Deuteronomio 12:31 DHH
31 No le hagan eso al Señor
su Dios, porque todas las cosas despreciables que el Señor no soporta son las
que esas naciones cometen para honrar a sus dioses, llegando al extremo de
sacrificar a sus propios hijos en el fuego.
¿Son todos los pecados
iguales? Es cierto que el “más pequeño” de ellos basta para que seamos
condenados:
Santiago 2:10 RVC
10 Porque cualquiera que cumpla
toda la ley, pero que falle en un solo mandato, ya es culpable de haber fallado
en todos.
Pero también es cierto que
no todos implican el mismo grado de corrupción moral:
1 Juan 5:16-17 RVC
16 Si alguno ve que su
hermano está cometiendo un pecado, que no sea de muerte, debe pedir por él, y
Dios le dará vida. Esto vale para los que cometen un pecado que no sea de
muerte. Hay pecados de muerte, y yo no digo que se pida por ellos.
17 Toda injusticia es
pecado, pero hay pecado que no es de muerte.
2 Reyes 23:25-27 RVC
25 Ni antes ni después de
Josías hubo otro rey que se volviera al Señor con todo su corazón, y con toda
su alma y con todas sus fuerzas, y que cumpliera toda la ley de Moisés.
26 Sin embargo, era tal la
ira del Señor contra Judá por todas las provocaciones de Manasés, que el Señor
seguía muy enojado.
27 Por eso dijo: «También
quitaré de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y desecharé a Jerusalén,
ciudad a la cual había escogido, y al templo del cual yo había dicho: “Allí
estará mi nombre.”»
En artículos anteriores
analizamos por qué Dios manda a destruir naciones, un pasaje clave para
entender la conquista de Canaán y el por qué Dios fue tan “cruel” con esos
pueblos lo encontramos en la vida de Abraham:
Génesis 15:16 RVC
16 Y después de cuatro
generaciones volverán acá; porque hasta ahora no ha llegado todavía a su colmo
la maldad de los amorreos.»
Aquí tenemos un grupo de
pueblos establecidos en la Tierra Prometida, que obviamente estaban en una
carrera descendente hacia el pecado, también obviamente lejos de la voluntad
divina, pero a quienes Dios todavía no quería destruir. El otro ejemplo lo
vemos en la historia de Judá, y en la de Israel un par de siglos antes; la
nación estaba cayendo cada vez más en el pecado desde los días de Salomón,
tenía algunos momentos de justicia pero luego volvía a ser peor que antes.
Llegó el tiempo en que ya el Señor no soportó más.
En realidad, esta dinámica
de los juicios la encontramos en varios lugares y podemos afirmar que es un
patrón con el cual Dios se mueve: soportó el pecado del mundo antiguo hasta que
mandó el diluvio, soportó el pecado de Sodoma y Gomorra hasta que decidió
destruirlas, soportó la injusticia de Egipto hasta que envió Sus plagas, tuvo
paciencia con Nínive pero cuando volvió a pecar la destruyó.
Aunque todas las naciones
han sido, y lo siguen siendo, pecadoras, la misericordia divina puede soportar
un nivel de maldad, pero no se estira indefinidamente. ¿Cuál es el límite?
Volvamos al texto de Deuteronomio 12
Deuteronomio 12:29-31 RVC
29 »Cuando el Señor tu Dios
haya destruido a tu paso las naciones de las que tú vas a tomar posesión, y las
hayas tomado, y te hayas establecido en su tierra,
30 una vez que hayan sido
destruidas delante de ti, ten cuidado de no tropezar al ir en pos de ellas. No
preguntes acerca de sus dioses, ni digas: “Así como aquellas naciones servían a
sus dioses, también yo les serviré.”
31 No trates así al Señor
tu Dios, porque ellos hicieron con sus dioses todo lo que es repugnante, y que
el Señor aborrece. ¡Incluso lanzaban al fuego a sus hijos y a sus hijas, como
ofrenda a sus dioses!
Dios está hablando aquí de
la destrucción de naciones, es decir, de la culminación del proceso descendente
de injusticia que más de 400 años atrás le había anunciado a Abraham. ¿Cuál es
el colmo de la impiedad de esos pueblos, la “frutilla del postre”? Ofrecer a
sus hijos como ofrenda en el fuego.
Ahora bien, esos pueblos
cometían una larga lista de impiedades y cosas horribles, por lo que el Señor
hubiera podido mencionar muchísimas cosas; y de hecho lo hace en varias
oportunidades, pero el “colmo” de todas ellas no es la injusticia contra los
pobres, ni la opresión a las mujeres, ni el pecado sexual, ni siquiera la
idolatría, sino el hecho de ofrecer a sus hijos en sacrificio (por supuesto,
ligado a la idolatría).
En Levítico 18 tenemos un
pasaje en cierto sentido paralelo. Hace una larga descripción de pecados
sexuales y al final menciona los tres más antinaturales:
Levítico 18:21-25 RVC
21 »No ofrezcas ningún hijo
tuyo a Moloc, para que sea quemado. No deshonres así el nombre de tu Dios. Yo
soy el Señor.
22 »No te acostarás con un
hombre como si te acostaras con una mujer. Eso es un acto aberrante.
23 »No te allegarás a
ningún animal para deshonrarte con él. »Ninguna mujer se pondrá delante de
ningún animal para ayuntarse con él. Ése es un acto perverso.
24 »No se contaminen con
nada de esto. Las naciones que yo estoy expulsando de la presencia de ustedes
se han corrompido cometiendo todas estas cosas,
25 y con ello la tierra se
contaminó. Pero yo castigué su maldad, y la tierra expulsó a sus habitantes.
Aquí es mencionado, junto
con otros, como causal de que la tierra misma expulse a sus habitantes, es
decir, no se trata ya de Dios “solamente”, sino que la misma naturaleza, la
Creación, no soporta esos pecados contra ella. De nuevo parece como causal de
destrucción.
“Moloc” aparece varias
veces en las páginas bíblicas, por ejemplo:
Levítico 20:2-5 RVC
2 «Di a los hijos de Israel
que todo israelita o extranjero varón que viva en Israel y ofrezca alguno de
sus hijos a Moloc, será condenado a muerte. El pueblo entero lo apedreará.
3 Yo me pondré en contra de
ese hombre. Lo eliminaré de su pueblo por haber entregado sus hijos a Moloc, y
por contaminar así mi santuario y profanar mi santo nombre.
4 »Si el pueblo de la
tierra se desentiende de lo hecho por quien entregue sus hijos a Moloc, y no lo
condena a muerte,
5 yo mismo me pondré en
contra de ese hombre y de su familia, y lo eliminaré de su pueblo, junto con
todos los que lo hayan imitado y se hayan prostituido yendo en pos de Moloc.
Y una referencia en el
Nuevo Testamento:
Hechos 7:43 DHH
43 Por el contrario,
cargaron con el santuario
del dios Moloc
y con la estrella del dios
Refán,
imágenes de dioses que
ustedes mismos
se hicieron para adorarlas.
Por eso los lanzaré a
ustedes al destierro
más allá de Babilonia.
Inevitablemente la
adoración a Moloc, el dios del infanticidio, implica destrucción nacional,
familiar o individual. Es un pecado muy serio.
Jeremías 19:3-6 RVC
3 esto que voy a decirte:
“Reyes de Judá, y habitantes de Jerusalén, ¡oigan la palabra del Señor! Así
dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo voy a traer sobre este
lugar tal calamidad, que a todo el que lo sepa le zumbarán los oídos.
4 Ustedes me han
abandonado. Han profanado este lugar al ofrecer en él incienso a dioses ajenos,
dioses que ni ustedes ni sus padres conocieron, ni tampoco los reyes de Judá, y
lo han llenado con la sangre de gente inocente.
5 Construyeron altares a
Baal, y allí le ofrecieron a sus hijos en holocausto; lo cual nunca les mandé,
ni lo mencioné ni me vino a la mente.
6 Por lo tanto, vienen días
cuando este lugar no volverá a llamarse Tofet, ni valle de Ben Jinón, sino
Valle de la Matanza.” —Palabra del Señor.
2 Reyes 17:13-18 RVC
13 El Señor amonestó a
Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes. Les
dijo: «Apártense de sus malos caminos. Obedezcan mis mandamientos y mis
ordenanzas, y sigan todas las leyes que yo prescribí a sus antepasados, y que
les he dado a conocer por medio de mis siervos los profetas.»
14 Pero ellos, lejos de
obedecer, se encapricharon como antes se encapricharon sus antepasados, los
cuales no creyeron en el Señor su Dios.
15 Desecharon los estatutos
del Señor y el pacto que había hecho con sus antepasados, así como los
testimonios que él les había prescrito, y siguieron a los dioses falsos, con lo
que ellos mismos perdieron valor, y siguieron a las naciones a su alrededor, a
pesar de que el Señor les había mandado que no las imitaran.
16 Abandonaron todos los
mandamientos del Señor su Dios, se hicieron imágenes fundidas de dos becerros,
y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos y
rindieron culto a Baal.
17 Incluso llegaron a ofrecer
como ofrenda quemada a sus hijos y a sus hijas, y se entregaron a practicar la
adivinación y los agüeros. Se entregaron a hacer lo malo a los ojos del Señor,
y de esa manera provocaron su ira.
18 Por eso el Señor se
enojó en gran manera contra Israel, y los alejó de su presencia, y sólo quedó
la tribu de Judá.
Ofrecer en sacrifico a los
propios hijos es uno de los pecados más serios delante de Dios; por supuesto, no es el “único” pecado, pero
de alguna manera podemos considerar que es la culminación de la maldad humana,
por lo que representa un “síntoma” de cuán deteriorado está el corazón de una
nación. Y es algo que acarrea inevitablemente destrucción.
Ahora llevemos estos
principios bíblicos a nuestro “hoy”.
Al momento de escribir este
artículo se está debatiendo el “aborto legal” en Argentina. No parece probable
que sea aprobado ahora; la iglesia ha tomado la iniciativa espiritual, no se ha
preocupado por hacer marchas o manifestaciones, pero sí por orar
concertadamente. El principado del aborto,
o por lo menos uno de sus principales, es Moloc. Cómo se trata de debate
en el Congreso, los espíritus de Lengua Mordaz y Engaño están a la orden del
día, y los argentinos tenemos ejemplos de sobra de cómo funcionan los
palabreros.
En este momento buena parte
del partido gobernante no está a favor del aborto y por eso es muy probable que
no se apruebe ahora. El Señor ha movido a Su iglesia en oración. Sin embargo,
yo creo que en un futuro las cosas cambiarán, creo que llegará el momento en
que Dios mismo permitirá que se apruebe tal ley, para que el colmo de los
pecados de la nación sea cumplido. Creo que poco tiempo antes de que sea
estremecida la Tierra con los últimos juicios pre tribulación eso ocurrirá. No
quiero decir que sea una profecía, es lo que me parece.
Los partidos políticos que
hoy no están en el gobierno, o incluso que han quedado reducidos a un pequeño
porcentaje o se están reduciendo más o menos rápidamente, son más proclives en
general a aprobar una ley a favor del aborto, ¿explicará eso en parte por qué
han perdido o están perdiendo poder? Creo que sí.
¿La actitud política
correcta es “habilitar el diálogo” sobre el aborto? Políticamente uno diría que
sí, quizás tan “políticamente correcta” como la de Pilatos… Yo no leo en las
páginas bíblicas a un Dios “políticamente correcto” sino más bien radical en
cuanto a la justicia y al amor, o mejor dicho, a la justicia que nace del amor:
Deuteronomio 13:6-9 RVC
6 »Si tu propio hermano, o
tu hijo, o tu hija, o tu mujer o tu amigo íntimo, te habla en secreto y te
propone ir y servir a dioses ajenos que ni tú ni tus padres conocieron,
7 es decir, los dioses de
los pueblos que te rodean, cercanos o lejanos, que hay de un extremo al otro de
la tierra,
8 no aceptes su propuesta
ni le hagas caso. No lo compadezcas, ni le tengas misericordia ni lo encubras.
9 Al contrario, dale
muerte. Y el primero en levantar la mano contra él serás tú, y después de ti
levantará la mano todo el pueblo.
Los últimos años han dejado
una buena cantidad de cristianos interesados o involucrados en política, pero
debo decir que cualquiera que avale una propuesta política que claramente se
manifiesta a favor del aborto es él mismo culpable de ese pecado. No todos los
pecados son iguales.
Y sí, creo que en breve no
podremos manifestarnos a favor de ningún partido político, pero eso no tiene
nada de extraño, ya les pasó a los profetas hace más de dos mil años atrás.
Mientras tanto, seguimos
siendo sal y luz, preservando a las naciones por un breve tiempo más. Y en ese
rol de “sal y luz” debemos recordar que en Argentina (y en cualquier nación en
donde el aborto no es legal todavía) YA HAY abortos que hacen culpable a la
nación. La legalización simplemente los aumentará, pero la sangre inocente ya
está siendo derramada, y por eso debemos orar.
Toda esa sangre inocente ofrecida
al dios Moloc es la que hoy da poder al lobby abortista y se lo seguirá dando.
Cuando las iniquidades toman estado público y “político” hace tiempo ya que se
estuvieron desarrollando, décadas. “Despertarse” como iglesia en ese momento no
resulta muy fructífero.
Danilo Sorti
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