Deuteronomio 5:9-10 RVC
9 No te inclinarás ante ellas, ni las
honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte y celoso. Yo visito en los
hijos la maldad de los padres que me aborrecen, hasta la tercera y cuarta
generación,
10 pero trato con misericordia infinita a los
que me aman y cumplen mis mandamientos.
Creo que entre mis primeros “contactos” más o
menos serios y no como simple curiosidad con la numerología bíblica, encontré
este pasaje como aplicación del número 15. Hay algunos números que son tan
conocidos (aunque no siempre bien entendidos) que resultan casi “intuitivos”,
pero el quince no es uno de ellos, y ¿qué tiene que ver el pasaje de más arriba
con él? Pues:
1 hijo
2 padres
4 abuelos
8 bisabuelos
Cuatro generaciones que suman un total de
quince personas. Una herencia de maldad, sea como sea, se cortaría en cuatro
generaciones, esto es, sin la intervención todavía de la Sangre del Hijo de
Dios, en cuyo caso no es necesario esperar todo el proceso. Es decir, aún sin
la revelación plena de la Gracia, con todo, el juicio no sería perpetuo.
Profundizando un poco más en el número 15
encontramos lo siguiente:
“Para escribir quince en hebreo, ellos habrían
usado dos letras: yod-hey , excepto que estas también deletreaban YAH, una
abreviatura del Santo Nombre. … Yod y hey significan la mano (superación) de la
inspiración del Espíritu Santo, que nos da una nueva dirección en la vida. … Quince
es el número de nueva dirección. El Salmo 15 habla de entrar en el reposo de
Dios cuando moramos en el monte santo de Dios. Esta es una nueva dirección del
camino normal del hombre carnal. Aun cuando ocho sigue el ciclo perfecto de
siete y es el número de nuevos comienzos, también 15 sigue a 14 (el segundo
ciclo de siete).
“Israel salió de Egipto en la mañana del día
15 del primer mes. Después de estar esclavizado en Egipto durante tanto tiempo,
esto marcó una nueva dirección para la nación.” (https://gods-kingdom-ministries.net/teachings/books/the-biblical-meaning-of-numbers/chapter-3-numbers-11-20/)
Analizando
la decimoquinta vez que se mencionan
determinados nombres en la Biblia encontramos un “cambio de dirección” en sus
vidas.
Hay algo más en relación con el número 15:
“El evangelista Ed Vallowe dice que 15 es el
número de "descanso". Él cita el hecho de que el decimoquinto día del
séptimo mes es el comienzo de la fiesta de los Tabernáculos, y que era un día
de descanso sabático. Sin embargo, un sábado también es una nueva dirección en
la medida en que las personas debían cesar su trabajo y hacer algo diferente.”
Así que 15 implica nueva dirección, un cambio
en la historia; Israel sale de Egipto en la mañana del día 15, y el capítulo 15
de Éxodo nos trae el canto de Moisés al haber sido ahogados los egipcios que
los perseguían. Propiamente, la “nueva dirección” se selló definitivamente
cuando Dios eliminó a sus tercos perseguidores y, unos versículos después,
endulza el agua de Mara con lo cual da “inicio” a una serie de milagros que
acompañarían a la nación durante los cuarenta años de peregrinaje.
Los cuatro Evangelios presentan cuatro
facetas de Cristo, y es interesante notar como cada uno, precisamente en el
capítulo 15, enfatiza el centro de su mensaje en relación con un “nuevo camino”
que estaba empezando:
·
Mateo nos muestra al Mesías que cumplía las promesas dadas a Israel, y en
su decimoquinto capítulo tenemos:
vv. 1-9: el Señor desautoriza la tradición
hipócrita y desprovista de amor
vv. 10-20: la verdadera “contaminación” no
tiene nada que ver con lo ritual, sino con lo espiritual, con el interior del
hombre
vv. 21-28: Jesús sana a una “pagana”,
haciendo un “juego” con los prejuicios de Sus discípulos, a quienes poco le
importaba el sufrimiento de esa mujer con tal de no contaminarse con un “perro”
(así llamaban los judíos a los gentiles… nosotros, dicho sea de paso…)
vv. 29-31: ¡para empeorar las cosas, en
tierra mezclada, cercana a los gentiles, sana a muchos!
vv. 32-39: y como si eso no fuera poco, hace
un milagro asombroso para darles de comer
El nuevo camino de Mateo, que se cristaliza
tan bien en este capítulo, rompía con todos los prejuicios y tradicionalismos
fríos, con la falta de misericordia y con un ritualismo que había tenido cierto
valor en su momento, pero que ya no. No se trataba simplemente de “creer” en el
Mesías, había que “cambiar de senda”. Es el primer Evangelio, número de
principios, y el principio de este nuevo tiempo que traía el Mesías implicaba
un cambio radical en la espiritualidad judía de ese tiempo.
·
Marcos es el Evangelio más breve, con un enfoque directo en el Siervo
sufriente, que viene a cumplir Su misión, y el capítulo 15, el penúltimo,
precisamente desarrolla el proceso de la sentencia romana, crucifixión, muerte
y sepultura. El nuevo camino, que en Mateo se presenta como una ruptura de un
tradicionalismo y ritualismo desprovisto de amor, ahora se muestra como una
“vía dolorosa”, nunca mejor dicho, es un camino de sacrifico que
inevitablemente termina con la muerte del “yo”. Es el segundo Evangelio, número
de testimonio.
·
Lucas, el Evangelio “para los gentiles”, escrito por el médico griego, nos
presenta un capítulo 15 muy diferente y especialmente maravilloso para
nosotros, los gentiles: tenemos la parábola de la oveja perdida, de la moneda
perdida y del hijo pródigo. Tres pérdidas que son recuperadas, la Trinidad en
pleno actuando para traer a los perdidos, los que estaban lejos, ¡precisamente
nosotros, los gentiles! Cada una de ella llevándonos a una dimensión más de la
incesante búsqueda del Trino Dios, es decir, no es sólo la búsqueda del Hijo,
¡los Tres están consagrados a ella! Ese es, en un sentido dramático, el nuevo
camino que Dios mismo emprendió cuando Su creación se perdió (es el tercer
Evangelio, el número de la Trinidad), y en otro sentido, el camino al que somos
llamados los seguidores de Cristo.
·
Y Juan, el Evangelio que nos muestra la realidad espiritual develada de
Cristo, anuncia en su capítulo 15 tanto la fuente verdadera de la vida, Cristo,
el Árbol de la Vida recuperado, la única fuente de vida espiritual posible,
como la irreconciliable enemistad con el sistema mundo bajo el Maligno. Aquí
está el nuevo camino al que somos llamados: no somos de abajo, al contrario,
somos odiados por el mundo “terrenal”, que hasta ahora está dominado por el
Adversario.
Y no es casualidad que 4 (el cuarto
Evangelio) sea número de la Creación, porque lo que indica es que precisamente
en la creación, en este mundo material, la “tierra” de la cual se alimenta la
vid de la metáfora, se introduce la vida que viene de arriba, el Árbol de la
Vida que es Cristo, en un Huerto al que ahora tenemos pleno acceso.
Pero todavía tenemos tres libros más en donde
hay un capítulo 15.
·
Hechos es el libro de la historia de la Iglesia primitiva, y ¡oh
casualidad!, el capítulo 15 muestra el punto de inflexión crucial: las
congregaciones se habían extendido hacia el mundo gentil, pero una fuerte
corriente jerosolimitana procuraba judaizarlas, allí se decidió lo contrario, y
con ello, las jóvenes asambleas fueron despojadas de un pesado yugo,
innecesario ya.
Pero hay algo más, luego de ese episodio,
Pablo se separa de Bernabé por una cuestión menor, si se quiere, pero eso lo
dejó “libre” para emprender su camino por Europa, el continente donde el
cristianismo se afianzaría, prosperaría (a pesar de las sucesivas invasiones
bárbaras e islámicas, y las contradicciones internas) y del cual saldría en
tiempos más recientes hacia todo el mundo. Entre paréntesis, es muy probable
que Pablo terminara su recorrido en Hispania, de donde, siglos después, el
Evangelio saldría hacia el Nuevo Mundo.
·
Romanos ha sido llamado el “Evangelio de Pablo”, allí expone lo principal
de su mensaje hacia una iglesia que todavía no lo conocía en persona. El
capítulo 15 es el último propiamente doctrinal (el 16, número del amor, habla
de las muchas relaciones y conocidos que tenía allí) y oficia como conclusión:
vv.1-7: el resumen de la vida en comunidad,
ayudarnos y soportarnos los unos a los otros, los “fuertes” (en este caso los
cristianos de origen judío) a los “débiles” (los de origen gentil, que todavía
arrastraban muchas costumbres paganas).
vv. 8-13: Cristo es la esperanza tanto de
judíos como de gentiles, ya no hay división y no hay dos caminos, solo uno.
vv. 14-21: el ministerio de Pablo hacia los
gentiles, proféticamente, lo que sería casi todo el ministerio cristiano a
partir de las décadas siguientes, y el enfoque hacia las misiones de fronteras,
el máximo objetivo cristiano.
vv. 22-33: los planes estratégicos de Pablo,
el ministerio apostólico, la columna vertebral de la iglesia, perdido durante
mucho tiempo pero recuperado en estos.
De alguna manera, aquí tenemos los
lineamientos de la “nueva” doctrina y estrategia del cristianismo, un camino
nuevo para el Pueblo de Dios.
·
I Corintios es el “último” libro del Nuevo Testamento que tiene 15 o más
capítulos, excepto Apocalipsis. Y de nuevo, ¡oh casualidad!, que este “último”
decimoquinto capítulo desarrolla ampliamente la victoria definitiva de Cristo,
la resurrección, el nuevo cuerpo que tendremos y, en función de eso, la necedad
de vivir en el tiempo presente solo para tratar de tener una “buena vida”. Hay
un nuevo camino futuro que nos constriñe a tomar un nuevo camino en esta
tierra.
Son siete libros, siete dones redentores,
siete enfoques del nuevo camino:
·
1°, Mateo, profeta: el Mesías profetizado anuncia un nuevo camino
“verdadero”, desprovisto de toda religiosidad muerta y ritualista.
·
2°, Marcos, siervo: el Mesías sufriente muestra que el verdadero camino es
de servicio, de sacrificio y finalmente, de muerte al yo.
·
3°, Lucas, maestro: el Mesías que nos enseña un nuevo camino a los que
estábamos lejos, para que sean traídos los perdidos.
·
4°, Juan, exhortador: el Mesías que anuncia el nuevo camino, el nuevo árbol
de la vida, el nuevo tiempo del vino nuevo.
·
5°, Hechos, dador: el Salvador ahora se multiplica, se da a sí mismo y a
sus dones, por cientos, miles y millones, el Mensaje de salvación se da a todo
el mundo.
·
6°, Romanos, gobierno: la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, es ahora
establecida en su orden y gobierno por el “perito arquitecto” que fue Pablo.
·
7°, I Corintios, misericordia: la vida futura, cuando toda muerte haya sido
vencida, que nos lleva a vivir un presente muy distinto.
Bueno, pero nos queda un libro más que tiene
al menos 15 capítulos, y es el “octavo” de ellos, precisamente 8, número de
nuevos comienzos:
·
Apocalipsis 15 comienza de manera sugestiva: “En el cielo vi otra señal,
grande y asombrosa: Eran siete ángeles, que tenían las siete últimas plagas,
con las cuales la ira de Dios quedaba satisfecha.” Todo el capítulo introduce
el “principio del fin”, el fin de los 6000 años de extrema rebeldía humana
(aunque habrá que esperar un milenio más para que sea definitivamente
erradicada), el fin del gobierno de Satanás sobre la Tierra (el episodio final
será una breve aunque extensa rebelión). Propiamente, es el “fin” de un camino
corrupto, y por eso, el principio de uno nuevo, pero esta vez, para toda la
Creación.
Bueno, hasta aquí un análisis de algunos
“quinces”, pero hay más….
Danilo Sorti
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