2 Corintios 6:4-10 RVC
4 Más bien, siempre damos muestras de que
somos ministros de Dios, con mucha paciencia en las tribulaciones, en las
necesidades, en las angustias;
5 en los azotes, en las cárceles, en los
tumultos, en los trabajos, en los desvelos, en los ayunos;
6 en la pureza, en el conocimiento, en la
tolerancia, en la bondad, en el Espíritu Santo, en el amor sincero,
7 en la palabra de verdad, en el poder de
Dios, con las armas justas, tanto para el ataque como para la defensa;
8 recibiendo honra y deshonra, mala fama y
buena fama; se nos considera mentirosos, pero somos veraces;
9 desconocidos para unos, somos bien conocidos
para otros; parecemos estar moribundos, pero seguimos con vida; se nos ve
castigados, pero no muertos;
10 parecemos estar tristes, pero siempre
estamos gozosos; parecemos pobres, pero enriquecemos a muchos; parecemos no
tener nada, pero somos dueños de todo.
¿Cuál es el modelo bíblico para los siervos
de Dios? ¿Cuál es el modelo bíblico para los apóstoles? No podría ser otro que
el que leemos en las páginas de la Biblia, especialmente en el Nuevo
Testamento, y hay mucho que se nos dice allí. Pablo hace cada tanto algunos
resúmenes, en los cuales enumera un conjunto de características que se aplican
a algún tema en especial, y en este caso, al ministerio apostólico y de todos
los cristianos; y más específicamente a la paciencia en medio de las dificultades.
Aquí tenemos 27 características del
ministerio cristiano, y de paso digamos que ese número puede significar,
precisamente, el ministerio de la salvación (https://www.gods-kingdom-ministries.net/teachings/books/the-biblical-meaning-of-numbers/chapter-4-numbers-21-30/).
Toda la serie es introducida con la
expresión: “con mucha paciencia en”, y luego sigue la enumeración:
1)
Tribulaciones
2)
Necesidades
3)
Angustias
4)
Azotes
5)
Cárceles
6)
Tumultos
7)
Trabajos
8)
Desvelos
9)
Ayunos
10) Pureza
11) Conocimiento
12) Tolerancia
13) Bondad
14) Espíritu Santo
15) Amor sincero
16) Palabra de verdad
17) Poder de Dios
18) Armas justas para el ataque
y la defensa
19) Recibir honra y deshonra
20) Tener mala fama y buena
fama
21) Ser considerados mentirosos
aunque sean veraces
22) Ser desconocidos para unos
y bien conocidos para otros
23) Parecer moribundos pero
seguir con vida
24) Verse castigados pero no
muertos
25) Parecer tristes pero estar
gozosos
26) Parecer pobres pero enriquecer
a muchos
27) Parecer desprovistos de
bienes pero ser dueños de todo
Para muchos de nosotros, la simple
enumeración es más de lo que estaríamos dispuestos a escuchar. ¿TODO ESO
implica el ministerio cristiano? ¿Y por qué no me lo enseñaron en los estudios
bíblicos para líderes…?
“Mucha paciencia en…” y uno pensaría que hay
que perseverar en alguna cosa especialmente difícil, o algunas pocas, ¡pero
aquí tenemos veintisiete, todas difíciles, y Pablo pudo mencionar a cada una de
ellas!
Uno de los asuntos problemáticos del
ministerio cristiano es si debemos ser “profesionales” o no. Todos dirían que
“no debemos ser profesionales” en el sentido de que no hacemos un trabajo
independientemente de nuestro corazón, es decir, un simple oficio en el que no
nos comprometemos. Lo cierto es que conozco muchos profesionales a nivel
secular que de hecho se comprometen con toda su vida en su trabajo, a veces más
de lo recomendable. Pero convengamos que el ministerio cristiano no es un
trabajo como cualquier otro que puede hacerse relativamente bien sin
comprometerse demasiado.
Ahora bien, si consideramos el concepto de
“profesional” como aquel que puede manejar adecuadamente situaciones complejas
y realizar una labor teniendo en cuenta todos los aspectos involucrados, entonces
tenemos aquí las palabras de un “profesional” del ministerio que podía
mencionar las condiciones en que debía ser desarrollada su función y podía
manejarlas a todas adecuadamente. Es decir, esos “27” aspectos estaban todos
presentes, siempre, y no solamente eran incapaces de frenar el ministerio del
equipo apostólico sino que podían tener la victoria espiritual sobre todos
ellos. Por supuesto que varias de las cosas que aquí se mencionan las podemos
agrupar dentro de una misma categoría, pero también es cierto que tiene cada
una sus particularidades.
Y esto me lleva a pensar en las ocasiones en
que “se nos viene el mundo encima”, cuando parece que todos los demonios del
infierno se pusieron de acuerdo para atacarnos desde toda área imaginable e inimaginable.
Pues precisamente eso es lo que estaba pasando aquí: cada uno de los aspectos /
dificultades que menciona también tiene a sus espíritus asociados.
“Con mucha paciencia en…” significa que estas
situaciones NO NECESARIAMENTE van a pasar, lo más probable es que continúen
siempre de la misma forma o que incluso empeoren. Cuidado, no quiero cometer el
error de hacer de esta experiencia particular de Pablo una regla universal para
el ministerio cristiano, pero no podemos dejar de reconocer que si el Espíritu
la dejó escrita es, al menos, algo frecuente o muy posible.
Aquí tenemos una serie de situaciones que
implican:
·
Resistir algunas y actuar otras
·
Parecer o “ser tenido por”, y ser en realidad
·
El mundo físico, anímico y espiritual
·
Lo privado y lo social
Haciendo una enumeración parecida en otra
parte Pablo dirá:
Romanos 8:37 RVC
37 Sin embargo, en todo esto somos más que
vencedores por medio de aquel que nos amó.
El siervo de Dios “profesional” debe ser
capaz de enfrentar adecuadamente todas las dimensiones del ministerio, aunque
parezca que uno está “haciendo malabares” con muchas cosas a la vez.
Probablemente haya una nueva “dimensión” del ministerio que el Señor nos está
tratando de mostrar, Él hace todo por orden y no nos va a introducir en un tema
nuevo si no somos capaces todavía de manejarlo por Su Espíritu; pero si lo
tenemos que enfrentar es porque también tenemos disponible los recursos para
hacerlo.
No, no hay “algo malo en nosotros” si de
repente, esforzándonos por cumplir la voluntad del Señor, “se nos viene el
mundo encima”; así se supone que es el ministerio cristiano, cuando nos metemos
de lleno en territorio enemigo para conquistar una gran victoria para Su Reino.
¡Señor, ayudanos!
Danilo Sorti
No hay comentarios:
Publicar un comentario