lunes, 16 de octubre de 2017

295. El ministerio de las mujeres: ¿se aplica el pasaje de Gálatas 3:28?

Gálatas 3:24-28 RVC
24 De manera que la ley ha sido nuestro tutor, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe.
25 Pero al venir la fe, no estamos ya al cuidado de un tutor,
26 pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.
27 Porque todos ustedes, los que han sido bautizados en Cristo, están revestidos de Cristo.
28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, sino que todos ustedes son uno en Cristo Jesús.

Uno de los pasajes que se utiliza para permitir el ministerio público de las mujeres es Gálatas 3:28. El contraargumento que se utiliza es que no está hablando ahí del sacerdocio o ministerio. Veamos eso con más detalle.

El pasaje está hablando de la salvación, de ser hechos hijos de Dios lo cual necesariamente significa ser incorporados al, ahora nuevo, Pueblo de Dios. No hay tal cosa en la Biblia como ser verdaderamente salvo y estar “afuera” de la Iglesia, el Pueblo de Dios.

Habiendo sido salvos, estando incorporados en el Pueblo de Dios, somos hechos nuevas criaturas, por lo que las barreras de separación sociales son rotas porque todos estamos en una posición de igualdad ante el Padre. Notemos que las barreras que menciona Pablo aquí abarcan varias condiciones humanas y no solamente en relación con la salvación:

·         Judío o griego: las diferencias eran profundamente culturales, pero también espirituales; se suponía que los unos eran salvos, el Pueblo de Dios, y los otros no.
·         Esclavo o libre: las diferencias eran profundamente legales, uno tenía todos los derechos, el otro, legalmente, ninguno; también eran profundamente culturales, económicas, intelectuales, etc., aunque no en relación con la salvación.
·         Varón o mujer: la diferencia es de géneros, biológica, a la vez que profundamente social, cultural, económica; aunque tampoco en relación con la salvación.

De esta breve enumeración podemos concluir que Pablo está claramente hablando de las barreras que impedían a los distintos grupos sociales acceder a la salvación y, más que nada pertenecer al mismo Cuerpo de Cristo.

Ahora bien, ¿está hablando del ministerio público aquí? No, claro que no… ¿o sí?

El hecho de ser salvos implica automáticamente que pertenecemos a la Iglesia; quizás no necesariamente a una congregación, pero sí a la Iglesia, y eso es más que suficiente. ¿Qué implica ser salvo?

Mateo 23:8 RVC
8 Pero ustedes no busquen que los llamen “Rabí”, porque sólo uno es el Maestro de ustedes, y ése es el Cristo; y todos ustedes son hermanos.

Este es uno de los “pasajes prohibidos” para los predicadores; Jesús nunca se preocupó por establecer una jerarquía, ni mucho menos un orden de autoridad férreo, aunque sí dejó una estructura de responsabilidad (más que de “autoridad”); pero hizo mucho énfasis en el concepto de “hermanos”. Cuando uno ve el énfasis que se hace en el discurso de iglesia hoy en día está puesto en el concepto de “autoridad y obediencia”.  Entonces, hombres y mujeres son en principio hermanos en Cristo, reforzando la idea de Pablo, en un nivel de igualdad, de equivalencia.

1 Pedro 2:9 RVC
9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Estos hermanos, estos miembros del mismo Cuerpo, son “real sacerdocio”.

Apocalipsis 5:9-10 RVC
9 y entonaban un cántico nuevo, que decía: «Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste inmolado. Con tu sangre redimiste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación,
10 y para nuestro Dios los hiciste reyes y sacerdotes, y reinarán sobre la tierra.»

“Reyes y sacerdotes” son, entonces todos los santos.

Vamos de nuevo a Gálatas 3:28; ¿no está hablando allí del ministerio público? No, está hablando de algo muy superior que engloba al ministerio público. Toda función de ministerio está englobada dentro de la situación de ser hecho “hijo de Dios”, si no hay diferencias en lo que es más importante y trascendente, ¿habrá diferencias en lo que es menor? El pasaje de Gálatas SÍ se aplica al ministerio de las mujeres… y a muchas cosas más.

¿Por qué no se hizo claramente efectivo durante el ministerio de Jesús y de la Iglesia neotestamentaria? Por la misma razón que TAMPOCO se hizo claramente efectiva la disolución de las barreras entre judíos y griegos y entre esclavos y libres durante ese tiempo: implicaban un proceso cultural, social, muy arraigado. De hecho, la manifestación plena de Gálatas 3:28 en la Tierra no ocurrirá hasta que Cristo venga a reinar, pero mientras tanto se supone que el Pueblo de Dios debe vivir en base a los principios del Reino y no del mundo.

Dios hizo “lo más”, anuló las barreras de separación entre pueblos, sexos y condición social, ¿seguiremos manteniéndolas voluntariamente dentro de la Iglesia?


Danilo Sorti




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