miércoles, 3 de octubre de 2018

592. ¿Todo tiempo pasado fue mejor? O, “cuando digan paz y seguridad…”


Eclesiastés 7:10 DHH
10 Nunca te preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor, pues esa no es una pregunta inteligente.

Estuve leyendo una entrevista realizada a Steven Pinker, psicólogo y científico, en la cual analizaba los cambios producidos en el mundo en los últimos siglos “en temas que van desde la salud, el tiempo de ocio y la inequidad social al medio ambiente, la democracia, la distribución de la riqueza hasta la igualdad de derechos, el conocimiento y la felicidad,” y concluye que en realidad el mundo se encuentra mejor que en el pasado.

“Por ejemplo, si pensamos en las muertes sucedidas en guerras desde 1945 el gráfico desciende. No es que reducimos las guerras a 0, puedes leer el periódico y pensar que se producen tantas guerras como siempre y de hecho hay una guerra terrible en Siria, pero incluso con esta guerra civil las tasas de muertes en guerras es menor que en los 80, los 70 o los 50. Lo mismo sucede con los crímenes violentos. Todavía existe y cuando sucede lo lees en los diarios, pero hay menos de los que había. Las tasas de homicidios han descendido en la mayoría de los países, como con las tasas de muerte por enfermedad y así. Medida tras medida del bienestar humano han habido avances.”

"Hace 250 años el 90% de la población mundial subsistía en la extrema pobreza. En los países más ricos del mundo un tercio de los niños no vivía para cumplir su quinto cumpleaños. Hoy ese destino afecta a menos del 6% de los niños de los países más pobres del mundo. Y antes de siglo XVII no más del 15% de los europeos podía leer o escribir. Hoy más del 90% de la población mundial menor de 25 años puede leer y escribir".

“En otro de los ejemplos, compara datos de 1988 con los de 2017: Hace 30 años "hubo 23 guerras, 85 autocracias, un 37% de extrema pobreza y más de 60.000 armas nucleares", mientras que el año pasado "tuvo 12 guerras, 60 autocracias, un 10% de extrema pobreza y más de 10.000 armas nucleares".

Sin embargo, el autor plante que los intelectuales odian el progreso.

“-Muchos científicos son muy optimistas, pero los críticos literarios y los eruditos culturales tienden a ser muy pesimistas sobre la civilización occidental. Y ha sido así desde hace 150 años, que dicen que la civilización occidental va a colapsar en cualquier momento. Yo bromeo con que los progresistas, en particular, odian el progreso. En parte porque es una cuestión de fe de la extrema izquierda que todas las instituciones son malas, corruptas y decadentes. Y si les enseñas los datos de que en todo el mundo la pobreza y el hambre están descendiendo, todavía existen, pero es menos de lo que solía ser, parece como si fuera una disculpa o una defensa del establishment y hay muchas facciones políticas, tanto en la derecha como en la izquierda, que están dedicadas a la idea de que todas nuestras instituciones están al borde del colapso y que solo le hacen un mal a la gente.”

De esta forma se pueden avalar posiciones políticas más radicalizadas o populistas.


Por supuesto que el autor no es cristiano y su imagen de la fe es negativa, ¡como todo intelectual del tiempo presente! Así que tampoco él escapa a lo mismo que critica, pero bueno, eso es algo sabido.

Lo que quiero rescatar aquí es que tenemos un análisis de lo que mucho tiempo atrás dijera el predicador: “Nunca te preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor, pues esa no es una pregunta inteligente.”

Si esa pregunta no era ni es inteligente significa que el que la formula no está haciendo un buen razonamiento, que se está dejando guiar por preconceptos básicos, que está expresando su ignorancia. Y si lo relacionamos con lo que analiza el autor citado más arriba, finalmente esa forma de pensamiento tiene el objetivo de favorecer determinadas posturas políticas, porque al “terribilizar” el presente está preparando para una disrupción o revolución. Propiamente, es una frase para “jóvenes”, que todavía tienen un sistema de pensamiento simple y no conocen ese pasado supuestamente mejor, pero sí pueden disgustarse con el presente.

Una misma estructura de pensamiento fatalista suele ser común en el ámbito evangélico, aunque generando una actitud negativa hacia el involucramiento social y lo que pasa “en el mundo” en general, lo cual dificulta el impacto del Reino en la sociedad.

Pero cuidado, ¿es tan así como lo cuenta el autor del libro?

La realidad es que en los últimos siglos muchas cosas mejoraron, a medida que el Evangelio crecía en el mundo y se extendía, y el Señor escuchaba las oraciones y respondía bendiciendo a las naciones. Sí, Dios trajo bendición y muchas cosas mejoraron, incluso de manera sorprendente.

Sin embargo, el mismo día que leía ese artículo me encuentro con este otro:

“El hambre aumenta por tercer año y alcanza a 821 millones de personas. Se rompe la tendencia a la baja del número de subalimentados. En 2017, hubo 15 millones más que el año anterior, lo que supone un retroceso a niveles de hace una década.” https://elpais.com/elpais/2018/09/04/planeta_futuro/1536080666_957102.html

Y este otro: “La actual generación de niños "podría ser la primera en muchísimo tiempo en tener una esperanza de vida menos elevada que la de sus padres", ha advertido hoy la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan.” http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/02/24/medicina/1267037348.html

Por otro lado, la crisis ecológica es cada vez más seria, por más que tengamos tecnologías cada vez menos contaminantes (que no siempre se aplican, ni están disponibles), y las catástrofes ambientales se encuentran en franco incremento. Y, por supuesto, el autor no puede analizar la cuestión moral de la sociedad, en donde aparece una caída libre sin nada que la detenga.

“Cada uno cuenta la feria según le fue en ella” decía mi abuela, ¡y tenía razón!

Sí, hemos tenido avances importantes en los últimos siglos, muchas cosas cambiaron muchísimo, pero junto con ellos surgieron procesos terribles que hoy se están manifestando. No podemos caer en el facilismo de decir “todo tiempo pasado fue mejor” porque en el fondo es un razonamiento incorrecto que, o bien nos empuja a los populismos, o bien a una inactividad cristiana. ¡Pero eso no significa que los tiempos inmediatamente futuros sigan siendo así de “buenos”! Evidentemente, la realidad nunca ha sido simple.

No es casualidad que este empeoramiento en las últimas décadas coincida con una apostasía generalizada de la sociedad, así como no fue casualidad que el mejoramiento social de las décadas y siglos pasados coincidieran con el surgimiento y extensión del cristianismo protestante y más que nada evangélico.

No hay nada nuevo aquí, todo fue profetizado:

1 Tesalonicenses 5:2-4 RVC
2 Ustedes saben perfectamente que el día del Señor llegará como ladrón en la noche;
3 De repente, cuando la gente diga: «Paz y seguridad», les sobrevendrá la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores, y no escaparán.
4 Pero ustedes, hermanos, no viven en tinieblas, como para que ese día los sorprenda como un ladrón,

“Paz y seguridad” implica un mundo relativamente próspero, que está pudiendo resolver sus problemas y que tiene buenas perspectivas para el futuro. Si nos posicionamos en el desarrollo de las energías alternativas, el avance médico, en la genética, el avance tecnológico, las tecnologías y desarrollos para descontaminar, etcétera, podemos encontrar buenas razones para ser optimistas, pero sólo si cerramos los ojos a otros fenómenos terribles que están ocurriendo ya no tan subterráneamente. Como sea, para el público en general que no se preocupa demasiado por hurgar bajo la alfombra, bien puede haber una perspectiva optimista, que por supuesto, también es funcional a determinados poderes políticos. De hecho, lo que plantea Steven Pinker ES FUNCIONAL para el sistema político actual, que necesita tener una población tranquila y sumisa, no revolucionaria…. En fin, ¿qué esperamos del sistema mundo, acaso que nos digan toda la verdad?

Pinker está diciendo “paz y seguridad”, con ello nos advierte de no caer en un fatalismo ignorante, pero también está “cumpliendo” la profecía de 1 Tesalonicenses, y eso nos indica que el tiempo está mucho más cerca. El sistema mundo mismo da testimonio de eso.


Danilo Sorti




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