Apocalipsis 13:11-17 RVC
11 Después vi subir de la tierra otra bestia.
Tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como un dragón.
12 Cuando estaba en presencia de la primera
bestia, cuya herida mortal fue sanada, ejercía toda la autoridad de ésta, y
hacía que la tierra y sus habitantes la adoraran.
13 También hacía grandes prodigios, al grado de
que a la vista de todos hacía que cayera fuego del cielo a la tierra.
14 Por medio de las señales que se le permitía
hacer en presencia de la primera bestia, engañó a los habitantes de la tierra y
les mandó que hicieran una imagen de la bestia, que vivió a pesar de tener una
herida de espada.
15 También se le permitió infundir aliento a la
imagen de la bestia, para que ésta hablara y mandara matar a todo aquel que no
la adorara.
16 Además, hizo que a todos, grandes y pequeños,
ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha
o en la frente,
17 y que nadie pudiera comprar ni vender si no
tenía la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
Todos los regímenes totalitarios han tenido características
pseudorreligiosas, en el culto al líder y a determinados rituales, o
directamente religiosas. El hombre es inevitablemente religioso, así que no
puede soslayarse esa dimensión de su vida. Podrá “secularizarse” y quitarse los
elementos más obviamente espirituales, al menos durante un tiempo, pero no
evitarse.
Bueno, esto que sabemos proféticamente, ¿cómo se está
cumpliendo hoy? Hay iglesias, o al menos, congregaciones, que hace rato
acordaron con el sistema de la Bestia. Otras muchas están, en estos momentos,
entregándose al sistema a cambio de la promesa de un “plato de lentejas”.
Algunos pocos líderes muy ambiciosos están siendo posicionados hacia lugares de
poder y privilegio. Muchos otros, sin embargo, están simplemente “yendo” por
ese camino, siguiendo el cauce de menor resistencia… Pueden mantener buenas
intenciones, puede aún hablar el Espíritu a través de ellos, pero están en la
autopista que los llevará en breve hacia la Nueva Babilonia, ¿cómo?
Hace un tiempo escribí acerca de la necesidad de predicar y
enseñar sobre lo que está pasando aquí y ahora. La Biblia tiene 31.000
versículos, y cada uno es un tesoro profundo de temas, por lo que hay
demasiadas cosas buenas e importantes que uno podría decir, y luego de haber
terminado con todas, todavía le faltarían muchas más…
El asunto es que, obviamente, no todas son igualmente
críticas en determinado momento de la historia. Hay algo que el Señor dice en
cada época, y no decir lo que Él está diciendo, obviamente, es no traer Su
Palabra. Se pueden predicar muchas verdades bíblicas, pero no necesariamente lo
que Dios quiere. Y ahí está el quid de la cuestión.
¿Cuál es el tobogán descendente de una iglesia donde otrora
se moviera el Espíritu hacia una congregación de la Bestia?
Volvamos sobre la pregunta. El asunto aquí no es descubrir
una iglesia que hace rato ya perdió al Espíritu. Cualquier cristiano con
sensibilidad y un poco de conocimiento puede detectarlo y de hecho ya no estará
allí. El verdadero problema son las iglesias en donde hasta hace un tiempo el
Espíritu todavía podía moverse y había Presencia del Señor. Ahora, que tantos
están tratando de “volver dónde quedaron” antes del encierro compulsivo, en
realidad están tratando de volver a un pasado, a una idea de lo que dejaron,
hacia algo que fue, pero que, todos saben, ya no regresará.
Donde hasta hace un par de años el Espíritu estaba es hacia
dónde tratan de volver. Pero, ¿sigue estando allí? Volver a una idea romántica
del pasado no es volver a la realidad. La puerta de entrada al engaño será,
entonces, quedarse en el pasado, en un buen recuerdo, o en una idealización de
ese recuerdo, y no aceptar la realidad.
El siguiente paso, cuando volvamos a sentarnos en la misma
silla que antes, será escuchar muchas palabras buenas, con solidez hermenéutica
y exegética, con emoción y convicción, conteniendo muchas verdades bíblicas…
pero que no tienen que ver con lo que nos está pasando aquí y ahora.
¡Qué bueno! Estamos escuchando las mismas palabras que
antes, los mismos mensajes, así que ¡volvimos a lo de antes!... En un mundo que
ya nunca más será como antes…
La mejor manera de engañar es a través de la verdad, y el
mejor engaño es el que más verdad tiene. Se pueden predicar muchas verdades
bíblicas, pero con eso, también se puede mantener a la gente distraída y
ocupada en muchas cosas buenas, que no tienen que ver con lo que en este
momento necesitan saber para escapar del engaño en el que estamos.
Por ejemplo, muchos pastores entendieron claramente que la
vacuna no era buena, pero no alertaron a sus congregaciones, simplemente los
dejaron “tomar su propia decisión”, pero, ¿¿alguien me puede explicar cómo
rábanos la gente va a tomar una decisión “propia” cuando están bombardeados las
25 horas del día con un mismo mensaje?? Los que hemos estudiado y venimos de
una formación determinada nos pudimos dar cuenta fácilmente por la gracia de
Dios, pero muchos no; sencillamente, han confiado toda su vida en sus líderes (gran
error) y ahora no saben hacer otra cosa que escuchar y obedecer.
Como no quisieron perder gente u ofenderlos, simplemente los
“dejaron hacer”.
Tampoco tomaron una posición clara cuando empezó la falsa
pandemia, no denunciaron, no alertaron, no avisaron proféticamente. Siguieron
predicando muchas verdades, y eso es bueno, pero se callaron respecto de lo que
hacía falta en ese momento, y siguen callando.
Quiero decir a los que están haciendo eso que están cavando
su propio foso a menos que el Señor no obre sobrenaturalmente y ponga un freno,
por un tiempo. Lo va a hacer, pero para ese momento ya todas las iglesias
habrán tomado una posición clara, hacia un lado o hacia otro, por lo que
solamente habrá un tiempo de gracia para que los llamados terminen de salir,
nada más. Luego las iglesias apóstatas serán arrojadas a la Nueva Babilonia
para ser destruidas, si todavía siguen existiendo.
No podemos controlar al Espíritu, no podemos decirle dónde
tiene que estar y qué tiene que hacer. Dos mil años de historia cristiana nos
muestran el vano intento de muchos creyentes para dominar y usar al Espíritu
para sus propios objetivos. El Señor puede permitir que ciertas estructuras
permanezcan por un tiempo para determinados propósitos, pero eso no significa
que el Espíritu esté allí.
Jeremías 7:1-7 DHH
1 El Señor se dirigió a Jeremías, y le dijo:
2 “Ponte a
la entrada del templo del Señor y da a conocer allí este mensaje: Habitantes
todos de Judá, que entran por estas puertas a adorar al Señor, escuchen este
mensaje
3 del Señor
todopoderoso, el Dios de Israel: ‘Mejoren su vida y sus obras, y yo los dejaré
seguir viviendo en esta tierra.
4 No
confíen en esos que los engañan diciendo: ¡Aquí está el templo del Señor, aquí
está el templo del Señor!
5 ‘Si
mejoran su vida y sus obras y son justos los unos con los otros;
6 si no
explotan a los extranjeros, a los huérfanos y a las viudas, ni matan a gente
inocente en este lugar, ni dan culto a otros dioses, con lo que ustedes mismos
se perjudicarían,
7 yo los
dejaré seguir viviendo aquí, en la tierra que di para siempre a sus
antepasados.
El Templo del Señor no les funcionó como “amuleto”, Dios
destruyó todo eso. Tener títulos de pastor, trayectoria, avales
denominacionales, edificios y mucha gente, tampoco. Si Dios no tuvo problemas
en desechar el Templo que mandó construir, tampoco los tendrá hoy.
Los cristianos que están despiertos ya no son contenidos en
esos ámbitos, no hay respuestas ni palabras para ellos, ni tampoco pueden hacer
nada, porque los cristianos engañados están siguiendo en tren del discurso
pandémico que los está haciendo cambiar radicalmente, aunque no pueden darse
cuenta de ello.
Tales congregaciones se quedarán con fieles “a su imagen y
semejanza”, y el liderazgo será cada vez más presionado a acomodarse a los
dictados del Sistema Dictatorial que intenta cooptarnos. Sencillamente, o se
amoldan ellos también o tendrán que irse y quedarse con las manos vacías.
Vuelvo a decir en nombre del Señor y con la autoridad
profética: todo el liderazgo cristiano que hoy está muy ocupado predicando
“cosas buenas” pero no ha alertado al pueblo de todo el engaño en que vivimos y
no está dispuesto a cambiar (y pagar el precio por hacerlo), terminará cayendo
en una red de la cual no podrá escapar, a no ser “desnudos y sin un peso”.
Los que se arrepientan y a partir de hoy decidan cambiar,
sufrirán pérdida porque lo habrán hecho a destiempo, pero el Señor será fiel y
mandará Su provisión para hacer la transición hacia el nuevo modelo de Iglesia
que Él está armando. Habrá un camino largo para recorrer, pero la guía y la
bendición del Señor estarán siempre disponibles.
A los que se han mantenido firmes desde un principio, y han
pagado el precio por eso, el Señor ya les ha dado palabra a través de la boca
de Sus profetas: bendición y provisión en medio del caos imperante, prosperidad
cuando el mundo cae en las tinieblas.
Por lo demás, veremos, y ya estamos viendo, a muchas
congregaciones en el tobogán descendente hacia la Iglesia de la Bestia. Esa es
la iglesia política, que, como fuera profetizado hace años, ganará más
visibilidad y renombre, pero sin poder ni autoridad.
Danilo Sorti
No hay comentarios:
Publicar un comentario