Mateo 23:2-6 RVC
2 «Los
escribas y los fariseos se apoyan en la cátedra de Moisés.
3 Así
que ustedes deben obedecer y hacer todo lo que ellos les digan, pero no sigan
su ejemplo, porque dicen una cosa y hacen otra.
4
Imponen sobre la gente cargas pesadas y difíciles de llevar, pero ellos
no mueven ni un dedo para levantarlas.
5 Al
contrario, todo lo que hacen es para que la gente los vea. Ensanchan sus
filacterias y extienden los flecos de sus mantos,
6 y
les encanta ocupar los mejores asientos en las cenas y sentarse en las primeras
sillas de las sinagogas,
Por supuesto, no soy el primero en hablar
sobre el tema de los espíritus de religión; y no es una enseñanza nueva; pero,
me parece, no tiene el lugar que debería tener dentro del Pueblo de Dios.
La principal lucha de Jesús en esta tierra no
fue contra los pecadores de su época (y había muchos), ni con las prostitutas,
ni con los contadores y abogados… perdón, digo, contra los cobradores de
impuesto! “Extrañamente” Su principal lucha fue contra lo mejorcito de la
época, contra aquellos que más conocían la Palabra de Dios, contra aquellos que
la sociedad más estimaba, y que, dicho sea de paso, estaban particularmente en
contra del sistema socio político de ese momento. ¡Caramba, tenemos un
problema!
Su principal lucha fue contra los
“religiosos”, aquellos que habían “capturado” la Palabra de Dios y se habían
arrogado el único derecho a interpretarla y aplicarla legítimamente.
EL PEOR PECADO delante de Dios es lo que más
se parece a la verdad, sin serlo. Nada es más perverso, y nada es más sutil y
engañoso. Pero cuidado, no estoy hablando aquí de “los religiosos” o “los
hipócritas”, como es demasiado frecuente leer en Internet. La verdadera raíz
está en los espíritus que llegan a engañar a algunas personas de tal manera;
normalmente a quienes tienen un sincero deseo de servir al Señor pero con un
carácter poco transformado. ¿Hace falta que recordemos que nuestra lucha NO ES
contra “carne y sangre”?
En estos casi 2.000 años la iglesia de Cristo
NO HA PODIDO luchar efectivamente contra tales espíritus. Inevitablemente TODO
mover de Dios ha sucumbido tarde o temprano ante ellos. No queda mucho más
tiempo de Iglesia sobre la tierra, y sabemos que la Iglesia del último tiempo
será la Novia Perfecta digna del Cordero de Dios, por lo tanto, esa iglesia (no
todos los que tienen el rótulo) habrá podido vencer dicho espíritu.
Peter Wagner, que partió a la presencia del
Señor, habló del “Espíritu corporativo de la religión”. Bueno, no quiero entrar
en un debate interminable sobre las enseñanzas de Peter Wagner, a esta altura
el Espíritu Santo le puede indicar perfectamente a cada creyente qué debe tomar
y qué debe desechar, y si el tal creyente no puede discernirlo, bueno, ¡el
problema no es de Peter Wagner! Lo cierto es que el concepto de un espíritu
maligno que impregna una estructura organizacional es, a mi entender,
perfectamente válido, y esto son los más escurridizos. Podemos discernir con
relativa facilidad a los que atacan individuos o incluso líderes, pero
sucumbimos ante los organizacionales.
Hay mucho más para hablar, ¡pero sería
demasiado largo para el Facebook! Oremos y busquemos el discernimiento de lo
alto para saber cómo combatir.
Danilo Sorti
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