Salmos 12:2-4 DHH
2 Unos a otros se mienten;
hablan con hipocresía y
doble sentido.
3 Arranca, Señor, de raíz
a los hipócritas y
fanfarrones,
4 a los que dicen:
tener boca nos basta;
nuestra lengua nos
defiende.
¿Quién se atreve a darnos
órdenes?
El Espíritu de Chisme o de
Lengua Mordaz siempre ha sido muy común en nuestra tierra, pero se ha soltado
de una manera descontrolada bajo el manto que cubrió a la nación en la última
década. Su manifestación brota, como hongos luego de una lluvia, por cualquier
lado. Por supuesto, es una de las armas favoritas del Adversario, porque la
gente normalmente está muy dispuesta a usarla (para mal, claro), no la reconoce
como tal y además tiene muy poco costo en términos de recursos y tiempo para
los ejércitos enemigos. A veces basta con que un demonito, no muy grande,
siembre una idea en alguna hermanita que pasa sus tardes viendo telenovelas… y
también en algún hermanito bocasuelta, ¡en este caso los demonios no van a ser
machistas!
El problema es que no
combatimos al espíritu de chisme repitiendo hasta el cansancio: “¡Hermanos, no
chismeéis!” Porque en apariencia no se diferencia mucho de una conversación
normal o incluso de una advertencia del Espíritu que podamos transmitir sobre
tal o cual hermano. Tampoco se soluciona con la frase favorita de muchos
pastores: “¡Usted ore solamente, no lo repita!”; la cual no deja de tener mucho
de cierto pero que en el fondo sirve para encubrir muchas chanchadas. No
debemos repetir cualquier cosa a cualquier hermano, es verdad, y debemos orar
si el Señor nos manda, no siempre, por razones que no voy a comentar ahora.
En principio, claro está,
se requiere discernimiento espiritual. A medida que pasa el tiempo tenemos que
olvidarnos de pensar que con algún buen método de razonamiento humano vamos a
poder descubrir cada engaño porque estos se vuelven cada vez más sofisticados.
Nada reemplazará escuchar la voz del Espíritu a cada momento.
Luego, hay que entender que
opera un espíritu de Informe Malo, tal como en el caso de los diez espías que
volvieron de Canaán. Pero el principal problema para nosotros, creo yo, es que
en nuestra cultura prestamos mucha atención
y hacemos mucho caso a lo que dice Fulano o Mengano, sin preocuparnos lo
suficiente de buscar la información verídica, las fuentes; y evaluar
correctamente dichas fuentes.
Hay un pasaje muy claro:
2 Corintios 13:1 DHH
1 Esta es la tercera vez que voy a visitarlos.
Todo tendrá que decidirse por el testimonio de dos o tres testigos.
Este es un principio claramente bíblico
porque se repite en el Antiguo Testamento, en los Evangelios y en las
Epístolas. Se aplicaba a casos serios y creo que también debemos utilizarlo
nosotros al hablar; cuanto menos, tener en cuenta sobre qué base hablamos.
Por supuesto, debemos nosotros renunciar al
chisme también; que en realidad cumple funciones psicológicas (del alma caída,
claro está) bastante básicas, como justificarnos a nosotros mismos para que
nuestra conciencia no nos acuse tanto… Porque no terminamos de aceptar que
Cristo limpió todos nuestros pecados y que necesitamos recurrir a la Cruz día a
día.
Seguramente coincidirán conmigo en que esta es
una lucha prioritaria para este tiempo. ¡Señor, límpianos del espíritu de
Chisme y de Informe Malo! ¡Señor, danos la autoridad para combatirlo!
Danilo Sorti
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