sábado, 30 de septiembre de 2017

250. 1° de agosto: preparación, límites, protección, identidad y descuido

2 Corintios 10:13 DHH
13 Nosotros no vamos a gloriarnos más allá de ciertos límites. Dios es quien señala los límites de nuestro campo de trabajo, y él nos permitió llegar hasta ustedes en Corinto.

2 Corintios 10:15 DHH
15 Y no nos gloriamos de los trabajos que otros han hecho, saliéndonos de nuestros límites. Al contrario, esperamos poder trabajar más entre ustedes, conforme ustedes vayan teniendo más fe, aunque siempre dentro de nuestros límites.

Salmos 72:2-6 DHH
2 para que con rectitud y justicia
gobierne a tu pueblo y a tus pobres.
3 Ofrezcan las montañas y los cerros
paz y rectitud al pueblo.
4 ¡Que haga justicia el rey a los pobres!
¡Que salve a los hijos de los necesitados
y aplaste a los explotadores!
5 ¡Que tenga el rey temor de ti por siempre,
mientras el sol y la luna existan!
6 ¡Que sea como la lluvia y el rocío
que riegan la tierra y los pastos!

En otros artículos de esta serie estuvimos hablando acerca del significado del 1° de agosto, la fecha en que se da la orden de fundar el Virreinato del Río de la Plata, a partir del cual luego se formaron varios países del cono sur. Hablamos de lo significativo de esta fecha, desconocida para la mayoría, dado que hay una creciente actividad espiritual entorno a ella. Es una fecha de reenfoque en los propósitos originales del Señor y también una fecha que anuncia un próximo cambio en la naturaleza. Ahora bien, ¿qué propósitos?

En un sentido general, los propósitos son los que están escritos en la Biblia para todos los hombres y naciones. Podemos hablar mucho de cuestiones específicas, y es importante hacerlo, pero SIEMPRE DENTRO del marco general de los propósitos de Dios para todos los hombres: arrepentimiento y conversión, fe en Él, obediencia a Su Palabra, amor y justicia para con el prójimo, santificación personal, cuidado de la creación… No voy a explayarme, simplemente dejaré en claro que nada de lo que hablemos en adelante está por encima de eso ni debe ocupar más tiempo y espacio.

Pero una vez que tenemos en claro el marco general de lo que Dios quiere para todo hombre y nación, necesitamos instrucciones más específicas, y creo que la historia en torno al 1° de agosto nos da algunas pautas; no todo, hay mucho más, pero por lo menos algo. Veamos un poco de la historia, según aparece en la página web elhistoriador. com. ar; la cita es extensa pero en ella se hacen por demás de claros algunos principios espirituales básicos que tuvieron que ver con nuestros orígenes:

“Las provincias españolas en esta parte del continente lindaron desde el primer día con las colonias que Portugal fomentaba en el Brasil. El debate primitivo sobre el mejor derecho a la conquista del Río de la Plata volvió así, en el andar del tiempo, a ser reanudado, traduciéndose en una constante lucha por la fijación de los límites territoriales.

“Los portugueses invadían las tierras de las provincias argentinas, en la región de los ríos, en el interior del Paraguay y de la Audiencia de Charcas. Llegaron en uno de sus avances hasta edificar una fortaleza en la Colonia del Sacramento, en la Banda Oriental, frente a Buenos Aires, desde donde mantenían un activo comercio clandestino con los habitantes de las provincias argentinas.

“Desalojados, volvieron siempre, sin que los gobernadores de Buenos Aires, dependientes del virreinato de Lima, pudieran obrar con la rapidez y los recursos necesarios.

“La corona de España resolvió, en 1776, encomendar a don Pedro de Ceballos, teniente general de los Ejércitos de la monarquía, una expedición militar para contener a los portugueses y expulsarlos de los territorios que, fuera de toda discusión, pertenecían a las provincias del Río de la Plata.

“Para darle mayor autoridad, el rey erigió el virreinato, con carácter de provisional, formándolo con las provincias del Río de la Plata, Paraguay, Tucumán, Mendoza, San Juan del Pico y el distrito de la Audiencia de Charcas.

“La cédula real fue fechada en San Ildefonso el 1º de agosto 1776.

“El virrey Ceballos, con un ejército aguerrido que trajo de España, arrojó a los portugueses de los puntos invadidos, destruyó el fuerte que habían construido en la Colonia del Sacramento, y desde Santa Catalina presentóle al rey la conveniencia de erigir definitivamente el virreinato.

“El rey accedió y, por cédula de 27 de octubre de 1777, erigió definitivamente el virreinato del Río de la Plata, nombrando sucesor de Ceballos a don Juan José Vértiz.

“El propósito fundamental de la corona de España era el de defender y amparar su territorio, en la desembocadura de los ríos, al Este, en el interior y al Norte, impidiendo que los portugueses continuaran sus avances en las regiones inexploradas del centro del continente.

“Al virrey Ceballos le debieron las provincias del Virreinato muchos progresos en el orden administrativo, porque fue él quien propuso la creación de una Audiencia en Buenos Aires, y amplió el permiso de tránsito para las mercaderías en las provincias interiores, favoreciéndose al comercio general.

“Complementando el propósito de descentralización que demostraba Ceballos, la corona de España dictó en 1782, la real orden de erección de Intendencias …

“La guerra con Portugal terminó por el tratado preliminar de límites, firmado en 1777.

“En el artículo 15 de ese tratado, se decía: “Para que se determinen con la mayor exactitud los límites insinuados en los artículos de este tratado y se especifiquen sin que haya la menor duda en lo futuro …”

Sin embargo, el Virrey no pudo responder satisfactoriamente a esta orden.

“Los parajes -decía- no solamente distan muchísimas leguas de los pocos gobiernos que puedan mirar aquellos puntos en calidad de fronteras, sino que la mayor parte de ellos no reconocen gobiernos a que puedan pertenecer y mucho menos personas de conocimiento práctico ni aun especulativo de aquellos bosques, montes, ríos y cordilleras; de suerte que, a excepción de los gobernadores de Montevideo, por lo que hace al distrito de Río Grande, los del Paraguay con respecto a los valles en que están situados los pueblos de Misiones y con alguna tal cual idea, aunque confusa, los de Chiquitos y Mojos, en pasando el Itenes, ríos de la Madera y Amazonas, no se conocen ni están erigidos gobiernos algunos españoles a la parte del 0. E. en todo el vastísimo terreno de más de mil leguas hasta el Orinoco y último término de la referida línea.

“Por esa ignorancia en que permanecieron todos los gobiernos y que aprovecharon los portugueses en sus invasiones, el Virreinato del Río de la Plata perdió gran parte de su primitivo territorio.

“La población no estaba tampoco en armonía con la enorme extensión del país, pues en esos años, (1778) la Intendencia de Buenos Aires tenía solamente, según el censo que se levantó, 37.679 habitantes, y no era de las menos pobladas.”


Lo primero que encontramos aquí es la disputa de territorio entre Portugal y España, que de hecho tampoco se solucionó con el tratado firmado en 1.777 (bueno, si tomáramos en cuenta el Tratado de Tordesillas de 1.494 …) y que representa en realidad una disputa entre hermanos: España y Portugal, países ambos que comparten la misma península en Europa, una historia muy cercana e idiomas parecidos. Ese espíritu alimentó luego la raíz de iniquidad del Espíritu de Caín, tan propia de Argentina pero también de toda Latinoamérica (sobre eso escribí en el artículo: La raíz de iniquidad nacional del espíritu de Caín).

Hubiera sido mucho mejor que ambos países llegaran a un acuerdo, pero lo cierto es que la creación del Virreinato tuvo el propósito de afirmar y proteger los límites de los territorios españoles, en medio de una guerra con Portugal, a partir de los que luego se desarrollarían nuestros países con sus propias particularidades, y a la vez sirvió para establecer los límites de lo que sería Brasil, con sus propias características.

Dios es un Dios de límites. A lo largo de toda la Biblia lo vemos estableciendo límites: entre el día y la noche, el agua y la tierra seca, las naciones, los meses, las fiestas y momentos especiales del año, el tiempo de vida de las personas, el tiempo de opresión de los poderosos, pero también los límites morales, de conducta, de palabras, en las relaciones interpersonales, con Dios y con la creación. Nada de lo que existe en la creación carece de límites, y  precisamente por ello existe, ¡es imposible ser o mantener la integridad de algo si ese algo no tiene límites definidos! Pablo conocía muy bien este principio y lo aplicaba en su ministerio, ya de por sí muy extenso, como pudimos leer más arriba.

Bueno, absolutamente todo tiene un límite, o casi:

Efesios 1:18-20 DHH
18 Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo,
19 y cuán grande y sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los creyentes. Este poder es el mismo que Dios mostró con tanta fuerza y potencia
20 cuando resucitó a Cristo y lo hizo sentar a su derecha en el cielo,

¡Dios! Él es el único que puede existir sin límites.

Hoy vivimos en un tiempo en el que los límites rápidamente se están borrando (precisamente porque “queremos ser como Dios”, ¡pero no lo somos!). Es cierto, casi no hay guerras por límites  territoriales entre países, pero se pierden los límites entre los sexos, la familia se rompe, los límites de la naturaleza son traspasados vez tras vez (con terribles consecuencias), los límites morales son vistos como cosa del pasado, los límites en las relaciones interpersonales son avasallados cada vez más, las naciones pierden autoridad dentro de sus propias fronteras, por lo que aunque mantengan formalmente su integridad territorial, en lo económico, social e incluso político son invadidas y, finalmente, el límite de respeto y honra a Dios prácticamente se ha borrado en la sociedad … nada más que la culminación del plan masónico puesto en funcionamiento hace un par de siglos para acabar con toda autoridad… que no sean ellos, claro.

En medio de esta rampante carencia de límites, los hijos de Dios también somos afectados, y una noción adecuada de “limites” resulta extraña incluso dentro de la predicación cristiana, especialmente en el falso evangelio de la prosperidad. Por ello, parte del propósito en esta fecha, creo yo, tiene que ver con reconocer los límites, re– establecer los límites perdidos:

Proverbios 23:10 DHH
10 No cambies de lugar los linderos antiguos,
ni invadas el terreno de los huérfanos,

Restablecer los límites que dan contención y seguridad pero también responsabilidad y desafío, en todos los órdenes y ámbitos: en la vida interior de las personas, en lo familiar, laboral, en relación con la iglesia, la ciudad, la nación, la naturaleza, todo aquello que hoy ha sido corrompido (es decir, ¡todo!).

Pero también aprovechar para arrepentirnos del espíritu de Caín, es decir, de la lucha entre hermanos, que, entre otras cosas, lleva a violar los límites de mi hermano; restablecer los límites que yo he violado y, luego, reclamar los límites que fueron traspasados: como individuos, como iglesia, como sociedad, como nación.

Sin límites claros y sin reglas claras, hay “contrabando”, es decir, las necesidades se suplen de una manera incorrecta, “ilegal”. ¿Y cómo estamos con el “contrabando espiritual”? ¿No estamos buscando lo que no debemos en el territorio que no nos corresponde…?

Esta fecha también nos habla de protección, lo cual necesariamente implica límites: ¿cómo proteger lo que no se sabe dónde termina, aquello cuya autoridad no está bien definida? Entonces, ¿cómo podría protegernos Dios si nosotros no hemos terminado de aceptar completamente Su autoridad y Su gobierno? Al final de cuentas, ¿a qué territorio pertenecemos? No podemos reclamar ni bendición ni protección si no estamos claramente dentro de Sus fronteras. Eso es también el 1° de agosto: ubicarnos dentro de Sus límites y reclamar la protección divina. A eso se refiere la cita del Salmo 72.

La creación de un Virreinato separado del Alto Perú trajo beneficios a toda esta región y permitió su desarrollo inicial; a partir de ahí propiamente comenzamos a contar “nuestra” historia como país (por lo menos en lo que se refiere a Argentina). Esta es una fecha de identidad; los límites y la protección permiten que desarrollemos nuestra identidad, es decir, no solo que “seamos nosotros” sino también que ese “nosotros” se desarrolle, crezca, progrese. El 1° de agosto es un tiempo para celebrar nuestra identidad, aquello que Dios nos ha dado y, fundamentalmente, celebrar lo que se desarrollará, lo que alcanzaremos a ser por Su poder (que no tiene límites).

Sin embargo, el 1° de agosto fue una fecha “provisional”; propiamente el establecimiento definitivo del Virreinato no ocurrió sino hasta el 27 de octubre de 1777. Como argentino debo reconocer que esto es algo muy propiamente “nuestro”, ¡lo mismo pasó con nuestra independencia! Celebramos el 25 de mayo de 1810 pero formalmente no nos declaramos libres sino hasta el 9 de julio de 1816. Puede ser complejo de entender desde afuera pero bueno, uno se acostumbra a ello…

Veamos el lado positivo: aquí tenemos un proceso por etapas, propiamente “un proceso”, no un hecho puntual, y esto debería dejarnos una enseñanza muy valiosa, porque nos gusta pensar en “instantes mágicos” que cambian todo, y aún se predica falsamente eso. Pero Dios es un Dios de procesos, de tiempo, de desarrollo. Absolutamente todo en la Biblia implica proceso, y los hechos puntuales que cambiaron la historia, siendo el principal la muerte y la resurrección de Cristo, también fueron fruto de un largo proceso y preparación. Por lo tanto, todo lo que dijimos antes debemos ponerlo en la perspectiva de “proceso” y celebrar el inicio de ese proceso, sabiendo que aún falta tiempo para la conclusión.

Salmos 136:16 DHH
16 Al que llevó a su pueblo por el desierto,
porque su amor es eterno.

Nada mejor que la imagen del peregrinaje por el desierto para ilustrar esta verdad.

Pero el 1° de agosto también tiene una nota de advertencia: mientras el Rey de España esperaba que se fijaran rápidamente los límites, el Virrey Ceballos tuvo que reconocer tristemente que eso no sería posible, debido al gran desconocimiento del territorio que tenían las autoridades locales, y más aún, debido a la escasa población desparramada en la región. Eso llevó a más pérdida de territorio, buena parte de lo que es hoy Rio Grande do Sul.

De nada vale reclamar lo que no se ocupa ni se “puebla” con la presencia del Espíritu Santo.

Mateo 12:43-45 RVC
43 »Cuando el espíritu impuro sale del hombre, anda por lugares áridos en busca de reposo, y no lo halla.
44 Entonces dice: “Volveré a mi casa, de donde salí.” Y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
45 Entonces va y trae otros siete espíritus peores que él, y entran y allí se quedan a vivir. ¡Y el estado final de aquel hombre resulta ser peor que el primero! Así también le pasará a esta generación malvada.»

Hoy reconocemos que nuestra identidad territorial y espiritual está ligada a todos los países de Latinoamérica y que no podemos ni debemos existir separados los unos de los otros, pero la enseñanza espiritual de este hecho es clara. Mucho hablamos de “expansión, conquista y avance”, palabras que suenan muy bonitas en todos los congresos que se hacen por ahí, pero vacías de su verdadero, y duro, significado: conquistar implica “poblar” y mantener. “Poblar” implica entregar a otros el terreno que hemos conquistado pero que no podemos cuidar adecuadamente; exactamente lo que hicieron los que pelearon por la libertad de nuestros países, unas décadas después.

El 1° de agosto es, entonces, el momento de reconocer lo que implica la expansión, la conquista y el avance. Veamos que dijo Jesús:

Lucas 14:28-31 DHH
28 Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla?
29 De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él,
30 diciendo: hombre empezó a construir, pero no pudo terminar.
31 O si algún rey tiene que ir a la guerra contra otro rey, ¿acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil soldados puede hacer frente a quien va a atacarlo con veinte mil?

Debemos entender bien cuáles son nuestros límites y hasta donde podremos llegar hoy, hasta donde mañana, hasta donde pasado mañana… La fantasía “evangelástica” nos ha llevado a soñar cosas que están muy lejos de la voluntad perfecta de Dios.

En relación con esto:

Éxodo 23:29-30 DHH
29 No los arrojaré de tu presencia en un año, para que la tierra no se eche a perder ni aumenten los animales salvajes y te hagan daño.
30 Los arrojaré de tu presencia poco a poco, hasta que tengas muchos hijos y tomes posesión de la tierra.

Dios no va a respaldar cualquier acción de avance, sino solo aquella que sea razonable a lo que nosotros podamos hacer con SU poder.

Pero por otro lado:

Éxodo 23:31 DHH
31 Tus fronteras las he marcado así: desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el río Éufrates. Yo he puesto en tus manos a los habitantes de ese país, y tú los arrojarás de tu presencia.

Es decir, permanece la promesa de posesión de TODO EL TERRITORIO, aunque a su debido tiempo.

Eso es también el 1° de agosto. ¡Cuánto tenemos para establecer espiritualmente en esta fecha!

El mes de agosto, el número 8 en nuestro calendario, es el nuevo comienzo; que reafirma lo que estamos diciendo.

Esta es la etapa del año en la que saludamos lo que vendrá, lo que está empezando a establecerse, la protección y la identidad, el lugar seguro para desarrollarnos; la fecha en la que renunciamos a las peleas entre hermanos y las grietas que se extienden por todas partes y somos advertidos de no descuidar aquello que nos fue confiado. ¡Señor, establece Tu Reino en esta Tierra!


Danilo Sorti





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