miércoles, 3 de octubre de 2018

595. Éfeso: el modelo de Iglesia – V; misterios revelados


Efesios 1:7-12 RVC
7 En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia,
8 la cual desbordó sobre nosotros en toda sabiduría y entendimiento,
9 y nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
10 para que cuando llegara el tiempo señalado reuniera todas las cosas en Cristo, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
11 En él asimismo participamos de la herencia, pues fuimos predestinados conforme a los planes del que todo lo hace según el designio de su voluntad,
12 a fin de que nosotros, los primeros en esperar en Cristo, alabemos su gloria.


Esta cuestión de los “misterios” ha ejercido una atracción milenaria en la humanidad. Los “secretos escondidos” que le conferirán un poder único a su poseedor, o una comprensión superior de la realidad es un principio que sigue actuando hasta el día de hoy.

Vamos con una definición sencilla, de enciclopedia, sobre el tema (por supuesto, recurrimos a la Wikipedia…):

“Se califica como religión mistérica o religión de misterio a aquella que intenta transmitir el conocimiento a través de la experiencia. Presenta entonces ciertos misterios que no se plantea explicitar, toda vez que los detalles doctrinales han de conocerse a través de la experiencia iniciática ritual y no mediante la palabra o la razón. Las razones para escoger esta vía pueden ser varias. Desde la defensa de la propia comunidad ante represalias de colectivos mayoritarios, protección de intereses personales, la vivencia de pertenecer a una sociedad exclusiva, o simplemente la imposibilidad de explicar racionalmente esos datos relacionados con la religión.

“Por lo tanto, más que una religión es un modo de vivir una religión, existiendo a lo largo de la historia de las religiones muchas que pueden encajar en este tipo. El secretismo y exclusivismo de algunas de estas religiones mistéricas conlleva una serie de ritos iniciáticos, y frecuentemente un periodo de preparación y de pruebas, antes de aceptar a un nuevo adepto en la comunidad. Estas ceremonias recibían el nombre de misterios.”

Tenemos entonces:

·         Experiencia, experimentar algo antes de conocerlo racionalmente.
·         Ritos, ceremonias.
·         Iniciaciones y grados.
·         Secretismo y exclusivismo.

Creo que con esto más de uno estará ya pensando en algunas creencias que no voy a mencionar ahora… Leamos un poco más:

“Se ha afirmado que las religiones mistéricas parecen surgir en la Antigüedad egipcia, en relación con los dioses Isis, Serapis y Anubis. También se observa su existencia en religiones frigias, como el mitraísmo, así como en el culto a Atis y Cibeles. …

“Se observa en la cultura helenística de la Antigua Grecia, siendo ya evidente su existencia antes del 600 a. C. en los cultos mistéricos de Eleusis (Démeter: hermana/esposa de Zeus y Perséfone: hija de Démeter y esposa de Hades) y en los de Dioniso y las bacantes.

“En Grecia comenzaron a tener muchos seguidores las religiones mistéricas del Oriente Próximo, como los dioses frigios (Cibeles, Atis, Sabacio, Mitra) o los egipcios (Anubis). Sin embargo, algunos expertos puntualizan que el culto a estas divinidades no muestra características mistéricas en sus lugares de origen, sino que parece adquirir estas características al llegar a Grecia. Algunos autores opinan que el éxito y la expansión de las religiones mistéricas se debían a que la mitología grecorromana clásica no implicaba al individuo en sus creencias, mientras que las religiones mistéricas acogían al creyente, proporcionándole protección y promesa de felicidad.

“Las religiones mistéricas se extienden desde Grecia hacia la totalidad del Imperio romano, a pesar de los esfuerzos de varios emperadores por evitarlo, entre los que destacó Augusto. Poco después, con Tiberio, el protagonismo de las religiones mistéricas era una realidad inevitable.”

Esto es suficiente para entender que hacia el tiempo de la primera expansión del cristianismo, las “religiones mistéricas” se encontraban en plena expansión. Por supuesto que hay muchísimo más para hablar sobre el tema, pero no es el objetivo de este artículo. Aquí observamos otras cuestiones importantes:

·         Tienen un origen “extranjero”, oriental
·         Implican al participante, no se trata de algo impersonal.
·         Apuntaba a necesidades psicológicas profundas, por lo que se expandieron a pesar de la persecución.

Con lo que hemos visto hasta aquí podríamos pensar que habría una “competencia” entre el cristianismo primitivo y las religiones mistéricas, al menos en el mundo occidental; las religiones griega y romana resultaban demasiado alejadas del individuo, en un mundo sin esperanza tampoco ofrecían nada seguro para el futuro, ni para el presente, por lo tanto, buscadores sedientos hubieran fácilmente incursionado en alguna de ellas. Y quizás los que se desencantaron, más sedientos ahora todavía, habrían abrazado el cristianismo.

Por supuesto que hay una gran diferencia entre las religiones mistéricas y el cristianismo, pero algunos elementos podían llegar a confundirse, y por supuesto, sincretizarse con el tiempo. No vemos en el Nuevo Testamento ninguna acalorada disputa contra tales religiones, probablemente las haya habido pero el Espíritu no nos dejó eso escrito.

Sin embargo, esta palabra que vemos en el versículo 9, “misterio”, está diciendo mucho si la ponemos en contexto (y si la estudiáramos el contexto en profundidad, encontraríamos mucho más). Con esa palabra Pablo está agrupando toda esta corriente de religiones “mistéricas”, que por sus características, podían llega a seducir a los cristianos o de las cuales habían salido unos cuantos de los creyentes que leían la carta.

Bueno, al grano; el asunto central es que mientras las muchas religiones mistéricas ocultaban el conocimiento hasta que se hubieran cumplido ciertos ritos o alcanzado cierto tiempo, Dios sencillamente nos lo está revelando aquí y ahora. Mientras ellas prometían bendiciones cuando se llegara a determinado nivel, el Espíritu estaba mostrando cuáles eran las bendiciones que ya estaban disponibles.

En un artículo anterior analizamos los versículos 7 y 8, en los cuales se nos expone lo que YA tenemos en Cristo, a diferencia de las religiones mistéricas que lo prometían para un momento futuro, y no sin pasar por una serie importante de esfuerzos y sacrificios.

Creo que podríamos escribir muchos libros sólo a partir de la palabra “misterio” y la fascinación que ejerce sobre las personas. Podemos ver un panorama de las religiones mistéricas y su inevitable infiltración en el cristianismo en la carta a la iglesia de Tiatira:

Apocalipsis 2:18-25 RVC
18 »Escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: Así dice el Hijo de Dios, cuyos ojos son como una llama de fuego, y cuyos pies se asemejan al bronce pulido:
19 »Yo conozco tus obras, tu amor, y tu fe; tu servicio y tu paciencia. También sé que tus últimas obras son mejores que las primeras.
20 Pero tengo algunas cosas contra ti: Tú toleras a Jezabel, esa mujer que se llama profetisa, pero que seduce a mis siervos y los lleva a incurrir en inmoralidad sexual y a comer lo sacrificado a los ídolos.
21 Le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere renunciar a su inmoralidad sexual.
22 Por tanto, a ella y a los que con ella adulteran los haré caer en cama; y si no se arrepienten de sus malas obras, los haré sufrir en gran manera.
23 Y heriré de muerte a sus hijos, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y a cada uno de ustedes le daré según lo que haya hecho.
24 Pero a ustedes y a los demás que están en Tiatira, y que no siguen esa doctrina ni han conocido lo que ellos llaman “las profundidades de Satanás”, yo les digo que no les impondré ninguna carga más;
25 pero deben conservar lo que tienen hasta que yo venga.

Obviamente, las “profundidades de Satanás” es un culto mistérico introducido en esa iglesia, pero que ha seguido existiendo a lo largo del tiempo en muchos ámbitos cristianos, o nominalmente cristianos, hasta el día de hoy, con otros nombres pero con el mismo espíritu. Con esto vemos que la seducción de las religiones mistéricas ganó y sigue ganando el corazón de muchos que no se entregaron completamente a Dios, y que siguen teniendo se de poder y revelación, ese mismo poder y revelación que Pablo está exponiendo tan sencillamente en Efesios; ¡ya no hacía falta ningún misterio, todo estaba revelado!

No sólo podemos hablar de hermandades secretas cuando hablamos de los “misterios” hoy, encontramos el mismo principio en muchos lados. Por ejemplo, en nuestros modernos judaizantes (no es lo mismo que raíces hebreas o cristianos que adoptan la forma hebrea del cristianismo, o directamente judíos mesiánicos) vemos que una estrategia para captar adeptos es prometer un conocimiento “oculto” que fue tergiversado por los “gentiles”, por la iglesia griega y por el relato de la historia protestante. ¡Vaya! ¡Eso es fascinante! Tenemos entre manos un conocimiento perdido desde los albores del cristianismo… Indiana Jones es un poroto al lado nuestro!!

El único, “pequeño”, problema es, ¿para qué rábanos quiero ese supuesto conocimiento si YA TENGO EN CRISTO toda la revelación, promesas y poder que necesito para cumplir la misión que Dios me encomendó?

No carguemos todas las tintas en los judaizantes modernos, siempre ha aparecido y sigue apareciendo alguno por ahí con un argumento parecido, no necesariamente de “raíces judías”. Puede tomar múltiples formas, pero la esencia es la misma.

Lo mismo ocurre a nivel “secular”, pero que incluso afecta a unos cuantos cristianos. El marxismo en sus diversas formas (ha ido mutando con el tiempo, hoy se manifiesta, por ejemplo, en la ideología de género) y todos los “socialismos” relacionados se basan en buena medida en un conocimiento “oculto” al común de la gente, engañada por el sistema, pero revelado a los iniciados, y que fácilmente les permite catalogar absolutamente todo fenómeno político y social, y etiquetar a las personas con solo escuchar unas pocas palabras, TODO ESTO SIN NECESIDAD de ningún análisis profundo, sin “grises”, sin ningún estudio complejo. Es una nueva forma de “religión mistérica” porque al recibir la revelación se obtiene un conocimiento cualitativamente superior que los exime de atravesar los largos procesos de estudio y maduración del resto de los mortales. Algo parecido pasa con unos cuantos cristianos. Y los argentinos tenemos mucho de eso también…

¡Y todo lo que escribimos hasta ahora estuvo basado solamente en una palabra! No vamos a seguir más en este artículo, simplemente recordemos el versículo 9: “y nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo”, que se relaciona con el 8: “(su gracia) la cual desbordó sobre nosotros en toda sabiduría y entendimiento”.

Todo ese conocimiento oculto que los hombres buscan, para tener un poder superior, ¡ya está dado en las sencillas palabras de la Biblia! No sea que nosotros terminemos engañados y fascinados por alguna forma moderna de “misterio”…


Danilo Sorti




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