Éxodo 12:12-14 RVC
12 Esa noche yo, el Señor, pasaré por la
tierra de Egipto y heriré de muerte a todo primogénito egipcio, tanto de sus
hombres como de sus animales, y también dictaré sentencia contra todos los
dioses de Egipto.
13 Y cuando hiera yo la tierra de Egipto, la
sangre en las casas donde ustedes se encuentren les servirá de señal, pues yo
veré la sangre y seguiré adelante, y no habrá entre ustedes ninguna plaga de
mortandad.
14 »Este día deberán recordarlo y celebrarlo
generación tras generación, como fiesta solemne en honor del Señor. Es un
estatuto perpetuo que deben celebrar.
Este es uno de los pasajes centrales de toda
la Biblia: el punto culminante de la manifestación de Dios en la historia, que
sería siempre el principal punto de referencia para el pueblo de Israel, el
punto de partida de la conmemoración de la Pascua y la profecía del sacrificio
de Cristo. ¡Pero cuidado! No era todo tan “sencillo” en la vida de este pueblo
que estaba siendo liberado…
Este texto da tres indicaciones principales:
·
El juicio a un sistema de gobierno imperial y a sus dioses
·
La protección por medio de la sangre
·
La necesidad de recordar y celebrar este suceso
En medio de la plaga del Covid-19, el
Espíritu insistentemente ha hablado sobre este pasaje, y sobre la imagen de
“pintar” la puerta de casa con el símbolo de la sangre del Cordero, el vino.
Pero todos los sucesos que culminan en Éxodo 12 constituyen un juicio, en el
amplio sentido de la palabra. ¿Y qué es juicio? Bueno, veamos lo que está
haciendo Dios ahora y entenderemos de primera mano qué significa “juicio”
cuando Dios interviene en un sistema opresivo que maltrata a Su pueblo.
Voy a hacer un resumen de lo mucho que se ha
comentado hasta ahora:
·
El sistema ideológico hace años que se ha vuelto en contra de la
naturaleza; cada uno “puede ser según como se autoperciba”, con desdén se tilda
de “biologicista” a cualquiera que se refiera a la primacía de la realidad
natural sobre la psicológica; y se piensa que una convención cultural o legal
es suficiente para cambiar de sexo (siendo que un tercio de todo el genoma
humano funciona distinto según seamos hombres o mujeres). Pues bien, la
partícula biológica más chiquita, que de tan pequeña no es ni siquiera una
célula y no está “viva” propiamente dicho, se encargó de demostrar que el mundo
biológico sigue dominando al psicológico. ¡Nadie salió a decir que con
autopercibirse sano estaba solucionado el problema!
·
El dinero es el dios indiscutible de este tiempo… y ha sido duramente
golpeado.
·
Pero el trabajo y las muchas ocupaciones no ocupan un lugar demasiado
menor, tanto para inconversos como para creyentes: en este mundo la “identidad”
o “valor” de una persona está ligado a cuánto sea capaz de hacer. Ahora casi
nadie puede hacer algo “visible”, tiene que estar quieto en sus casas,
tranquilos. Tanta gente aturdida por el ruido y el trabajo, ¿qué hará ahora que
tiene que estar tranquila escuchando la voz de Dios?
·
Fútbol y diversión, cancelados. Los dioses burdos de muchos, inutilizados.
·
La lucha política, en pausa. Aún más, enemigos irreconciliables que se
estaban preparando para una batalla campal, sentados ahora en la misma mesa
coordinando acciones. Mientras tanto, el manto jezabélico que había dominado al
presidente hasta, parece que está siendo retirado a la fuerza, ¿división en una
alianza impía para llegar al poder? Lo veremos en breve…
·
Al menos en nuestro país (y en el resto de Hispanoamérica también) este año
prometía un avance de la ideología de género, del neomarxismo y la difusión del
aborto, con “toda la furia”. Las escuelas prometían transformarse en duros
campos de batalla este año para los docentes cristianos, padres y alumnos
creyentes. Pues bien, sencillamente, Dios se encargó de cerrar las aulas y
sacarlos de las escuelas, al menos por un tiempo.
·
La familia viene siendo blanco de ataques desde hace años, ¿y ahora? El
mismo estado que pretende disolverla, enfatiza en la necesidad de estar “en
familia”.
·
Los padres muy cómodamente habían dejado la educación en manos de la
escuela, ahora tienen que retomarla gracias a las aulas virtuales (y no es tan
sencillo como parece…).
·
Las calles se habían vuelto “zonas liberadas” para feminazis y todo grupo
de izquierda que quisiera hacer sus manifestaciones y brujerías públicas, pero
ahora todo eso está prohibido.
·
La iglesia y el cristianismo estaban siendo duramente atacados pero ahora muchos
están volviendo sus ojos a Dios, y los más, recurriendo a esos recuerdos
pasados de una fe que luego habían rechazado.
·
Los medios de comunicación totalmente cooptados con sus propagandas
políticas e ideológicas se vieron obligados a cortar con todo eso.
·
El orgullo de muchas naciones está siendo humillado, especialmente de las
naciones occidentales.
·
Ahora “el mal potencial” está en las mismas personas, dentro de ellas, y la
cuarentena quiere decir que el mismo hombre es potencialmente dañino para su
prójimo. ¿Acaso no es lo que pasa con el pecado, y su tremendo poder de contagio?
Simplemente Dios hizo visible una realidad invisible, y el orgullo del
“superhombre” cayó por tierra.
·
Todo el “show cristiano” fue cancelado. Aquellas iglesias que basaban su
existencia en “espectáculos religiosos” bien organizados en sus cultos, con
presupuestos muy altos para mantener estructuras humanas están sufriendo las
consecuencias. La espiritualidad vuelve a ser algo íntimo y personal, familiar.
Las iglesias que han fortalecido su trabajo en redes, células y
fundamentalmente, la relación personal de los creyentes con Dios saldrán
fortalecidas.
¿Todo esto significa un “cambio de sistema”?
No, cuando leemos toda la historia del éxodo de Israel notamos que Faraón y
todos sus funcionarios (y muchos egipcios, sin duda) fueron endurecidos. Las
sucesivas plagas no sirvieron para ablandar sus consciencias y generar
arrepentimiento, sino todo lo contrario. Ellos eran “hijos de las tinieblas” y
sólo salió a luz lo que siempre hubo en sus corazones.
Pero no solamente Israel empezó a conocer al
Dios de sus padres y fue liberada de la esclavitud, también hubo mucha gente,
egipcios inclusive, que reconocieron a ese “Dios de Israel” y decidieron ir en
pos de Él.
Éxodo 12:37-38 RVC
37 Los israelitas partieron de Ramesés a
Sucot. Eran unos seiscientos mil hombres de a pie, sin contar a los niños.
38 Con ellos se fue toda clase de gente, y
ovejas, y muchísimo ganado.
Sí, muchos temieron y
creyeron. Qué pasaría después con ellos es otra historia, inevitablemente
fueron “zarandeados”, exactamente igual que Israel, pero sin dudas que
finalmente unos cuantos quedaron integrados al pueblo elegido.
Los juicios de Dios que
están comenzando en una dimensión ya no local o regional, sino mundial, irán
progresivamente separando a la sociedad, tal como se ha venido profetizando
desde hace mucho tiempo.
Apocalipsis 22:11 RVC
11 Deja que quien sea
injusto, siga siendo injusto; que quien sea impuro, siga siendo impuro; que
quien sea justo, siga practicando la justicia; y que quien sea santo, siga
santificándose.»
Los santos serán cada vez más santos, porque
el Señor los limpiará. Los que están “apenas adentro” estarán cada vez más
cerca. Los que “parecen y no son” sencillamente terminarán de darse a conocer.
Muchos de los que “están afuera” entrarán. Pero otros se endurecerán. Eso es
“juicio”: es separación, es sacar a luz, es mostrar la inutilidad e impotencia
de los “dioses modernos” y de los argumentos que ellos sostienen.
Por supuesto que el Adversario está
utilizando todo esto para acelerar sus planes de dominio mundial. Sobre eso se
ha hablado mucho ya, no creo necesario repetirlo. Caos global exige gobiernos
autoritarios y más control, crisis económica y pérdidas millonarias obliga a
los países a postrarse ante sus acreedores, hay poderes que ganan mucho con
estas crisis, aún a costa de las vidas de unos cuantos de los suyos.
Con todo, no tiene que ser así en todas las
naciones, y creo que no lo será en Sudamérica, aunque parezca que estamos muy
mal ahora. Sé que Dios tiene todo bajo control, que cumplirá Sus promesas para
estos últimos tiempos y que tiene su “as bajo la manga”, por así decirlo.
Muchos pierden durante las crisis, los poderosos ganan… pero los que escuchan a
Su Dios están unidos al más Poderoso de todos los poderosos, ¿no habrá nuevas
oportunidades para los fieles, saliendo de la crisis o aún en medio de ella?
Israel, de un día para otro, se vio repleto de oro y riquezas, que, en
realidad, no era ni más ni menos que lo que les correspondía por el trabajo de
tantos años para Faraón. Dios no solamente los liberó, también les hizo
justicia económica, y todo eso en medio de los juicios y en medio de una nación
y una economía devastada. No soy un “profeta de la prosperidad” y analizo con
cuidado esos mensajes, pero sugiero que estemos atentos a las indicaciones del
Cielo en estos tiempos.
Hay un tiempo para “estar en casa”, cuando
Dios sale a ejecutar sus juicios. Tengo en claro que esta peste no se va a ir
hasta que no cumpla todo aquello para lo cual el Señor la ha permitido.
Isaías 26:20-21 RVC
20 ¡Vamos, pueblo mío, entra en tu aposento y
cierra tras de ti la puerta! ¡Escóndete por un breve instante, hasta que haya
pasado la indignación!
21 Porque el Señor sale ya de su santuario,
para castigar a los que habitan la tierra por su maldad contra él. La tierra
mostrará la sangre que ha sido derramada sobre ella, y no volverá a ocultar a
los que en ella han sido asesinados.
Cuando hayamos salido, estaremos más cerca de
nuestra liberación. Todavía falta y las plagas no terminarán, pero al igual que
Israel, luego de que terminó la primera, la segunda, la tercera, y así
sucesivamente, cada vez más cerca estuvieron de su liberación definitiva.
Tengo la expectativa de ver todo lo que Dios
hará a través de esto, estemos atentos a dónde el Señor nos está llevando. Por
eso también estamos “adentro”, es tiempo de orar y buscar Sus propósitos para
los próximos meses.
Danilo Sorti
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