domingo, 3 de septiembre de 2017

200. La raíz de iniquidad nacional de ocultismo y las hermandades secretas

2 Reyes 17:9 RVC
9 Los israelitas practicaron en secreto cosas que el Señor su Dios no aprobaba; construyeron altares en los montes de todas sus ciudades, y hasta en las torres de las atalayas y en las ciudades fortificadas;

Este es un artículo de una serie que el Señor me dio sobre las iniquidades nacionales de Argentina, porque es propiamente de las que puedo hablar con autoridad, pero en el fondo los pecados básicos de las naciones no son muy diferentes uno de otros, y en este caso, ABSOLUTAMENTE TODAS las naciones de la tierra están en mayor o menor medida corrompidas con iniquidades de ocultismo, una fuente envenenada con muy diversas ramas de prácticas y hermandades secretas, sobre las cuales el Señor está trayendo mucha revelación en estos últimos tiempos a través de diversos mensajeros y que no voy a repetir aquí.

Cada nación tiene sus propias raíces específicas, aunque las hay también comunes a muchas y, por supuesto, también supranacionales. Los cristianos podemos saber claramente que la esencia de lo que dicen los “teóricos de la conspiración” es cierta, aunque no necesariamente todo (sin la luz del Espíritu).

Como los falsos maestros que en avalancha se introdujeron en las últimas décadas en la Iglesia han desviado la visión de la mayoría de los cristianos hacia lo material y visible, resulta difícil hoy que puedan tomar en serio o darle la magnitud de importancia que tiene a estas cuestiones, ¡precisamente porque siempre se han mantenido en lo “oculto” y su objetivo es distraer y engañar! Por eso, antes de pretender batallar contra las raíces de ocultismo nacional, probablemente muchos necesiten que sus ojos sean abiertos a esta realidad.

¿Qué “alimenta” a esta raíz? ¡Pues nuestro propio “ocultamiento”! Como Adán, nos ocultamos de Dios, ¡qué idiotez más absoluta! ¡Cómo si pudiéramos ocultarle algo a Él! Nos ocultamos los unos de los otros, y hasta llegamos a ocultarnos de nosotros mismos. Necesitamos primero que el Espíritu saque a luz todo nuestro ser (que no es de ninguna manera lo mismo que hacer una “sangría de confesión de pecados” unos con otros como las sectas o casi sectas practican).

Muy temprano en la historia de Israel el Señor habló de la raíz del “ocultismo”, de “lo oculto”:

Deuteronomio 13:6-9 RVC
6 »Si tu propio hermano, o tu hijo, o tu hija, o tu mujer o tu amigo íntimo, te habla en secreto y te propone ir y servir a dioses ajenos que ni tú ni tus padres conocieron,
7 es decir, los dioses de los pueblos que te rodean, cercanos o lejanos, que hay de un extremo al otro de la tierra,
8 no aceptes su propuesta ni le hagas caso. No lo compadezcas, ni le tengas misericordia ni lo encubras.
9 Al contrario, dale muerte. Y el primero en levantar la mano contra él serás tú, y después de ti levantará la mano todo el pueblo.

Aquí hay otro pecado: cuando nos enteramos de lo oculto, no debemos dejarlo así. Hace falta sabiduría y prudencia para hablar, es claro, pero aunque sea empezando con nuestras oraciones, no podemos permitir que siga así.

Salmos 83:3 RVC
3 Con astucia y en secreto conspiran contra tu pueblo; se han juntado y hacen planes contra tus protegidos.

Las autoridades y los poderosos “tras las sombras” tienen el propósito de seguir explotando a la gente.

Efesios 5:12 RVC
12 ¡Hasta vergüenza da hablar de lo que ellos hacen en secreto!

Y propiamente, lo que “hacen en secreto” puede llegar a ser increíblemente inmundo y vergonzoso, por lo que la gente común no puede creerlo.

La solución es muy simple:

Efesios 5:13 RVC
13 Pero cuando todas las cosas son expuestas a la luz, quedan de manifiesto; porque la luz lo manifiesta todo.

Es necesario iluminar con la potente luz de Cristo a lo que está oculto.

Efesios 5:14 RVC
14 Por eso dice: «Despiértate, tú que duermes. Levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.»

Y nosotros tenemos que despertarnos del sueño e insensibilidad que causa el pecado. También hay una promesa para aplicar:

Lucas 12:1-3 RVC
1 Mientras tanto, la gente se había reunido por millares. Era tal la multitud que se atropellaban unos contra otros. Jesús comenzó entonces a hablar, y en primer término les dijo a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
2 Porque no hay nada encubierto que no haya de ser manifestado, ni nada oculto que no haya de saberse.
3 Por tanto, todo lo que ustedes digan en la oscuridad, se oirá a plena luz, y lo que ustedes musiten en la alcoba, se dará a conocer desde las azoteas.

Debemos estar alertas y romper el poder del ocultismo, en la medida que el Espíritu nos permita avanzar, no hay que ser necio pretendiendo tener más autoridad de la que efectivamente se tiene. Pero cualquier avance que hagamos en el propósito expreso del Señor, por más pequeño que parezca, no sólo es muy importante sino que también tiene la potencialidad de ser una pequeña cuña que agriete una gran roca.

¿Cuál es el genuino ámbito de “lo secreto”, “lo oculto”? ¿Hay algo que Dios quiere que pase “en lo oculto”? El Espíritu Santo lo aclaró:

Salmos 51:6 RVC
6 ¡Mírame! Tú amas la verdad en lo íntimo; ¡haz que en lo secreto comprenda tu sabiduría!

Mateo 6:4-6 RVC
4 así tu limosna será en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
5 »Cuando ores, no seas como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para que la gente los vea; de cierto les digo que con eso ya se han ganado su recompensa.
6 Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y con la puerta cerrada ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

El ámbito válido de “lo oculto” es el ámbito de la intimidad con Dios, de la reflexión, de las obras de justicia y amor, de la oración. Cuando batallamos contra el ocultismo debemos establecer en su lugar el ámbito de la “cámara secreta” de la presencia de Dios.

¿Hay tesoros ocultos? Hubo uno principal:

Efesios 3:8-10 RVC
8 Yo, que soy menor que el más pequeño de todos los santos, he recibido el privilegio de anunciar entre los no judíos el evangelio de las insondables riquezas de Cristo,
9 y de hacer entender a todos cuál es el plan del misterio que Dios, el creador de todas las cosas, mantuvo en secreto desde tiempos remotos
10 para dar a conocer ahora, por medio de la iglesia, su multiforme sabiduría a los principados y poderes en los lugares celestiales,

Pero hay muchos más, inagotables tesoros y riquezas de poder y sabiduría que vienen de Él. A éstos hay que buscarlos “en lo oculto” de la presencia de Dios, en Su secreto, y sacarlos a la luz. Los tesoros terrenales se buscan “en lo oculto” de la tierra, en las minas, pero luego son expuestos para que todos los vean, ¡esto es una metáfora!

En lo oculto ocurre la gestación de un nuevo ser, “lo oculto” que lleva la mujer en su interior y que, en el tiempo apropiado, sale a luz. Así, “lo oculto” debe ser el ámbito de “gestación” de los planes y propósitos de Dios, hasta que llegue el momento apropiado de darlos a conocer.

¡En el nombre del Señor, lo oculto que daña y destruye a nuestras naciones sale a luz y en su lugar se establece la cámara secreta de oración, el lugar íntimo de encuentro con el Creador!


Danilo Sorti




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