lunes, 7 de mayo de 2018

478. ¿Qué viene en el futuro? La dificultad de entender las corrientes proféticas


Vivimos en un tiempo complicado, ¡vaya novedad!, pero realmente complicado en muchos sentidos y para “desenredar la maraña” necesitamos tomar los hilos de uno en uno. Y de todos esos hilos quiero hablar en este artículo de un problema que supongo es muy común para los cristianos que buscan cumplir la voluntad de Dios y estar atentos a las señales de los tiempos: por un lado tenemos una corriente profética que nos muestra claramente la inminencia del tiempo del fin y los juicios, que de hecho ya han empezado y cualquiera que tenga los ojos un poco abiertos nomás se puede dar cuenta. Pero por otro, tenemos corrientes proféticas que hablan de conquista espiritual y establecimiento del Reino en diversos aspectos de la sociedad, y hasta podemos ver avances importantes, a la vez que el Evangelio, con su poder transformador, se está extendiendo a países donde nunca antes había llegado. ¿Quién está errado?

En varios artículos anteriores hemos hablado sobre la dinámica profética, y hemos respondido en buena medida, creo, la cuestión planteada; pero también nos ayudará mucho entender qué estaban esperando los judíos en el tiempo de Jesús y por qué muchos tuvieron dificultades para reconocerlo. ¿Cuáles eran las profecías mesiánicas que ellos tenían? Son las mismas que podemos leer hoy en el Antiguo Testamento, nosotros con la ventaja de los hechos cumplidos, ellos no, y precisamente por eso nos encontramos en ese sentido (y en otros) en una situación parecida… ¡aunque, de nuevo, tenemos la ventaja de que ya quedó escrita otra “situación parecida” en la Biblia!

En lo que sigue voy a tomar las referencias a profecías mesiánicas que aparecen bajo el título “Dos brazos en la corriente de la profecía mesiánica” de la Biblia de Referencias Thompson, un clásico para cualquier predicador evangélico. Veamos las profecías del Mesías soberano, ¡pero cuidado!, no las leamos con los “ojos del Nuevo Testamento”, es decir, con la interpretación que ya conocemos de ellas, sino bajo la expectativa de un pueblo sufriente, política, económica y socialmente oprimido:

Salmos 2:6-8 RVC
6 «Ya he establecido a mi rey sobre el monte Sión, mi lugar santo.»
7 Yo daré a conocer el decreto que el Señor me ha comunicado: «Tú eres mi hijo. En este día te he engendrado.
8 Pídeme que te dé las naciones como herencia, y tuyos serán los confines de la tierra.

Salmos 118:22 RVC
22 La piedra que los constructores rechazaron, ha llegado a ser la piedra angular.

Salmos 68:18 RVC
18 Asciendes a lo alto, llevando contigo a los cautivos y el tributo que recibiste de gente rebelde, y entre ellos, Señor y Dios, pondrás tu habitación.

Isaías 9:6-7 RVC
6 Porque un niño nos ha nacido, ¡un hijo nos ha sido concedido! Sobre sus hombros llevará el principado, y su nombre será «Consejero admirable», «Dios fuerte», «Padre Eterno» y «Príncipe de paz».
7 La extensión de su imperio y la paz en él no tendrán límite. Reinará sobre el trono de David y sobre su reino, y lo afirmará y confirmará en la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. Esto lo hará el celo del Señor de los ejércitos.

Isaías 32:1-3 RVC
1 ¡Miren! Va a surgir un rey que hará justicia, y los príncipes presidirán en el juicio.
2 Ese hombre será como un refugio contra el viento, como un albergue contra el turbión; como los arroyos en tierras áridas; como la sombra de un gran peñasco en tierra calurosa.
3 No se ofuscarán los ojos de los que ven; los oídos de los que oyen escucharán con atención.

Isaías 42:1-4 RVC
1 »¡Aquí está mi siervo, mi escogido, en quien me complazco! Yo lo sostengo; sobre él reposa mi espíritu. Él traerá la justicia a las naciones.
2 No gritará ni levantará la voz; no se hará oír en las calles.
3 No hará pedazos la caña quebrada, ni apagará la mecha humeante. Traerá la justicia por medio de la verdad.
4 No se cansará ni se fatigará hasta que haya establecido la justicia en la tierra; las costas esperarán sus enseñanzas.

Jeremías 23:5 RVC
5 »Vienen días en que haré que un descendiente de David surja como rey. Y será un rey justo, que practicará la justicia y el derecho en la tierra. —Palabra del Señor.

Daniel 2:44 RVC
44 Y en los días de estos reinos el Dios del cielo hará que surja un reino que jamás será destruido ni entregado a otro pueblo, sino que desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, aunque él permanecerá para siempre,

Daniel 7:13-14 RVC
13 »Mientras tenía yo esta visión durante la noche, vi que en las nubes del cielo venía alguien semejante a un hijo de hombre, el cual se acercó al Anciano entrado en años, y hasta se le pidió acercarse más a él.
14 Y se le dio el dominio, la gloria y el reino, para que todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieran. Y su dominio es eterno y nunca tendrá fin, y su reino jamás será destruido.

Miqueas 5:2 RVC
2 Tú, Belén Efrata, eres pequeña para estar entre las familias de Judá; pero de ti me saldrá el que será Señor en Israel. Sus orígenes se remontan al principio mismo, a los días de la eternidad.

Zacarías 6:12-13 RVC
12 y dile: “Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Éste es el hombre cuyo nombre es Renuevo, porque de sus raíces saldrán renuevos. Será él quien edifique el templo del Señor.
13 Lo edificará, y se cubrirá de gloria, y se sentará en su trono para gobernar, al lado de un sacerdote, y entre los dos habrá un acuerdo de paz.”

Zacarías 9:9-10 RVC
9 «¡Llénate de alegría, hija de Sión! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu rey viene a ti, justo, y salvador y humilde, y montado sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna.
10 Yo destruiré los carros de guerra de Efraín y los briosos caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán hechos pedazos. Tu rey anunciará la paz a las naciones, y su señorío se extenderá de mar a mar, y del río Éufrates a los límites de la tierra.

Malaquías 3:1 RVC
1 El Señor de los ejércitos ha dicho: «He aquí, yo envío a mi mensajero, el cual me preparará el camino.» El Señor, a quien ustedes buscan, vendrá de manera repentina, lo mismo que el ángel del pacto, en quien ustedes se complacen. Sí, ya viene. El Señor de los ejércitos lo ha dicho.

Sí es cierto que estas profecías han tenido ya un cumplimiento parcial, pero debemos ser sinceros en reconocer que “exactamente lo que dicen”, es decir, en su significado literal y mundial, todavía no. Israel no esperaba un cumplimiento “espiritual” sino material, y de hecho nosotros también, aunque hoy sabemos que está todavía en el futuro, pero lo que nos interesa ver aquí es que tenemos muchas profecías (más de las que citamos) que se referían a un Mesías reinante, gobernador político que establecería un reino terrenal de justicia, que incluso abarcaría a todo el mundo. ¿Podemos criticar a los judíos por anhelar eso? ¡Ellos tenían las profecías que alimentaban precisamente esa esperanza! ¿Cómo se habrían sentido cuando su Líder hablaba de paz y perdón? ¿Cuándo resultó crucificado? Pero aún resucitado y ascendido, todavía “todo seguía igual”. Ellos esperaban su pronta venida en parte porque tenían muy viva todavía la esperanza de la restauración política. Para esos primeros oyentes e incluso cristianos judíos no resultaba fácil congeniar toda esta corriente profética con los hechos.

Pero también había otra corriente, y ellos conocían esas otras profecías:

Salmos 22:16-18 RVC
16 Me ha cercado una banda de malvados; ¡me tienen rodeado, como perros! ¡Han taladrado mis manos y mis pies!
17 Puedo contarme todos los huesos, mientras ellos se regodean al verme.
18 Echan a la suerte mis vestidos y se los reparten por sorteo.

Salmos 69:21 RVC
21 Cuando tuve hambre, me dieron ajenjo; cuando tuve sed, me dieron vinagre.

Isaías 50:6 RVC
6 A los que me herían les ofrecí la espalda, y a los que me arrancaban la barba les ofrecí la mejilla; no escondí mi rostro de las injurias ni de los escupitajos.

Isaías 52:14 RVC
14 Muchos se asombrarán al verlo. Su semblante fue de tal manera desfigurado, que no parecía un ser humano; su hermosura no era la del resto de los hombres.

Isaías 53:1-10 RVC
1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿En quién se ha manifestado el brazo del Señor?
2 Crecerá ante él como un renuevo, como raíz en tierra seca. No tendrá una apariencia atractiva, ni una hermosura impresionante. Lo veremos, pero sin atractivo alguno para que más lo deseemos.
3 Será despreciado y desechado por la humanidad entera. Será el hombre más sufrido, el más experimentado en el sufrimiento. ¡Y nosotros no le daremos la cara! ¡Será menospreciado! ¡No lo apreciaremos!
4 Con todo, él llevará sobre sí nuestros males, y sufrirá nuestros dolores, mientras nosotros creeremos que Dios lo ha azotado, lo ha herido y humillado.
5 Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados.
6 Todos perderemos el rumbo, como ovejas, y cada uno tomará su propio camino; pero el Señor descargará sobre él todo el peso de nuestros pecados.
7 Se verá angustiado y afligido, pero jamás emitirá una queja; será llevado al matadero, como un cordero; y como oveja delante de sus trasquiladores se callará y no abrirá su boca.
8 Sufrirá la cárcel, el juicio y la muerte; ¿y quién entonces contará su historia, si él será arrancado por completo de este mundo de los vivientes y morirá por el pecado de mi pueblo?
9 Se le dará sepultura con los impíos; morirá en compañía de malhechores; a pesar de que nunca hizo violencia a nadie, ni jamás profirió una sola mentira.
10 Pero al Señor le pareció bien quebrantarlo y hacerlo padecer. Cuando se haya presentado a sí mismo como ofrenda para la expiación de pecado, verá a su descendencia, tendrá una larga vida, y por medio de él se verá prosperada la voluntad del Señor.

Daniel 9:26 RVC
26 Después de las sesenta y dos semanas se le quitará la vida al Mesías, sin que él intervenga en esto, y el pueblo de un príncipe que está por venir destruirá la ciudad y el santuario. El fin vendrá como una inundación, y habrá destrucción hasta que la guerra termine.

Zacarías 11:12 RVC
12 Entonces les dije: «Si les parece bien, denme mi salario. De lo contrario, déjenlo así.» Y el pago que me dieron fue de treinta monedas de plata.

Zacarías 12:10 RVC
10 Sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de buena voluntad y de oración, y volverán los ojos a mí y llorarán por el hombre a quien traspasaron, como se llora y se guarda luto por el hijo primero y único.

Zacarías 13:7 RVC
7 »¡Vamos, espada, ataca al pastor! ¡Ataca a mi amigo de confianza! ¡Ataca al pastor, y se dispersarán las ovejas! Entonces yo descargaré mi mano sobre los corderos más pequeños. —Palabra del Señor de los ejércitos.


De nuevo, las profecías “están allí” y podían leerla ellos al igual que nosotros hoy, con la desventaja de que no habían ocurrido aún. ¿Se referían a la misma persona acaso? ¿En qué momentos ocurriría una cosa o la otra? Quizás el pasaje que más clara y extensamente conecta ambas corrientes sea el de Isaías 53, pero, de nuevo, eso lo entendemos claramente nosotros y ese capítulo es central en las enseñanzas cristianas, no necesariamente en las de ese tiempo.

Sí, las profecías estaban escritas, pero no podemos criticarlos por no entenderlas porque difícilmente alguno de los cristianos hoy las entendería sin que alguien se lo explique y, fundamentalmente, sin la ayuda del Espíritu Santo que no había sido “repartido” tan libremente todavía.

Para muchos judíos de ese tiempo, abrirse a las enseñanzas de Jesús podía entenderse como un abandono de la revelación de la Tanaj, o al menos, “recortarla” seriamente. Hoy sabemos que es todo lo contrario, pero no resulta “evidente a primera vista”, no al menos para los que no estuvieran profundamente conectados con el Espíritu Santo.

Este dilema nos ilustra el problema que planteamos al principio, ¿cómo entender las “dos” corrientes proféticas de este tiempo? Aún más, ¿cómo entender la escatología bíblica? En realidad todo parte de ahí, y de un hecho que había “permanecido escondido” para nosotros EXACTAMENTE IGUAL que para ellos:

Apocalipsis 10:4 RVC
4 Después de que hablaron los siete truenos, me dispuse a escribir, pero desde el cielo oí una voz que me decía: «No reveles lo que han dicho los siete truenos. No lo escribas.»

No todo ha sido revelado en las Escrituras. Por supuesto, sí todo lo que necesitamos para la salvación y para juzgar cualquier palabra, pero no todos los hechos que sucederán hacia el fin de los tiempos.

Daniel 12:8-9 RVC
8 Yo pude oír esto, pero no lo entendí, así que dije: «Mi señor, ¿qué fin tendrá todo esto?»
9 Él respondió: «Vamos, Daniel; estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.

La realidad es que muchas palabras proféticas han sido “cerradas” por el Espíritu, y durante siglos los teólogos han brindado interpretaciones más o menos cercanas pero no exactas, y por más que se esforzaran no hubieran podido hacerlo. En el tiempo del fin esas palabras se nos hacen cada vez más claras y transparentes, ¡tal como les pasó a los judíos en los tiempos de Jesús!

El corolario de todo lo que estuvimos diciendo aquí es que debemos aprender de la historia para no repetirla, muchos judíos se volvieron enemigos de Jesucristo y se cerraron por completo a la revelación nueva que Él traía, ¡que no anulaba para nada las Escrituras que ellos tenían, sino todo lo contrario! Se perdieron el tren, o lo tomaron tarde, en el mejor de los casos. Lo mismo hoy.

Bueno, pero ¿cómo entendemos entonces que en medio de los juicios por venir, sigamos declarando bendición sobre las naciones, haciendo guerra espiritual, e incluso viendo resultados maravillosos del avance del Reino de Dios? Eso lo charlaremos en un próximo artículo.


Danilo Sorti




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