martes, 9 de enero de 2018

366. Ese monstruo llamado Leviatán y su extraño “paralelo” con la obra del Espíritu Santo – II

·         Job 41:12 RVC
12 »Aún me falta decir algo acerca de sus miembros, de su gran poder y de su elegante presencia.

Leviatán, el principado del orgullo, es capaz de hacer mucho; es decir, muchas de las obras humanas (por no decir la mayoría) son hechas motivadas por y para alimentar al orgullo: son sus “miembros” que recorren el mundo y que levantan grandes estructuras, con mucho poder. Pero cuando por el Espíritu reconocemos que:

Marcos 8:36 RVC
36 Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma?

Entonces podemos construir las obras espirituales que permanecen más allá de este mundo:

1 Corintios 3:12-14 RVC
12 Y si alguno edifica sobre este fundamento, y pone oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, u hojarasca,
13 su obra podrá verse claramente; el día la pondrá al descubierto, y la obra de cada uno, sea la que sea, será revelada y probada por el fuego.
14 Si lo que alguno sobreedificó permanece, ése recibirá su recompensa.

Leviatán es elegante; el orgullo “viste bien”, se embellece (obviamente), ¡es el príncipe de la industria de la belleza! Y por ello atrae hacia sí y consigue buenos contactos y acuerdos. Pero ¿qué hermosura podía haber en Aquel que pasó por todo esto?

Isaías 53:2-8 RVC
2 Crecerá ante él como un renuevo, como raíz en tierra seca. No tendrá una apariencia atractiva, ni una hermosura impresionante. Lo veremos, pero sin atractivo alguno para que más lo deseemos.
3 Será despreciado y desechado por la humanidad entera. Será el hombre más sufrido, el más experimentado en el sufrimiento. ¡Y nosotros no le daremos la cara! ¡Será menospreciado! ¡No lo apreciaremos!
4 Con todo, él llevará sobre sí nuestros males, y sufrirá nuestros dolores, mientras nosotros creeremos que Dios lo ha azotado, lo ha herido y humillado.
5 Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados.
6 Todos perderemos el rumbo, como ovejas, y cada uno tomará su propio camino; pero el Señor descargará sobre él todo el peso de nuestros pecados.
7 Se verá angustiado y afligido, pero jamás emitirá una queja; será llevado al matadero, como un cordero; y como oveja delante de sus trasquiladores se callará y no abrirá su boca.
8 Sufrirá la cárcel, el juicio y la muerte; ¿y quién entonces contará su historia, si él será arrancado por completo de este mundo de los vivientes y morirá por el pecado de mi pueblo?

Y nosotros participamos de Su copa, para que luego tengamos una belleza perpetua:

Mateo 13:43 RVC
43 Entonces, en el reino de su Padre los justos resplandecerán como el sol. El que tenga oídos, que oiga.

·         Job 41:13 RVC
13 ¿Hay alguien capaz de hacerle frente? ¿Alguien que se arme de valor y le coloque un freno?

La humanidad toda ha sido vencida por ese principado, no necesariamente pasa lo mismo con los otros pecados, aunque sean muy extendidos. Y como es algo tan aceptado y valorado (el amor propio, “cumplir con el deber”, el desarrollo personal, el orgullo por la patria, etc., etc.) nadie se atreve a frenarlo, sino que hasta lo “cristianizamos”, es decir, lo vestimos con traje de domingo, le ponemos una Biblia en las manos a Leviatán y lo sentamos en las primeras filas…

Sin embargo, nuestro Salvador emprendió con valor el viaje al centro del orgullo religioso, la “capital de Leviatán” en esos tiempos:

Lucas 9:51 DHH
51 Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén.

Y por eso podemos decir:

Romanos 8:31-39 RVC
31 ¿Qué más podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros.
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la derecha de Dios e intercede por nosotros.
35 ¿Qué podrá separarnos del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada?
36 Como está escrito: «Por causa de ti siempre nos llevan a la muerte, Somos contados como ovejas de matadero.»
37 Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor.

·         Job 41:14 RVC
14 ¿Quién podrá abrirle esas potentes quijadas, sin que se espante al ver sus filosos colmillos?

La boca de Leviatán está cerrada para la alabanza, pero si se abre sale algo completamente distinto: hay colmillos para despedazar con ellos. Pero por el Espíritu nosotros hemos abierto nuestras bocas en alabanza, y la creación entera lo hace:

Lucas 19:40 RVC
40 Pero Jesús les dijo: «Si éstos callaran, las piedras clamarían.»

Sin embargo, nuestra misma boca se ha cerrado por consejo del apóstol:

Efesios 4:29 RV1995
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

·         Job 41:15 RVC
15 Está orgullosamente revestido de duros escudos, cuyo cerrado tejido resguarda su cuerpo.

Esto es la justicia propia, sus propias obras y recursos que sirven como su propia defensa. Sin embargo, por el Espíritu nosotros:

Colosenses 3:9 RVC
9 No se mientan los unos a los otros, pues ya ustedes se han despojado de la vieja naturaleza y de sus hechos,

Es decir, nos quitamos todos nuestros propios escudos y protecciones, y completamente vulnerables ante el Señor ahora:

Colosenses 3:10 RVC
10 y se han revestido de la nueva naturaleza, la naturaleza del nuevo hombre, que se va renovando a imagen del que lo creó hasta el pleno conocimiento,

Que es la coraza de justicia que nos protege.

·         Job 41:16 RVC
16 Tan estrechamente unidos están unos con otros, que ni el viento más fino los puede atravesar.

Puede haber varias interpretaciones aquí, pero el viento suele ser un simbolismo muy claro del Espíritu Santo, que no puede penetrar, no puede hablar, no puede hacer ninguna obra cuando Leviatán gobierna, porque se lo impide de todas formas. Por eso el orgullo religioso resultó mucho más repulsivo para Jesús que la inmoralidad sexual de las prostitutas o la idolatría de los soldados romanos. Pero sobre sus discípulos:

Juan 20:22 RVC
22 Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo.

Y entonces nos volvemos impermeables a cualquier espíritu diferente.

·         Job 41:17 RVC
17 Cada escudo se entrelaza con el otro; están trabados entre sí, y no se pueden separar.

Esta es una imagen muy vívida de los argumentos que protegen al orgullo, que usamos para proteger nuestros propios razonamientos orgullosos: cada uno se encadena con el otro, de tal forma que cuando uno de ellos es “atacado” los otros “vienen” en su auxilio, y así el conjunto se vuelve “invencible”. ¿No son así nuestros razonamientos mentales? Pero:

Hebreos 4:12 RVC
12 La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que las espadas de dos filos, pues penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Y a partir de ahí reconstruimos nuestro yo con los argumentos de verdad, con las fortalezas de justicia hasta formar una estructura en la que el engaño no encuentra forma de penetrar, porque cada pensamiento de verdad sostiene al otro.

¡Señor, líbranos de Leviatán!


Danilo Sorti




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