Mateo 12:24 RVC
24 Los fariseos, al oírlo, decían: «Éste
expulsa los demonios por el poder de Beelzebú, príncipe de los demonios.»
Una de las palabras más “difíciles de
digerir” que decía Jesús era lo referido a los fariseos, porque ellos eran
apreciados en la sociedad, tanto que Jesús pudo decir de ellos:
Mateo 23:1-3 RVC
1 Después de esto, Jesús dijo a la gente y a
sus discípulos:
2 «Los escribas y los fariseos se apoyan en
la cátedra de Moisés.
3 Así que ustedes deben obedecer y hacer todo
lo que ellos les digan, pero no sigan su ejemplo, porque dicen una cosa y hacen
otra.
Claro que esto es una ironía, pero eso no quita
el Señor esté reconociendo el hecho de que fariseos y escribas estudiaban y
conocían (al menos intelectualmente) la ley de Moisés. No debemos olvidar que
el apóstol Pablo, aquel de quién más se habla en el Nuevo Testamento después de
Jesús, era fariseo. Además, habían cumplido un rol importante en mantener la
espiritualidad de la nación cuando el sacerdocio se corrompía de mano del poder
político. Si no tuvieran “buenos antecedentes” y por lo menos una apariencia
creíble de piedad, no tendría sentido que el Señor hablara tan vehementemente
sobre su hipocresía.
El hecho es que algo que dijeran los fariseos
era tenido en cuenta, con muchas probabilidades de ser verdad, si es que no
aceptado como tal. El conocimiento de las Escrituras y de las tradiciones les
daba un buen trasfondo para razonar con fundamentos. Sin embargo, en este
versículo, aquellos que estaban “muy bien” entrenados para analizar en base a
los principios bíblicos profieren una conclusión que, si bien les servía para
“salir del paso” y confrontar a Jesús, contenía un error doblemente terrible.
Terrible primero porque era un absurdo en sí
misma:
Mateo 12:25-30 RVC
25 Pero Jesús, que sabía lo que ellos
pensaban, les dijo: «Todo reino dividido internamente acaba en la ruina. No hay
casa o ciudad que permanezca, si internamente está dividida.
26 Así que, si Satanás expulsa a Satanás, se
estará dividiendo a sí mismo; y así, ¿cómo podrá permanecer su reino?
27 Si yo expulso a los demonios por el poder
de Beelzebú, ¿por el poder de quién los expulsan los hijos de ustedes? Por lo
tanto, ellos serán los jueces de ustedes.
28 Pero si yo expulso a los demonios por el
poder del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a
ustedes.
29 Porque ¿cómo va a entrar alguien en la
casa de un hombre fuerte, y cómo va a saquear sus bienes, si antes no lo ata?
Sólo así podrá saquear su casa.
30 El que no está conmigo, está contra mí; y
el que no recoge conmigo, desparrama.
Terrible segundo porque estaba ofendiendo al Bendito Espíritu, el
Único que nos puede llevar al arrepentimiento; rechazándolo a Él, ¿qué más nos
queda? Solo la expectativa segura del infierno.
Mateo 12:31-30 RVC
31 Por tanto, les digo: A ustedes se les
perdonará todo pecado y blasfemia, excepto la blasfemia contra el Espíritu.
32 Cualquiera que hable mal del Hijo del
Hombre, será perdonado; pero el que hable contra el Espíritu Santo no será
perdonado, ni en este tiempo ni en el venidero.
33 Si el árbol es bueno, también su fruto es
bueno; pero si el árbol es malo, también su fruto es malo. Al árbol se le
conoce por sus frutos.
34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo pueden decir
cosas buenas, si son malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
35 El hombre bueno saca cosas buenas del buen
tesoro de su corazón; el hombre malo saca cosas malas de su mal tesoro.
36 Pero yo les digo que, en el día del
juicio, cada uno de ustedes dará cuenta de cada palabra ociosa que haya
pronunciado.
37 Porque por tus palabras serás
reivindicado, y por tus palabras serás condenado.»
Aunque ellos no estuvieran del todo seguros
de que el Espíritu Santo guiara a Jesús, el primer razonamiento debía haber
bastado como para que tuvieran un poco de prudencia. Años después, otro
fariseo, que tampoco estaba convencido de que ese nuevo movimiento realmente
fuera de Dios, razonó en base a la prudencia:
Hechos 5:34-39 RVC
34 Entonces Gamaliel, un fariseo que era
doctor de la ley y a quien todo el pueblo respetaba, se levantó ante el
concilio y ordenó que sacaran por un momento a los apóstoles;
35 luego dijo: «Varones israelitas, piensen
bien en lo que van a hacer con estos hombres.
36 Hace ya algún tiempo, se levantó Teudas,
quien se jactaba de ser alguien, y logró que se le uniera un grupo como de
cuatrocientos hombres; pero lo mataron, y todos los que lo seguían fueron
dispersados y exterminados.
37 Después, cuando se hizo el censo, se
levantó Judas el galileo y logró que muchos del pueblo lo siguieran. Pero
también lo mataron, y todos los que lo seguían fueron dispersados.
38 Por eso les digo ahora: Olvídense de estos
hombres. Déjenlos. Porque si esto que hacen es de carácter humano, se
desvanecerá;
39 pero si es de Dios, no lo podrán destruir.
¡No vaya a ser que ustedes se encuentren luchando contra Dios!» Todos
estuvieron de acuerdo con él,
No sabemos si Gamaliel creyó, pero al menos
usó un juicio prudente.
Ahora bien, los razonamientos apresurados y
erróneos, muchas veces en medio de contextos “verdaderos”, no son patrimonio
exclusivo de nuestro tiempo ni mucho menos, pero creo que hoy los vemos surgir
en todo su “esplendor”, aunque generalmente no en contextos aceptablemente
“verdaderos”.
Las campañas políticas, que tanto espacio
social ocupan y seguirán ocupando a medida que más inestable se vuelva el
mundo, con su creciente habilidad para captar y mantener el interés de la
gente, no solo logran conseguir algunos votos para sí, sino que también
inyectan un terrible veneno. Muchos cristianos se están “chupando” esa ponzoña
sin darse cuenta al participar en esas discursos y “relatos”, como se ha puesto
de moda decir en mi país. Una de las formas de pseudorazonamiento que infectan
de principio a fin muchos de esos discursos es algo parecido a lo que leímos
más arriba: una relación simplista causa – efecto pero sin analizar las
consecuencias más profundas del razonamiento expuesto.
El razonamiento parecía fuerte a primera
vista: Beelzebú es “poderoso”, por lo tanto puede darle poder a ese tal
charlatán para haga señales. En el fondo, hay verdad aquí, porque Satanás y sus
demonios tienen una cuota de poder y pueden realizar ciertas señales, incluso
aparentes liberaciones demoníacas; pero NO en el contexto en que su reino sea
realmente desafiado.
Hoy día, y siempre, hay y hubo este tipo de
razonamientos “rápidos” y simplistas, que pueden venir de la mano de gente “muy
preparada”, sermones muy “bíblicos” o “poderosos”, libros muy profundos y
razonados, en fin, lo que sea. A veces con mala intención, a veces sólo por el
pecado que habita en nosotros.
El verdadero razonamiento INEVITABLEMENTE nos
lleva a Dios y a Su verdad en las Escrituras, el problema es que estamos
plagados de falsos razonamientos, que parecen verdaderos. Muchos siguen en la
lucha “razón vs. fe", sin saber que ese planteo es en sí mismo un
razonamiento falso: la verdadera razón inevitablemente nos lleva a la fe, el
asunto es que prácticamente todo lo que conocemos como “razón”, y mucho del
razonamiento teológico evangélico, en realidad está impregnado de la diosa
razón, Atenea, que inspira profusos y complejos pseudorazonamientos, que contrastan
con el razonamiento puro y poderoso de la sabiduría divina.
Podemos conocer bastante de la verdad pero
mantener estructuras de razonamiento erróneas, estoy viendo en este tiempo como
esos cristianos pueden caer presa fácilmente de fanatismos e ideologías
políticas, además de gruesos errores doctrinales, que los están arrastrando
fuera del Evangelio. Eso es parte del engaño de los últimos tiempos y debemos
estar alertas, necesitamos no solamente conocer la verdad, sino también que el
Espíritu purifique nuestra forma de entender.
Danilo Sorti
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