martes, 20 de junio de 2017

22. El espíritu de chisme y cómo combatirlo

Salmos 12:2-4 DHH
2  Unos a otros se mienten;
hablan con hipocresía y doble sentido.
3  Arranca, Señor, de raíz
a los hipócritas y fanfarrones,
4  a los que dicen:
tener boca nos basta;
nuestra lengua nos defiende.
¿Quién se atreve a darnos órdenes?

El Espíritu de Chisme o de Lengua Mordaz siempre ha sido muy común en nuestra tierra, pero se ha soltado de una manera descontrolada bajo el manto que cubrió a la nación en la última década. Su manifestación brota, como hongos luego de una lluvia, por cualquier lado. Por supuesto, es una de las armas favoritas del Adversario, porque la gente normalmente está muy dispuesta a usarla (para mal, claro), no la reconoce como tal y además tiene muy poco costo en términos de recursos y tiempo para los ejércitos enemigos. A veces basta con que un demonito, no muy grande, siembre una idea en alguna hermanita que pasa sus tardes viendo telenovelas… y también en algún hermanito bocasuelta, ¡en este caso los demonios no van a ser machistas!

El problema es que no combatimos al espíritu de chisme repitiendo hasta el cansancio: “¡Hermanos, no chismeéis!” Porque en apariencia no se diferencia mucho de una conversación normal o incluso de una advertencia del Espíritu que podamos transmitir sobre tal o cual hermano. Tampoco se soluciona con la frase favorita de muchos pastores: “¡Usted ore solamente, no lo repita!”; la cual no deja de tener mucho de cierto pero que en el fondo sirve para encubrir muchas chanchadas. No debemos repetir cualquier cosa a cualquier hermano, es verdad, y debemos orar si el Señor nos manda, no siempre, por razones que no voy a comentar ahora.

En principio, claro está, se requiere discernimiento espiritual. A medida que pasa el tiempo tenemos que olvidarnos de pensar que con algún buen método de razonamiento humano vamos a poder descubrir cada engaño porque estos se vuelven cada vez más sofisticados. Nada reemplazará escuchar la voz del Espíritu a cada momento.

Luego, hay que entender que opera un espíritu de Informe Malo, tal como en el caso de los diez espías que volvieron de Canaán. Pero el principal problema para nosotros, creo yo, es que en nuestra cultura prestamos mucha atención  y hacemos mucho caso a lo que dice Fulano o Mengano, sin preocuparnos lo suficiente de buscar la información verídica, las fuentes; y evaluar correctamente dichas fuentes.

Hay un pasaje muy claro:

2 Corintios 13:1 DHH
1  Esta es la tercera vez que voy a visitarlos. Todo tendrá que decidirse por el testimonio de dos o tres testigos.

Este es un principio claramente bíblico porque se repite en el Antiguo Testamento, en los Evangelios y en las Epístolas. Se aplicaba a casos serios y creo que también debemos utilizarlo nosotros al hablar; cuanto menos, tener en cuenta sobre qué base hablamos.

Por supuesto, debemos nosotros renunciar al chisme también; que en realidad cumple funciones psicológicas (del alma caída, claro está) bastante básicas, como justificarnos a nosotros mismos para que nuestra conciencia no nos acuse tanto… Porque no terminamos de aceptar que Cristo limpió todos nuestros pecados y que necesitamos recurrir a la Cruz día a día.

Seguramente coincidirán conmigo en que esta es una lucha prioritaria para este tiempo. ¡Señor, límpianos del espíritu de Chisme y de Informe Malo! ¡Señor, danos la autoridad para combatirlo!


Danilo Sorti




Ayúdanos a llevar el mensaje.
Oprima aquí para enviarnos tu ofrenda.
🙏

No hay comentarios:

Publicar un comentario