jueves, 1 de marzo de 2018

417. El aborto y la destrucción de naciones

Deuteronomio 12:31 DHH
31 No le hagan eso al Señor su Dios, porque todas las cosas despreciables que el Señor no soporta son las que esas naciones cometen para honrar a sus dioses, llegando al extremo de sacrificar a sus propios hijos en el fuego.

¿Son todos los pecados iguales? Es cierto que el “más pequeño” de ellos basta para que seamos condenados:

Santiago 2:10 RVC
10 Porque cualquiera que cumpla toda la ley, pero que falle en un solo mandato, ya es culpable de haber fallado en todos.

Pero también es cierto que no todos implican el mismo grado de corrupción moral:

1 Juan 5:16-17 RVC
16 Si alguno ve que su hermano está cometiendo un pecado, que no sea de muerte, debe pedir por él, y Dios le dará vida. Esto vale para los que cometen un pecado que no sea de muerte. Hay pecados de muerte, y yo no digo que se pida por ellos.
17 Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.

2 Reyes 23:25-27 RVC
25 Ni antes ni después de Josías hubo otro rey que se volviera al Señor con todo su corazón, y con toda su alma y con todas sus fuerzas, y que cumpliera toda la ley de Moisés.
26 Sin embargo, era tal la ira del Señor contra Judá por todas las provocaciones de Manasés, que el Señor seguía muy enojado.
27 Por eso dijo: «También quitaré de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y desecharé a Jerusalén, ciudad a la cual había escogido, y al templo del cual yo había dicho: “Allí estará mi nombre.”»

En artículos anteriores analizamos por qué Dios manda a destruir naciones, un pasaje clave para entender la conquista de Canaán y el por qué Dios fue tan “cruel” con esos pueblos lo encontramos en la vida de Abraham:

Génesis 15:16 RVC
16 Y después de cuatro generaciones volverán acá; porque hasta ahora no ha llegado todavía a su colmo la maldad de los amorreos.»

Aquí tenemos un grupo de pueblos establecidos en la Tierra Prometida, que obviamente estaban en una carrera descendente hacia el pecado, también obviamente lejos de la voluntad divina, pero a quienes Dios todavía no quería destruir. El otro ejemplo lo vemos en la historia de Judá, y en la de Israel un par de siglos antes; la nación estaba cayendo cada vez más en el pecado desde los días de Salomón, tenía algunos momentos de justicia pero luego volvía a ser peor que antes. Llegó el tiempo en que ya el Señor no soportó más.

En realidad, esta dinámica de los juicios la encontramos en varios lugares y podemos afirmar que es un patrón con el cual Dios se mueve: soportó el pecado del mundo antiguo hasta que mandó el diluvio, soportó el pecado de Sodoma y Gomorra hasta que decidió destruirlas, soportó la injusticia de Egipto hasta que envió Sus plagas, tuvo paciencia con Nínive pero cuando volvió a pecar la destruyó.

Aunque todas las naciones han sido, y lo siguen siendo, pecadoras, la misericordia divina puede soportar un nivel de maldad, pero no se estira indefinidamente. ¿Cuál es el límite? Volvamos al texto de Deuteronomio 12

Deuteronomio 12:29-31 RVC
29 »Cuando el Señor tu Dios haya destruido a tu paso las naciones de las que tú vas a tomar posesión, y las hayas tomado, y te hayas establecido en su tierra,
30 una vez que hayan sido destruidas delante de ti, ten cuidado de no tropezar al ir en pos de ellas. No preguntes acerca de sus dioses, ni digas: “Así como aquellas naciones servían a sus dioses, también yo les serviré.”
31 No trates así al Señor tu Dios, porque ellos hicieron con sus dioses todo lo que es repugnante, y que el Señor aborrece. ¡Incluso lanzaban al fuego a sus hijos y a sus hijas, como ofrenda a sus dioses!

Dios está hablando aquí de la destrucción de naciones, es decir, de la culminación del proceso descendente de injusticia que más de 400 años atrás le había anunciado a Abraham. ¿Cuál es el colmo de la impiedad de esos pueblos, la “frutilla del postre”? Ofrecer a sus hijos como ofrenda en el fuego.

Ahora bien, esos pueblos cometían una larga lista de impiedades y cosas horribles, por lo que el Señor hubiera podido mencionar muchísimas cosas; y de hecho lo hace en varias oportunidades, pero el “colmo” de todas ellas no es la injusticia contra los pobres, ni la opresión a las mujeres, ni el pecado sexual, ni siquiera la idolatría, sino el hecho de ofrecer a sus hijos en sacrificio (por supuesto, ligado a la idolatría).

En Levítico 18 tenemos un pasaje en cierto sentido paralelo. Hace una larga descripción de pecados sexuales y al final menciona los tres más antinaturales:

Levítico 18:21-25 RVC
21 »No ofrezcas ningún hijo tuyo a Moloc, para que sea quemado. No deshonres así el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.
22 »No te acostarás con un hombre como si te acostaras con una mujer. Eso es un acto aberrante.
23 »No te allegarás a ningún animal para deshonrarte con él. »Ninguna mujer se pondrá delante de ningún animal para ayuntarse con él. Ése es un acto perverso.
24 »No se contaminen con nada de esto. Las naciones que yo estoy expulsando de la presencia de ustedes se han corrompido cometiendo todas estas cosas,
25 y con ello la tierra se contaminó. Pero yo castigué su maldad, y la tierra expulsó a sus habitantes.

Aquí es mencionado, junto con otros, como causal de que la tierra misma expulse a sus habitantes, es decir, no se trata ya de Dios “solamente”, sino que la misma naturaleza, la Creación, no soporta esos pecados contra ella. De nuevo parece como causal de destrucción.

“Moloc” aparece varias veces en las páginas bíblicas, por ejemplo:

Levítico 20:2-5 RVC
2 «Di a los hijos de Israel que todo israelita o extranjero varón que viva en Israel y ofrezca alguno de sus hijos a Moloc, será condenado a muerte. El pueblo entero lo apedreará.
3 Yo me pondré en contra de ese hombre. Lo eliminaré de su pueblo por haber entregado sus hijos a Moloc, y por contaminar así mi santuario y profanar mi santo nombre.
4 »Si el pueblo de la tierra se desentiende de lo hecho por quien entregue sus hijos a Moloc, y no lo condena a muerte,
5 yo mismo me pondré en contra de ese hombre y de su familia, y lo eliminaré de su pueblo, junto con todos los que lo hayan imitado y se hayan prostituido yendo en pos de Moloc.

Y una referencia en el Nuevo Testamento:

Hechos 7:43 DHH
43 Por el contrario,
cargaron con el santuario del dios Moloc
y con la estrella del dios Refán,
imágenes de dioses que ustedes mismos
se hicieron para adorarlas.
Por eso los lanzaré a ustedes al destierro
más allá de Babilonia.

Inevitablemente la adoración a Moloc, el dios del infanticidio, implica destrucción nacional, familiar o individual. Es un pecado muy serio.

Jeremías 19:3-6 RVC
3 esto que voy a decirte: “Reyes de Judá, y habitantes de Jerusalén, ¡oigan la palabra del Señor! Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo voy a traer sobre este lugar tal calamidad, que a todo el que lo sepa le zumbarán los oídos.
4 Ustedes me han abandonado. Han profanado este lugar al ofrecer en él incienso a dioses ajenos, dioses que ni ustedes ni sus padres conocieron, ni tampoco los reyes de Judá, y lo han llenado con la sangre de gente inocente.
5 Construyeron altares a Baal, y allí le ofrecieron a sus hijos en holocausto; lo cual nunca les mandé, ni lo mencioné ni me vino a la mente.
6 Por lo tanto, vienen días cuando este lugar no volverá a llamarse Tofet, ni valle de Ben Jinón, sino Valle de la Matanza.” —Palabra del Señor.

2 Reyes 17:13-18 RVC
13 El Señor amonestó a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes. Les dijo: «Apártense de sus malos caminos. Obedezcan mis mandamientos y mis ordenanzas, y sigan todas las leyes que yo prescribí a sus antepasados, y que les he dado a conocer por medio de mis siervos los profetas.»
14 Pero ellos, lejos de obedecer, se encapricharon como antes se encapricharon sus antepasados, los cuales no creyeron en el Señor su Dios.
15 Desecharon los estatutos del Señor y el pacto que había hecho con sus antepasados, así como los testimonios que él les había prescrito, y siguieron a los dioses falsos, con lo que ellos mismos perdieron valor, y siguieron a las naciones a su alrededor, a pesar de que el Señor les había mandado que no las imitaran.
16 Abandonaron todos los mandamientos del Señor su Dios, se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos y rindieron culto a Baal.
17 Incluso llegaron a ofrecer como ofrenda quemada a sus hijos y a sus hijas, y se entregaron a practicar la adivinación y los agüeros. Se entregaron a hacer lo malo a los ojos del Señor, y de esa manera provocaron su ira.
18 Por eso el Señor se enojó en gran manera contra Israel, y los alejó de su presencia, y sólo quedó la tribu de Judá.

Ofrecer en sacrifico a los propios hijos es uno de los pecados más serios delante de Dios;  por supuesto, no es el “único” pecado, pero de alguna manera podemos considerar que es la culminación de la maldad humana, por lo que representa un “síntoma” de cuán deteriorado está el corazón de una nación. Y es algo que acarrea inevitablemente destrucción.

Ahora llevemos estos principios bíblicos a nuestro “hoy”.

Al momento de escribir este artículo se está debatiendo el “aborto legal” en Argentina. No parece probable que sea aprobado ahora; la iglesia ha tomado la iniciativa espiritual, no se ha preocupado por hacer marchas o manifestaciones, pero sí por orar concertadamente. El principado del aborto,  o por lo menos uno de sus principales, es Moloc. Cómo se trata de debate en el Congreso, los espíritus de Lengua Mordaz y Engaño están a la orden del día, y los argentinos tenemos ejemplos de sobra de cómo funcionan los palabreros.

En este momento buena parte del partido gobernante no está a favor del aborto y por eso es muy probable que no se apruebe ahora. El Señor ha movido a Su iglesia en oración. Sin embargo, yo creo que en un futuro las cosas cambiarán, creo que llegará el momento en que Dios mismo permitirá que se apruebe tal ley, para que el colmo de los pecados de la nación sea cumplido. Creo que poco tiempo antes de que sea estremecida la Tierra con los últimos juicios pre tribulación eso ocurrirá. No quiero decir que sea una profecía, es lo que me parece.

Los partidos políticos que hoy no están en el gobierno, o incluso que han quedado reducidos a un pequeño porcentaje o se están reduciendo más o menos rápidamente, son más proclives en general a aprobar una ley a favor del aborto, ¿explicará eso en parte por qué han perdido o están perdiendo poder? Creo que sí.

¿La actitud política correcta es “habilitar el diálogo” sobre el aborto? Políticamente uno diría que sí, quizás tan “políticamente correcta” como la de Pilatos… Yo no leo en las páginas bíblicas a un Dios “políticamente correcto” sino más bien radical en cuanto a la justicia y al amor, o mejor dicho, a la justicia que nace del amor:

Deuteronomio 13:6-9 RVC
6 »Si tu propio hermano, o tu hijo, o tu hija, o tu mujer o tu amigo íntimo, te habla en secreto y te propone ir y servir a dioses ajenos que ni tú ni tus padres conocieron,
7 es decir, los dioses de los pueblos que te rodean, cercanos o lejanos, que hay de un extremo al otro de la tierra,
8 no aceptes su propuesta ni le hagas caso. No lo compadezcas, ni le tengas misericordia ni lo encubras.
9 Al contrario, dale muerte. Y el primero en levantar la mano contra él serás tú, y después de ti levantará la mano todo el pueblo.

Los últimos años han dejado una buena cantidad de cristianos interesados o involucrados en política, pero debo decir que cualquiera que avale una propuesta política que claramente se manifiesta a favor del aborto es él mismo culpable de ese pecado. No todos los pecados son iguales.

Y sí, creo que en breve no podremos manifestarnos a favor de ningún partido político, pero eso no tiene nada de extraño, ya les pasó a los profetas hace más de dos mil años atrás.

Mientras tanto, seguimos siendo sal y luz, preservando a las naciones por un breve tiempo más. Y en ese rol de “sal y luz” debemos recordar que en Argentina (y en cualquier nación en donde el aborto no es legal todavía) YA HAY abortos que hacen culpable a la nación. La legalización simplemente los aumentará, pero la sangre inocente ya está siendo derramada, y por eso debemos orar.

Toda esa sangre inocente ofrecida al dios Moloc es la que hoy da poder al lobby abortista y se lo seguirá dando. Cuando las iniquidades toman estado público y “político” hace tiempo ya que se estuvieron desarrollando, décadas. “Despertarse” como iglesia en ese momento no resulta muy fructífero.


Danilo Sorti




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