lunes, 9 de abril de 2018

448. Problemas multidimensionales: ¿los demonios, las personas, yo o Dios? ¿Quién tiene la culpa…?


2 Corintios 4:8a DHH
8 Así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida …

¡Qué problema que son los problemas! Y lo más problemático de todo es que no sabemos por dónde empezar: tapamos un agujero y se abren cinco, tapamos los cinco y se abren diez…

Necesitamos tener algún marco de referencia o esquema que nos ayude a entenderlos integralmente, pero es algo difícil según he podido ver a lo largo de mi vida cristiana porque prácticamente todas las recomendaciones que podemos encontrar son parciales. Por ejemplo:

Romanos 12:2 DHH
2 No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

En este pasaje tenemos ejemplificada una gran corriente de consejería dentro del cristianismo que hace énfasis en la persona, es decir, aquél que tiene el problema y que normalmente va a buscar ayuda. Aquí tenemos toda la corriente psicológica dentro de la Iglesia, y hemos podido encontrar recomendaciones muy buenas y visiones esclarecedoras respecto de las motivaciones y causas profundas.

Sin embargo, cuando solamente se fundamentan en la sabiduría humana pueden llegar a exponer claramente una situación pero suele faltar el poder para cambiar.

Hechos 1:8 DHH
8 pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra.

Este poder parece que solamente fuera para dar testimonio, sin embargo no es así:

1 Corintios 14:4 RVC
4 El que habla en lengua extraña, se edifica a sí mismo; en cambio, el que profetiza, edifica a la iglesia.

2 Timoteo 1:7 RVC
7 Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Trabajar sobre nosotros mismos es lo que prácticamente siempre podemos hacer cuando estamos frente a un problema, y todo el desarrollo moderno de la consejería no es para nada desechable. Sin embargo, nos falta una dimensión fundamental:

Job 2:3-6 RVC
3 El Señor le preguntó: «¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay nadie en la tierra que se le compare? Es un hombre de conducta intachable; no le hace mal a nadie, y es temeroso de Dios. Tú me incitaste a hacerle daño, y a que sin ningún motivo lo arruinara, y aun así él sigue siendo un hombre intachable.»
4 Pero Satanás le respondió al Señor: «Todo es cuestión de dar y recibir. La gente es capaz de darlo todo, con tal de salvar el pellejo.
5 Pero quítale a Job tu protección, tócalo en su propio cuerpo, ¡y ya verás cómo blasfema contra ti en tu propia cara!»
6 Entonces el Señor dijo: «Ahí está Job. Lo dejo en tus manos. Pero no le quites la vida.»

El libro de Job, o al menos una primera versión, probablemente sea el primero en escribirse; fue contemporáneo de Abraham, así que su historia resultó conocida en el mundo antiguo y para el Pueblo de Dios desde sus mismos orígenes. Y si algo queda en claro allí es la obra del Adversario, “Ha Shatán” en arameo, incitando a que los hombres sean arruinados; si lo hizo con Job, de quien Dios mismo pudo dar testimonio, ¿qué nos queda a nosotros…?

Más adelante, encarcelado en Roma, Pablo pudo discernir claramente:

Efesios 6:11-12 RVC
11 Revístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las asechanzas del diablo.
12 La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!

A partir de este principio hubo un gran desarrollo de la Guerra Espiritual a todo nivel, desde el personal con las liberaciones, iniquidades generacionales, regiones de cautividad, ataduras, opresiones demoníacas, maldiciones en el tiempo, fortalezas, hasta el comunitario y territorial.

Entonces, todos los problemas fueron enfocados desde el punto de vista espiritual, y con ello se logró llegar en muchos casos a sanidades y soluciones de problemas que resultaban imposibles desde el punto de vista humano. La clave aquí es la autoridad, que por supuesto no es nuestra;

Marcos 16:17 RVC
17 Y estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas,

Y junto con ella, el discernimiento espiritual:

Hechos 8:20-23 RV1995
20 Entonces Pedro le dijo:
–Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.
21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón,
23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.

Cuando cada uno de estos aspectos se enfocan por separados y excluyentemente obtendremos resultados a veces y otras veces no, según los contextos y lugares, y es más fácil que los problemas vuelvan: una mente no renovada llama a los espíritus inmundos y les abre puertas, y los espíritus inmundos susurran pensamientos erróneos en las personas.

Pero aún si logramos combinar exitosamente ambos extremos nos está faltando un componente muy básico que suele pasar desapercibido en el cristianismo de enfoque individualista y suele ser exacerbado en el cristianismo de enfoque social: ¡las otras personas!

Romanos 12:18 RVC
18 Si es posible, y en cuanto dependa de nosotros, vivamos en paz con todos.

Sencillamente, no siempre en posible, por más consejería y guerra espiritual que haga, porque las otras personas tienen su propia voluntad y decisión.

Salmos 54:1-3 RVC
1 Dios mío, ¡sálvame por tu nombre! ¡Defiéndeme con tu poder!
2 Dios mío, ¡escucha mi oración! ¡Presta oído a las palabras de mi boca!
3 Gente extraña se ha levantado contra mí; gente violenta intenta matarme. Dios mío, ¡son gente que no te toma en cuenta!

Salmos 56:5-6 RVC
5 Todo el tiempo, ellos tuercen mis palabras; sólo piensan en perjudicarme.
6 Se juntan para acecharme, y vigilan cada uno de mis pasos con la intención de quitarme la vida.

Olvidarnos de que hay gente de carne y hueso que buscan nuestro mal es como recortar más o menos la mitad de la Biblia y meter voluntariamente la cabeza en el agujero de la guillotina. Pero cuando se sobreenfatiza alguno de los dos enfoques anteriores estamos haciendo exactamente eso.

A veces puedo cambiar yo y eso provoca cambios en los otros, por ejemplo la familia (pero solo a veces…). A veces puedo hacer guerra espiritual y eso ata a los poderes que engañan a nuestros enemigos. Pero finalmente, muchos ya estarán lo suficientemente engañados como para continuar solitos con los propósitos satánicos. ¿Qué podemos hacer?

Mateo 10:16-17 RVC
16 »Tengan ustedes en cuenta que los estoy enviando como a ovejas en medio de lobos; así que sean prudentes como serpientes y sencillos como palomas.
17 Cuídense de la gente, porque los entregarán a los tribunales, y los azotarán en las sinagogas;

2 Timoteo 4:14-15 RVC
14 Alejandro, el calderero, me ha causado mucho daño; que el Señor le pague conforme a sus hechos.
15 Cuídate también tú de él, pues se ha opuesto mucho a nuestras palabras.

Jesús no les dijo que resolverían esos problemas mediante guerra espiritual ni viviendo en santidad, simplemente, debían cuidarse humanamente. Entonces, la sabiduría para vivir, para hacer las cosas, para manejarnos en sociedad, la prudencia y, cuando es necesario, la osadía santa, son elementos que debemos agregar al cuadro de “cómo solucionar problemas”.

No siempre será posible y algunos deberán dar su vida en testimonio:

Hechos 7:54-58 RVC
54 Cuando ellos oyeron a Esteban decir esto, se enfurecieron tanto que hasta les rechinaban los dientes.
55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, levantó los ojos al cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús a su derecha.
56 Dijo entonces: «Veo los cielos abiertos, y que el Hijo del Hombre está a la derecha de Dios.»
57 Pero ellos, lanzando un fuerte grito, se taparon los oídos y arremetieron contra Esteban,
58 y lo sacaron de la ciudad y lo apedrearon. Los testigos falsos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo,

Pero cuando es necesario, podemos contar con el ministerio de los ángeles:

Hechos 12:6-8 RVC
6 La noche en que Herodes lo iba a sacar, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y frente a la puerta había también guardias que vigilaban la cárcel.
7 De pronto una luz iluminó la cárcel y apareció un ángel del Señor, el cual tocó a Pedro en el costado para despertarlo, y le dijo: «¡De prisa, levántate!» Y al instante las cadenas se le cayeron de las manos.
8 Entonces el ángel le dijo: «Recoge tu ropa y átate las sandalias; envuélvete en tu manto y sígueme.» Y Pedro obedeció.

O la inapreciable ayuda de los hermanos:

Hechos 19:30-31 RVC
30 Pablo intentó enfrentarse al pueblo, pero los discípulos no lo dejaron.
31 También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, le enviaron un mensaje, en el que le rogaban que no se presentara en el teatro.

Cuando no es el mismo Señor que toma cartas en el asunto:

Génesis 31:24 DHH
24 Pero aquella noche Dios se le apareció a Labán el arameo en un sueño, y le dijo: “Escucha, no le hables a Jacob en forma brusca.”

Sabiduría y prudencia humana, confianza en Dios, ministerio angélico y ayuda de nuestros hermanos. Hay, sin embargo, una dimensión superior y es el pecado institucionalizado, estructural, como por ejemplo la esclavitud durante la mayor parte de la historia de la humanidad (y también en el presente), los sistemas gubernamentales injustos (¡todos!), y demás cuestiones culturales profundamente arraigadas en la sociedad. Aunque la Biblia contiene la semilla de todo cambio social, la realidad dice que muchas veces debemos aceptar determinadas situaciones en el aquí y ahora, según la costumbre, como ocurría en el contexto de Corinto:

1 Corintios 14:34-36 RVC
34 en la congregación las esposas deben guardar silencio, porque no les está permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.
35 Si la esposa quiere aprender algo, que le pregunte a su esposo en su casa, porque no es apropiado que una mujer hable en la congregación.
36 La palabra de Dios, ¿se originó entre ustedes, o más bien solamente llegó a ustedes?

Y si nos quedáramos con estos tres aspectos estaríamos bárbaro porque en todos tenemos un “enemigo” con el que podemos combatir, aún si juntamos los tres, lo cual nos da un enemigo realmente formidable, podemos hacerle frente porque mayor es el que está en nosotros. Pero…

1 Pedro 1:6-7 RVC
6 Esto les causa gran regocijo, aun cuando les sea necesario soportar por algún tiempo diversas pruebas y aflicciones;
7 pero cuando la fe de ustedes sea puesta a prueba, como el oro, habrá de manifestarse en alabanza, gloria y honra el día que Jesucristo se revele. El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el fuego; ¡y la fe de ustedes es mucho más preciosa que el oro!

Hebreos 12:7 RVC
7 Si ustedes soportan la disciplina, Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no discipline?

Mateo 11:29 RVC
29 Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma;

La otra faceta que nos falta en el análisis es Dios mismo: el sufrimiento y las pruebas son necesarias por diversas razones, una de ellas es para perfeccionarnos, aunque no es la única. Podemos recurrir a cuando consejero encontremos, hacer toda la guerra espiritual que sepamos, aprender a manejarnos con la mayor prudencia, pero si nos olvidamos de preguntarle primero al Padre cuál es Su voluntad y qué quiere lograr por medio de la aflicción, ¡estamos errando al blanco!

Mateo 11:30 RVC
30 porque mi yugo es fácil, y mi carga es liviana.»

Hay una carga de dificultades y problemas que vienen de Dios, o son usados por Dios, y por lo tanto son posibles de llevar porque contamos con Su poder a nuestro favor, por más que parezcan humanamente enormes:

Hebreos 12:2 RV1995
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Jesucristo nunca “menospreció” el terrible sufrimiento de la cruz, del cual no podremos nunca hacernos una idea completa porque no se trataba solamente del dolor físico y emocional, que podríamos también padecer como hombres, sino, principalmente, de la carga espiritual que tuvo que sobrellevar. Pero el gozo de restaurar todas las cosas era para Él tan inmensamente superior, que aún la cruz le resultó “poca cosa” en comparación.

Para entender adecuadamente esta dimensión debemos “morir” y resucitar a una nueva vida:

Colosenses 3:1-3 RVC
1 Puesto que ustedes ya han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.
2 Pongan la mira en las cosas del cielo, y no en las de la tierra.
3 Porque ustedes ya han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios.

Sólo de esa manera podremos aceptar la voluntad de Dios, sino, seguiremos luchando con nuestra psiquis desequilibrada, con los demonios o con las personas, a nivel individual, grupal o estructural, pero el resultado  probablemente no sea el esperado y, más que nada, no llevaremos gloria a Dios.

Pero si tenemos los cuatro aspectos en su completa dimensión (no es “un poco” de cada uno, son todos juntos al máximo), con el foco principal en la voluntad de Dios, entonces podremos avanzar, ¿hacia la solución? No sé, no entiendo que todos los problemas tengan “solución” en esta vida terrena, ni que sea fácil y rápida (¿por qué, entonces, la Biblia nos enseñaría de paciencia y perseverancia?), pero sí creo que es posible hacer algo en cada circunstancia.

Podemos atar a los espíritus que avivan una injusticia y ser transformados en nuestra mente para entender y soportar, quizás no podamos cambiar a las personas que están manifestando terrenalmente esa injusticia, pero a lo mejor podremos limitar el problema.

A veces habrá una faceta prioritaria y la solución será la consejería, o la guerra espiritual, o la sabiduría para vivir, o entrar en el secreto con Dios para una larga y profunda charla… A veces no. Como sea, tener un panorama completo de la dinámica de los problemas nos ayudará a no desanimarnos cuando “una” receta no funciona, o no funciona como esperábamos, y a enredarnos en una complejidad sin salida.

De paso digamos que los seres humanos podemos entender sistemas con relativamente pocos componentes, alrededor de siete, cuando hay más que eso se nos vuelve especialmente complicado. En algún lado leí que Satanás tiene asignados 8 demonios para cada uno, no puedo decir que eso sea verdad, pero tiene su lógica: generar la suficiente cantidad de voces como para que entremos en confusión y no podamos combatir efectivamente contra ninguna.

Ahora tenemos un cuadro general, pongamos esto a “trabajar” y avanzar hacia los problemas, para la gloria de Dios.


Danilo Sorti





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