domingo, 3 de abril de 2022

814. ¿Qué diremos de los líderes que no quieren hablar de la vacuna, el pase nazi y el avance totalitario?

 

Génesis 18:9-12 RVC

9 Ellos le dijeron: «¿Dónde está Sara, tu mujer?» Y él respondió: «Aquí, en la tienda.»

10 Uno de ellos dijo: «Ten por seguro que volveré a ti, y conforme al tiempo de gestación Sara tu mujer tendrá un hijo.» Sara, que estaba a la entrada de la tienda detrás de él, escuchaba todo.

11 Abrahán y Sara eran ya viejos y de edad avanzada, y Sara ya no tenía lo que es costumbre en las mujeres.

12 Por eso Sara se rió consigo misma, y dijo: «¿Después de haber envejecido voy a tener placer, si también mi señor ya está viejo?»

 

Bueno, ¿y qué tiene que ver el texto de Génesis con el título del artículo? Mucho…

 

Abraham había sido bendecido en todo, por su obediencia y generosidad, recibió más que abundantemente y no le faltaba nada… excepto un hijo de su amada esposa. La poligamia era común y él podía tener hijos con otras mujeres, y los tuvo, pero amaba a Sara y no podía tener un hijo con ella, así que Dios se preocupó en mantener viva su fe hasta que pudiera llegar el momento adecuado. No voy a hablar sobre eso aquí, pero el hijo tenía que venir en un momento y no antes, pero el hecho central aquí es que Dios ATENDIÓ LA NECESIDAD más profunda de Abraham.

 

Lucas 7:20-23 RVC

20 Aquellos fueron a ver a Jesús, y le dijeron: «Juan el Bautista nos ha enviado para que te preguntemos si eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro.»

21 En ese mismo momento, Jesús sanó a muchos que tenían enfermedades, plagas y espíritus malignos, y a muchos ciegos les dio la vista.

22 Entonces Jesús les respondió: «Vuelvan y cuéntenle a Juan lo que han visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncian las buenas noticias.

23 ¡Bienaventurado el que no tropieza por causa de mí!»

 

Los endemoniados eran liberados, los ciegos recibían la vista, los cojos veían sus piernas enderezadas, los leprosos quedaban limpios, los sordos oían, los muertos resucitaban y a los oprimidos y expulsados por el sistema se les anunciaba un tiempo próximo de bendición y restauración. Es decir… el texto NO DICE que los endemoniados veían, o los ciegos podían caminar, o los cojos oían, o los leprosos resucitaban, o los sordos recibían la predicación del mensaje, o los muertos eran liberados, o los pobres quedaban limpios… Exactamente, Jesús atendía la necesidad específica de cada uno en ese momento.

 

Creo que la idea es obvia: podríamos hacer un listado realmente enorme de textos bíblicos en los que vemos a Dios Padre, Hijo y Espíritu atender a los problemas específicos de las personas que se acercaban a Él.

 

Para un pueblo oprimido fue el Libertador. Para el mismo pueblo, pecador y rebelde, fue el Juez que limpió sus pecados en el desierto pero que no dejó de cumplir Su promesa con sus hijos. Para los discípulos temerosos por la partida de Su Maestro fue el Consolador, el Abogado que los defendería de un sistema judicial romano “bestial” que se imponía sobre todos los hombres. Para Juan, exiliado y preocupado por los destinos de la iglesia, fue el Revelador de lo que habría de venir. Para las multitudes hambrientas fue el proveedor. Para Nehemías fue la Fortaleza que le permitió cumplir su misión en tiempo récord y en medio de grandes oposiciones… y un muy muy largo etcétera.

 

Sin dudas, A PARTIR DE cada circunstancia Dios se reveló a las personas. Empezando por sus necesidades, se dio a conocer progresivamente para establecer Su Reino en ellos y a través de ellos, ¡pero el carro nunca estuvo por delante del caballo!

 

Tanto en el texto bíblico como a lo largo de la historia, el Mensaje del Evangelio fue significativo cuando estuvo contextualizado a la realidad de las personas de ese tiempo. Ese Evangelio fue el que produjo tremendos cambios sociales y grandes avivamientos. Se ha comparado al Mensaje del Reino como un diamante de muchas caras: en cada momento hay una de esas facetas que puede iluminar una sociedad en un tiempo.

 

Si el liderazgo cristiano no está respondiendo a las necesidades urgentes de la sociedad, y por otro lado, sigue con un mensaje que ya no resulta significativo, por más que sea cierto e importante, ¿qué función cumple? Aún más, está desobedeciendo claramente un principio básico que Dios estableció a través de toda Su Palabra.

 

Una doctrina necesita por lo menos un triple fundamento para ser establecida como tal (en el Antiguo Testamento, en los Evangelios y en las Epístolas), pero si una verdad se encuentra todo a lo largo de la Biblia, se trata de una doctrina fundamental, de nivel superior a las demás, superior a cualquier cosa que se nos haya enseñado en los seminarios.

 

Entonces, si muchos líderes hoy están “demasiado cansados de escuchar siempre lo mismo y no quieren hablar de eso”, pues deberían dejar su puesto y pedir que el Señor levante a los que sí pueden hacer frente a la realidad presente…

 

En cada tiempo hay asuntos que pasan a un segundo plano, porque la perspectiva temporal nos lleva a otro nivel. Cada tiempo ha tenido sus preocupaciones legítimas, que también fueron exageradas y llevadas a extremos, es cierto, pero en el fondo contaban con una base de realidad. Al cambiar los tiempos, y drásticamente, cambiaron esas preocupaciones y se vuelve imperioso atenderlas.

 

Cuando no tenemos un adecuado conocimiento del contexto en que fue dicho cada mensaje en las páginas bíblicas nos queda la falsa impresión de que es “todo lo mismo”, y de allí viene la persistente idea de que la iglesia “tiene que ocuparse de predicar la Palabra y salvar almas, nada más”, fuera de toda otra preocupación social y política. Sin embargo, el mensaje que leemos en el Nuevo Testamento tenía profundas implicancias sociales y políticas.

 

Ahora bien, aquí tenemos un problema teológico serio porque la mayor parte del cristianismo se quedó “clavado” en el Nuevo Testamento y dejó al Antiguo como un simple aderezo del mensaje neotestamentario. Lo cierto es que, mientras el Nuevo se enfoca principal, aunque no únicamente, en la dinámica de la iglesia y de la comunidad de los creyentes, el Antiguo nos deja bien en claro la dinámica de una nación.

 

La teología cristiana resultó “convenientemente” corrompida por la masonería para que pensemos que lo político y lo social no nos corresponde y que nuestra función es solo salvar almas. Lo cierto es que somos, como dijera Hilario Wynarczyk, “Ciudadanos de dos mundos”, lo cual no tiene absolutamente nada de extraño ni de nuevo porque es el diseño original del Padre cuando nos creó: seres que pudieran moverse con total libertad tanto en el mundo espiritual como en el material, más específicamente, que pudieran traer los diseños del Cielo a la tierra. Nuestra esencia es ser “ciudadanos de dos mundos” y todo lo que corrompa eso, hacia uno u otro lado, es una terrible herejía, por más que se disfrace de piedad y teología.

 

Sin embargo, es cierto que Dios llama a personas a funciones específicas:

 

Lucas 5:10-11 RVC

10 También estaban sorprendidos Jacobo y Juan, los hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús le dijo a Simón: «No temas, que desde ahora serás pescador de hombres.»

11 Llevaron entonces las barcas a tierra, y lo dejaron todo para seguir a Jesús.

 

De los doce apóstoles, todos los que estaban directamente vinculados con el mundo laboral, empresarial y económico siguieron fieles al Señor, el único que lo traicionó fue el que más relacionado estaba con el mundo religioso de la época (¿por qué habrá sido…?). Así que tanto Pedro como el resto, no tenían problemas en desempeñarse en el entorno mal llamado “secular”, tampoco Pablo, quien de hecho lo hizo en diversas oportunidades. Sin embargo, Jesús los llamó a dejar eso por una misión específica. Aún más, incluso dentro del ámbito de la naciente comunidad que estaban liderando, también debían mantenerse en su función concreta sin distraerse en temas secundarios para ellos:

 

Hechos 6:2-3 RVC

2 Entonces los doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: «No está bien que desatendamos la proclamación de la palabra de Dios por atender a las mesas.

3 Así que, hermanos, busquen entre todos ustedes a siete varones de buen testimonio, que estén llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, para que se encarguen de este trabajo.

 

En función de eso alguien podría decir que, si un líder cristiano ha sido genuinamente llamado al ministerio tiempo completo, no debería ocuparse de estas cuestiones seculares, como la plandemia, el bicho y demás yerbas… Y eso suena razonable, siempre y cuando nos olvidemos de cuál es el verdadero propósito de tales líderes.

 

Hay personas muy específicas y generalmente desconocidas a las que el Señor llama a estar en comunión con Él y escucharlo solamente a Él. Son aquellos que pueden traer grandes revelaciones y diseños del Cielo. Pero el resto del liderazgo tiene una función de servicio HACIA LA GENTE, puede ser hacia la iglesia o comunidad que pastorean, hacia un segmento mayor del cristianismo y / o hacia la sociedad en general. En función de eso, si no pueden dar un mensaje que su gente necesite, si no pueden atender a los problemas que están pasando, si no pueden ayudarlos en sus luchas, ¿para qué están?

 

Quizás no deban ser los líderes cristianos los que encabecen directamente los reclamos políticos y sociales, aunque ese planteo es cuestionable, ya que en distintos momentos del pasado fueron ellos los que se pusieron al frente de manifestaciones y cambios estructurales de sus sociedades. No voy a hablar sobre eso ahora, aunque es un tema que nos exige una definición. Pero sin dudas en lo que no podemos disentir es en que deben ser ellos quienes expongan claramente todas las estratagemas del sistema y todo el engaño del que estamos siendo víctimas. Eso NO PUEDEN DEJAR DE HACERLO, y allí tenemos un punto no negociable. Quizás podamos discutir, como dije, si deben ser ellos los que estén a la cabeza de los reclamos sociales, pero ciertamente, no hay discusión posible en cuanto a su responsabilidad de traer luz sobre el engaño y alzar la voz para denunciarlo con claridad.

 

Juan 10:2-14 RVC

2 Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas.

3 A éste el portero le abre, y las ovejas oyen su voz; y él llama a las ovejas por su nombre, y las saca.

4 Y una vez que ha sacado a todas sus ovejas, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz.

5 Pero a un extraño no lo siguen, sino que huyen de él, porque no conocen la voz de gente extraña.»

14 Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí,

 

Aunque buena parte de la predicación cristiana ha tratado de meternos en la cabeza que debemos “obedecer” a nuestros pastores terrenales, o a la iglesia, o a una declaración doctrinal, lo cierto es que hay realmente Un solo Pastor que es nuestro Verdadero Pastor y al que debemos obedecer por encima de todo líder humano, especialmente de todos aquellos que NO han sido puestos por Él pero ocupan cargos visibles.

 

El Buen Pastor nos guiará hacia los pastores que Él ha puesto para este tiempo, porque ya están y están preparados. Algunos son visibles o conocidos, otros muchos no; algunos tienen años en el ministerio, otros no; algunos tienen títulos y capacitaciones eclesiásticas, la mayoría no; pero están y serán reconocidos por todos aquellos que sinceramente los busquen.

 

Pero hago una advertencia con la autoridad que el Señor me ha dado para traer Su Palabra: todos aquellos que no deseen realmente servir al Señor, que de verdad no estén dispuestos a pagar el precio (que realmente no es grande, porque Su yugo es ligero), que finalmente vayan a ser una carga para estos pastores, NO tendrán el camino abierto hacia ellos ni los podrán identificar, sino que terminarán cayendo en liderazgos extraviados, que finalmente los conducirán, como ovejas al matadero, hacia la Falsa Iglesia Apóstata que se levantará en el final de los tiempos.

 

 

Danilo Sorti

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