viernes, 8 de febrero de 2019

663. Distracción, Duda, Desánimo, Disuasión


2 Corintios 2:9-11 RV1995
9 pues también con este propósito os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois obedientes en todo.
10 Al que vosotros perdonáis, yo también, porque también yo, lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo,
11 para que Satanás no saque ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones.

Pablo tenía bien en claro las estrategias de Satanás, por algo era apóstol; los corintios no, por eso debían creer y aceptar el mandato apostólico. Probablemente les hubiera costado bastante darse cuenta de cómo no perdonar al ofensor abriría puertas al Adversario entre ellos, pero así era. Nosotros pensamos que, porque tenemos la Palabra escrita y un montón de comentarios bíblicos, ya conocemos  todo lo que debemos saber y no necesitamos obedecer sin entender… pero obviamente es un error.

Pablo dijo: “no ignoramos sus maquinaciones”, refiriéndose a sus pensamientos, planes y estrategias. Pero cuidado, lo dijo Pablo, no los corintios; lo dice la Biblia, no sé si podemos decirlo de la misma forma nosotros… Pero bueno, hacia allí vamos.

¿Qué estrategias y estratagemas? Muchas, pero aquí podríamos hablar de 4 que constituyen tanto una secuencia progresiva como un arpón de 4 puntas que atacan a la vez. Veamos.


a)      Distracción: máxima economía de esfuerzos

Josué 8:1-7 RVC
1 El Señor le dijo a Josué: «Tú no temas ni desmayes. Llévate contigo a toda la gente de guerra, y prepárense para atacar a Hai, porque yo te he entregado a su rey y a su pueblo, su ciudad y su tierra.
2 Tú lo vencerás, y harás con Hai y con su rey lo mismo que hiciste con Jericó y con su rey, sólo que ahora serán para ustedes los despojos, lo mismo que sus bestias. Pero pon detrás de la ciudad a gente emboscada.»
3 Josué y sus guerreros se prepararon y fueron a atacar a Hai. Para esto, Josué escogió a treinta mil hombres aguerridos, y los envió de noche
4 con estas órdenes: «Presten atención y pongan emboscadas detrás de la ciudad. Manténganse muy atentos y preparados, pero no se alejen mucho.
5 Todo el pueblo y yo nos acercaremos a la ciudad, de modo que nos vean, para que ellos salgan y nos persigan como lo hicieron antes, y nosotros huiremos delante de ellos.
6 Así haremos que se alejen de la ciudad, y que piensen que estamos huyendo como la primera vez. Cuando ustedes nos vean huir,
7 saldrán de sus escondites y tomarán la ciudad, pues el Señor nuestro Dios nos la va a entregar.


Una lucha frontal hubiera sido difícil, ya habían sido derrotados una vez. Una estrategia distractiva bien planeada permitió obtener la victoria con pocas pérdidas. Notemos los elementos: hay algo que parece ser lo más importante, lo crucial, pero no lo es, sino que hay algo que está escondido, el asunto es que lo que se presenta a los ojos debe ser lo suficientemente convincente como para que se concentren todas las fuerzas y la atención allí, dejando luego un flanco desprevenido que es por donde se atacará. Esta estrategia implica tener recursos suficientes como para presentar el señuelo a la vez que mantener una reserva para atacar con efectividad, y requiere conocimiento y planificación. Con todo, puede ser “económica” si se usa bien.

Satanás copió muy bien la estrategia y la ha usado contra el Pueblo de Dios a lo largo de milenios. En el conflicto por el aborto que tuvimos en nuestro país estuvo clara la acción de Durán Barbá, el ideólogo “en las sombras”, que la orquestó para cubrir otra serie de leyes y acuerdos que se firmaron durante el año… aunque, como buen ateo que es, no tuvo en cuenta el “factor Dios”, con lo que su estrategia se le terminará volviendo en contra. Hay que tener cuidado cuando se pretende “acabar con un enemigo” porque si no se logra, éste se volverá en contra unificado y decidido a todo.

¿Cómo ocurre esto en el plano individual? Hay un pasaje que nos lo dice indirectamente:

Filipenses 4:4-9 RVC
4 Regocíjense en el Señor siempre. Y otra vez les digo, ¡regocíjense!
5 Que la gentileza de ustedes sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
6 No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias,
7 Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
8 Por lo demás, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello.
9 Lo que ustedes aprendieron y recibieron de mí; lo que de mí vieron y oyeron, pónganlo por obra, y el Dios de paz estará con ustedes.

Si entendemos bien, aquí nos está dando estrategias de “enfoque”. Cuando dice “piensen en ello” se refiere a que toda distracción empezará necesariamente por la mente, por cautivar el pensamiento, luego los sentimientos y finalmente la acción. Y por cierto que distracciones hay muchas, pero en un ejercicio consciente y decidido, debemos reenfocar continuamente nuestros pensamientos.

Junto con eso nos exhorta a gozarnos en el Señor, a dejar todas las preocupaciones en él, a recibir Su paz y a vivir de tal forma que ese mismo Dios de paz pueda a su vez vivir en nosotros. Con eso tenemos el poder necesario para mantenernos enfocados y no distraernos de los propósitos específicos de Dios.

Santiago 1:14 RVC
14 Al contrario, cada uno es tentado cuando se deja llevar y seducir por sus propios malos deseos.

En definitiva, son los malos deseos que todavía moran en nosotros la fuente de distracción a la que fácilmente Satanás puede echar mano cuando necesita sacarnos de un lugar. Entonces, debemos limpiarnos nosotros y cubrir a nuestros hermanos más nuevos hasta que ellos también lo estén.

La forma más “fácil” para desenfocarnos es que seamos distraídos con muchas “lucecitas de colores”, que parecerán importantes y útiles, caminos provechosos a seguir, interesantes y productivas, pero que no lo serán en realidad.

b)      Duda: anulando la respuesta de Dios

Santiago 1:6-8 RVC
6 Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como las olas del mar, que el viento agita y lleva de un lado a otro.
7 Quien sea así, no piense que recibirá del Señor cosa alguna,
8 pues quienes titubean son inconstantes en todo lo que hacen.

Hay muchas razones para dudar: desconocimiento de la naturaleza divina y, fundamentalmente, de la Palabra de Dios y Sus propósitos específicos, escuchar la voz del Enemigo que nos dice que somos indignos de recibir, pecado oculto que atormenta nuestra conciencia. Pero también, el “mucho conocimiento” aunque sin un orden y fundamentos claros, constituye una fuente de duda porque se convierte en “muchas voces” que nos hablan en la mente (es decir, ocasión que los demonios aprovechan) y nos impiden concentrarnos en un objetivo. Como sea, nos incapacita para recibir las bendiciones de Dios porque de hacerlo, casi seguro que las desaprovecharíamos y al final terminaría robándolas el Adversario para usarlas en sus propósitos.

La duda puede ser nacional, es decir, al igual que la “distracción” puede ser una característica de la cultura de una sociedad en un tiempo:

1 Reyes 18:21 RVC
21 Entonces Elías se paró frente a todo el pueblo, y dijo: «¿Hasta cuándo van a estar titubeando entre dos sentimientos? Si el Señor es Dios, síganlo a él; pero si piensan que Baal es Dios, entonces vayan tras él.» Y como el pueblo se quedó callado,

El pueblo dudaba y cada israelita también.

Pero también hay dudas “santas”:

Filipenses 1:21-25 RVC
21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
22 Pero si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.
23 Por ambas cosas me encuentro en un dilema, pues tengo el deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;
24 pero quedarme en la carne es más necesario por causa de ustedes.
25 Y confío en esto, y sé que me quedaré, que aún permaneceré con todos ustedes, para su provecho y gozo de la fe,

Bueno, en general estamos muy lejos de este tipo de dudas… Como sea, Pablo “dudó”, pero luego analizó la situación a la luz de algo mayor que sí mismo, que sus propios deseos, y todo se volvió claro. Esa es la clave: la duda está en nosotros, es normal, es parte de la naturaleza caída; pero la solución NO ESTÁ en nosotros sino en algo mayor: en la Palabra, en los principios del Reino, en la voz directriz del Espíritu Santo.

Sembrar dudas es otra estrategia efectiva del Adversario, un poco más “peligrosa” que la distracción porque en la duda, en el “di-lema” muy probablemente haya una opción correcta (o cercana a la correcta). Si la distracción no funcionó, intentará con la duda.

c)      Desánimo: sabemos el camino, sabemos la meta pero no tenemos fuerzas

Hebreos 10:35-39 RVC
35 Por lo tanto, no pierdan la confianza, que lleva consigo una gran recompensa.
36 Lo que ustedes necesitan es tener paciencia; para que, una vez que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido darnos.
37 «Porque dentro de muy poco tiempo el que ha de venir, vendrá y no tardará.
38 Pero el justo vivirá por la fe; y si se vuelve atrás, no será de mi agrado.»
39 Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y se pierden, sino de los que tienen fe y salvan su alma.

El desánimo ocurre cuando se tiene la meta clara, se sabe el camino y se ha transitado por él durante un tiempo, pero ya no hay más fuerzas para seguir. Es algo clara y profundamente espiritual, a diferencia de la distracción y la duda, en donde intervienen elementos del mundo material (actividades, opciones para hacer). ¿Qué es esa “fuerza”? No se trata de algo físico, es claramente anímico, pero no por ello menos real. Es algo más profundo que las dos etapas anteriores porque ataca a los que han podido identificar el objetivo y han caminado ya. Tiene que ver con mantener la fe a lo largo del tiempo.

Claro que cuando entra el desánimo también entra la duda y terminamos siendo distraídos por diversas cosas, pero estas dos vienen luego del desánimo.

Satanás tiene que usar más fuerza espiritual aquí, y corre más peligro en sus planes, porque cuando la víctima (el cristiano) se da cuenta de que ese desánimo no es más que humo, pierde todo su poder amenazante.


d)     Disuasión: temor para no avanzar

1 Pedro 5:8-10 RVC
8 Sean prudentes y manténganse atentos, porque su enemigo es el diablo, y él anda como un león rugiente, buscando a quien devorar.
9 Pero ustedes, manténganse firmes y háganle frente. Sepan que en todo el mundo sus hermanos están enfrentando los mismos sufrimientos,
10 pero el Dios de toda gracia, que en Cristo nos llamó a su gloria eterna, los perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá después de un breve sufrimiento.

La capacidad para actuar directamente sobre los hijos de Dios de Satanás es muy limitada, no tiene legalidad para ello, por eso debe utilizar a personas engañadas. Aquí tenemos una amenaza primero y una confrontación directa después. Esta estrategia la utilizará cuando haya fallado con todo lo anterior, pero implica exponer a sus herramientas humanas, las personas que controla, a una situación doblemente riesgosa: primero, en la confrontación pueden ser abiertos sus ojos y cambiar al Reino de la Luz; segundo, si avanzan sobre los hijos de Dios se hacen pasibles de la ira del Padre, con lo que su destrucción está cerca. Y si pierden en su lucha, quedan malheridos y abatidos. En todos los casos dejan de ser útiles para Satanás. Si tiene éxito, logra detener los planes de Dios a las puertas mismas de ser cumplidos.

Esto se vence con un nivel superior de fe y disposición a entregar la propia vida, sea en soportar los sufrimientos o aún la muerte, sabiendo que tenemos algo mucho mejor en los Cielos y que la muerte y sufrimiento de los santos trae mucho fruto en el futuro.


e)      Cuatro pasos para detener la obra de Dios… o cuatro escalones de madurez

Como siervo involuntario que es del Señor, Satanás utilizará esta estrategia de cuatro pasos, muchas veces secuenciales, para desenfocarnos o detenernos, pero el Señor mismo la permitirá para que seamos perfeccionados a través de ella. Así que cuando estemos “en medio” de estas maquinaciones, considerémoslas como herramientas que lejos de desviarnos del propósito, nos llevan a la perfección, y con ello, al verdadero propósito. Y si hemos avanzado algo, ayudemos a nuestros hermanos más jóvenes.


Danilo Sorti




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