I Tesalonicenses 5:1-6
1 Tesalonicenses 5:1-6 RVC
1 En
cuanto a los tiempos y las ocasiones, no hace falta, hermanos míos, que yo les
escriba. 2 Ustedes saben perfectamente
que el día del Señor llegará como ladrón en la noche; 3 De repente, cuando la gente diga: «Paz y
seguridad», les sobrevendrá la destrucción, como le llegan a la mujer encinta
los dolores, y no escaparán. 4 Pero
ustedes, hermanos, no viven en tinieblas, como para que ese día los sorprenda
como un ladrón, 5 sino que todos ustedes
son hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de la oscuridad,
6 así que no durmamos como los demás,
sino mantengámonos atentos y sobrios.
Leemos y escuchamos mensajes sobre las
bendiciones y las promesas del Señor, y son reales; estamos preocupados por
traer el Reino de Dios a nuestra tierra, transformar la cultura, mostrar el
poder y los propósitos divinos actuando con poder y pertinencia en las
naciones, ¡y claro que eso es parte del Evangelio! Y estamos preocupados por
diversas necesidades y problemas que enfrentamos, orando por ellos; y también
eso es un mandato divino.
Pero por sobre todo eso, que es legítimo y
bíblico, hay un programa de Dios para la tierra y una etapa está muy próxima a
terminar. En vista de aquel día, hay una advertencia:
Lucas 21:34-36 RVC
34
»Pero tengan cuidado de que su corazón no se recargue de glotonería y
embriaguez, ni de las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no les
sobrevenga de repente. 35 Porque caerá
como un lazo sobre todos los que habitan la faz de la tierra. 36 Por lo tanto, manténganse siempre atentos, y
oren para que se les considere dignos de escapar de todo lo que habrá de
suceder, y de presentarse ante el Hijo del Hombre.»
Las muchas preocupaciones valederas y las
muchas distracciones no tan valederas muy fácilmente llegan a ocupar tanto de
nuestra atención que podemos llegar a ser desagradablemente sorprendidos por
aquel día. Puede ser que nos vayamos con Él si hemos sido fieles, pero
¿habremos terminados la obra que nos encomendó?
Nos queda muy poco tiempo, no solamente
debemos permanecer “despiertos y atentos”, también debemos reenfocar nuestras
prioridades y actividades para completar rápidamente lo que falta: hermanos,
decididamente hay cosas que no lograremos, metas personales que no
alcanzaremos, situaciones que probablemente no se solucionarán antes de que
Cristo venga; pero eso es el sacrificio que se nos llama a realizar para
completar la obra del Reino.
Que el Señor nos ayude a enfocar las
prioridades correctamente.
Danilo Sorti
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