Efesios 1:7-12 RVC
7 En él tenemos la redención por medio de su
sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia,
8 la cual desbordó sobre nosotros en toda
sabiduría y entendimiento,
9 y nos dio a conocer el misterio de su
voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
10 para que cuando llegara el tiempo señalado
reuniera todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las
que están en la tierra.
11 En él asimismo participamos de la
herencia, pues fuimos predestinados conforme a los planes del que todo lo hace
según el designio de su voluntad,
12 a fin de que nosotros, los primeros en
esperar en Cristo, alabemos su gloria.
Esta cuestión de los “misterios” ha ejercido
una atracción milenaria en la humanidad. Los “secretos escondidos” que le
conferirán un poder único a su poseedor, o una comprensión superior de la
realidad es un principio que sigue actuando hasta el día de hoy.
Vamos con una definición sencilla, de
enciclopedia, sobre el tema (por supuesto, recurrimos a la Wikipedia…):
“Se califica como religión mistérica o
religión de misterio a aquella que intenta transmitir el conocimiento a través
de la experiencia. Presenta entonces ciertos misterios que no se plantea
explicitar, toda vez que los detalles doctrinales han de conocerse a través de
la experiencia iniciática ritual y no mediante la palabra o la razón. Las
razones para escoger esta vía pueden ser varias. Desde la defensa de la propia
comunidad ante represalias de colectivos mayoritarios, protección de intereses
personales, la vivencia de pertenecer a una sociedad exclusiva, o simplemente
la imposibilidad de explicar racionalmente esos datos relacionados con la
religión.
“Por lo tanto, más que una religión es un
modo de vivir una religión, existiendo a lo largo de la historia de las
religiones muchas que pueden encajar en este tipo. El secretismo y exclusivismo
de algunas de estas religiones mistéricas conlleva una serie de ritos
iniciáticos, y frecuentemente un periodo de preparación y de pruebas, antes de
aceptar a un nuevo adepto en la comunidad. Estas ceremonias recibían el nombre
de misterios.”
Tenemos entonces:
·
Experiencia, experimentar algo antes de conocerlo racionalmente.
·
Ritos, ceremonias.
·
Iniciaciones y grados.
·
Secretismo y exclusivismo.
Creo que con esto más de uno estará ya
pensando en algunas creencias que no voy a mencionar ahora… Leamos un poco más:
“Se ha afirmado que las religiones mistéricas
parecen surgir en la Antigüedad egipcia, en relación con los dioses Isis,
Serapis y Anubis. También se observa su existencia en religiones frigias, como
el mitraísmo, así como en el culto a Atis y Cibeles. …
“Se observa en la cultura helenística de la
Antigua Grecia, siendo ya evidente su existencia antes del 600 a. C. en los
cultos mistéricos de Eleusis (Démeter: hermana/esposa de Zeus y Perséfone: hija
de Démeter y esposa de Hades) y en los de Dioniso y las bacantes.
“En Grecia comenzaron a tener muchos
seguidores las religiones mistéricas del Oriente Próximo, como los dioses
frigios (Cibeles, Atis, Sabacio, Mitra) o los egipcios (Anubis). Sin embargo,
algunos expertos puntualizan que el culto a estas divinidades no muestra
características mistéricas en sus lugares de origen, sino que parece adquirir
estas características al llegar a Grecia. Algunos autores opinan que el éxito y
la expansión de las religiones mistéricas se debían a que la mitología
grecorromana clásica no implicaba al individuo en sus creencias, mientras que
las religiones mistéricas acogían al creyente, proporcionándole protección y
promesa de felicidad.
“Las religiones mistéricas se extienden desde
Grecia hacia la totalidad del Imperio romano, a pesar de los esfuerzos de
varios emperadores por evitarlo, entre los que destacó Augusto. Poco después,
con Tiberio, el protagonismo de las religiones mistéricas era una realidad
inevitable.”
Esto es suficiente para entender que hacia el
tiempo de la primera expansión del cristianismo, las “religiones mistéricas” se
encontraban en plena expansión. Por supuesto que hay muchísimo más para hablar
sobre el tema, pero no es el objetivo de este artículo. Aquí observamos otras
cuestiones importantes:
·
Tienen un origen “extranjero”, oriental
·
Implican al participante, no se trata de algo impersonal.
·
Apuntaba a necesidades psicológicas profundas, por lo que se expandieron a
pesar de la persecución.
Con lo que hemos visto hasta aquí podríamos
pensar que habría una “competencia” entre el cristianismo primitivo y las
religiones mistéricas, al menos en el mundo occidental; las religiones griega y
romana resultaban demasiado alejadas del individuo, en un mundo sin esperanza
tampoco ofrecían nada seguro para el futuro, ni para el presente, por lo tanto,
buscadores sedientos hubieran fácilmente incursionado en alguna de ellas. Y
quizás los que se desencantaron, más sedientos ahora todavía, habrían abrazado
el cristianismo.
Por supuesto que hay una gran diferencia
entre las religiones mistéricas y el cristianismo, pero algunos elementos
podían llegar a confundirse, y por supuesto, sincretizarse con el tiempo. No
vemos en el Nuevo Testamento ninguna acalorada disputa contra tales religiones,
probablemente las haya habido pero el Espíritu no nos dejó eso escrito.
Sin embargo, esta palabra que vemos en el
versículo 9, “misterio”, está diciendo mucho si la ponemos en contexto (y si la
estudiáramos el contexto en profundidad, encontraríamos mucho más). Con esa
palabra Pablo está agrupando toda esta corriente de religiones “mistéricas”,
que por sus características, podían llega a seducir a los cristianos o de las
cuales habían salido unos cuantos de los creyentes que leían la carta.
Bueno, al grano; el asunto central es que
mientras las muchas religiones mistéricas ocultaban el conocimiento hasta que
se hubieran cumplido ciertos ritos o alcanzado cierto tiempo, Dios
sencillamente nos lo está revelando aquí y ahora. Mientras ellas prometían
bendiciones cuando se llegara a determinado nivel, el Espíritu estaba mostrando
cuáles eran las bendiciones que ya estaban disponibles.
En un artículo anterior analizamos los
versículos 7 y 8, en los cuales se nos expone lo que YA tenemos en Cristo, a
diferencia de las religiones mistéricas que lo prometían para un momento
futuro, y no sin pasar por una serie importante de esfuerzos y sacrificios.
Creo que podríamos escribir muchos libros
sólo a partir de la palabra “misterio” y la fascinación que ejerce sobre las
personas. Podemos ver un panorama de las religiones mistéricas y su inevitable
infiltración en el cristianismo en la carta a la iglesia de Tiatira:
Apocalipsis 2:18-25 RVC
18 »Escribe al ángel de la iglesia en
Tiatira: Así dice el Hijo de Dios, cuyos ojos son como una llama de fuego, y
cuyos pies se asemejan al bronce pulido:
19 »Yo conozco tus obras, tu amor, y tu fe;
tu servicio y tu paciencia. También sé que tus últimas obras son mejores que
las primeras.
20 Pero tengo algunas cosas contra ti: Tú
toleras a Jezabel, esa mujer que se llama profetisa, pero que seduce a mis
siervos y los lleva a incurrir en inmoralidad sexual y a comer lo sacrificado a
los ídolos.
21 Le he dado tiempo para que se arrepienta,
pero no quiere renunciar a su inmoralidad sexual.
22 Por tanto, a ella y a los que con ella
adulteran los haré caer en cama; y si no se arrepienten de sus malas obras, los
haré sufrir en gran manera.
23 Y heriré de muerte a sus hijos, y todas
las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y a cada
uno de ustedes le daré según lo que haya hecho.
24 Pero a ustedes y a los demás que están en
Tiatira, y que no siguen esa doctrina ni han conocido lo que ellos llaman “las
profundidades de Satanás”, yo les digo que no les impondré ninguna carga más;
25 pero deben conservar lo que tienen hasta
que yo venga.
Obviamente, las “profundidades de Satanás” es
un culto mistérico introducido en esa iglesia, pero que ha seguido existiendo a
lo largo del tiempo en muchos ámbitos cristianos, o nominalmente cristianos,
hasta el día de hoy, con otros nombres pero con el mismo espíritu. Con esto
vemos que la seducción de las religiones mistéricas ganó y sigue ganando el
corazón de muchos que no se entregaron completamente a Dios, y que siguen
teniendo se de poder y revelación, ese mismo poder y revelación que Pablo está
exponiendo tan sencillamente en Efesios; ¡ya no hacía falta ningún misterio,
todo estaba revelado!
No sólo podemos hablar de hermandades
secretas cuando hablamos de los “misterios” hoy, encontramos el mismo principio
en muchos lados. Por ejemplo, en nuestros modernos judaizantes (no es lo mismo
que raíces hebreas o cristianos que adoptan la forma hebrea del cristianismo, o
directamente judíos mesiánicos) vemos que una estrategia para captar adeptos es
prometer un conocimiento “oculto” que fue tergiversado por los “gentiles”, por
la iglesia griega y por el relato de la historia protestante. ¡Vaya! ¡Eso es
fascinante! Tenemos entre manos un conocimiento perdido desde los albores del
cristianismo… Indiana Jones es un poroto al lado nuestro!!
El único, “pequeño”, problema es, ¿para qué
rábanos quiero ese supuesto conocimiento si YA TENGO EN CRISTO toda la
revelación, promesas y poder que necesito para cumplir la misión que Dios me
encomendó?
No carguemos todas las tintas en los
judaizantes modernos, siempre ha aparecido y sigue apareciendo alguno por ahí
con un argumento parecido, no necesariamente de “raíces judías”. Puede tomar
múltiples formas, pero la esencia es la misma.
Lo mismo ocurre a nivel “secular”, pero que
incluso afecta a unos cuantos cristianos. El marxismo en sus diversas formas
(ha ido mutando con el tiempo, hoy se manifiesta, por ejemplo, en la ideología
de género) y todos los “socialismos” relacionados se basan en buena medida en
un conocimiento “oculto” al común de la gente, engañada por el sistema, pero
revelado a los iniciados, y que fácilmente les permite catalogar absolutamente
todo fenómeno político y social, y etiquetar a las personas con solo escuchar
unas pocas palabras, TODO ESTO SIN NECESIDAD de ningún análisis profundo, sin
“grises”, sin ningún estudio complejo. Es una nueva forma de “religión
mistérica” porque al recibir la revelación se obtiene un conocimiento
cualitativamente superior que los exime de atravesar los largos procesos de
estudio y maduración del resto de los mortales. Algo parecido pasa con unos
cuantos cristianos. Y los argentinos tenemos mucho de eso también…
¡Y todo lo que escribimos hasta ahora estuvo
basado solamente en una palabra! No vamos a seguir más en este artículo,
simplemente recordemos el versículo 9: “y nos dio a conocer el misterio de su
voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo”, que se
relaciona con el 8: “(su gracia) la cual desbordó sobre nosotros en toda
sabiduría y entendimiento”.
Todo ese conocimiento oculto que los hombres
buscan, para tener un poder superior, ¡ya está dado en las sencillas palabras
de la Biblia! No sea que nosotros terminemos engañados y fascinados por alguna
forma moderna de “misterio”…
Danilo Sorti
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