1 Pedro 4:12 RVC
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Amados hermanos, no se sorprendan de la prueba de fuego a que se ven
sometidos, como si les estuviera sucediendo algo extraño.
En 1973, David Wilkerson, un reconocido
pastor y escritor cristiano, relató en su libro “La Visión”:
“Veo venir una hora de persecución tal como
nunca antes ha presenciado la humanidad. Esta será una persecución de los
verdaderos creyentes de Jesús, que surgirá en breve como un monstruo de muchas
cabezas que sale del mar. Comenzará lenta y artificiosamente, viniendo en un
momento que la libertad religiosa parece estar en el máximo. Se extenderá por
todo Estados Unidos, Canadá y el mundo entero y se convertirá, finalmente, en
una especie de locura.
“Un espíritu de anticristo entrará en el
corazón de ciertos hombres que estén en altos puestos, en el gobierno y en el
sistema judicial, haciendo que estos funcionarios se empeñen en realizar
maniobras legales destinadas a hostigar a las iglesias, misioneros y ministros
independientes. … Veo venir el tiempo cuando casi todos los proyectos
misioneros evangélicos, todas las programaciones religiosas de radio y
televisión, y todas las sociedades misioneras incorporadas serán sometidas a
control, objetadas y molestadas tan estrechamente, que los mismos tendrán mucha
cautela en extenderse en cualquier área.”
Este futuro es nuestro presente, y nada hace
suponer que vaya a mejorar, al menos no en la perspectiva mundial. Sin embargo,
creo que puede haber diferencias importantes entre las naciones y aún espacios
de mucha apertura, especialmente en las naciones del sur.
Con todo, no debemos abrigar falsas
esperanzas. Este será el contexto de los próximos años hasta la venida de
Cristo, y obviamente será mucho peor luego. La persecución implica muchas
cosas, no solo hostigamiento manifiesto: pérdida de trabajo o no ser ascendido
cuando corresponde, puertas laborales o sociales que se cierran, presión
espiritual manifestada en una serie de hechos problemáticos “fortuitos” que nos
ocurren, etc. La persecución tiene otra cara: iglesias y ministerios que logran
“acomodarse” con el poder político de turno, obviamente al comprometer su
mensaje y asegurar una plataforma de votos para las elecciones.
En medio de todo eso, no nos sorprendamos ni
claudiquemos en el mensaje. ¡Señor, fortalécenos!
Danilo Sorti
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