miércoles, 6 de diciembre de 2017

327. Conspiracionistas y anticospiracionistas: ¿quién está en lo correcto?

Isaías 8:11-15 RVC
11 Ciertamente el Señor me habló con firmeza, y me dio instrucciones de no ir por el camino de este pueblo. Me dijo así:
12 «No llamen ustedes conspiración a todo lo que este pueblo llama conspiración. No tengan miedo, ni teman lo que ellos temen.
13 Santifiquen al Señor de los ejércitos, y sólo a él. Que él sea para ustedes la única razón de su temor.
14 Hagan de él su santuario. Pero para las dos casas de Israel será una piedra de tropiezo, que los hará caer; y para los habitantes de Jerusalén les será una trampa, una red.
15 Muchos de ellos tropezarán; y caerán y serán destrozados; y se enredarán y quedarán apresados.

Mateo 28:11-15 RVC
11 Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad y les contaron a los principales sacerdotes todo lo que había sucedido.
12 Éstos se reunieron con los ancianos y, después de ponerse de acuerdo, dieron mucho dinero a los soldados
13 y les dijeron: «Ustedes digan que sus discípulos fueron de noche y se robaron el cuerpo, mientras ustedes estaban dormidos.
14 Si el gobernador se entera de esto, nosotros lo convenceremos y a ustedes los pondremos a salvo.»
15 Ellos tomaron el dinero y siguieron las instrucciones recibidas. Y ésta es la versión que se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.


En los últimos tiempos la cuestión de las “teorías conspirativas” ha tomado mucho auge en algunos sectores de la población, mientras que otros insisten fuertemente en combatir tal pensamiento. El asunto es que las palabras proféticas que el Señor está trayendo a través de Sus atalayas está confirmando en cierto sentido la “cuestión conspirativa”. Ahora bien, ¿qué nos dice la Biblia al respecto? ¿Tenemos fundamento como para prestar atención a las teorías conspirativas? ¿Deberíamos creer todo lo que se dice por ahí? ¿Y qué de las profecías?

Me gusta empezar con el pasaje de Isaías 8; de ahí podemos sacar que no debemos pensar que todo lo que se dice de la conspiración es necesariamente cierto, pero lo más importante y lo principal de todo este artículo es que más allá de lo que exista o no de cierto, Dios está por encima de todo y más vale temerle a Él antes que a las teorías conspirativas, no porque no puedan ser ciertas, sino porque finalmente Él tiene el control de todo y es lo suficientemente fuerte como para protegernos de cualquier circunstancia, y advertirnos a tiempo de aquellas que debemos evitar. En el mundo, las cuestiones conspirativas generan mucho temor, y el corolario necesario de todas ellas es que la ciudadanía debe defenderse como pueda, y generalmente no puede hacer mucho. Pero entre nosotros no debe ser así.

Ahora bien, ¿tenemos fundamento bíblico como para aceptar estas cuestiones conspirativas? Cuando los profetas anuncian tales cosas, ¿hay base bíblica como para creerles?

En realidad sí, y mucha. Quizás sorprenda a alguno darse cuenta que una gran conspiración ocurrió para ocultar la resurrección de Jesús, y fue una conspiración del más alto nivel. Los principales sacerdotes, que eran los líderes más importantes de la nación, después de los líderes políticos, se pusieron de acuerdo, sobornaron a los soldados con mucho dinero, no sabemos si convencieron al gobernador, pero es probable que sí y tuvieron tanto éxito que la mentira siguió creyéndose al momento de escribirse Mateo, quizás unos 20 o 30 años después del episodio. Y digo que aquí tenemos una conspiración “hecha y derecha” porque el relato es por demás de absurdo para cualquier habitante del imperio romano de aquel entonces: ¿cómo un grupo de discípulos desanimados y temerosos, que no habían sido entrenados para luchar sino exactamente todo lo contrario, podían enfrentar a una guardia romana? Probablemente eran cuatro soldados, aunque podían ser más si tenemos en cuenta lo delicado de la situación; si todos los discípulos los enfrentaban podían vencerlos fácilmente, pero todos estaban dispersos y temerosos, Pedro había negado al Señor, era el líder principal pero esta igual de temeroso, no parece probable que aquellos que se mantuvieron lejos durante la crucifixión en pocas horas hubieran cambiado tan radicalmente, salido de su escondite (porque eran los próximos en la lista), juntado a una “tropa dispersa” y atacado la tumba. No, para cualquier ciudadano de aquel entonces, no era para nada lógico, ¡pero fue creído por muchos! Evidentemente, la conspiración para engañar a toda una nación tuvo éxito.

En realidad no debería extrañarnos en nada que exista tal cosa como “conspiraciones” de parte de los ricos, poderosos y malvados líderes de este mundo:

 Salmos 64:1-6 RVC
1 Dios mío, ¡escucha la voz de mi queja! ¡Protege mi vida de mi temible enemigo!
2 ¡Escóndeme de esa caterva de malhechores, que en secreto conspiran y hacen planes malvados!
3 Afilan su lengua, como si fuera una espada; lanzan acres invectivas, como si fueran saetas,
4 y a escondidas hieren al hombre íntegro. Lo atacan de repente y sin temor alguno;
5 obstinados en cumplir sus inicuos designios, pretenden disimular sus trampas, creyendo que nadie los va a ver.
6 Elucubran iniquidades, investigan al detalle; y sus ideas son tan incomprensibles que no es posible penetrar en ellos.

“a escondidas hieren al hombre íntegro” nos muestra la esencia de la conspiración: es a escondidas. En los niveles directivos, de liderazgo, muchas cosas se dicen y planean que nunca llegan a saberse en los niveles inferiores, al menos no de manera directa. Hay mucho escrito al respecto y resulta perfectamente lógico; en la Biblia podemos encontrar otros pasajes como Salmos 64 que nos dan fundamento para creer en conspiraciones. Como dije más arriba, habrá que ver después si todo lo que llaman “conspiración” es tal, pero es innegable que existe.

Dios revela lo oculto, también las conspiraciones, sea a través de Sus profetas o sea incluso a través de periodistas o investigadores, ¡Dios va a hablar de todas formas y a través de quien sea!

2 Reyes 6:8-12 RVC
8 El rey de Siria estaba en guerra contra Israel, así que luego de consultar a sus oficiales dijo: «Voy a instalar mi campamento en cierto lugar.»
9 Entonces el varón de Dios mandó a decir al rey de Israel: «Ten cuidado de no pasar por tal lugar, porque los sirios van a acampar allí.»
10 Entonces el rey de Israel envió gente al lugar señalado por el varón de Dios, y éste una y otra vez advirtió al rey que debía tener cuidado.
11 El rey de Siria se molestó mucho por esto, así que llamó a sus oficiales y les dijo: «¿No me van a decir quién de ustedes está a favor del rey de Israel?»
12 Uno de sus oficiales dijo: «Ninguno de nosotros lo está. Lo que pasa, mi señor y rey, es que el profeta Eliseo está en Israel, y es él quien va y le cuenta al rey de Israel todo lo que Su Majestad dice, incluso en la intimidad de su alcoba.»

Si hay verdaderos profetas, aunque el pueblo esté en pecado, como Israel lo estaba, y los líderes también se hayan apartado del Señor, con todo, por la misericordia divina nuestro Dios traerá revelación de qué es lo que se está tramando en secreto. Algo parecido le sucedió a Jeremías:

Jeremías 11:19-23 RVC
19 Yo parecía un cordero inocente que llevan al degolladero. No entendía lo que estaban tramando contra mí, cuando decían: «Destruyamos el árbol con su fruto. Cortémoslo de esta tierra de los vivientes, y que de su nombre no quede ni el recuerdo.»
20 Pero tú, Señor de los ejércitos, que juzgas con justicia y que escudriñas la mente y el corazón, permíteme ver cómo te vengas de ellos, porque ante ti he expuesto mi causa.
21 Por lo tanto, así ha dicho el Señor acerca de los hombres de Anatot que quieren matarme y que me ordenan no profetizar en el nombre del Señor, para que no me maten.
22 Así ha dicho el Señor de los ejércitos: «Voy a castigarlos. Los jóvenes morirán a filo de espada, y sus hijos y sus hijas morirán de hambre.
23 Cuando yo castigue a los hombres de Anatot, lanzaré sobre ellos una calamidad, y ninguno de ellos sobrevivirá.»

Había planes ocultos para matar a Jeremías, pero el Señor se los hizo saber.

No debería sorprendernos nada de “la conspiración”, claro, siempre que sea aquello que Dios mismo nos está revelando, porque de hecho hay una “conspiración” mucho mayor que está en funcionamiento desde hace por lo menos dos mil años:

2 Tesalonicenses 2:7 RVC
7 Porque el misterio de la iniquidad ya está en acción, sólo que en este momento hay quien lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.

Este “misterio” es, propiamente, “en lo oculto”, por ello es un misterio, algo no revelado, no conocido, no visto todavía. Esa es la principal conspiración que no es otra que la de Satanás, maestro en intrigas y engaños, el Padre de toda conspiración.

Estamos en los últimos tiempos y hay cosas que inevitablemente deben pasar, no es que a Dios se le escaparon algunas conspiraciones, simplemente está permitiendo que ocurran con un propósito. Pero todavía seguimos siendo sal y luz, y mientras estemos en la Tierra, Satanás no tiene libertad plena de acción; hay cosas que no deben pasar, y Dios llama a Sus intercesores para que detengan esos planes, esas conspiraciones.

¿Todo lo que se llama conspiración lo es? Seguramente no, pero hay mucho que sí. No tengamos, amados, esa actitud de soberbia y necedad de negar cualquier tipo de conspiración, más vale estemos alertas a la voz del Espíritu hablándonos.


Danilo Sorti




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