1 Corintios 12:4-7 RVC
4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero
el Espíritu es el mismo.
5 Hay diversidad de ministerios, pero el
Señor es el mismo.
6 Hay diversidad de actividades, pero Dios,
que hace todo en todos, es el mismo.
7 Pero la manifestación del Espíritu le es
dada a cada uno para provecho.
Cualquier cristiano con algunos años de
convertido sabe que la cuestión de los métodos y proyectos, y los “anti
métodos” y “anti proyectos” ha sido un tema controversial en las iglesias, que
ha generado no pocos problemas y divisiones.
No pretendo hacer un análisis de los
innumerables métodos, ni criticarnos o dejar de criticarlos. Personalmente creo
que los métodos “sirven cuando sirven” y siempre y cuando no transgredan los
principios divinos. Es decir, cuando un método o programa aplica los principios
divinos a un contexto particular, bajo la guía del Espíritu durante el tiempo
adecuado, está bien. Fuera de los principios, fuera del contexto o fuera del
tiempo, está mal.
A partir de cierto momento histórico fue
común empezar a buscar métodos que resultaban espectaculares en tal o cual
lugar, forzar su aplicación en un contexto para el cual no fueron diseñados y
con personas que no estaban convencidas y obtener resultados escasos, o no,
pero dejar unos cuantos hermanos heridos y apartados por el camino. Luego, el
método se cambia por otro que está resultando espectacular en otra iglesia, y
así sucesivamente.
Como reacción natural, muchos siervos al ver
esto dejaron de buscar “él” método, pero en realidad es imposible que una
iglesia “carezca” de método o programa: inevitablemente siempre habrá una forma
de hacer las cosas, por acción o por omisión. Dejar a la iglesia “sin” método
tampoco resulta una fórmula exitosa porque es muy probable que los hermanos
terminen “boyando” de aquí para allá, o repitiendo los mismos pasos
ministeriales que funcionaron hace 30 años.
Creo yo que la Biblia no prohíbe aplicar un
método o programa (que esté firmemente basado en los principios de Dios, en el
tiempo de Dios, en el contexto correcto y mientras el Espíritu así lo indique),
pero el Señor mismo ya nos ha dejado, por así decirlo, el armazón de cualquier
programa realmente exitoso para el reino: Sus principios de ordenamiento y
funcionamiento de la Iglesia, la asamblea de creyentes que Él mismo estableció
y de la cual es su Único Dueño.
Dentro de estos principios figura claramente
la enseñanza sobre los dones espirituales, que lamentablemente fue “moda
espiritual” hace algunas décadas y después “pasó de moda”. Sin embargo, la
enseñanza de dones espirituales no es una moda ni un método, como podría ser,
por ejemplo, Evangelismo Explosivo o Las Cuatro Leyes, o cualquier otro más
actual.
La enseñanza sobre dones es un principio
fundamental del funcionamiento de la iglesia. Yo diría que es el más básico (o
uno de ellos) en lo que respecta a su organización terrenal para el ministerio
y la extensión del Reino de Dios.
Es probable que muchos cristianos hayan sido
heridos en esta área de sus ministerios, y estén cumpliendo hoy funciones que
les asignaron pero para las cuales no tienen los dones necesarios, con poco
éxito y mucha frustración. Es probable que otros tantos hayan renunciado ya a
cualquier tipo de servicio cristiano. El Espíritu quiere que entendamos que
esto que ha ocurrido EN TODO EL MUNDO y no solamente en una congregación en particular,
no ha sido más que un avance del Adversario para anular a los ministros de esta
última hora (minutos más que hora) para tratar de coartar la Última Gran
Cosecha.
Si es tu caso, te animo a que en este momento
abras tu corazón al Espíritu Santo (porque probablemente lo hayas cerrado por
el dolor) y recibas la sanidad que viene de Él y solo de Él. Aunque te parezca
extraño, era necesario que pasaras por este proceso para llegar precisamente a
estos últimos minutos del reloj de Dios a fin de que seas un instrumento tan
pulido como no hubo prácticamente otro en los 20 siglos de historia del
cristianismo.
Nada se perdió, nada se murió, los dones y el
llamado están ahí, ¡es hora de que vuelvas a tomar toda la armadura y todas las
armas espirituales y hagas temblar al infierno con la autoridad de Cristo!
Danilo Sorti
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