2 Corintios 10:13 DHH
13 Nosotros no vamos a
gloriarnos más allá de ciertos límites. Dios es quien señala los límites de
nuestro campo de trabajo, y él nos permitió llegar hasta ustedes en Corinto.
2 Corintios 10:15 DHH
15 Y no nos gloriamos de
los trabajos que otros han hecho, saliéndonos de nuestros límites. Al
contrario, esperamos poder trabajar más entre ustedes, conforme ustedes vayan
teniendo más fe, aunque siempre dentro de nuestros límites.
Salmos 72:2-6 DHH
2 para que con rectitud y
justicia
gobierne a tu pueblo y a
tus pobres.
3 Ofrezcan las montañas y
los cerros
paz y rectitud al pueblo.
4 ¡Que haga justicia el rey
a los pobres!
¡Que salve a los hijos de
los necesitados
y aplaste a los
explotadores!
5 ¡Que tenga el rey temor
de ti por siempre,
mientras el sol y la luna
existan!
6 ¡Que sea como la lluvia y
el rocío
que riegan la tierra y los
pastos!
En otros artículos de esta
serie estuvimos hablando acerca del significado del 1° de agosto, la fecha en
que se da la orden de fundar el Virreinato del Río de la Plata, a partir del
cual luego se formaron varios países del cono sur. Hablamos de lo significativo
de esta fecha, desconocida para la mayoría, dado que hay una creciente
actividad espiritual entorno a ella. Es una fecha de reenfoque en los propósitos
originales del Señor y también una fecha que anuncia un próximo cambio en la
naturaleza. Ahora bien, ¿qué propósitos?
En un sentido general, los
propósitos son los que están escritos en la Biblia para todos los hombres y
naciones. Podemos hablar mucho de cuestiones específicas, y es importante
hacerlo, pero SIEMPRE DENTRO del marco general de los propósitos de Dios para
todos los hombres: arrepentimiento y conversión, fe en Él, obediencia a Su
Palabra, amor y justicia para con el prójimo, santificación personal, cuidado
de la creación… No voy a explayarme, simplemente dejaré en claro que nada de lo
que hablemos en adelante está por encima de eso ni debe ocupar más tiempo y
espacio.
Pero una vez que tenemos en
claro el marco general de lo que Dios quiere para todo hombre y nación,
necesitamos instrucciones más específicas, y creo que la historia en torno al
1° de agosto nos da algunas pautas; no todo, hay mucho más, pero por lo menos
algo. Veamos un poco de la historia, según aparece en la página web
elhistoriador. com. ar; la cita es extensa pero en ella se hacen por demás de
claros algunos principios espirituales básicos que tuvieron que ver con
nuestros orígenes:
“Las provincias españolas
en esta parte del continente lindaron desde el primer día con las colonias que
Portugal fomentaba en el Brasil. El debate primitivo sobre el mejor derecho a
la conquista del Río de la Plata volvió así, en el andar del tiempo, a ser
reanudado, traduciéndose en una constante lucha por la fijación de los límites
territoriales.
“Los portugueses invadían
las tierras de las provincias argentinas, en la región de los ríos, en el
interior del Paraguay y de la Audiencia de Charcas. Llegaron en uno de sus
avances hasta edificar una fortaleza en la Colonia del Sacramento, en la Banda
Oriental, frente a Buenos Aires, desde donde mantenían un activo comercio
clandestino con los habitantes de las provincias argentinas.
“Desalojados, volvieron
siempre, sin que los gobernadores de Buenos Aires, dependientes del virreinato
de Lima, pudieran obrar con la rapidez y los recursos necesarios.
“La corona de España
resolvió, en 1776, encomendar a don Pedro de Ceballos, teniente general de los
Ejércitos de la monarquía, una expedición militar para contener a los
portugueses y expulsarlos de los territorios que, fuera de toda discusión,
pertenecían a las provincias del Río de la Plata.
“Para darle mayor
autoridad, el rey erigió el virreinato, con carácter de provisional, formándolo
con las provincias del Río de la Plata, Paraguay, Tucumán, Mendoza, San Juan
del Pico y el distrito de la Audiencia de Charcas.
“La cédula real fue fechada
en San Ildefonso el 1º de agosto 1776.
“El virrey Ceballos, con un
ejército aguerrido que trajo de España, arrojó a los portugueses de los puntos
invadidos, destruyó el fuerte que habían construido en la Colonia del
Sacramento, y desde Santa Catalina presentóle al rey la conveniencia de erigir
definitivamente el virreinato.
“El rey accedió y, por
cédula de 27 de octubre de 1777, erigió definitivamente el virreinato del Río
de la Plata, nombrando sucesor de Ceballos a don Juan José Vértiz.
“El propósito fundamental
de la corona de España era el de defender y amparar su territorio, en la
desembocadura de los ríos, al Este, en el interior y al Norte, impidiendo que
los portugueses continuaran sus avances en las regiones inexploradas del centro
del continente.
“Al virrey Ceballos le
debieron las provincias del Virreinato muchos progresos en el orden
administrativo, porque fue él quien propuso la creación de una Audiencia en
Buenos Aires, y amplió el permiso de tránsito para las mercaderías en las
provincias interiores, favoreciéndose al comercio general.
“Complementando el
propósito de descentralización que demostraba Ceballos, la corona de España
dictó en 1782, la real orden de erección de Intendencias …
…
“La guerra con Portugal
terminó por el tratado preliminar de límites, firmado en 1777.
“En el artículo 15 de ese
tratado, se decía: “Para que se determinen con la mayor exactitud los límites
insinuados en los artículos de este tratado y se especifiquen sin que haya la
menor duda en lo futuro …”
Sin embargo, el Virrey no
pudo responder satisfactoriamente a esta orden.
“Los parajes -decía- no
solamente distan muchísimas leguas de los pocos gobiernos que puedan mirar
aquellos puntos en calidad de fronteras, sino que la mayor parte de ellos no
reconocen gobiernos a que puedan pertenecer y mucho menos personas de
conocimiento práctico ni aun especulativo de aquellos bosques, montes, ríos y
cordilleras; de suerte que, a excepción de los gobernadores de Montevideo, por
lo que hace al distrito de Río Grande, los del Paraguay con respecto a los
valles en que están situados los pueblos de Misiones y con alguna tal cual
idea, aunque confusa, los de Chiquitos y Mojos, en pasando el Itenes, ríos de
la Madera y Amazonas, no se conocen ni están erigidos gobiernos algunos
españoles a la parte del 0. E. en todo el vastísimo terreno de más de mil
leguas hasta el Orinoco y último término de la referida línea.
“Por esa ignorancia en que
permanecieron todos los gobiernos y que aprovecharon los portugueses en sus
invasiones, el Virreinato del Río de la Plata perdió gran parte de su primitivo
territorio.
“La población no estaba
tampoco en armonía con la enorme extensión del país, pues en esos años, (1778)
la Intendencia de Buenos Aires tenía solamente, según el censo que se levantó,
37.679 habitantes, y no era de las menos pobladas.”
Lo primero que encontramos
aquí es la disputa de territorio entre Portugal y España, que de hecho tampoco
se solucionó con el tratado firmado en 1.777 (bueno, si tomáramos en cuenta el
Tratado de Tordesillas de 1.494 …) y que representa en realidad una disputa
entre hermanos: España y Portugal, países ambos que comparten la misma península
en Europa, una historia muy cercana e idiomas parecidos. Ese espíritu alimentó
luego la raíz de iniquidad del Espíritu de Caín, tan propia de Argentina pero
también de toda Latinoamérica (sobre eso escribí en el artículo: La raíz de
iniquidad nacional del espíritu de Caín).
Hubiera sido mucho mejor
que ambos países llegaran a un acuerdo, pero lo cierto es que la creación del
Virreinato tuvo el propósito de afirmar y proteger los límites de los
territorios españoles, en medio de una guerra con Portugal, a partir de los que
luego se desarrollarían nuestros países con sus propias particularidades, y a
la vez sirvió para establecer los límites de lo que sería Brasil, con sus
propias características.
Dios es un Dios de límites.
A lo largo de toda la Biblia lo vemos estableciendo límites: entre el día y la
noche, el agua y la tierra seca, las naciones, los meses, las fiestas y
momentos especiales del año, el tiempo de vida de las personas, el tiempo de
opresión de los poderosos, pero también los límites morales, de conducta, de
palabras, en las relaciones interpersonales, con Dios y con la creación. Nada
de lo que existe en la creación carece de límites, y precisamente por ello existe, ¡es imposible ser
o mantener la integridad de algo si ese algo no tiene límites definidos! Pablo
conocía muy bien este principio y lo aplicaba en su ministerio, ya de por sí
muy extenso, como pudimos leer más arriba.
Bueno, absolutamente todo
tiene un límite, o casi:
Efesios 1:18-20 DHH
18 Pido que Dios les
ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido
llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo,
19 y cuán grande y sin
límites es su poder, el cual actúa en nosotros los creyentes. Este poder es el
mismo que Dios mostró con tanta fuerza y potencia
20 cuando resucitó a Cristo
y lo hizo sentar a su derecha en el cielo,
¡Dios! Él es el único que
puede existir sin límites.
Hoy vivimos en un tiempo en
el que los límites rápidamente se están borrando (precisamente porque “queremos
ser como Dios”, ¡pero no lo somos!). Es cierto, casi no hay guerras por límites territoriales entre países, pero se pierden
los límites entre los sexos, la familia se rompe, los límites de la naturaleza
son traspasados vez tras vez (con terribles consecuencias), los límites morales
son vistos como cosa del pasado, los límites en las relaciones interpersonales
son avasallados cada vez más, las naciones pierden autoridad dentro de sus
propias fronteras, por lo que aunque mantengan formalmente su integridad
territorial, en lo económico, social e incluso político son invadidas y,
finalmente, el límite de respeto y honra a Dios prácticamente se ha borrado en
la sociedad … nada más que la culminación del plan masónico puesto en
funcionamiento hace un par de siglos para acabar con toda autoridad… que no
sean ellos, claro.
En medio de esta rampante
carencia de límites, los hijos de Dios también somos afectados, y una noción
adecuada de “limites” resulta extraña incluso dentro de la predicación
cristiana, especialmente en el falso evangelio de la prosperidad. Por ello,
parte del propósito en esta fecha, creo yo, tiene que ver con reconocer los
límites, re– establecer los límites perdidos:
Proverbios 23:10 DHH
10 No cambies de lugar los
linderos antiguos,
ni invadas el terreno de
los huérfanos,
Restablecer los límites que
dan contención y seguridad pero también responsabilidad y desafío, en todos los
órdenes y ámbitos: en la vida interior de las personas, en lo familiar,
laboral, en relación con la iglesia, la ciudad, la nación, la naturaleza, todo
aquello que hoy ha sido corrompido (es decir, ¡todo!).
Pero también aprovechar
para arrepentirnos del espíritu de Caín, es decir, de la lucha entre hermanos,
que, entre otras cosas, lleva a violar los límites de mi hermano; restablecer
los límites que yo he violado y, luego, reclamar los límites que fueron
traspasados: como individuos, como iglesia, como sociedad, como nación.
Sin límites claros y sin
reglas claras, hay “contrabando”, es decir, las necesidades se suplen de una
manera incorrecta, “ilegal”. ¿Y cómo estamos con el “contrabando espiritual”?
¿No estamos buscando lo que no debemos en el territorio que no nos
corresponde…?
Esta fecha también nos
habla de protección, lo cual necesariamente implica límites: ¿cómo proteger lo
que no se sabe dónde termina, aquello cuya autoridad no está bien definida?
Entonces, ¿cómo podría protegernos Dios si nosotros no hemos terminado de
aceptar completamente Su autoridad y Su gobierno? Al final de cuentas, ¿a qué
territorio pertenecemos? No podemos reclamar ni bendición ni protección si no
estamos claramente dentro de Sus fronteras. Eso es también el 1° de agosto:
ubicarnos dentro de Sus límites y reclamar la protección divina. A eso se
refiere la cita del Salmo 72.
La creación de un Virreinato
separado del Alto Perú trajo beneficios a toda esta región y permitió su
desarrollo inicial; a partir de ahí propiamente comenzamos a contar “nuestra”
historia como país (por lo menos en lo que se refiere a Argentina). Esta es una
fecha de identidad; los límites y la protección permiten que desarrollemos
nuestra identidad, es decir, no solo que “seamos nosotros” sino también que ese
“nosotros” se desarrolle, crezca, progrese. El 1° de agosto es un tiempo para
celebrar nuestra identidad, aquello que Dios nos ha dado y, fundamentalmente,
celebrar lo que se desarrollará, lo que alcanzaremos a ser por Su poder (que no
tiene límites).
Sin embargo, el 1° de
agosto fue una fecha “provisional”; propiamente el establecimiento definitivo
del Virreinato no ocurrió sino hasta el 27 de octubre de 1777. Como argentino
debo reconocer que esto es algo muy propiamente “nuestro”, ¡lo mismo pasó con
nuestra independencia! Celebramos el 25 de mayo de 1810 pero formalmente no nos
declaramos libres sino hasta el 9 de julio de 1816. Puede ser complejo de
entender desde afuera pero bueno, uno se acostumbra a ello…
Veamos el lado positivo:
aquí tenemos un proceso por etapas, propiamente “un proceso”, no un hecho
puntual, y esto debería dejarnos una enseñanza muy valiosa, porque nos gusta
pensar en “instantes mágicos” que cambian todo, y aún se predica falsamente
eso. Pero Dios es un Dios de procesos, de tiempo, de desarrollo. Absolutamente
todo en la Biblia implica proceso, y los hechos puntuales que cambiaron la
historia, siendo el principal la muerte y la resurrección de Cristo, también
fueron fruto de un largo proceso y preparación. Por lo tanto, todo lo que
dijimos antes debemos ponerlo en la perspectiva de “proceso” y celebrar el
inicio de ese proceso, sabiendo que aún falta tiempo para la conclusión.
Salmos 136:16 DHH
16 Al que llevó a su pueblo
por el desierto,
porque su amor es eterno.
Nada mejor que la imagen
del peregrinaje por el desierto para ilustrar esta verdad.
Pero el 1° de agosto
también tiene una nota de advertencia: mientras el Rey de España esperaba que
se fijaran rápidamente los límites, el Virrey Ceballos tuvo que reconocer
tristemente que eso no sería posible, debido al gran desconocimiento del
territorio que tenían las autoridades locales, y más aún, debido a la escasa
población desparramada en la región. Eso llevó a más pérdida de territorio,
buena parte de lo que es hoy Rio Grande do Sul.
De nada vale reclamar lo
que no se ocupa ni se “puebla” con la presencia del Espíritu Santo.
Mateo 12:43-45 RVC
43 »Cuando el espíritu
impuro sale del hombre, anda por lugares áridos en busca de reposo, y no lo
halla.
44 Entonces dice: “Volveré
a mi casa, de donde salí.” Y cuando llega, la halla desocupada, barrida y
adornada.
45 Entonces va y trae otros
siete espíritus peores que él, y entran y allí se quedan a vivir. ¡Y el estado
final de aquel hombre resulta ser peor que el primero! Así también le pasará a
esta generación malvada.»
Hoy reconocemos que nuestra
identidad territorial y espiritual está ligada a todos los países de
Latinoamérica y que no podemos ni debemos existir separados los unos de los
otros, pero la enseñanza espiritual de este hecho es clara. Mucho hablamos de
“expansión, conquista y avance”, palabras que suenan muy bonitas en todos los
congresos que se hacen por ahí, pero vacías de su verdadero, y duro,
significado: conquistar implica “poblar” y mantener. “Poblar” implica entregar
a otros el terreno que hemos conquistado pero que no podemos cuidar
adecuadamente; exactamente lo que hicieron los que pelearon por la libertad de
nuestros países, unas décadas después.
El 1° de agosto es, entonces,
el momento de reconocer lo que implica la expansión, la conquista y el avance.
Veamos que dijo Jesús:
Lucas 14:28-31 DHH
28 Si alguno de ustedes
quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos,
para ver si tiene con qué terminarla?
29 De otra manera, si pone
los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a
burlarse de él,
30 diciendo: hombre empezó
a construir, pero no pudo terminar.
31 O si algún rey tiene que
ir a la guerra contra otro rey, ¿acaso no se sienta primero a calcular si con
diez mil soldados puede hacer frente a quien va a atacarlo con veinte mil?
Debemos entender bien
cuáles son nuestros límites y hasta donde podremos llegar hoy, hasta donde
mañana, hasta donde pasado mañana… La fantasía “evangelástica” nos ha llevado a
soñar cosas que están muy lejos de la voluntad perfecta de Dios.
En relación con esto:
Éxodo 23:29-30 DHH
29 No los arrojaré de tu
presencia en un año, para que la tierra no se eche a perder ni aumenten los
animales salvajes y te hagan daño.
30 Los arrojaré de tu
presencia poco a poco, hasta que tengas muchos hijos y tomes posesión de la
tierra.
Dios no va a respaldar
cualquier acción de avance, sino solo aquella que sea razonable a lo que
nosotros podamos hacer con SU poder.
Pero por otro lado:
Éxodo 23:31 DHH
31 Tus fronteras las he
marcado así: desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto
hasta el río Éufrates. Yo he puesto en tus manos a los habitantes de ese país,
y tú los arrojarás de tu presencia.
Es decir, permanece la
promesa de posesión de TODO EL TERRITORIO, aunque a su debido tiempo.
Eso es también el 1° de
agosto. ¡Cuánto tenemos para establecer espiritualmente en esta fecha!
El mes de agosto, el número
8 en nuestro calendario, es el nuevo comienzo; que reafirma lo que estamos
diciendo.
Esta es la etapa del año en
la que saludamos lo que vendrá, lo que está empezando a establecerse, la
protección y la identidad, el lugar seguro para desarrollarnos; la fecha en la
que renunciamos a las peleas entre hermanos y las grietas que se extienden por
todas partes y somos advertidos de no descuidar aquello que nos fue confiado.
¡Señor, establece Tu Reino en esta Tierra!
Danilo Sorti
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