sábado, 30 de septiembre de 2017

278. El Evangelio y la misión de la Iglesia en el tiempo del fin: el “fracaso” de la “gracia barata” y la prosperidad y el resurgir de la verdadera gracia y la provisión divina

2 Pedro 2:17-19 RVC
17 Éstos son fuentes sin agua, nubes que arrastra la tormenta, y para siempre les espera la más densa oscuridad.
18 Cuando hablan, lo hacen con palabras arrogantes y vanas; mediante las pasiones humanas y el libertinaje seducen a los que habían comenzado a apartarse de los que viven en el error.
19 Les prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues todo aquel que es vencido, se vuelve esclavo del que lo venció.

Los profetas del Antiguo Testamento hablaron mucho sobre esta cuestión de la “gracia barata”, el Nuevo Testamento no desarrolla demasiado el tema porque ya fue claramente expuesto, pero en la descripción de los falsos maestros utiliza unas expresiones que nos remiten a las palabras de los antiguos profetas: “fuentes sin agua”, “prometen libertad”, lo cual muestra en esencia cómo es ese evangelio de prosperidad que predican: promesas vanas, que no se cumplen, de boca de líderes inmundos, que sólo aparentan santidad.

Es innegable que, al menos a lo largo del continente americano, el evangelio de la prosperidad ha hecho estragos y muchos son los que lo siguen, ya sea en su forma más “dura” y evidente o en su forma más “blanda” y solapada. Durante un tiempo engañó también a los santos fieles, pero eso ya pasó. Sin embargo, muchos todavía están en el “interregnum” de haber salido de un falso evangelio pero sin atinar a ubicarse en el verdadero.

Tengo varios artículos escritos sobre el falso evangelio de la prosperidad y no voy a repetir lo que dije ahí, además, hay muchos análisis más y con mayor profundidad accesibles para el que busque. Todavía un gran número de cristianos están presos de ese error, y lamentablemente así seguirán hasta que sea demasiado tarde. Quizás muchos podrán escapar “por los pelos” cuando pasen los juicios más terribles que están determinados para este tiempo, antes del arrebatamiento. Pero aquí me preocupan los santos fieles, que una vez fueron engañados y habiendo descubierto el error, se encuentran en medio de la duda, es decir, ¿qué es lo que realmente deben creer?

Lo que perdieron aquellos que se sumergieron en el evangelio de la prosperidad es mucho, y no solamente dinero (porque de hecho, ni prosperaron ni tuvieron éxito) sino su vida espiritual, además del tiempo perdido en relación con el crecimiento en la gracia.

No pretendo exponer aquí todo el verdadero Evangelio, sino tratar algunos puntos de este “camino de vuelta”. Primero, como Satanás no crea nada porque es un ser creado y no Creador, sólo puede tomar algo que Dios trajo y pervertirlo, pero eso no anula el diseño original de Dios. Entonces, no pudo presentar un evangelio de falsas promesas si no tuviéramos ya grandes y hermosas promesas de parte de Dios. No debemos desechar lo genuino porque ha sido contaminado con lo falso, debemos recuperara las verdaderas promesas divinas BAJO LAS CONDICIONES en las cuales han sido dadas.

La principal corrupción de las promesas es “quitarles” sus condiciones originales para hacerlas extensivas a gente que no califica para ellas. Otro error es aplicarlas a momentos y contextos incorrectos. A medida que nos adentramos en los juicios del Padre, Sus promesas se nos hacen cada vez más necesarias, pero las promesas para este tiempo. Quizás mucho de lo que nos toque vivir hoy sea lo que el Señor le dijo a Baruc:

Jeremías 45:2-5 RVC
2 «Así ha dicho el Señor Dios de Israel: “Tú, Baruc,
3 te has quejado de que yo, el Señor, he añadido tristeza a tu dolor. Dices estar fatigado de tanto gemir, y que no has hallado reposo.
4 Pero yo, el Señor, te digo que puedo destruir lo que antes construí, y también arrancar lo que antes planté, es decir, toda esta tierra.
5 No busques para ti grandes cosas, porque yo voy a traer el mal sobre la humanidad entera. Pero a ti te dejaré escapar con vida por dondequiera que vayas. Tu vida será tu botín de guerra.”» —Palabra del Señor.

Decididamente, hay promesas que ya no se aplicarán a este tiempo, pero hay otras promesas de protección en medio de los juicios que sí. Debemos “recuperar” y creer esas promesas.

No hubiera habido un falso evangelio de la prosperidad si efectivamente el Espíritu no hubiera querido traer bendición material sobre Su pueblo. Satanás vio una oportunidad “maravillosa” de corromper ese mover y así lo hizo, pero el propósito original de dicho movimiento fue proveer materialmente a los hijos de Dios para que pudieran, en lo que faltaba del siglo XX, completar la obra misionera. Sin embargo, se corrompió muy rápidamente en el egoísmo.

Realmente no sé qué van a hacer los falsos predicadores de la prosperidad en medio de los juicios que están viniendo. Al momento de escribir este artículo, ya unos cuantos de ellos pasaron vergüenza pública al no poder “detener” el huracán que azotó el Caribe y Miami. Y no hace falta ningún don espiritual especial para “profetizar” que mucha más vergüenza pasarán en los juicios por venir. ¿Qué prosperidad podrán predicar a la gente que ha perdido absolutamente todo? ¿Qué harán cuando sus seguidores les reclamen por las promesas incumplidas? Ojalá que eso sirva para que algunos se conviertan.

¡Pero la prosperidad según Dios no ha pasado de moda! No en un mundo con cada vez más necesidades. Ahora bien, no todos serán prosperados porque hay naciones y territorios especialmente bajo juicio divino. Sin embargo, creo que, por la misericordia del Padre y aunque todas las naciones del mundo estén bajo alguna forma de juicio, hay territorios y cristianos que sí serán prosperados (al menos en relación con sus vecinos) para socorrer a los necesitados y recibir a los que huyen. En los juicios de Dios no falta Su misericordia.

Aunque suene paradójico, a poco tiempo ya del arrebatamiento, con tremendos juicios de destrucción en puerta, Dios todavía quiere prosperar a algunos de Sus hijos fieles. ¡Es necesario que así sea! Pero no olvidemos que Su prosperidad no necesariamente viene por métodos humanos, es decir, trabajo, ahorro, inversión; sino que también, y quizás mucho más precisamente en estos tiempos, a través de métodos sobrenaturales. ¿Cuánto dinero significó la multiplicación de los panes y los peces? Haciendo un cálculo muy rápido, y pensando que estaban hambrientos probablemente por no haber comido durante un día, por lo menos 20.000 personas (5.000 hombres más mujeres y niños) podían haber consumido fácilmente 8.600 kg de pan integral (no el pan blanco de hoy) y 12.000 kg de pescado. Tomando en cuenta precios no exagerados, equivaldría al costo de 133 “canastas básicas” (hago el análisis con precios e ingresos de Argentina), esto es, lo que necesitarían 133 familias tipo para vivir durante un mes sin caer bajo la línea de la pobreza. Cada uno, según su país, podrá ponerle un número multiplicando por el ingreso para no bajar la línea de pobreza. Podría ser similar también al sueldo de bolsillo que cobrarían en un mes 133 empleados con un sueldo básico (que también se supone está en el límite de la línea de pobreza). Bueno, en definitiva, un empleado con un sueldo básico debería ahorrar sus ingresos durante 11 años para poder pagar todo eso. Si ese milagro no significó riqueza, ¿qué es entonces?

Sí, aún hay tiempo para la verdadera prosperidad que viene de Dios, aún hay tiempo para la multiplicación sobrenatural de los recursos… siempre que sea en SU VOLUNTAD y para SU GLORIA. Quizás los milagros más grandes de esta época están todavía por verse.

Hay mucho más para hablar. Es necesario que los santos recuperen el Evangelio genuino lo más rápidamente posible y no se queden dando vueltas en el desierto. Pero mientras tanto, es de mucho consuelo saber que aquellos que durante un tiempo nos engañó en realidad también provino de Dios, y que aún ahí hay propósitos para este tiempo.



Danilo Sorti




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