Isaías 8:11-15 RVC
11 Ciertamente el Señor me habló con firmeza,
y me dio instrucciones de no ir por el camino de este pueblo. Me dijo así:
12 «No llamen ustedes conspiración a todo lo
que este pueblo llama conspiración. No tengan miedo, ni teman lo que ellos
temen.
13 Santifiquen al Señor de los ejércitos, y
sólo a él. Que él sea para ustedes la única razón de su temor.
14 Hagan de él su santuario. Pero para las
dos casas de Israel será una piedra de tropiezo, que los hará caer; y para los
habitantes de Jerusalén les será una trampa, una red.
15 Muchos de ellos tropezarán; y caerán y
serán destrozados; y se enredarán y quedarán apresados.
Mateo 28:11-15 RVC
11 Mientras ellas iban, algunos de la guardia
fueron a la ciudad y les contaron a los principales sacerdotes todo lo que
había sucedido.
12 Éstos se reunieron con los ancianos y,
después de ponerse de acuerdo, dieron mucho dinero a los soldados
13 y les dijeron: «Ustedes digan que sus
discípulos fueron de noche y se robaron el cuerpo, mientras ustedes estaban
dormidos.
14 Si el gobernador se entera de esto,
nosotros lo convenceremos y a ustedes los pondremos a salvo.»
15 Ellos tomaron el dinero y siguieron las
instrucciones recibidas. Y ésta es la versión que se ha divulgado entre los judíos
hasta el día de hoy.
En los últimos tiempos la cuestión de las
“teorías conspirativas” ha tomado mucho auge en algunos sectores de la
población, mientras que otros insisten fuertemente en combatir tal pensamiento.
El asunto es que las palabras proféticas que el Señor está trayendo a través de
Sus atalayas está confirmando en cierto sentido la “cuestión conspirativa”.
Ahora bien, ¿qué nos dice la Biblia al respecto? ¿Tenemos fundamento como para
prestar atención a las teorías conspirativas? ¿Deberíamos creer todo lo que se
dice por ahí? ¿Y qué de las profecías?
Me gusta empezar con el pasaje de Isaías 8;
de ahí podemos sacar que no debemos pensar que todo lo que se dice de la
conspiración es necesariamente cierto, pero lo más importante y lo principal de
todo este artículo es que más allá de lo que exista o no de cierto, Dios está
por encima de todo y más vale temerle a Él antes que a las teorías
conspirativas, no porque no puedan ser ciertas, sino porque finalmente Él tiene
el control de todo y es lo suficientemente fuerte como para protegernos de
cualquier circunstancia, y advertirnos a tiempo de aquellas que debemos evitar.
En el mundo, las cuestiones conspirativas generan mucho temor, y el corolario
necesario de todas ellas es que la ciudadanía debe defenderse como pueda, y
generalmente no puede hacer mucho. Pero entre nosotros no debe ser así.
Ahora bien, ¿tenemos fundamento bíblico como
para aceptar estas cuestiones conspirativas? Cuando los profetas anuncian tales
cosas, ¿hay base bíblica como para creerles?
En realidad sí, y mucha. Quizás sorprenda a
alguno darse cuenta que una gran conspiración ocurrió para ocultar la
resurrección de Jesús, y fue una conspiración del más alto nivel. Los
principales sacerdotes, que eran los líderes más importantes de la nación,
después de los líderes políticos, se pusieron de acuerdo, sobornaron a los
soldados con mucho dinero, no sabemos si convencieron al gobernador, pero es
probable que sí y tuvieron tanto éxito que la mentira siguió creyéndose al momento
de escribirse Mateo, quizás unos 20 o 30 años después del episodio. Y digo que
aquí tenemos una conspiración “hecha y derecha” porque el relato es por demás
de absurdo para cualquier habitante del imperio romano de aquel entonces: ¿cómo
un grupo de discípulos desanimados y temerosos, que no habían sido entrenados
para luchar sino exactamente todo lo contrario, podían enfrentar a una guardia
romana? Probablemente eran cuatro soldados, aunque podían ser más si tenemos en
cuenta lo delicado de la situación; si todos los discípulos los enfrentaban
podían vencerlos fácilmente, pero todos estaban dispersos y temerosos, Pedro
había negado al Señor, era el líder principal pero esta igual de temeroso, no
parece probable que aquellos que se mantuvieron lejos durante la crucifixión en
pocas horas hubieran cambiado tan radicalmente, salido de su escondite (porque
eran los próximos en la lista), juntado a una “tropa dispersa” y atacado la
tumba. No, para cualquier ciudadano de aquel entonces, no era para nada lógico,
¡pero fue creído por muchos! Evidentemente, la conspiración para engañar a toda
una nación tuvo éxito.
En realidad no debería extrañarnos en nada
que exista tal cosa como “conspiraciones” de parte de los ricos, poderosos y
malvados líderes de este mundo:
Salmos
64:1-6 RVC
1 Dios mío, ¡escucha la voz de mi queja!
¡Protege mi vida de mi temible enemigo!
2 ¡Escóndeme de esa caterva de malhechores,
que en secreto conspiran y hacen planes malvados!
3 Afilan su lengua, como si fuera una espada;
lanzan acres invectivas, como si fueran saetas,
4 y a escondidas hieren al hombre íntegro. Lo
atacan de repente y sin temor alguno;
5 obstinados en cumplir sus inicuos
designios, pretenden disimular sus trampas, creyendo que nadie los va a ver.
6 Elucubran iniquidades, investigan al
detalle; y sus ideas son tan incomprensibles que no es posible penetrar en
ellos.
“a escondidas hieren al hombre íntegro” nos
muestra la esencia de la conspiración: es a escondidas. En los niveles
directivos, de liderazgo, muchas cosas se dicen y planean que nunca llegan a
saberse en los niveles inferiores, al menos no de manera directa. Hay mucho
escrito al respecto y resulta perfectamente lógico; en la Biblia podemos
encontrar otros pasajes como Salmos 64 que nos dan fundamento para creer en
conspiraciones. Como dije más arriba, habrá que ver después si todo lo que
llaman “conspiración” es tal, pero es innegable que existe.
Dios revela lo oculto, también las
conspiraciones, sea a través de Sus profetas o sea incluso a través de
periodistas o investigadores, ¡Dios va a hablar de todas formas y a través de
quien sea!
2 Reyes 6:8-12 RVC
8 El rey de Siria estaba en guerra contra
Israel, así que luego de consultar a sus oficiales dijo: «Voy a instalar mi
campamento en cierto lugar.»
9 Entonces el varón de Dios mandó a decir al
rey de Israel: «Ten cuidado de no pasar por tal lugar, porque los sirios van a
acampar allí.»
10 Entonces el rey de Israel envió gente al
lugar señalado por el varón de Dios, y éste una y otra vez advirtió al rey que
debía tener cuidado.
11 El rey de Siria se molestó mucho por esto,
así que llamó a sus oficiales y les dijo: «¿No me van a decir quién de ustedes
está a favor del rey de Israel?»
12 Uno de sus oficiales dijo: «Ninguno de
nosotros lo está. Lo que pasa, mi señor y rey, es que el profeta Eliseo está en
Israel, y es él quien va y le cuenta al rey de Israel todo lo que Su Majestad
dice, incluso en la intimidad de su alcoba.»
Si hay verdaderos profetas, aunque el pueblo
esté en pecado, como Israel lo estaba, y los líderes también se hayan apartado
del Señor, con todo, por la misericordia divina nuestro Dios traerá revelación
de qué es lo que se está tramando en secreto. Algo parecido le sucedió a
Jeremías:
Jeremías 11:19-23 RVC
19 Yo parecía un cordero inocente que llevan
al degolladero. No entendía lo que estaban tramando contra mí, cuando decían:
«Destruyamos el árbol con su fruto. Cortémoslo de esta tierra de los vivientes,
y que de su nombre no quede ni el recuerdo.»
20 Pero tú, Señor de los ejércitos, que
juzgas con justicia y que escudriñas la mente y el corazón, permíteme ver cómo
te vengas de ellos, porque ante ti he expuesto mi causa.
21 Por lo tanto, así ha dicho el Señor acerca
de los hombres de Anatot que quieren matarme y que me ordenan no profetizar en
el nombre del Señor, para que no me maten.
22 Así ha dicho el Señor de los ejércitos:
«Voy a castigarlos. Los jóvenes morirán a filo de espada, y sus hijos y sus
hijas morirán de hambre.
23 Cuando yo castigue a los hombres de
Anatot, lanzaré sobre ellos una calamidad, y ninguno de ellos sobrevivirá.»
Había planes ocultos para matar a Jeremías,
pero el Señor se los hizo saber.
No debería sorprendernos nada de “la
conspiración”, claro, siempre que sea aquello que Dios mismo nos está
revelando, porque de hecho hay una “conspiración” mucho mayor que está en
funcionamiento desde hace por lo menos dos mil años:
2 Tesalonicenses 2:7 RVC
7 Porque el misterio de la iniquidad ya está
en acción, sólo que en este momento hay quien lo detiene, hasta que él a su vez
sea quitado de en medio.
Este “misterio” es, propiamente, “en lo
oculto”, por ello es un misterio, algo no revelado, no conocido, no visto
todavía. Esa es la principal conspiración que no es otra que la de Satanás,
maestro en intrigas y engaños, el Padre de toda conspiración.
Estamos en los últimos tiempos y hay cosas
que inevitablemente deben pasar, no es que a Dios se le escaparon algunas
conspiraciones, simplemente está permitiendo que ocurran con un propósito. Pero
todavía seguimos siendo sal y luz, y mientras estemos en la Tierra, Satanás no
tiene libertad plena de acción; hay cosas que no deben pasar, y Dios llama a
Sus intercesores para que detengan esos planes, esas conspiraciones.
¿Todo lo que se llama conspiración lo es?
Seguramente no, pero hay mucho que sí. No tengamos, amados, esa actitud de
soberbia y necedad de negar cualquier tipo de conspiración, más vale estemos
alertas a la voz del Espíritu hablándonos.
Danilo Sorti
No hay comentarios:
Publicar un comentario