Hechos 20:28-31 RVC
28 Yo les ruego que piensen en ustedes
mismos, y que velen por el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto
como obispos, para que cuiden de la iglesia del Señor, que el ganó por su
propia sangre.
29 Yo sé bien que después de mi partida
vendrán lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.
30 Aun entre ustedes mismos, algunos se
levantarán y con sus mentiras arrastrarán tras de sí a los discípulos.
31 Por lo tanto, manténganse atentos y
recuerden que noche y día, durante tres años, con lágrimas en los ojos siempre
he aconsejado a cada uno de ustedes.
En Éfeso Pablo había tenido el “éxito” más
grande del que tengamos registro en el libro de Hechos. Tampoco tenemos
registro de que se quedara tanto tiempo en un solo lugar como ahí. Las
manifestaciones sobrenaturales fueron extraordinarias y en un tiempo muy corto
para cambios sociales, tres años, las bases económicas de un negocio
floreciente (producción de objetos idolátricos) fueron conmovidas. Allí Pablo
había dejado una iglesia floreciente y un liderazgo establecido.
De paso hacia Jerusalén manda llamar a los
líderes de la iglesia en Éfeso para dirigirles una última exhortación y orar
con ellos. Allí encontramos un discurso que ocupa buena parte del capítulo y
que en el texto griego está compuesto por 319 palabras. Allí está la seria
advertencia de estos versículos. Pero veamos un poco del contexto haciendo un
análisis numerológico.
319 se obtiene de multiplicar 11 x 29, y ya
nos vamos haciendo una idea de lo que pueden decir estos números.
“29” es un número de salida y separación,
implica por consiguiente un cambio de “cobertura”, de la casa propia hacia otra
casa. También tiene que ver con el juicio / capacitación del Espíritu Santo, la
preparación para ser dedicado al ministerio / gobierno, que está representado
por el número 30. Más detalles sobre esto se pueden encontrar en el siguiente
vínculo: https://gods-kingdom-ministries.net/teachings/books/the-biblical-meaning-of-numbers/chapter-4-numbers-21-30/.
“11” indica imperfección, desorden, algo
incompleto (https://gods-kingdom-ministries.net/teachings/books/the-biblical-meaning-of-numbers/chapter-3-numbers-11-20/); puede ser un diseño de Dios, algo genuino,
que quedo desordenado o fue corrompido. Por ello, el número tiene asociada
también la idea de juicio.
Podemos hacer un análisis bastante profundo
de esto, pero voy a intentar algunas conclusiones: tenemos aquí una situación
que implica una separación definitiva, “Yo sé que no me volverá a ver ninguno
de ustedes”. Pablo había predicado durante 3 años y estableció la Iglesia, de
alguna forma ellos seguían todavía bajo la cobertura espiritual de Pablo, pero
aquí formalmente son puestos “fuera” de ella: “Ahora los encomiendo a Dios y a
su palabra de bondad”. Eso significaba un nuevo nivel de responsabilidad, ya no
podrían descansar en que Pablo se encargara de sus problemas o de buscar la
voluntad de Dios, ellos mismos tendrían que asumir la responsabilidad.
Había una expectativa hermosa por delante, porque restaba una gran
cosecha todavía; la iglesia en esa provincia llegó a ser notoria, y la Biblia
nos lo vuelve a contar en Apocalipsis 2 y 3; pero ese nuevo nivel de
crecimiento, influencia y poder estaría reservado a ellos, no a Pablo.
Sin embargo, hay una nota oscura en todo
esto: “Yo sé bien que después de mi partida vendrán lobos rapaces, que no
perdonarán al rebaño. Aun entre ustedes mismos, algunos se levantarán y con sus
mentiras arrastrarán tras de sí a los discípulos.” Esto está representado por
el “11” y adecuadamente explicado en los mismos capítulos 2 y 3 de Apocalipsis.
Creo que muy pocos líderes cristianos en el
mundo hoy se atreverían a compararse con Pablo, y los que sí podrían hacerlo
seguramente no son los que vemos en las redes. Pero aún con la fidelidad que
demostró el apóstol y cumpliendo la voluntad del Señor en cada detalle, ese
traspaso de autoridad fue “imperfecto e incompleto”.
Este mensaje es más que una enseñanza que nos
quedó de una situación particular de hace casi 2.000 años; es una profecía para
toda la iglesia a lo largo de estos dos siglos, y que ya está por terminar de
cumplirse.
“29” y “11” son evidentemente números
“incompletos”, y todo el texto nos da en parte la misma idea; este traspaso de
autoridad tenía la marca de lo incompleto, por más que haya sido uno de los
mejores ejemplos de todos los tiempos: siempre ese proceso fue imperfecto,
siempre surgieron problemas, siempre aparecieron lobos rapaces; no hace falta
ser muy entendido para darse cuenta. Pero entremedio de eso, SIEMPRE el Señor
se manifestó y extendió Su Reino.
Así que, mi querido líder, si estás temiendo
que cuando hagas un traspaso de autoridad, cuando delegues una obra, pueda
haber luego desviaciones e incluso aparecer algún lobo rapaz, no debes tener
dudas: ¡por supuesto que ocurrirá! POR ESO es que Pablo hace énfasis en cuidarse
a uno mismo, cuidar el rebaño del Señor, y cuidarse de identificar a los falsos
maestros.
Aquí tenemos un corolario simple: no se trata
de tomar todos los recaudos posibles para que no haya desviaciones ni de NO
PREPARAR a los futuros líderes y a los hermanos para hacer frente a ellas. Lo
primero es imposible e inútil intentarlo, además de que evidencia nuestra falta
de fe en el Buen Pastor, quien se encarga Él mismo de cuidar a Su rebaño. Lo
segundo es “suicida”.
Mucho más sensato y real es seguir el ejemplo
de Pablo. Dado que siempre ese proceso será “incompleto e imperfecto”,
enseñemos a enfrentar esa incompletitud e imperfección, y estemos preparados
para enfrentarla.
Danilo Sorti
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