sábado, 30 de septiembre de 2017

248. 1° de agosto: fecha de propósito para Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay

Apocalipsis 4:11 RVC
11 «Digno eres, Señor, de recibir la gloria, la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.»

Hechos 17:26-27 DHH
26 un solo hombre hizo él todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y les ha señalado el tiempo y el lugar en que deben vivir,
27 para que busquen a Dios, y quizá, como a tientas, puedan encontrarlo, aunque en verdad Dios no está lejos de cada uno de nosotros.

Génesis 11:8-9 RVC
8 Así fue como el Señor los esparció por toda la tierra, y como dejaron de edificar la ciudad.
9 Por eso la ciudad se llamó Babel, porque allí el Señor confundió el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció por toda la superficie de la tierra.


El 1° de agosto se ha popularizado en los últimos años por estas tierras del sur, sin embargo, para la mayoría de las personas permanece “oculto” el significado de esta fecha para Dios, al menos según lo entiendo. ¿Qué pasó de interesante el primero de agosto? Varias cosas, pero aquí mencionaré una que, aunque tiene que ver profundamente con nuestra historia, normalmente se nos pasa desapercibida.

“El 1º de agosto de 1776 Carlos III, rey de España, creó el Virreinato del Río de la Plata con capital en Buenos Aires en el marco de una serie de medidas destinadas a reorganizar el poder imperial. El antiguo gobernador de Buenos Aires, Pedro de Cevallos, fue nombrado virrey del Río de la Plata. El virreinato comprendía los territorios que hoy ocupan la República Oriental del Uruguay, la República del Paraguay, la República de Bolivia, la República Argentina y el Estado de Río Grande, que pertenece actualmente a la República de Brasil.” (www.elhistoriador.com.ar, El virreinato del Río de la Plata).

Resulta entonces que desde hace más de dos siglos, esta fecha está ligada al propósito general de Dios para todas estas regiones. Claro, no estoy diciendo que el rey Carlos III tuviera en claro dicho propósito, es más, probablemente era lo que menos le importaba, en función de los motivos inmediatos de la creación del virreinato, provisoria en un principio, definitiva unos años después.

Antes de seguir con el tema quiero hacer algunas aclaraciones que normalmente realizo cuando hablo de fechas y días. Por un lado tenemos lo que nos dice Pablo:

Romanos 14:5-6 RVC
5 Algunos creen que ciertos días son más importantes que otros. Otros consideran que todos los días son iguales. Cada uno está plenamente convencido de su propio pensamiento.
6 El que da importancia a ciertos días, lo hace para el Señor; y el que no les da importancia, también lo hace para el Señor. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que deja de comer, lo hace para el Señor, y también da gracias a Dios.

Notemos bien que aquí Pablo NO ESTÁ DICIENDO si efectivamente hay “días más importantes” que otros, o “días especiales”, simplemente se está refiriendo a la actitud de los creyentes. En función de esto, no creo que debiéramos “pelearnos” por esta cuestión.

Pero por otro lado, el Señor dejó para Israel fechas especiales y un calendario muy preciso, eso debería marcarnos el principio de que no todos los días y momentos del año son exactamente iguales.

Y relacionado con lo anterior, tenemos el hecho evidente de que Satanás y sus siervos toman mucho cuidado de fechas y momentos del año, ¿por qué lo harían si esos días fueran iguales que el resto? Si Dios no tuviera propósitos especiales con ellos, ¿por qué tanto esfuerzo en corromperlos?

Recordemos que Satanás es una “brújula mirando al sur”; el corrompe los diseños de Dios en el sentido opuesto, pero una “brújula que apunte al sur” en realidad nos está marcando la misma dirección pero en sentido contrario, con lo que “basta” dar vuelta el marco de referencia para encontrar el norte. Bueno, no es tan simple como lo digo, pero en principio es así.

Es suficiente mirar cuánto desarrollo ha tenido desde hace milenios la astrología y la predicción el futuro en base a las estrellas, cuerpos celestes que el mismo Creador formó, puso en su lugar y estableció como “señales” para los tiempos. ¿No será que Dios mismo nos ha dejado mucha información en los cielos y Satanás lo sabe perfectamente, mientras que los hijos de Dios lo ignoran completamente?

Volvamos al 1° de agosto; es un día en el que desde hace algunos siglos se ha establecido una fortaleza de idolatría, que no es más que la corrupción de lo Divino. Por ello, creo que tenemos aquí un momento del año especial, al menos para nuestros países.

Por supuesto que la conformación definitiva de nuestras naciones fue un proceso largo y que llevó varios siglos (y que en realidad, ¡no terminó aún!), y si quisiéramos, podríamos remontarnos, por ejemplo, a la creación del Virreinato del Alto Perú, entidad territorial antecesora (20 de noviembre de 1542), o el “descubrimiento” de América, o más atrás; pero dado el interés que el mundo espiritual ha demostrado por el 1° de agosto, creo que deberíamos prestarle especial atención.

Según entiendo, el 1° de agosto es, entre otras cosas, un día de propósito de este grupo de naciones y territorios; un día para tomar o retomar el propósito, la identidad, el sentido original, de base, quizás el “marco general” de nuestro propósito. Nuestras naciones tienen su fecha de independencia, ¡y a veces más de una!, y probablemente haya allí una definición más ajustada del plan específico, pero creo que el 1° de agosto, al ser una fecha más “regional”,  marca los propósitos y diseños en común de nuestras naciones.

Por lo pronto, tenemos aquí un momento del año en el que podríamos aprovechar a dedicar un tiempo especial a buscar, afirmar o reafirmar el propósito divino para nuestro territorio y cómo nosotros (como personas, familias, iglesias, ciudades, naciones) encajamos en él. Puede ser un buen momento para comenzar proyectos nuevos dentro de ese propósito, al menos en lo profético, es decir, un tiempo para recibir diseños de lo alto y declarar en los cielos aquello que vamos a materializar en la tierra, o quizás para empezar a concretarlo. Quizás un tiempo para tener algún culto especial al respecto.

También es importante considerar que hubo aquí un diseño para un territorio que después se dividió. No quiero hacer demasiadas especulaciones al respecto, pero esto de sugiere la imagen de un “semillero”, es decir, un lugar en donde los creyentes / futuros líderes, son encauzados / equipados en los propósitos territoriales, generales, y a partir de los cuales cada uno desarrolla su especificidad.

Hay más para hablar sobre el 1° de agosto, por lo pronto, creo que debemos considerarlo como el día para recordar / recibir / retomar los planes generales de Dios para nuestro territorio, y como nosotros encajamos en ellos. ¡Que el Señor nos ilumine!


Danilo Sorti




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