lunes, 7 de mayo de 2018

474. David y Goliat y los proyectos espirituales – IV


1 Samuel 17:31-33 RVC
31 Pero alguien oyó el comentario de David, y cuando Saúl lo supo, mandó que lo llevaran a su presencia.
32 Entonces David le dijo a Saúl: «Que no se desanime nadie por causa de ese filisteo; este siervo tuyo irá a pelear contra él.»
33 Pero Saúl le dijo: «No creo que puedas pelear contra él, pues todavía eres muy joven y él ha sido un guerrero desde su juventud.»

En un artículo anterior vimos que David tuvo que superar el primer obstáculo con su hermano mayor, aquel que debía conocerlo bien y ayudarlo en su ministerio lo atacó en lo más hondo de su ser, en otras palabras le dijo que era perverso, descuidado y fanfarrón. David no perdió el tiempo, y eso nos muestra cómo debemos tratar a nuestros cercanos y familiares cuando son usados así por Satanás.

El otro escollo era más complicado, nada menos que el rey.

Antes de llegar al rey “alguien oyó el comentario de David”, esto es, David estaba “haciendo publicidad”, estaba promocionando lo que quería hacer, estaba buscando activamente un camino para poder llegar a la batalla, y finalmente ocurrió. Saúl representa el liderazgo espiritual sin visión y sin Espíritu, no muy diferente que unos cuantos de los que tenemos hoy.

Frente al líder, David fue concreto: atacó el primer problema, que en el fondo era espiritual; “que no se desanime nadie”, y ofreció la solución: “este siervo tuyo irá a pelear contra él”. Así es como se relaciona adecuadamente uno con líderes ocupados: concreto, breve, yendo directamente al grano.

La respuesta de Saúl no tenía que ver con las supuestas motivaciones ocultas de David, como había dicho Eliab, sino con algo muy práctico: «No creo que puedas pelear contra él, pues todavía eres muy joven y él ha sido un guerrero desde su juventud.» La diferencia de fuerza y capacidad era por demás de obvia, había hablado “la voz de la experiencia”, y por supuesto que la tenía en combate. Él mismo era más alto que el resto de los israelitas, y ya había participado en muchas batallas, así que sabía de lo que hablaba… y dicho sea de paso, ya que era el más grande, ¿por qué no fue él mismo a pelear contra el gigante?

La cruda verdad es que la necesidad que un líder emergente puede suplir viene de un espacio que no está siendo ocupado por los líderes actuales, en el mejor de los casos porque no pueden por razón de tiempo o dones, en el peor porque son cobardes o carentes de visión; aquí estaba ocurriendo lo segundo. Ahora bien, si los líderes actuales no están supliendo una necesidad, puede ser que sean conscientes de ello y reciban con los brazos abiertos al que sí puede hacerlo, o que lo nieguen pensando que “eso no puede hacerse” (porque en realidad no pueden o no quieren ellos) y entonces van a presentar trabas y obstáculos.

·         No creo que puedas pelear contra él

En diversos ámbitos se llama a esto “opinión experta”, es decir, cuando no se cuenta con evidencias científicas suficientes como para poder determinar algo, uno o varios expertos, de acuerdo a sus conocimientos y experiencia, dan su criterio. Eso suena muy lindo y puede ser muy útil, pero no deja de ser una opinión.

El propósito aquí era desanimarlo por medio de la figura de autoridad, la voz “del que sabía” determinaba que no.

·         pues todavía eres muy joven

Frase favorita de líderes frustrados que tuvieron que pelear duramente para ser reconocidos en su juventud, o tuvieron que someterse durante años para conseguir un puestito. También frase favorita de los más viejos que se olvidaron ya de su propia juventud.

Aquí el propósito de desánimo consistía en que se mirara “a sí mismo”, con lo que vería su incapacidad y dejaría de ver a Dios.

·         él ha sido un guerrero desde su juventud.

Es decir, “el problema resulta demasiado grande”. De nuevo, el desánimo viene al hacerlo mirar al problema en vez de mirar a Dios.

Saúl “mira” su propio criterio, al candidato y al problema, ¡pero no mira a Dios en ningún momento! Su opinión tenía el peso de la experiencia, pero no tenía el peso de la fe. Hoy podemos hacer la comparación con líderes que pueden tener mucha teología, mucho conocimiento práctico, habilidades administrativas, pero no pueden escuchar la voz de Dios para hacer lo “imposible”. El mejor don espiritual que puede lograr esto es el don de fe.

David sí responde a Saúl porque no había mala intención en él, a pesar de su falta de visión espiritual;

1 Samuel 17:34-37 RVC
34 David le respondió: «Sí, yo soy el pastor de las ovejas de mi padre, pero cuando un león o un oso viene a llevarse algún cordero del rebaño,
35 yo salgo tras el león o el oso, y lo hiero y lo libro de sus fauces. Si el animal me ataca, con mis manos lo agarro por las quijadas, y lo hiero hasta matarlo.
36 No importa si es un león o un oso, tu siervo los mata. Y este filisteo incircunciso es para mí como uno de esos animales, porque ha provocado al ejército del Dios vivo.»
37 Todavía añadió David: «El Señor me ha librado de las garras de leones y de osos, y también me librará de este filisteo.» Y Saúl le respondió: «Ve, pues, y que el Señor te acompañe.»

Mientras que el planteo de Eliab era claramente malintencionado, el de Saúl no y merecía una explicación. En esa explicación hay mucho para ver. David no niega ni su juventud ni su falta de experiencia guerrera, pero muestra el paralelo que había entre su capacitación cuidando ovejas y la confrontación con Goliat. David no solamente se muestra como un hombre de fe y valor PORQUE CONOCÍA A SU DIOS y no porque fuera un temerario, sino que fue una persona de gran inteligencia y sabiduría práctica.

Cuando hablamos de “conocimiento” nos referimos normalmente a conceptos e ideas, pero cuando hablamos de “sabiduría” indicamos la capacidad para relacionar esos conceptos y aplicarlos a situaciones específicas (que implica relacionarlos, también). David pudo rápidamente aplicar su propia experiencia y capacitación defendiendo ovejas a la confrontación con el “animal” filisteo.

Ahora bien, el muchachito David no era “ningún tiernito”, así de joven y rozagante, podía enfrentarse a los animales salvajes más peligrosos y vencer: tenía la fuerza y la habilidad suficiente, tenía la fe en Dios y por sobre todo, el amor por las ovejas y la responsabilidad más que de sobra como para enfrentar un peligro que cualquier pastor en su sano juicio no haría. Al fin y al cabo, una oveja más o una oveja menos, para una persona con recursos como debió haber sido el padre de David, ¿qué significaba? Si tuviera que analizar el costo / beneficio desde una lógica estratégica yo jamás le hubiera dicho a David que hiciera eso, es más, se lo hubiera prohibido expresamente… pero David tenía una comunión tan íntima con el Señor como para haber sido lleno de todo Su poder y fortaleza, realmente una fuerza del Espíritu, no humana porque humanamente no hubiera podido hacer eso, es decir, una unción parecida a la de Sansón, pero sin sus debilidades.

¿Podía el trabajo de pastorcito entrenarlo para la guerra? Cualquiera en ese entonces hubiera dicho que no, pero evidentemente sí. Volvamos al hoy, ¿cuáles son tus credenciales? ¿cuál es tu currículo?, eso es lo que te pedirán cuando te postules para una tarea, y no estoy diciendo que necesariamente sea malo, pero Dios está por encima de todo eso y si las tareas se ocupan con candidatos de “buenas referencias”, podemos estar en serios problemas… al fin y al cabo, de los doce discípulos, el que más cerca estaba de la religión judía era Judas…

En donde Dios te ha puesto es donde serás entrenado para lo que Él quiere, que puede ser muy diferente a lo que estás viendo hoy, y a lo que ven tus líderes, por lo cual se hace necesario una explicación paciente.

Y aquí vemos sabiduría: “Y este filisteo incircunciso es para mí como uno de esos animales” David pudo aplicar su entrenamiento anterior a esta “nueva” situación. “porque ha provocado al ejército del Dios vivo”, aquí la clave: Dios va a respaldar a un corazón ardiente por Él, no a buenas estrategias o capacitaciones, que son muy útiles por cierto y David las aplicó muy sabiamente, pero que son solo un complemento del amor ardiente por nuestro Amado.

Así es como Dios entrena a los suyos cuando no quiere que se contaminen con los pecados de la iglesia de un tiempo, o cuando quiere formarlos con una visión diferente. Había muchos soldados, pero todos tenían la misma forma de ver las cosas y ninguno pudo hacerle frente, era necesario que viniera alguien de afuera, entrenado directamente por el mismo Señor con Su propio programa. ¡Oh, si revisáramos nuestros programas de capacitación ministerial…!

«Ve, pues, y que el Señor te acompañe.» Aunque sin visión espiritual, pudo reconocer la lógica de David, y esa autorización era necesaria, por más que luego se convirtió en su acérrimo enemigo, Dios lo usó en ese momento y puso Sus palabras en su boca. No debemos desechar las autoridades por más desviadas que estén, sino entender que Dios está por encima de ellas.

Pero ahora viene la última y muy sutil prueba:

1 Samuel 17:38-40 RVC
38 Entonces Saúl le puso a David su propia ropa, y le puso un casco de bronce sobre la cabeza, y lo cubrió con una coraza.
39 David se colocó la espada al cinto, e hizo el intento de caminar, pues nunca había portado un equipo así. Y como no pudo caminar, le dijo a Saúl: «No puedo moverme con estas cosas, porque nunca las he usado.» Y desechó esos arreos militares,
40 y tomando su bastón de pastor escogió del arroyo cinco piedras lisas y las puso en su morral; luego, tomó su honda y fue al encuentro del filisteo,

Saúl lo equipó con “su” equipo, ¡pero David no estaba preparado para eso! Más adelante lo veremos convertido en un guerrero, utilizando hábilmente esas armas, pero no ahora. Con toda la buena intención, Saúl le dio lo mejor que tenía, que él entendía que podía darle, pero eso resultaba un lastre imposible de llevar, al menos en ESE MOMENTO.

Satanás no había podido impedir que llegara hasta ese punto, y sabía muy bien que era la “señal de largada” para David, así que intentó obstaculizarlo con lo último que le quedaba. “Muy bien, lo vas a hacer de todas formas, pero te voy a dar MIS HERRAMIENTAS para eso”. ¡No podemos hacer las obras de Dios con las herramientas del Diablo! Y notemos bien que esas “herramientas satánicas” no eran aquí nada pecaminoso ni incorrecto para una guerra, simplemente eran inadecuadas para David en ese momento, y eso las hacía “demoníacas”.

No se puede poner el vino nuevo en odres viejos ni se puede cumplir el mandato de Dios con nuestras “propias herramientas y planes”. ¡Cuántas veces he visto este error!... y lo he cometido también…

David fue muy práctico, evaluó lo que le daban, supongo que más bien por respeto, vio que no pudo ni moverse, y rápidamente lo desechó. Esa practicidad es necesaria para un líder y para cualquier obra, es decir, no hay que “enamorarse del método” o del programa o de alguna “buena idea”, sino ver qué funciona y qué no, porque Dios lo está bendiciendo.

David diseñó rápidamente su propia estrategia y fue al campo de batalla. La capacitación que había recibido como pastor era suficiente para ese momento, y desestimarla utilizando las armas de un guerrero hubiera sido desestimar al mismo Dios que así lo entrenó.

¡Por fin, David logró vencer los obstáculos internos! Pero podemos suponer que ya estaba entrenado para eso, si al momento de ser ungido su propia familia ni lo tuvo en cuenta, no es difícil imaginar cómo lo trataban. Sí, esas familias ESPECIALMENTE COMPLICADAS son también un campo de entrenamiento del Señor para nosotros…

La lucha con el filisteo fue una confrontación espiritual y así lo entendió David desde un principio, por más que cualquiera habría dicho que era sólo una lucha cuerpo a cuerpo. Pudo vencer porque discernió la verdadera naturaleza del conflicto. Pero sobre eso hablaremos en un próximo artículo.


Danilo Sorti




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