con la intención de quitarme la vida.
Olvidarnos de que hay gente de carne y hueso
que buscan nuestro mal es como recortar más o menos la mitad de la Biblia y
meter voluntariamente la cabeza en el agujero de la guillotina. Pero cuando se sobreenfatiza
alguno de los dos enfoques anteriores estamos haciendo exactamente eso.
A veces puedo cambiar yo y eso provoca
cambios en los otros, por ejemplo la familia (pero solo a veces…). A veces
puedo hacer guerra espiritual y eso ata a los poderes que engañan a nuestros
enemigos. Pero finalmente, muchos ya estarán lo suficientemente engañados como
para continuar solitos con los propósitos satánicos. ¿Qué podemos hacer?
Mateo 10:16-17 RVC
16 »Tengan ustedes en cuenta que los estoy
enviando como a ovejas en medio de lobos; así que sean prudentes como
serpientes y sencillos como palomas.
17 Cuídense de la gente, porque los
entregarán a los tribunales, y los azotarán en las sinagogas;
2 Timoteo 4:14-15 RVC
14 Alejandro, el calderero, me ha causado
mucho daño; que el Señor le pague conforme a sus hechos.
15 Cuídate también tú de él, pues se ha
opuesto mucho a nuestras palabras.
Jesús no les dijo que resolverían esos
problemas mediante guerra espiritual ni viviendo en santidad, simplemente,
debían cuidarse humanamente. Entonces, la sabiduría para vivir, para hacer las
cosas, para manejarnos en sociedad, la prudencia y, cuando es necesario, la
osadía santa, son elementos que debemos agregar al cuadro de “cómo solucionar
problemas”.
No siempre será posible y algunos deberán dar
su vida en testimonio:
Hechos 7:54-58 RVC
54 Cuando ellos oyeron a Esteban decir esto,
se enfurecieron tanto que hasta les rechinaban los dientes.
55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo,
levantó los ojos al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús a su derecha.
56 Dijo entonces: «Veo los cielos abiertos, y
que el Hijo del Hombre está a la derecha de Dios.»
57 Pero ellos, lanzando un fuerte grito, se
taparon los oídos y arremetieron contra Esteban,
58 y lo sacaron de la ciudad y lo apedrearon.
Los testigos falsos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba
Saulo,
Pero cuando es necesario, podemos contar con
el ministerio de los ángeles:
Hechos 12:6-8 RVC
6 La noche en que Herodes lo iba a sacar,
Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y frente a
la puerta había también guardias que vigilaban la cárcel.
7 De pronto una luz iluminó la cárcel y
apareció un ángel del Señor, el cual tocó a Pedro en el costado para
despertarlo, y le dijo: «¡De prisa, levántate!» Y al instante las cadenas se le
cayeron de las manos.
8 Entonces el ángel le dijo: «Recoge tu ropa
y átate las sandalias; envuélvete en tu manto y sígueme.» Y Pedro obedeció.
O la inapreciable ayuda de los hermanos:
Hechos 19:30-31 RVC
30 Pablo intentó enfrentarse al pueblo, pero
los discípulos no lo dejaron.
31 También algunas de las autoridades de
Asia, que eran sus amigos, le enviaron un mensaje, en el que le rogaban que no
se presentara en el teatro.
Cuando no es el mismo Señor que toma cartas
en el asunto:
Génesis 31:24 DHH
24 Pero aquella noche Dios se le apareció a
Labán el arameo en un sueño, y le dijo: “Escucha, no le hables a Jacob en forma
brusca.”
Sabiduría y prudencia humana, confianza en
Dios, ministerio angélico y ayuda de nuestros hermanos. Hay, sin embargo, una
dimensión superior y es el pecado institucionalizado, estructural, como por
ejemplo la esclavitud durante la mayor parte de la historia de la humanidad (y
también en el presente), los sistemas gubernamentales injustos (¡todos!), y
demás cuestiones culturales profundamente arraigadas en la sociedad. Aunque la
Biblia contiene la semilla de todo cambio social, la realidad dice que muchas
veces debemos aceptar determinadas situaciones en el aquí y ahora, según la
costumbre, como ocurría en el contexto de Corinto:
1 Corintios 14:34-36 RVC
34 en la congregación las esposas deben
guardar silencio, porque no les está permitido hablar, sino que estén sujetas,
como también la ley lo dice.
35 Si la esposa quiere aprender algo, que le
pregunte a su esposo en su casa, porque no es apropiado que una mujer hable en
la congregación.
36 La palabra de Dios, ¿se originó entre
ustedes, o más bien solamente llegó a ustedes?
Y si nos quedáramos con estos tres aspectos
estaríamos bárbaro porque en todos tenemos un “enemigo” con el que podemos
combatir, aún si juntamos los tres, lo cual nos da un enemigo realmente
formidable, podemos hacerle frente porque mayor es el que está en nosotros.
Pero…
1 Pedro 1:6-7 RVC
6 Esto les causa gran regocijo, aun cuando
les sea necesario soportar por algún tiempo diversas pruebas y aflicciones;
7 pero cuando la fe de ustedes sea puesta a
prueba, como el oro, habrá de manifestarse en alabanza, gloria y honra el día
que Jesucristo se revele. El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el
fuego; ¡y la fe de ustedes es mucho más preciosa que el oro!
Hebreos 12:7 RVC
7 Si ustedes soportan la disciplina, Dios los
trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no discipline?
Mateo 11:29 RVC
29 Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan
de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma;
La otra faceta que nos falta en el análisis
es Dios mismo: el sufrimiento y las pruebas son necesarias por diversas
razones, una de ellas es para perfeccionarnos, aunque no es la única. Podemos
recurrir a cuando consejero encontremos, hacer toda la guerra espiritual que
sepamos, aprender a manejarnos con la mayor prudencia, pero si nos olvidamos de
preguntarle primero al Padre cuál es Su voluntad y qué quiere lograr por medio
de la aflicción, ¡estamos errando al blanco!
Mateo 11:30 RVC
30 porque mi yugo es fácil, y mi carga es
liviana.»
Hay una carga de dificultades y problemas que
vienen de Dios, o son usados por Dios, y por lo tanto son posibles de llevar
porque contamos con Su poder a nuestro favor, por más que parezcan humanamente
enormes:
Hebreos 12:2 RV1995
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando
el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Jesucristo nunca “menospreció” el terrible
sufrimiento de la cruz, del cual no podremos nunca hacernos una idea completa
porque no se trataba solamente del dolor físico y emocional, que podríamos
también padecer como hombres, sino, principalmente, de la carga espiritual que
tuvo que sobrellevar. Pero el gozo de restaurar todas las cosas era para Él tan
inmensamente superior, que aún la cruz le resultó “poca cosa” en comparación.
Para entender adecuadamente esta dimensión
debemos “morir” y resucitar a una nueva vida:
Colosenses 3:1-3 RVC
1 Puesto que ustedes ya han resucitado con
Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de
Dios.
2 Pongan la mira en las cosas del cielo, y no
en las de la tierra.
3 Porque ustedes ya han muerto, y su vida
está escondida con Cristo en Dios.
Sólo de esa manera podremos aceptar la
voluntad de Dios, sino, seguiremos luchando con nuestra psiquis desequilibrada,
con los demonios o con las personas, a nivel individual, grupal o estructural,
pero el resultado probablemente no sea
el esperado y, más que nada, no llevaremos gloria a Dios.
Pero si tenemos los cuatro aspectos en su
completa dimensión (no es “un poco” de cada uno, son todos juntos al máximo),
con el foco principal en la voluntad de Dios, entonces podremos avanzar, ¿hacia
la solución? No sé, no entiendo que todos los problemas tengan “solución” en
esta vida terrena, ni que sea fácil y rápida (¿por qué, entonces, la Biblia nos
enseñaría de paciencia y perseverancia?), pero sí creo que es posible hacer
algo en cada circunstancia.
Podemos atar a los espíritus que avivan una
injusticia y ser transformados en nuestra mente para entender y soportar,
quizás no podamos cambiar a las personas que están manifestando terrenalmente
esa injusticia, pero a lo mejor podremos limitar el problema.
A veces habrá una faceta prioritaria y la
solución será la consejería, o la guerra espiritual, o la sabiduría para vivir,
o entrar en el secreto con Dios para una larga y profunda charla… A veces no.
Como sea, tener un panorama completo de la dinámica de los problemas nos
ayudará a no desanimarnos cuando “una” receta no funciona, o no funciona como
esperábamos, y a enredarnos en una complejidad sin salida.
De paso digamos que los seres humanos podemos
entender sistemas con relativamente pocos componentes, alrededor de siete,
cuando hay más que eso se nos vuelve especialmente complicado. En algún lado
leí que Satanás tiene asignados 8 demonios para cada uno, no puedo decir que
eso sea verdad, pero tiene su lógica: generar la suficiente cantidad de voces
como para que entremos en confusión y no podamos combatir efectivamente contra
ninguna.
Ahora tenemos un cuadro general, pongamos
esto a “trabajar” y avanzar hacia los problemas, para la gloria de Dios.
Danilo Sorti
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