Lucas 20:46 RV1995
46 de
los escribas, que gustan de andar con ropas largas, aman las salutaciones en las
plazas, las primeras sillas en las sinagogas y los primeros asientos en las
cenas;
Siempre digo, medio en broma y medio en
serio, que no me gusta sentarme en las primeras sillas de la congregación
porque es el lugar favorito de los espíritus de religión. ¡Espero que nadie se ofenda por esto! No
estoy diciendo que todos los que se sientan en las primeras sillas son
“fariseos”, pero sin duda que los que tienen el espíritu fariseo (más específicamente,
el “espíritu de religión”, por contraposición a la fe viva en Cristo) van a
hacer todo lo posible por sentarse en los primeros lugares. Y esto es tanto
literal como metafórico.
El liderazgo es un don espiritual y un
llamado; no hay ningún pecado en esforzarse por tener una posición de
liderazgo, siempre y cuando haya un genuino llamado y sea hecho de la forma
correcta y en los tiempos correctos. Pero entre aquellos que quieren cumplir
con una comisión divina están los que quieren el puesto y el reconocimiento a
toda costa.
Ya hablamos de esto en varias ocasiones; hoy
quiero llamar la atención sobre las fuerzas espirituales que están moviéndose
por detrás de estas personas, literalmente principados demoníacos de muy alto
rango, ubicados en el lugar más estratégico de todos: la iglesia. Anulando la
efectividad de la iglesia no hay problema con que sigan reuniéndose.
El espíritu de religión va a apagar todo
nuevo mover de Dios, aferrándose a lo viejo y conocido. Los religiosos siempre
se aferrarán a lo viejo, porque ya lo dominan, porque ya tienen fama de que lo
“hacen bien”; mientras que lo nuevo es inexplorado y les puede hacer perder su
posición de privilegio. ¡Cuidado hermanos! Todo nuevo mover del Espíritu, todo
nuevo proyecto de avance para el Reino, toda nueva actividad siempre implica
riesgo, y siempre puede “moverle el piso” al que hasta hoy era famoso y
reconocido… ¡y esos podemos ser nosotros!
¿Estás dispuesto a pasar a un segundo lugar
si Dios así lo dispone? ¿Estás dispuesto a “correrte a un costado” cuando Dios
lo diga? ¿Estás dispuesto a aventurar hacia lo nuevo, aquello en lo que no vas
a tener control, aquello que se va a multiplicar en muchos, que pueden crecer
más allá de lo que vos nunca soñaste? ¿Estás dispuesto a dejar de lado todas
tus seguridades y certezas, a revisar lo que creíste hasta ahora, a cambiar tu
estilo de vida? Si tu respuesta a todo esto ha sido “sí”, entonces tenés una
poderosa vacuna contra el espíritu de religión. Pero si en lo profundo de tu
ser estás dudando, el espíritu de religión tiene un lugar favorito, sentado en
tu silla de al lado… ¡aunque no sea en la primera fila!
¡Señor, ayúdanos!
Danilo Sorti
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