1 Reyes 22:10-12 RVC
10 Mientras tanto, los dos reyes se quedaron
en la plaza que está junto a la puerta de Samaria, sentados en sus tronos y
ataviados con sus mantos reales. Delante de ellos, los profetas les prodigaban
buenos augurios.
11 Uno de ellos, Sedequías hijo de Quenaná,
se acercó y les mostró unos cuernos de hierro que había hecho, y dijo: «Así ha
dicho el Señor: “Con estos cuernos cornearás a los sirios hasta acabar con
ellos.”»
12 Los demás profetas también animaban al
rey, y le decían: «Vaya Su Majestad a Ramot de Galaad, y atáquela. El Señor le
dará la victoria y entregará la ciudad a Su Majestad.»
Jeremías 28:9 RVC
9 Si el profeta anuncia paz, y sus palabras
se cumplen, entonces se le reconoce como un profeta verdadero, enviado por el
Señor.»
Jeremías 23:14-17 RVC
14 Pero a los profetas de Jerusalén los he
visto incurrir en grandes torpezas. Cometen adulterio, Van en pos de la
mentira, fortalecen las manos de los malvados, para que ninguno se aparte de su
maldad. Para mí, todos ellos son como los habitantes de Sodoma y de Gomorra.»
15 Por lo tanto, así ha dicho el Señor de los
ejércitos acerca de esos profetas: «Voy a hacerlos comer ajenjo; voy a hacerlos
beber agua amarga. Porque la hipocrecía que hay en toda la tierra tiene su
origen en los profetas de Jerusalén.»
16 Así ha dicho el Señor de los ejércitos:
«No hagan caso de las palabras que los profetas les anuncian. Sólo alimentan en
ustedes vanas esperanzas. Sus visiones nacen de su propio corazón, y no de mis
labios.
17 Se atreven a decir a los que me
desprecian, que yo he dicho que tendrán paz; y a todos los que siguen a su
obstinado corazón, les dicen que no les sobrevendrá ningún mal.»
Jeremías 23:31-32 RVC
31 »Yo estoy en contra de los profetas que
hablan con dulzura, y luego afirman que yo he hablado. —Palabra del Señor.
32 »Yo estoy en contra de los que profetizan
sueños mentirosos, pues con sus profecías mentirosas y lisonjeras hacen que mi
pueblo pierda el camino. Yo no los envié a profetizar. ¡Ningún bien le hacen a
mi pueblo! —Palabra del Señor.
Jeremías 6:13-14 RVC
13 »Y es que todos ellos son mentirosos y
avaros. Todos, desde el más chico hasta el más grande, desde el profeta hasta
el sacerdote.
14 Se les hace fácil sanar la herida de mi
pueblo con sólo decir “¡Paz, paz!” ¡Pero no hay paz!
Miqueas 2:11 RVC
11 Si alguien viene con espíritu de falsedad,
y mentirosamente les dice: “Voy a profetizar acerca del vino y de la sidra”, a
gente como ésa este pueblo la considera profeta.
Lucas 6:26 RVC
26 »¡Ay de ustedes, cuando todos los alaben!,
porque lo mismo hacían con los falsos profetas los antepasados de esta gente.
En estos tiempos cuando las palabras
proféticas urgentes hablan del terrible juicio que vendrá, antes del
arrebatamiento, y los mucho más terribles juicios que vendrán después,
respetables figuras de la iglesia alzan su voz contra esos “exaltados y falsos
profetas de la desgracia”. Bueno, yo no
quiero decir que absolutamente todas las profecías de juicios venideros sean
ciertas, pero es necesario repasar un poco cuál es el mensaje “favorito” de los
falsos profetas.
Después de leer los versículos de más arriba,
debería quedar claro que los falsos profetas DIFÍCILMENTE tengan una palabra de
juicio sino más bien todo lo contrario. Es obvio, su objetivo es obtener
provecho de la gente, conseguir dinero, poder, influencia; y de mucha gente, no
pocos. ¿Cómo podría lograrse eso anunciando juicios? Pocos son los que aceptan
los mensajes de juicio y los llamados al arrepentimiento, además de que un
termina ganándose muchos enemigos.
Por otro lado, un falso profeta, que está en
sí mismo desviado y lejos de la verdad, ¿cómo podría anunciar juicio? ¡Se
estaría juzgando a sí mismo! Tal como dice Miqueas, esos profetas están ellos
mismos detrás de los placeres terrenales (“el vino y la sidra”) por lo que es
lógico que profeticen de eso. Y es también lógico que la mayoría de la gente
busque a los tales.
No hermanos, difícilmente un profeta que
anuncie juicios sea falso. Puede tener un mensaje contaminado, es cierto; a
veces el anuncio de juicio se mezcla con la ira humana, y eso se puede
discernir con bastante facilidad. Puede ser en algunos pequeños ámbitos
cristianos que profetizar juicio sea “popular”, pero hoy podríamos decir que
son espacios reducidos. Y de todas formas, un falso profeta que anuncie juicio
no se sostiene por mucho tiempo, no al menos con ese mensaje y decididamente no
en estos tiempos.
Los falsos profetas normalmente están mucho
más cerca de los poderosos, de la gente de influencia, de los que tienen algún
perfil político; porque ellos terminan viviendo en un mundo de fantasías, que
todos los de alrededor ayudan a mantener y ellos se terminan creyendo (aunque
siempre me quedó la duda si realmente se lo creen o también ellos actúan como
si se lo creyeran…). Políticamente es inconveniente anunciar juicio y llamar al
arrepentimiento, es extremadamente impopular mostrar los errores del pueblo,
por lo que NECESITAN de falsos profetas para mantener su popularidad y para
reforzar la idea de que “vamos bien”, de que ellos llevarán a la gente hacia un
futuro maravilloso y de que pueden estar seguros y confiados siempre que
permanezcan junto a ellos. ¡Por demás de conveniente si se trata de mantener el
control!
Los falsos profetas anuncian paz, anuncian
prosperidad, anuncian bendiciones materiales, mantienen bonitas esperanzas que
son falsas. Como dice Jeremías, los falsos profetas se encargan de anunciar
bendiciones a los pecadores, a los hipócritas, a los falsos hermanos; aquellos
que, obviamente, no podrían tolerar el verdadero mensaje ni un llamado a la
conversión. Son los que los animan y fortalecen, para que sigan pecando y
cometiendo injusticias… siempre y cuando sigan dando sus diezmos y ofrendas…
Son los que hablan con dulzura y no corrigen
al pueblo. Son los mentirosos que anuncian paz cuando Dios mismo está
anunciando terrible juicio y guerra. Son aquellos de los que la gente habla
bien. Son figuras populares.
Entonces, amados del Señor, cuando algún
personaje importante de alguna iglesia hable en contra de los “rústicos
profetas” que anuncian juicio, pensemos muy bien QUIÉN ES realmente el falso
profeta ahí. ¡Señor, ayúdanos!
Danilo Sorti
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