Ester 4:14 RVC
14 Si
ahora callas por completo, de alguna otra parte nos vendrá respiro y liberación
a los judíos, pero tú y tu familia paterna morirán. ¿Quién sabe si has llegado
al reino para un momento así?»
La historia de Ester es muy conocida; su
trama es lo suficientemente atrapante como para ser fácil de recordar. También
suele ser conocido este pasaje, pero, ¿qué significa realmente?
Más allá de lo que dice, que es muy fácil de
entender, no hay que olvidar que tenemos una historia por detrás, una historia
de toda una vida. No fue fácil; pertenecía a un pueblo despreciado, había
heredado culturalmente el trauma del exilio, todavía fresco en la memoria
histórica de los judíos; huérfana y luego llevada por la fuerza a un mundo
completamente distinto, totalmente alejada de su familia, de su pueblo y de su cultura;
destinada a ser “una más” del numeroso harén del rey. Digamos que no fue una
preparación fácil, más bien, ¿podía acaso pensar que Dios la estaba colocando
en una posición especial para el día de la crisis? Yo creo que no.
Ahora bien, estamos hablando de muchos años
de proceso, durante el cual no había “construido” nada para ella misma: no
tenía una familia, no tenía tierras ni posesiones, ninguna empresa. Pero Dios
la estaba llevando por el camino en el que se encontraría, en el momento
preciso, cara a cara con el enemigo, y tendría la suficiente autoridad
espiritual, primero, y humana, segundo, para derrotarlo.
Si no hubiera pasado por todo el difícil
proceso que pasó, y no hubiera vencido, no habría tenido la autoridad
espiritual. Si no hubiera calificado humanamente y no se hubiera preparado para
llegar a la posición que llegó, no habría tenido la autoridad terrenal para
vencer.
Después de este episodio, la Biblia no vuelve
a hablar sobre Ester. Es curioso, hay personajes de los cuales las Escrituras
narran su historia por años; mientras que de otros solo tenemos una breve
aparición. Pero en la línea histórica que conduce hasta la venida del Amado,
¡bendito sea Su nombre!, todos ellos son necesarios.
¿Cuál es tu preparación? ¿El Señor te llamó a
un largo camino, quizás un largo estudio, hacer carrera en una empresa,
esforzarte durante años para construir una empresa, permanecer en determinado
lugar? Lo único que debe preocuparte es estar y seguir estando en el lugar que
el Señor te haya puesto; probablemente el Espíritu no te haya revelado qué
pasará más adelante o para qué estás ahí, pero en la historia eterna de la
Salvación, si estás en el lugar correcto durante el tiempo correcto y con el
corazón correcto, atento a la voz del Señor y a las oportunidades divinas, sin
duda que algo trascendental ocurrirá.
¡Señor, danos la fe para permanecer en Tus
propósitos!
Danilo Sorti
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