domingo, 3 de abril de 2022

817. La élite, el “Karma” y las “profecías” autocumplidas…

 

El Karma es una creencia central en la doctrina del hinduismo, el budismo, el jainismo,​ el ayyavazhi y el espiritismo; por lo tanto, algo muy extendido y establecido en el ámbito espiritual “no cristiano”, o incluso mezclado también con cierto trasfondo cristiano. En esencia, se trata de una “energía” generada a partir de los actos de una persona, buenos o malos, y que podemos entender como la “ley cósmica” de la retribución, o de causa – efecto.

 

Desde la óptica cristiana podemos entender muy fácilmente que aquí hay una forma “velada” de referirse a la Justicia Divina, al accionar del Dios Justo sobre todas las personas. Más allá de que, efectivamente, el asunto de la justicia y la retribución a nivel espiritual no sea algo tan simple y lineal,

 

Pero cuando entendemos cómo piensa la élite, podemos ver también cuáles son sus próximos pasos, y bajo este concepto de “Karma” que ellos manejan y en el cual creen (obviamente, no pueden creer en un Dios personal).

 

Salmos 10:4 DHH

4 Levanta insolente la nariz, y dice:

“No hay Dios. No hay quien me pida cuentas.”

Eso es todo lo que piensa.

 

Pero, por más que crea eso, bien sabe en lo profundo de su corazón que “algo hay”, por lo tanto “necesita” manejar ese “algo” para no sufrir las consecuencias de sus hechos.

 

Bajo tal pensamiento, la forma de “evitar el Karma” o al menos, estirarlo en el tiempo, consiste en anunciar lo que se va a hacer para que los que están prevenidos escuchen, y de esa forma ellos considerar que no son culpables, porque los únicos que van a sufrir daño son los “tontos e ignorantes” que no se dieron cuenta del mensaje.

 

Por eso es que, ¡oh casualidad!, nos encontramos con que luego de haber planificado un evento de lo que pasaría si hubiera una epidemia mundial, ¡aparece el bicho! Y así varias cosas más. Por eso también vemos tantas películas y famosísimos dibujos animados en donde “se profetizaba” lo que iba a pasar. Sencillamente, lo estaban diciendo para “escapar al Karma”.

 

También hay otra razón más práctica; alertar a los suyos, sus soldados rasos, que son muchos y conocen ese lenguaje, con lo que pueden entender fácilmente cómo se tienen que preparar.

 

Por encima de todo eso, es Dios mismo el que hace que Su Palabra se cumpla inexorablemente:

 

Proverbios 13:16 RVC

16 El que es astuto procede con sabiduría; el que es necio deja ver su necedad.

 

Eclesiastés 10:3 RVC

3 Tan pocos sesos tiene el necio que aun por el camino va proclamando su necedad.

 

No hay mayor necedad que el pecado y la maldad, y los malos proclaman su necedad y sus planes a los cuatro vientos, y cada vez más, en la medida que ya “presienten” que su triunfo está cerca y que no tienen que temer ser “descubiertos”.

 

Pero, como son muy inteligentes en ciertos aspectos, tienen razón en algo: los tontos no se dan cuenta.

 

Proverbios 22:3 DHH

3 El prudente ve el peligro y lo evita;

el imprudente sigue adelante y sufre el daño.

 

Y vivimos en una sociedad muy tonta, tan ensoberbecida en sus propios razonamientos, creyéndose tan inteligente por tener muchos juguetitos tecnológicos, que por más que le pongan en frente un cartel luminoso con sirenas “¡Peligro, precipicio a 100 metros!”, se dirige sin desvíos hacia allí.

 

No voy a abundar en detalles acerca de lo que hoy están “anunciando”, porque es evidente. Cuando planifican algo y hacen un “evento masivo” de preparación, ya sabemos lo que está en camino.

 

Dios, por ahora, los está usando para perfeccionar a los Suyos y separar las dos simientes. Por eso permite que puedan avanzar con “sus” planes aparentemente con bastante éxito. Esto va a durar un tiempo más, pero luego el Señor va a poner un importante freno en esos planes y Él mismo va a comenzar a soltar Sus juicios sobre los impíos. Por lo pronto, y por este tiempo que viene, vale la pena escuchar qué están diciendo, para saber lo que están tramando… que se cumplirá solo en la medida que Dios lo permita durante el tiempo en que Él lo permita.

 

 

Danilo Sorti

 

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